Un conjunto (pensemos en el conjunto de los números naturales, por ejemplo) en el que hemos definido una, o dos, operaciones binarias internas (o ley de composición interna) cumple una serie de propiedades. Según las propiedades que se cumplan el conjunto y la operación (u operaciones) el conjunto tendrá una u otra estructura algebraica: grupo, cuerpo, anillo y espacio.