Una época
de conquistas y desafíos
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Alejandría, ciudad
fundada por Alejandro Magno. |
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Antes del nacimiento
de Alejandro Magno, las guerras por la hegemonía en Grecia
eran algo habitual. Al ser un territorio constituido por numerosas
polis (estados autónomos constituidos por una ciudad
y un pequeño territorio), la unificación parecía
imposible. En medio de este clima, la ciudad de Macedonia adquirió
una gran importancia. El rey Filipo II, padre de Alejandro, expandió
sus dominios teniendo un objetivo claro: convertirse en dueño
de la península griega. Ya en el 338 a.C., los estados griegos
reconocieron la superioridad de Macedonia, y para el 336 a.C. se
preparaban para atacar a Persia. Sin embargo, Filipo II fue asesinado,
lo que permitió que su hijo Alejandro
lo sucediera. Lentamente, la figura del Magno emergía para
instalarse en la historia como uno de los más grandes conquistadores.
Casi 200 años más tarde, Roma ya adolecía
de los problemas propios de poseer un extenso territorio. La expansión
romana había alcanzado Grecia, Asia Menor y Siria, entre
otros. Los incesantes conflictos internos y las luchas de poder
mantenían a la entonces mayor potencia del Mediterráneo
en una situación de inestabilidad. Roma era incapaz de administrar
el naciente imperio, por lo que la aparición de un hábil
político era urgente. Julio César
marcó el término de la República romana y sentó
las bases para que su sucesor fuera un verdadero monarca.
Augusto vino a completar la obra
de Julio César y es reconocido como el primer emperador romano.
Integrante del segundo triunvirato, pronto alcanzaría la
plenitud de poderes para gobernar el naciente imperio.
Alejandro Magno, El Conquistador
356 a.C. 323 a.C.
Este guerrero, que fue educado por Aristóteles,
logró ser rey de Macedonia a los 20 años. Durante su reinado
conquistó Persia y difundió la cultura helénica por Asia y Africa.
Datos biográficos
Alejandro Magno
nació en el año 356 a.C., en Pella, Macedonia. Hijo del rey Filipo
II y de la princesa Olimpia de Epiro, desde muy temprano recibió una
educación que abarcaba todas las disciplinas, desde la caza hasta la
retórica. Sin duda, dos personajes influyeron de manera determinante
en su formación: su padre,
Filipo, el gran conquistador de Grecia, de quien aprendió
el arte de la guerra y las dotes de mando, y Aristóteles,
filósofo que le inculcó desde los 13 años una gran admiración por la
cultura griega. Ambos hombres hicieron de Alejandro un príncipe
inteligente y triunfador.
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"Preferiría exceder a los demás en el
conocimiento de las cosas elevadas que en el poder y la dominación".
(Alejandro Magno) |
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Con escasos 20 años, asumió el trono de Macedonia luego de una
conspiración que mató a su padre. Se encontró con una península que
amenazaba con desintegrarse y tuvo que enfrentar la sublevación de
varias ciudades griegas. Pese a la turbulenta situación, esta no
disipó el principal objetivo del joven príncipe: iniciar la
expansión territorial de su imperio. Combatió con los bárbaros
(pueblos no griegos) que amenazaban el norte de sus dominios y
demostró su gran capacidad militar. Calmó la insurgencia de algunos
estados griegos; sin embargo, la ciudad de Tebas se opuso a la
dominación. Alejandro, sin misericordia, mandó incendiarla para
lograr una gran tarea: pacificar Grecia.
