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Proyecto Salón Hogar
El
Psicoanálisis
Sigmund
Freud
(1856-1939), fundador del psicoanálisis,
nació en Freiberg, de padres judíos. Se
trasladó a vivir a Viena donde estudió
medicina especializándose en neuropatología,
concretamente en la parálisis infantil y en
los problemas del lenguaje como la afasia.
Por aquellas épocas los judíos no podían
trabajar en instituciones públicas como los
hospitales, ni tampoco dar clases en la
Universidad, por eso se situó en una
consulta privada. |
Su paso
a la psicopatología se produjo cuando
conoció a Jean-Martin Charcot,
médico especializado en enfermedades
nerviosas, que practicaba la hipnosis para
curar a las enfermas de histeria en el
Hospital de Salpetriere de París. El
Gobierno francés le concedió una beca a
Freud para ir un año a estudiar en París y
fue allí donde pudo observar cómo unas
mujeres paralíticas con un síndrome
histérico, se levantaban durante las
sesiones de hipnosis de Charcot. Comprueba
que hay un nivel mental que sigue
funcionando en el inconsciente, incluso
estando bajo los efectos de la hipnosis. |
Sigmund Freud |
Junto a
su amigo Joseph Breuer,
que también tenía una consulta en Viena, es
cómo Freud hizo su paso hacia el
Psicoanálisis. Breuer trataba una paciente,
Anna O. que tenía desmayos,
taquicardias y problemas cutáneos, pero
gracias a la hipnosis estos síntomas se iban
reduciendo e incluso desaparecían. Lo que
producía dichos problemas en la paciente
fueron los abusos sexuales que sufrió en su
infancia por un familiar. Fue a partir de
aquí que Freud dijo que detrás de cada
problema psicológico existe también otro
problema sexual.
Para Freud
la mente tiene tres subsistemas: el
consciente o lo que estamos pensando,
el preconsciente que es lo que no
hay en el consciente, pero en cualquier
momento puede estarlo y el inconsciente
que se encuentra oculto y nuestra mente no
permite que aflore, sólo sale a través de
los sueños, de los errores que cometemos sin
querer, de las asociaciones libres o bajo
hipnosis. Dijo que los procesos psíquicos
son en sí mismo inconscientes y que los
procesos conscientes no son sino actos
aislados o fracciones de la vida anímica
total. Esta afirmación está relacionada con
el segundo principio donde determinados
impulsos instintivos los clasifica de
impulsos sexuales. Según Freud la líbido
es la fuerza impulsiva que representa el
instinto sexual, la energía relacionada con
todas las emociones que denominamos con el
término amor. La evolución de la
líbido en el hombre pasa por cuatro fases
desde su nacimiento: oral, sádica, anal
y fálica.
Otro
esquema mental que describe Freud es a
partir de tres instancias denomionadas
Ello, Yo y Super-Yo. De todas
ellas, la parte más profunda de la psique es
el Ello, en el cual radica todo lo heredado,
los impulsos instintivos y predomina el
"principio del placer". Es inconsciente en
su totalidad. El Yo es el "principio de
realidad", es consciente y tiene la función
de la comprobación de la realidad, así como
la regulación y control de los deseos e
impulsos provinientes del Ello. Más
adelante, el Yo da lugar al nacimiento del
Super-Yo, que es el representante interior
de la autoridad y normas de los padres, así
como de la educación recibida y de la
sociedad en general, tiene un campo
inconsciente con algo consciente.
La Psicología Profunda |
Alfred Adler |
Dentro
del Psicoanálisis aparecen distintas
alternativas a la obra de Freud por parte de
sus discípulos, entre los que se encuentra
Alfred Adler
(1870-1937), médico vienés especializado en
oftalmología y también judío que se
incorporó al psicoanálisis en 1902, pero en
1911 Adler crea su propio sistema
psicoanalítico que se basa en la importancia
de las compensaciones; cuando algo
sobre nosotros nos falla o no nos satisface,
tendemos a compensarlo, la finalidad es
compensar los complejos que tenemos. El
complejo más estudiado en Europa es el de la
inferioridad, que se compensa creando
psicológicamente un complejo de superioridad,
por lo que ambos mecanismos,
inferioridad-superioridad se suelen dar
juntos. Adler le llama Psicología
Individual para diferenciarlo del
Psicoanálisis, donde lo más importante es el
individuo, la persona y cómo ésta se integra
en la sociedad de la mejor forma posible.
Otro punto importante para este autor es la
situación ambiental en la que se mueve la
persona, así como las metas u objetivos que
la persona se propone, pues permite su
propia integración. Estos objetivos deben
requerir un esfuerzo, sin ser tampoco muy
difíciles de lograr, puesto que si no se
consiguen producen frustración. |
Carl Gustav Jung
(1875-1961) fue un psiquiatra suizo que
quedó impresionado por las teorías de Freud.
Se hicieron muy amigos, y Freud creyó que
Jung sería el heredero incuestionable de la
conducción intelectual del movimiento
psicoanalítico. Había entre ambos una
diferencia de edad de casi veinte años, y
Freud empezó a tratar a Jung casi como a un
hijo adoptivo. Jung se convirtió en 1910 en
el primer presidente de la Asociación
Psicoanalítica Internacional.
Más
adelante, Jung empezó a discrepar de Freud
sobre diversos puntos teóricos y realizó
trabajos originales sobre la teoría de la
personalidad, fundando su propia escuela
psicológica. Sustituyó el concepto de líbido
de la sexualidad freudiana por el de
energía. Además define a las personas
como introvertidas (con una vida interior
muy intensa, que les gusta estar en soledad)
y extravertidas (personas con facilidad para
conectar con los demás, que les gusta estar
en compañía). Otro concepto importante que
incluye es el de inconsciente individual y
el colectivo, este último es heredado, ideas
que ya poseemos a nacer y que está dentro de
nosotros a nivel inconsciente. Es una
psicología innatista. |
Carl Gustav Jung |
Paralelamente a la obra de Freud nace la
obra del francés Pierre Janet
(1859-1947), que no es psicoanalista.
Estudia el sonambulismo y las personalidades
a las que llama desintegradas, que
no tienen un Yo que las unifique, sino que
hay varios núcleos de personalidad, en estas
personas las manías se convierten en ideas
obsesivas que no pueden controlar. Da mucha
importancia a los sentimientos. Dice que lo
que deseamos todos es sentirnos queridos,
para así conseguir un equilibrio
psicoemocional de la personalidad. Lo que
más desintegra la personalidad y crea
mayores traumas son las crisis sentimentales
o de pareja. Si los demás no nos aceptan o
no nos quieren, tampoco nos querremos
nosotros. Janet da gran importancia a la
inteligencia emocional y la empatía.
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