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QUÍMICA

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Contenido Revisado

 

 

 

 

 

 

El creador de la vacuna contra la rabia, el químico y biólogo francés Luis Pasteur, ha sido uno de los científicos más destacados de la humanidad.

  Laboratorio virtualQuímica es la ciencia que estudia la estructura, propiedades y transformaciones de la materia a partir de su composición atómica, formando diferentes substancias.

Los orígenes de la teoría atómica se remontan a la Grecia antigua, a la escuela filosófica de los atomistas. La base empírica para tratar a la teoría atómica de acuerdo con el método científico se debe a un conjunto de trabajos aportados por Lavoiser, Proust, Richter, Dalton, Gay-Lussac y Avogadro, entre otros, hacia principios del siglo XIX.

 

 

[Tabla Periódica]      [Enlaces de Interés]  [Nomenclatura Química]

Nomenclatura Química

Soluciones preparación y valoración

Propiedades Coligativas

Equilibrio Químico

Equilibrio Ionico

Estructura y propiedades

Propiedades hidrocarburos

 Propiedades Alcoholes

Propiedades Feroles

Propiedades Aminas Propiedades Aldehidos Cetona Propiedades Acidos Carboxilicos
Derivados Halogenados

Nomenclatura compuestos orgánicos

Electroquímica
Oxido - Reducción Cambios de Fase Energía Calorifica
Enlace Químico Isometría  
 

El átomo es la menor fracción de materia de interés directo para la química, está constituído por diferentes partículas que poseen diferentes tipos de cargas, los electrones con carga negativa, los protones con carga positiva y los neutrones que como su nombre lo indica son neutros (sin carga); todos ellos aportan masa para contribuir al peso del átomo. El estudio explícito de las partículas subatómicas es parte del dominio de la física, la química sólo está interesada en estas partículas en tanto en cuanto éstas definan el comportamiento de átomos y moléculas.

Conceptos fundamentales

Partículas

Los átomos son las partes más pequeñas de un elemento (como el carbono, el hierro o el oxígeno). Todos los átomos de un mismo elemento son (casi) iguales. Las moléculas son las partes más pequeñas de una sustancia (como el azúcar), y se componen de átomos. Si tienen carga eléctrica, tanto átomos como moléculas se llaman iones: cationes si son positivos, aniones si son negativos.

Como los átomos, las moléculas y los iones son muy pequeños, normalmente se trabaja con enormes cantidades de ellos. El mol usa como contador de unidades, como la docena (12) o el millar (1000), y equivale a 6,023\cdot10^{23}. Se dice que 12 gramos de carbono, o un gramo de hidrógeno, o 56 gramos de hierro, contienen aproximadamente un mol de átomos.

Dentro de los átomos, podemos encontrar un núcleo atómico y uno o más electrones. Los electrones son muy importantes para las propiedades y las reacciones químicas

    

De los átomos a las moléculas

Los enlaces son las uniones entre átomos para formar moléculas. Siempre que existe una molécula es porque ésta es más estable que los átomos que la forman por separado. A la diferencia de energía entre estos dos estados se le denomina energía de enlace.

Generalmente, los átomos se combinan en proporciones fijas para dar moléculas. Por ejemplo, dos átomos de hidrógeno se combinan con uno de oxígeno para dar una molécula de agua. Esta proporción fija se conoce como estequiometría.

Orbitales

Para una descripción y comprensión detalladas de las reacciones químicas y de las propiedades físicas de las diferentes sustancias, es muy útil su descripción a través de orbitales, con ayuda de la mecánica cuántica.

Un orbital atómico es una función matemática que describe la disposición de uno o dos electrones en un átomo. Un orbital molecular es análogo, pero para moléculas.

De los orbitales a las sustancias

Los orbitales son funciones matemáticas para describir procesos físicos: un orbital solo existe en el sentido matemático, como pueden existir una suma, una parábola o una raíz cuadrada. Los átomos y las moléculas son también idealizaciones y simplificaciones: un átomo sólo existe en vacío, una molécula sólo existe en vacío, y, en sentido estricto, una molécula sólo se descompone en átomos si se rompen todos sus enlaces.

En el "mundo real" sólo existen los materiales y las sustancias. Si se confunden los objetos reales con los modelos teóricos que se usan para describirlos, es fácil caer en falacias lógicas.

Disoluciones

En agua, y en otros disolventes (como la acetona o el alcohol), es posible disolver sustancias, de forma que quedan disgregadas en las moléculas o iones que las componen (las disoluciones son transparentes). Cuando se supera cierto límite, llamado solubilidad, la sustancia ya no se disuelve, y queda, bien como precipitado en el fondo del recipiente, bien como suspensión, flotando en pequeñas partículas (las suspensiones son opacas o traslúcidas).

