El sistema reproductor femenino
Proyecto
Salón Hogar
Si
miras a un hombre y luego a una mujer, te darás cuenta de
que tienen diferencias físicas evidentes. Los hombres tienen
pene y testículos para procrear, en cambio las mujeres poseen
vagina, además pechos para amamantar.
Estas diferencias nos indican que los sistemas reproductores también
son distintos, al igual que la función que cumplen al momento
de la creación de una nueva vida. En un principio su tarea
es similar: el hombre produce y transfiere los espermatozoides,
mientras la mujer produce, almacena y libera su célula sexual
u óvulo. Sin embargo, es el cuerpo de la mujer el que recibe
a los espermatozoides, y una vez que el óvulo ha sido fertilizado,
alimenta al embrión y luego al feto durante los nueve meses
que tarda en desarrollarse hasta nacer completamente formado.
Otra diferencia es que los órganos sexuales y reproductores
de la mujer se encuentran casi por completo al interior de la cavidad
pélvica.
La vulva o genitales externos de la mujer están
ubicados en la base de la cavidad pélvica. Desde el tejido
adiposo del Monte de Venus -que es la zona donde aparece
el vello púbico desde la pubertad- surgen dos pares de labios
que terminan justo en el ano. Los labios mayores se encargan
de rodear y proteger los orificios externos de los sistemas reproductor
y urinario, al clítoris y a los labios menores, que son interiores
y más delgados.
El clítoris es la parte más sensible de los
órganos sexuales femeninos. Es similar a un pequeño
botón que varía en tamaño de 0,5 a 2,5 centímetros
de longitud. Está formado por dos cuerpos cavernosos de tejido
esponjoso que se endurecen y aumentan de tamaño durante la
excitación sexual, debido a que se llenan de sangre.
Debajo del clítoris se encuentra la salida de la uretra
-que conduce la orina desde la vejiga- y la entrada a la vagina.
Esta se encuentra parcialmente bloqueada por una membrana llamada
himen, que por lo general se rompe cuando la mujer inicia
su vida sexual, con el primer coito.
La vagina es un tubo hueco muscular, de gran elasticidad,
que tiene de 10 a 15 centímetros de longitud. Aloja el pene
del hombre durante la relación sexual y es el canal de salida
del bebé cuando el parto es normal.
El útero, también conocido como matriz, está
situado detrás de la vejiga y delante del recto. Es un órgano
muscular hueco con forma de pera, de pared gruesa y elástica,
que mide de 7 a 8 centímetros de longitud. Su función
es nutrir al embrión en desarrollo hasta su nacimiento. Alcanza
el tamaño adulto a los 15 años y se reduce después
de la menopausia.
Desde la parte superior del útero surgen, a cada lado, las
trompas de Falopio, en tanto su parte baja, conocida como cuello
o cérvix, se une con la vagina.
Las trompas de Falopio son dos canales de unos diez centímetros
de longitud que se extienden desde los ovarios hasta el útero.
Son las encargadas de recoger los óvulos que vienen desde
los ovarios y llevarlos al útero. En su interior, cada una
de ellas posee unas pestañas microscópicas que, al
vibrar, ayudan a impulsar al óvulo en su camino hacia la
cavidad uterina. Es en este recorrido donde el óvulo es fecundado
por el espermatozoide.
Los ovarios son las glándulas sexuales que albergan
los óvulos y producen las hormonas sexuales. Son dos, el
derecho y el izquierdo. De forma ovalada, miden aproximadamente
cuatro centímetros y se ubican en los extremos de las trompas
de Falopio.
A diferencia del hombre, la mujer no fabrica sus células
sexuales, al nacer ya tiene alrededor de 400 mil ovocitos,
óvulos en estado inmaduro, que son almacenados en unos folículos
similares a unos sacos. Alrededor de 400 madurarán durante
la vida fértil de la mujer, que se inicia durante la pubertad
y concluye en la menopausia.
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