Hombre y mujer: un solo cuerpo
Proyecto
Salón Hogar
Como
se mencionó anteriormente, para que haya fecundación
deben existir dos personas: un hombre y una mujer. Ya hablamos de
todo lo que sucede dentro de ambos durante la relación sexual
o coito. Ahora explicaremos cómo se expresa en cada uno el
deseo sexual, la excitación y finalmente el orgasmo, que
culmina con la eyaculación, y en muchos casos en la fecundación.
En principio, para realizar el acto sexual hombre y mujer deben
sentir deseo de estar con el otro.
Cuando la mujer siente excitación, produce un fluido que
lubrica las paredes vaginales. Al mismo tiempo, el incremento de
la irrigación sanguínea hace que el clítoris
aumente su tamaño y también que los pechos experimenten
una erección. A medida que la excitación sexual aumenta,
la vagina se expande como un globo, la piel se vuelve rosada y la
velocidad de contracción del corazón y la presión
arterial aumentan.
En el hombre el proceso es muy parecido, ya que su pene aumenta
de tamaño debido al incremento de la irrigación sanguínea,
erectándose. Los testículos suben y se acercan al
cuerpo. La frecuencia cardíaca y respiratoria aumentan a
medida que se incrementa la excitación, apareciendo líquido
lubricante en la punta del pene, que puede contener espermatozoides.
Al momento del coito, el pene del hombre es introducido en la vagina
de la mujer. Los tejidos que rodean la parte exterior de la vagina
se hinchan, reduciendo el tamaño de su diámetro, de
tal forma que el pene queda atrapado en ese lugar. El clítoris
se eleva y la frecuencia cardíaca y la presión sanguínea
continúan elevándose, el cuerpo se acalora en forma
descontrolada. El hombre presenta una erección completa del
pene, que si bien ya había logrado en la fase de excitación,
puede aumentar ligeramente el diámetro del glande.
Cercano al momento de la eyaculación, la frecuencia cardíaca
y respiratoria se aceleran extraordinariamente. En este momento
ambos están próximos a llegar al orgasmo, que es el
punto culminante del acto sexual y solo dura unos segundos. En la
mujer se produce una serie de contracciones musculares rítmicas
en la vagina. La frecuencia cardíaca, la presión sanguínea
y la frecuencia respiratoria alcanzan su máximo punto y los
músculos de todo el cuerpo se tornan tensos.
El orgasmo del hombre es sin duda más explícito que
el de la mujer, ya que culmina con la eyaculación. Generalmente
hay tres o cuatro expulsiones de semen, cada cuatro o cinco segundos.
Al igual que la mujer, la frecuencia cardíaca y la respiración
alcanzan su máxima expresión.
Luego del orgasmo, todo vuelve a la normalidad. En la mujer, el
útero desciende a su posición original, aunque el
canal cervical se mantiene abierto para que los espermatozoides
puedan nadar a través del útero y fecundar el óvulo.
La vagina vuelve a su tamaño normal.
En el hombre, el tamaño del pene disminuye a la mitad de
lo que era en el momento de mayor excitación. Durante esta
fase existe un período refractario, en el cual
una segunda erección es imposible, a pesar del estímulo
que se le aplique. La duración de este período varía
en cada hombre. En la mujer esto no ocurre: ella podría volver
a excitarse sin problema y tener otro orgasmo inmediatamente.
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