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Moneda de la epoca con la imagen de Alejandro Magno. |
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Triunfos de Alejandro
De ahí en adelante, el rey macedonio solo supo de triunfos. Con
un ejército que no superaba los treinta y cinco mil hombres,
emprendió uno de los proyectos más ambiciosos de la Antigüedad:
conquistar el Imperio Persa. Su hazaña comenzó cuando, en el año 334
a.C., atravesó el Helesponto (hoy estrecho de los Dardanelos, que
separa el mar Egeo del mar de Mármara), obteniendo su primera
victoria ante los persas en la batalla del río Gránico. Derrotó a
ciento veinte mil hombres, lo que movilizó al rey persa Darío III,
quien había subestimado la capacidad del joven Alejandro. Ambos
monarcas se encontraron en Issos, donde de nuevo la victoria sería
para el rey de Macedonia. Comenzó así el ocaso del gran Imperio
Persa, que luego de una serie de batallas pasaría a ser parte de los
dominios de Alejandro.
El Ejército de
Alejandro Magno
El ejército macedonio bajo
Alejandro Magno
consistía de diferentes cuerpos complementándose
entre sí: caballería pesada; caballería ligera;
infantería pesada e infantería ligera.
La caballería pesada la constituían los
hetairoi o compañeros formados en escuadrones
ilai de 256 jinetes con casco beocio, coraza de
bronce o linotorax, equipados con xyston
o lanza de 3,80 m y una espada. Los compañeros
formaban la unidad élite de caballería aristocrática
macedonia, siendo el principal elemento ofensivo de
Alejandro. En batalla los compañeros se formaban a
la derecha de los hypspistas; los 9
escuadrones en el orden del día con el escuadrón
real de 300 jinetes tomando el lugar de honor en la
línea bajo el mando de Clito cuyo deber era el de
proteger al rey en batalla, a su izquierda se
formaban los otros compañeros en 8 escuadrones de
256 compañeros subdivididos en 4 unidades de 64
jinetes bajo el mando de Filotas. La infantería
macedonia actuaba de "yunque", mientras que la
caballería era el "martillo" que azotaba al enemigo.
En frente de los compañeros se formaban los arqueros
y agrianos y protegiendo su flanco derecho los
prodromoi y demás caballería ligera
La caballería aliada tesaliana servía también
como caballería pesada, armados y equipados como los
compañeros, presuntamente la mejor caballería de
toda Grecia y cuyo deber era proteger el flanco
izquierdo de la falange macedonia. El escuadrón de
Farsalia le servía de guardia a Parmenio. Al
principio de la campaña había 1.800 jinetes tesalios.
Éstos a su vez eran suplementados por el resto de
la caballería pesada griega, este contingente aliado
era parte de la fuerza con que contribuyó la Liga
Helénica al ejército macedonio y que además servían
de rehenes para el buen comportamiento de sus
respectivas ciudades.
La caballería ligera consistía de los
prodromoi o exploradores con casco beocio y sin
más armadura, cuyo deber era el de reconocer el
territorio enemigo que el ejército atravesaría, y en
batalla se formaban a la derecha de los compañeros,
usaban la sarissa o pica de los falangistas
pero podían ser rearmados con jabalinas para
reconocimiento y exploración.
Los prodromoi a su vez eran suplementados
por la caballería tracia, odrisios y paionios en su
mayoría, armados y equipados con casco tracio o en
caso de los paionios con casco ático sin más
armadura y blandiendo lanza y espada.
Pero no todo fue batallas para Alejandro Magno. A medida que
avanzaba con su ejército, la preocupación por unir bajo un mismo
mando a Oriente y Occidente no cesó, respetando en algunas zonas las
costumbres y ritos de la gente del lugar. Incluso en su expedición
por el Nilo observó los antiguos cultos a los dioses egipcios y fue
reconocido como sucesor de los faraones.
Alejandro y Egipto
La cultura del antiguo Egipto impresionó a
Alejandro desde los primeros días de su estancia en
este país. Los grandes vestigios que él veía por
doquier le cautivaron hasta el punto que quiso
faraonizarse como aquellos reyes casi míticos. La
Historia del Arte nos ha dejado testimonio de estos
hechos y apetencias. En Karnak existe un relieve
donde se ve a Alejandro haciendo las ofrendas al
dios Amón, como lo hace un converso y viste la
indumentaria faraónica.