Se denomina concentración a la medida de la cantidad de soluto por unidad de cantidad de disolvente.

Medida de la concentración

La concentración de una disolución se puede medir de diferentes formas, en función de la unidad empledad para determinar las cantidades de soluto y disolvente. Las más usuales son:

  • g/l (Gramos por litro)

  • % p (Concentración porcentual en peso)

  • % V (Concentración porcentual en volumen)

  • M (Molaridad)

  • N (Normalidad)

  • m (molalidad)

  • x (fracción molar)

Acidez

El pH es una escala logarítmica para describir la acidez de una disolución acuosa. Los ácidos, como el zumo de limón y el vinagre, tienen un pH bajo (inferior a 7). Las bases, como la sosa o el bicarbonato de sodio, tienen un pH alto (superior a 7).

Formulación y nomenclatura

La IUPAC, un organismo internacional, mantiene unas reglas para la formulación y nomenclatura química. De esta forma, es posible referirse a los compuestos químicos de forma sistemática y sin equívocos.

Mediante el uso de fórmulas químicas es posible también expresar de forma sistemática las reacciones químicas, en forma de ecuación química.

Campos de la química

  • Bioquímica - la química de los seres vivos y los procesos de la vida

  • Química analítica - determinación cualitativa y cuantitativa de la composición de las muestras

  • Química física - determinación de las leyes y las constantes fundamentales que rigen los procesos

  • Química inorgánica - síntesis y estudio de los compuestos que no se basan en cadenas de carbono

  • Química orgánica - síntesis y estudio de los compuestos basados en cadenas de carbono

  • Química técnica - la química aplicada a procesos industriales

  • y otras disciplinas de la química


El aporte de la tecnología al desarrollo, no solo de la química, sino que de la ciencia en general, ha sido fundamental.


El método científico

Básicamente, las etapas que se necesitan para establecer una ley científica son tres: observar hechos comunes o extraordinarios; suponer una cosa posible, es decir, establecer una hipótesis que, si resulta verdadera, explique esos hechos, y deducir de esta hipótesis consecuencias que puedan ser puestas a prueba por la observación. Si las consecuencias son comprobadas, se acepta temporalmente la hipótesis como verdadera, aunque después se modifique por nuevos descubrimientos.
Como bien lo ejemplifica el filósofo inglés Bertrand Russell “... en esencia, el primer hombre que dijo: ‘el fuego quema’, estaba empleando el método científico; sobre todo si había decidido quemarse varias veces”.

 

Naturaleza de la química

La química es una disciplina cuyo objeto de estudio es la descripción de las propiedades de las sustancias y los intercambios de materia que se establecen entre ellas, denominados reacciones químicas. Dentro de las ciencias, la química es una de las más entretenidas, pues con ella se puede aprender y conocer una serie de nuevos conceptos, los cuales se pueden poner a prueba por medio de la experimentación.

Sin embargo, la química no solo se encarga de estudiar los elementos químicos, su estructura y organización en la tabla periódica y las reacciones químicas en las cuales interactúan. También es una ciencia integral y disciplinaria, pues por medio de su estudio podemos comprender otras ciencias, como la bioquímica, la biología, la fisiología y la físico-química.

La química está presente en nuestra vida diaria. Por ejemplo: al alimentarnos diariamente, nos nutrimos, ya que la comida nos proporciona energía, la que se produce debido a diferentes reacciones químicas ocurridas en nuestras células. Esta energía la usamos para caminar, correr y estudiar, entre otras actividades. Ahora mismo puedes leer sin problemas gracias a que tu cuerpo está liberando energía proveniente de las reacciones químicas, que tú mismo, sin darte cuenta, estás generando en tu organismo. Asimismo, los mismos alimentos que consumimos (leche, frutas y carnes, por ejemplo) son producto de reacciones químicas complejas.

Qué estudia la química

En este número comenzaremos a descubrir los secretos de la química y veremos cómo está presente en todas nuestras actividades y, prácticamente, en todo lo que nos rodea. Sin embargo, antes de abordar el estudio de la química es importante conocer qué es ciencia.

La palabra ciencia proviene del latín scientia, que significa saber. Pero no todo el conocimiento cabe dentro de la categoría de ciencia; para que una disciplina pueda ser catalogada como tal, debe reunir ciertas características, entre las que se encuentran el ser sistemática, metódica, especializada y abierta y que produzca investigación científica.

