El fenómeno de eutrofización
se observó y estudió con detalle en la zona de los Grandes
Lagos, en la frontera entre Estados Unidos y Canadá. Estos lagos
embalsan enormes cantidades de agua (el 20% de las aguas dulces del mundo)
y en ellos se vertían las aguas residuales de las grandes ciudades
situadas en sus orillas, como Chicago, Detroit, etc.
En su cuenca viven alrededor de 40 millones de personas,
suministran agua potable a unos 30 millones y alrededor del 40% de la industria
de Estados Unidos y la mitad de la de Canadá están situadas
en sus orillas.
En la década de 1960 se observó que en muchos
lugares de estos Grandes Lagos, especialmente en el Eire, que es el menos
profundo de ellos, se estaban produciendo grandes mortandades de peces,
proliferación de bacterias y contaminación con desechos.
El proceso de eutrofización estaba siendo tan grave que tuvieron
que cerrar muchas playas por exceso de contaminación y un gran número
de poblaciones de peces nativos desaparecieron. A partir de 1972 se empezó
un programa de control de la contaminación, con inversiones de más
de 19 mil millones de dólares, que ha rebajado mucho los niveles
de fosfatos y de otros contaminantes como las bacterias coliformes y sustancias
tóxicas de origen industrial. |