Extensión
de los territorios ganados por Alejandro Magno
Bucéfalo, su gran amigo |
Un caballo fue el compañero más
fiel de Alejandro Magno. Cuenta la historia que
Bucéfalo se volvió indomable para todos sus
adiestradores. Fue entonces cuando llegó Alejandro y
aceptó el desafío de amansarlo. El joven príncipe
entendió que Bucéfalo se asustaba de su propia sombra,
por lo que enfrentó el caballo al sol, montándolo sin
problemas por un largo rato. Este hecho provocó la
admiración del rey y la confianza de su más leal
compañía. Fue tanto el cariño que Alejandro le tenía a
su caballo, que cuando este murió, fundó una ciudad con
su nombre. |
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Fin del conquistador
La ambición de Alejandro Magno no disminuyó con la obtención de
la totalidad del Imperio Persa. Él quería descubrir nuevos mundos,
hasta alcanzar la lejana India. Allí fundó colonias militares y
algunas ciudades; sin embargo, su objetivo era llegar aún más allá.
Pero las tropas ya estaban cansadas y se negaron a continuar.
Obligado por las circunstancias, Alejandro se estableció en
Babilonia y reorganizó su gobierno. Al poco tiempo, una desconocida
fiebre lo atacó. Murió el 13 de junio del 323 a.C., a la edad de 33
años.
El contacto e influencia de la civilización griega en Oriente y
viceversa conformó un fenómeno político, religioso y por sobre todo
cultural, denominado helenismo, que se caracterizó sobre todo
por la absorción de elementos de las culturas de Asia Menor y de
Egipto, y que se prolongó hasta los tiempos de Roma. La ansiada
armonía cultural entre Oriente y Occidente, a la que aspiraba
Alejandro, se perpetuaba a través de este movimiento.
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Continúa
con Julio César
100 a.C. 44 a.C.
Julio César, hábil político romano
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"Seré lo que los dioses y mi
propia voluntad decreten." (Julio César) |
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Este romano fue un político ambicioso, un militar
audaz y un historiador brillante. Durante su gobierno se preocupó de
defender los intereses de los menos favorecidos y obtener numerosas
victorias en batallas que lograron extender su imperio.
Datos biográficos
Cayo Julio César,
audaz político y estratego romano, nació en julio del año 100 a.C.,
en el seno de una de las familias más importantes de la ciudad. En
ese entonces, Roma era considerada como la primera potencia del
Mediterráneo. Sin embargo, la República enfrentaba problemas
internos, revueltas sociales e injusticias económicas que estaban
enriqueciendo solo a los que detentaban el poder.
En medio de este clima social y político, Julio César gozó de los
privilegios que le otorgaba el pertenecer a una familia patricia
(noble, descendiente de los primeros senadores romanos). Recibió una
educación orientada hacia la política y desde adolescente demostró
enormes dotes como orador. Luego de una guerra civil que enfrentó al
general Cayo Mario (tío de Julio César) con Sila, este último se
impuso como dictador de Roma, persiguiendo a todo aquel que
considerara un enemigo. Entre ellos estaba Julio César, quien tuvo
que huir a Asia.
En el año 78 a C., tras la muerte de Sila, Julio César regresó
del exilio, integrándose de inmediato a la vida política. Ocupó un
puesto como recaudador de impuestos en España y al poco tiempo fue
escogido edil curul, encargado de los festejos y urbanismo.
Finalmente, ocupó el cargo de gobernador de España, enviado por las
autoridades de la época que ya estaban alertadas de su popularidad.
Allí rehízo su fortuna y consiguió prestigio militar.
Julio César toma el poder
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El jefe de los galos, Vercingétorix,
bota las armas a los pies de Julio César, tras perder la guerra
de las Galias. Cuadro de Lionel-Noël Royer, 1888. Museo Crozatier. |
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En aquellos años, Roma se encontraba bajo una efervescente
actividad política. Para controlar esta situación, en el 60 a.C.,
Julio César fomentó la instauración de un triunvirato (junta
de tres personas) militar, en compañía de Pompeyo y Craso. De
estos tres personajes, el más popular fue César, quien consiguió un
año más tarde la dignidad de cónsul. Desde este cargo ejerció
un fuerte control sobre el Senado y otorgó estabilidad a las
provincias del Imperio. Además, lideró la conquista de la Galia
transalpina y prosiguió con su ejército hasta Germania y Britania.
