A finales del segundo milenio
todo el área oriental del Mediterráneo se vio convulsionado
por la aparición de los denominados, por traducción de las
fuentes egipcias (´los pueblos procedentes de las islas de en
medio del mar´),
Pueblos del Mar.
Sobre dichas migraciones se ha creado una amplia problemática,
aún sin resolver, ya que apenas existe información sobre los
mentados Pueblos del Mar. Se considera como la tesis más
admitida el hecho de que dicho pueblos fuesen grupos
indoeuropeos procedentes del interior del continente que por
razones no definidas descendieron hacia el Mediterráneo
oriental estableciéndose a veces pacíficamente a veces por las
armas, en los territorios del Egeo, la península Balcánica,
Anatolia y Asia Menor.
En el momento en que los Pueblos
del Mar hicieron su aparición en el Mediterráneo oriental, el
mundo Egeo estaba bajo el esplendor de la Civilización
Micénica, la cual atravesaba uno de sus momentos de mayor
poder y riqueza. Pero hacia el 1200 esta prosperidad se vio
sorprendentemente alterada, el mundo micénico pasó de la
riqueza a la total decadencia en un espacio de tiempo
excesivamente corto. Justo cuando se vivía un momento de
crecimiento demográfico y de los núcleos de población, estos
cayeron en una rápida decadencia que llevó al abandono de
muchos de ellos y a una serie de extrañas destrucciones,
datadas arqueológicamente. Las pocas poblaciones que
continuaron habitadas fueron rodeadas de fuertes
fortificaciones, produciéndose un notable empobrecimiento en
la cultura material. Dicha decadencia se produjo igualmente en
Chipre, donde los palacios minoicos fueron destruidos, y en
Anatolia, donde el poderoso
Imperio hitita
desapareció. Tradicionalmente se ha considerado como el
causante de todo este desastre, en el mundo egeo, a un
misterioso pueblo, los
dorios
(literalmente ?portadores de lanza?). Estos formarían parte de
las oleadas migratorias de los Pueblos del Mar y provendrían
de algún lugar al norte de la Grecia continental. El imperio
micénico se vino abajo, pero no fue el único, importantes
estados como el Hitita fueron arrasados, e incluso el poderoso
Egipto perdió su influencia sobre Fenicia
y Palestina.
Pero quizá la pérdida más
significativa de este período fue la de la escritura. En
efecto, Grecia perdió durante varios siglos la
escritura,
las fuentes desaparecieron y muchas han sido las teorías que
se han construido para explicar dicho fenómeno, pero ninguna
de ellas cuenta con un respaldo mayoritario. Recientemente se
ha opuesto a la tradicional teoría de una serie de invasiones
destructivas que motivaron un tremendo retroceso cultural,
otra que hace referencia a una posible liberación de unas
sociedades oprimidas por parte de una clase dominante
decrépita y corrompida; para los seguidores de dicha teoría la
destrucción de los palacios sería el mejor exponente de la
misma, y la pérdida de la escritura tendría su explicación
tanto en cuanto ésta no era más que un utensilio
administrativo empleado por los órganos directivos del Estado.
Hoy por hoy, la cuestión de la
invasión doria ha sido sometida a un largo proceso de revisión
que ha llevado a los historiados a replantearse casi todas las
tesis tradicionalmente admitidas. Cada vez parece menos claro
que dicha invasión tuviese lugar, la revisión de nuestros
conocimientos arqueológicos ha llevado cuanto menos a afirmar
que no existe ninguna evidencia de la misma; por otro lado, no
está del todo claro si dicho pueblo existió en algún momento y
de haberlo hecho se ignora su procedencia, lengua, etnia y en
definitiva cualquier rasgo diferenciador del resto de los
griegos. Al mismo tiempo, se pone en duda la misma destrucción
del mundo micénico, cada vez son más los investigadores que
apoyan la tesis de un largo proceso de decadencia, que
acabaría por eliminar a la clase dirigente y que llevaría a un
período del que no se conserva escritura, no debido a que ésta
desapareciese sino a que dejaron de archivarse los documentos
al ser destruidos los palacios (símbolo de la clase dirigente),
al final del cual se llegaría a la Grecia Arcaica.
De una forma o de otra, la
destrucción o decadencia del imperio micénico trajo consigo el
establecimiento de la denominada Edad Oscura, termino que hace
referencia a la mencionada carencia de fuentes escritas para
su estudio; y en cierto modo, el surgimiento de la Grecia
Clásica.