Contenido de la página:
|
Páginas dependientes:
|
Zonas climáticas
Teniendo en cuenta la circulación atmosférica y otros factores, en el
mundo se diferencian cuatro grandes zonas climáticas:
1.- Zona de convergencia intertropical.- La podemos llamar
también zona ecuatorial porque se sitúa en las cercanías del ecuador. En esta
zona el aire cálido y húmedo tiende a ascender, especialmente con la insolación del
día. Al ir subiendo se enfría por lo que se forman grandes nubes que, prácticamente
todos los días al atardecer, descargan lluvia. La abundancia de lluvias y las elevadas
temperaturas favorecen el desarrollo de la vegetación y es en esta zona en la que se
desarrollan los grandes bosques selváticos. Esta zona climática no se sitúa a lo largo
de todo el año en el mismo sitio, sino que sufre desplazamientos hacia el norte o
hacia el sur, dependiendo de las estaciones o empujada por los vientos monzones, que son
especialmente fuertes en el sur de Asia.
2.- Zonas tropicales.- Son las situadas al norte y al sur de la
zona anterior. En ellas predominan los llamados vientos alisios que se forman
cuando las masas de aire del norte o del sur se mueven para ocupar el espacio que deja
libre el aire ascendente de la zona ecuatorial. Por el efecto Coriolis, en el hemisferio
norte los alisios soplan predominantemente de noreste a suroeste, mientras que en el
hemisferio sur lo hacen de sudeste a noroeste.
En altura la circulación del viento se hace en sentido contrario,
hasta los 30º de latitud, aproximadamente, lugar en donde el aire, ya enfriado, se
desploma hacia la superficie cerrándose así las corrientes convectivas próximas al
ecuador.
Las zonas tropicales situadas entre los 20º y los 40º de latitud, en
las que el aire desciende desde la altura, se caracterizan por el predominio de las altas
presiones (aire frío y denso que se acumula contra la superficie). Esto supone
precipitaciones escasas, normalmente inferiores a los 250 mm anuales, ya que la
circulación vertical descendente impide el desarrollo de nubes, pues el aire al bajar
aumenta su temperatura y por tanto aumenta su capacidad de contener vapor de agua (mayor
humedad de saturación). Por esto en estas zonas hay grandes extensiones desérticas
en los continentes, tanto en el hemisferio norte como en el sur.
3.- Zonas templadas.- Son las situadas al norte (hemisferio
norte) o al sur (hemisferio sur) de las zonas tropicales. Justo al norte (o al sur en el
hemisferio sur) de donde surgen los alisios, la misma masa de aire que al desplomarse
desde la altura ha originado esos vientos, provoca también que parte de ese aire viaje
hacia el noreste (o hacia el sureste en el hemisferio sur). Se forman así los vientos
occidentales (de oeste a este) típicos de las latitudes templadas.
Las masas de aire que arrastran los vientos occidentales llegan a
chocar con las masas de aire frío procedentes de las zonas polares y se desplazan
montándose sobre ellas, al ser más calientes. Este ascenso provoca la formación de
nubes y precipitaciones en el fenómeno meteorológico que llamamos borrasca. En
las borrascas es típico que el aire al ascender adquiere un movimiento giratorio,
formándose un frente cálido que suele ser seguido de otro frente frío. El
paso de los frentes cálido y frío es el que trae las lluvias.
Las borrascas tienden a desplazarse de oeste a este, de tal manera que
al paso de un frente cálido le suele seguir una mejoría transitoria y viene luego un
frente frío con empeoramiento del tiempo que termina por alcanzar y neutralizar al frente
cálido produciéndose así la desaparición de la borrasca. Estas continuas variaciones
provocadas por la alternancia de anticiclones (altas presiones) y borrascas (bajas presiones) son las
típicas del "tiempo"
atmosférico de las zonas templadas.
4.- Zonas polares.- En ellas la situación es
casi siempre anticiclónica
porque las masas de aire frío descienden desde las alturas y se desplazan lateralmente
hacia el sur (hacia el norte en el hemisferio sur). En estas zonas llueve muy poco, menos
de 250 mm anuales (situación anticiclónica), por lo que se suele hablar de desiertos
fríos, a pesar de que se mantengan cubiertos por hielos y nieve.
Figura 3-3 > Zonas climáticas del mundo
Climas locales
En las distintas regiones o localidades hay una gran variación de
tipos de clima que no se pueden explicar si atendemos sólo a las grandes zonas
climáticas. Esto sucede por la importante influencia de la distribución de las masas de
tierra y de agua, de montañas y de vegetación en el clima.
a) Influencia de las masas de agua.- El agua tiene una gran
capacidad de almacenar calor, por su elevado calor específico, y durante el día o en
verano toma calor que luego libera por la noche o en la estación fría. Por esto las
zonas costeras disfrutan de un clima suave, sin bruscas variaciones de temperatura.
Las brisas que se forman en las zonas costeras desempeñan un
importante papel en esa dulcificación de las temperaturas. Durante el día soplan del mar
a la tierra, trayendo aire fresco, mientras que por la noche lo hacen de la tierra al mar.
Las corrientes marinas tienen también un gran influencia en el
clima de las zonas costeras que bañan. Por ejemplo, la corriente del Golfo que es
cálida, hace más suave y más húmedo el clima de toda la Europa atlántica. Las
corrientes frías provocan un clima más frío y brumoso, aunque no siempre más lluvioso;
por ejemplo, cerca de los trópicos facilitan la aparición de zonas desérticas costeras.
b) Influencia de las montañas.- Cuando las masas de aire que
vienen del océano cargadas de humedad se encuentran con el obstáculo de las montañas,
ascienden para poder sobrepasarlas. Al ascender se enfrían por lo que pueden admitir
menos vapor de agua y parte del que llevan se convierte en nubes y se producen
precipitaciones. Así las laderas de las montañas que reciben habitualmente aire del
océano son húmedas. Pero cuando el aire sobrepasa las montañas cae hacia niveles más
bajos, produciéndose el efecto contrario. Puede contener más agua en forma de vapor por
lo que las nubes desaparecen y esas laderas de la montaña reciben mucha menos lluvia.
Este efecto, denominado Foehn, es el responsable
de las grandes diferencias de pluviosidad que se producen entre zonas muy cercanas de la
península Ibérica, por ejemplo entre el sur y el norte de los Pirineos o de la
cordillera Cantábrica.
Figura 3-4 > Efecto Foehn: Influencia de las
montañas.
c) Influencia de la vegetación.- Las plantas toman agua por sus
raíces y la transpiran, en forma de vapor, por sus hojas. De esta forma contribuyen a
aumentar de forma muy significativa los niveles de evapotranspiración y se ha comprobado
que cuando en algunas zonas de selva tropical se ha producido la tala de grandes
extensiones de árboles, al subir menos vapor de agua del suelo a la atmósfera, se han
producido notables alteraciones climáticas, disminuyendo las lluvias en ese lugar.
|