Su poderío militar era reconocido por muchos, pero la situación
política y social en Roma no mejoraba.
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La Curia Julia, lugar donde se
reunía el Senado. Fue mandada a construir por Julio César
en el Foro. |
Todo desembocó en una guerra civil que enfrentó a los adherentes
de Julio César y Pompeyo, en el año 49 a.C. Este hecho precipitó la
caída de la República romana y anunció la llegada del Imperio. Julio
César venció a Pompeyo en la batalla de Farsalia, el 48 a.C., siendo
designado por el Senado como dictador vitalicio. Para mejorar
la situación social, repartió dinero entre los pobres y creó puestos
de trabajo con la implementación de un plan de obras públicas.
Incluso repartió tierras a más de 80 mil ciudadanos y a los
veteranos de sus legiones. Otra de sus obras fue el
perfeccionamiento del calendario etrusco
(de Etruria, país de Italia antigua), al que le agregó un año
bisiesto (el que tiene un día más que el año común, añadido al
mes de febrero) cada cuatro años, creando el calendario juliano,
así como también la fundación de colonias en África, Hispania y las
Galias.
El asesinato
A pesar de que Julio César otorgó estabilidad y fortuna a Roma,
su poder despertó la envidia de muchos. Entre los nobles era
considerado un verdadero tirano y existía el temor de que en
cualquier momento se autoproclamara rey. Entonces Calpurnia, su
mujer, y los adivinos comenzaron a vaticinarle desgracias.
El 15 de marzo de 44 a.C., Julio César decidió ir al Senado sin su
escolta, para debatir sus próximos planes. Sentado en la tribuna,
recibió una puñalada en la espalda. Luego vinieron 22 más, pero solo
una de ellas fue mortal. La conspiración había sido todo un éxito.
Los senadores, encabezados por Cayo Casio y Marco Junio Bruto,
habían logrado su objetivo: dar muerte a César.
César, sinónimo de poder |
El sobrenombre, o
cognomen, César se convirtió con el paso del
tiempo en sinónimo de poder. De Caesar proviene
kaiser en alemán, cszar o zar
en ruso y qaysar, rey o líder en árabe,
palabras que en todos los casos identifican cargos
políticos de gran poder e influencia. |
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“Vine, vi y vencí” |
Sin duda, el mayor éxito
militar de Julio César fue la derrota del rey
Farnaces, que gobernaba el Ponto (norte de Turquía).
Según los relatos de la época, la batalla duró solo
cuatro horas y dio origen, en un informe escrito al
Senado, al famoso lema Vini, vidi, vinci (“Vine,
vi y vencí”), relacionado con la rapidez de la
victoria. |
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Continúa
con Augusto
63 a.C. 14 d.C.
Augusto, el emperador
Augusto fue el primer emperador romano que
revitalizó la economía y embelleció la ciudad de Roma con hermosas
obras arquitectónicas. Algunos historiadores denominan al gobierno
de Augusto como el Siglo de Augusto o el Siglo de Oro.
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"Todos los caminos conducen
a Roma" (Augusto) |
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Datos biográficos
Cayo Octavio
nació el 23 de septiembre del año 63 a.C., en el seno de una de
las familias más ricas de Roma. Fue adoptado por Julio César a la
edad de 18 años, convirtiéndose en Cayo Julio César Octaviano. A la
muerte de César se encontraba acabando sus estudios en Iliria, desde
donde retornó para hacer valer su herencia. A su llegada a Roma se
encontró con una sociedad dividida entre los partidarios de Marco
Antonio (jefe de caballería de Julio César) y los de los
conspiradores que habían matado al dictador, una verdadera guerra
civil que continuaría hasta un año después, fecha en la que se
instauró el segundo triunvirato.