Glosario

Ciencias exactas: aquellas que, mediante cálculos numéricos o el empleo de fórmulas o leyes, obtienen sus resultados ante un problema o fenómeno natural.
Ciencias biológicas: se ocupan del estudio de los seres vivos, así como de su interacción con el medio que los rodea.
Ciencias sociales: las que estudian el comportamiento del hombre como individuo y en sociedad.

Las diferentes ciencias conocidas se agrupan en: ciencias exactas (ver glosario), es decir, la matemática, física y química; ciencias biológicas (ver glosario), como la zoología, botánica, genética y ecología; ciencias geológicas y geográficas, ciencias médicas y ciencias sociales (ver glosario), como la economía, sociología y demografía.

Para llegar a nuevos conocimientos, los científicos e investigadores de cada una de las diferentes ciencias tuvieron como punto de partida la observación; los grandes inventos y las sorprendentes teorías que hasta el día de hoy sirven de base a la creación de nueva tecnología, han tenido su origen en experiencias o fenómenos que los hombres con mentalidad científica han enfrentado, incluso en situaciones muy cotidianas, y que han sabido reconocer como hechos significativos.

Cómo hacer ciencia: el método científico
 

Quizás pienses que la ciencia es propiedad de los grandes científicos y que estos, antes de realizar sus descubrimientos, siguieron una serie de pasos que les permitieron demostrar, mediante experimentos, sus hallazgos en determinado campo de estudio.

Sin embargo, en la vida diaria, nosotros también desarrollamos, en cierto nivel, conocimientos. Por ejemplo: si nunca has visto una determinada fruta en tu vida, cuando llega a tus manos, por lo general lo primero que haces es observar su forma, preguntándote cuál será su sabor o si es venenosa. Luego la tocas, la hueles y si su aroma es agradable, la comes y aprecias su sabor. En este caso, descubriste algo nuevo sin necesidad de ser un gran científico.

Sin embargo, aplicaste, quizás sin saberlo, algunos pasos básicos de lo que se conoce como método científico, el cual integra una serie de etapas, como la observación, el problema, la hipótesis y la experimentación, situaciones similares al ejemplo de la fruta.

En las siguientes páginas podrás reconocer los pasos de este método, a través de los experimentos que iremos desarrollando.

Entre las ciencias existen diferencias; por ejemplo, entre la química y las ciencias sociales. En ambas se usa el método científico, pero en la química hay mayor precisión en la predicción de efectos y posterior ratificación de las etapas del método científico. Por lo tanto, la química es una ciencia exacta, no así las ciencias sociales, porque no siempre es técnicamente posible el desarrollo de las experiencias que plantea, por lo que no puede comprobar sus hipótesis.

En la naturaleza estas reacciones se efectúan a diario en los organismos. La fotosíntesis es un ejemplo. A través de ella, las plantas sintetizan azúcares que son almacenados en órganos especializados, como los frutos que luego nos servimos. Y así podemos seguir enumerando muchas otras reacciones en las cuales la química se hace presente en nuestras vidas.

Los inicios de la química

Empédocles de Agrigento (430 a.C) afirmó que la Tierra estaba formada por cuatro elementos: tierra, aire, agua y fuego.

Aristóteles (330 a.C) supuso, además, que el cielo constituía un quinto elemento, llamado éter. Los griegos creían que las sustancias de la Tierra estaban formadas por distintas combinaciones de estos elementos. Asimismo, se planteaban la cuestión de si la materia podía ser dividida indefinidamente, o si se llegaría a un punto en el que las partículas fuesen indivisibles.

Fue el filósofo Demócrito de Abdera quien concluyó que las partículas indivisibles eran los átomos, palabra que significa ‘no divisible’, y sugirió que algunas sustancias estaban compuestas por diversos átomos o combinaciones de estos. También pensaba que una sustancia podía convertirse en otra al ordenar sus átomos de diferente manera.

Los alquimistas de la Edad Media fueron los impulsores de teorías y especulaciones químicas, pero que no se basaban en la experimentación, sino en suposiciones y creencias acerca de un fenómeno determinado. La mayoría de ellos trabajaban estimulados por la posibilidad de transformar los metales ordinarios en oro, creyendo que estos eran compuestos formados por mercurio y azufre en diferentes proporciones y que si se lograba cambiar la cantidad de estos elementos dentro de las sustancias, se obtendría el preciado metal. Su labor explicó las reacciones químicas despertando el interés por estudiar lo que hoy llamamos reactivos químicos.

Solo unos pocos alquimistas aplicaron sus conocimientos a otras áreas, como en el caso de Philippus Theophrastus Bombasto von Hohenheim, más conocido como Paracelso, el cual derivó a la medicina lo aprendido con la alquimia, logrando importantes éxitos.

 

Fundación Educativa Héctor A. García