Lucha por el Imperio
En el año 43 a.C., Octavio, Marco Antonio y Marco Emilio Lépido
formaron el segundo triunvirato que, durante cinco años, gozó de
plenitud de poderes. Octavio permaneció en Roma a cargo de las
provincias de Occidente; sin embargo, le preocupaba la situación de
Marco Antonio en Egipto. Este contrajo matrimonio con la reina
Cleopatra, convirtiéndose en un monarca oriental, lo que detonó
su destitución del triunvirato y la declaración de guerra de Octavio
a Cleopatra, a la que venció en la batalla naval de Accio o Actium
(31 a.C.). Con esta victoria y tras el retiro de Lépido, Octavio
consiguió adueñarse del Imperio.
En el año 29 a.C. recibió el título de princeps
y dos años más tarde, el de augusto, que significa
“sublime”. Poco a poco fue acaparando honores, recibiendo el 23 a.C.
el imperium proconsular (que le otorgaba el mando del
ejército y de todas las provincias) y el poder tribunicio
(reemplazando al tribuno de la plebe), lo que significó el inicio
de la época imperial. Finalmente, es nombrado pontifex maximus
(supremo pontífice), alcanzando también el más alto título religioso.
Concentró así un poder absoluto, que era disimulado por la
permanencia de ciertas instituciones republicanas. El Senado, las
magistraturas y los comicios siguieron funcionando, pero su labor ya
no fue la misma bajo la atenta mirada y control de Augusto.
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Mansión de Augusto. Fue construida
sobre el Palatino, que luego se convirtió, a partir de Tiberio,
en la colina de las residencias imperiales. |
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Reformas de Augusto
Si bien Augusto declaraba su intención de prolongar el período
republicano, los hechos decían lo contrario. Otorgó a Roma una nueva
organización administrativa, acorde con sus intereses. Creó el
consilium principis, órgano consultivo compuesto por leales
asesores del emperador; el prefecto de Roma, cuya tarea era
velar por el orden de la ciudad en ausencia del emperador, y el
prefecto de la vigilia, encargado de la seguridad.
También introdujo reformas en relación con la organización
territorial, dividiendo los dominios del Imperio entre provincias
senatoriales e imperiales, y realizó importantes cambios en materia
de impuestos, como la creación de un erario imperial llamado
fiscus. Augusto se preocupó incluso de embellecer la ciudad de
Roma, construyendo, por ejemplo, el Templo de Apolo Palatino,
santuarios para Minerva, Juno y Júpiter, así como un foro contiguo
al de César.
El primer emperador romano murió el 19 de agosto del año 14 d.C.,
sin sucesión directa. A su muerte se le rindieron los honores de un
dios y su memoria pasó a ser sagrada. Su legado traspasó todos los
ámbitos y la grandeza de sus obras lo instala como uno de los
principales gobernantes de la era romana.
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El foro de Augusto. Lo mandó a construir
para conmemorar su venganza en contra de los asesinos de su tío
Julio César. |
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Augusto y la literatura |
Aficionado a las letras y
gran impulsor de las bibliotecas, Augusto ayudó
económicamente a los escritores que narraban la
nueva edad de oro y los temas oficiales: la
monarquía divina, el resurgir de las tradiciones y
el retorno a la Tierra. Bajo su gobierno, Virgilio
escribió
La Eneida, epopeya de la Roma antigua. En
tanto, Tito Livio se consagró a la redacción de una
monumental historia romana. |
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La pax romana |
Uno de los objetivos
principales del emperador Augusto fue establecer en
todos los territorios la pax romana o augusta. Esta
consistía en la pacificación del mundo romano, tanto
del Oriente civilizado como del Occidente. Fue
proclamada el año 17 a.C., tras la campaña de
Hispania, la anexión de Armenia y la estabilización
de la zona del Danubio. |
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