Los discípulos de Kant son los psicólogos de la conciencia: según
William Hamilton
(1636-1704), la psicología debe investigar los fenómenos de la conciencia por la observación externa y la estadística.
Johan Herbert
(1776-1841), otro discípulo de Kant y sustituto en su cátedra de Königsberg (Alemania) hace una importante aportación diciendo que "lo que
tenemos en la conciencia varía continuamente". No podemos retener ni un pensamiento, ni un estado de ánimo, no hay nada
que permanezca. Todo lo que hay en la conciencia fluye en el tiempo, no en el espacio, y no podemos hacer ciencia de algo que varía
constantemente, que no tiene estabilidad.
En este momento histórico aparecen también una serie de autores
escoceses como Thomas Reid (1710-1796), que se plantea la pregunta de cómo puedo estar seguro de que lo que veo y siento es
real, no una alucinación. La respuesta que da a esta pregunta es que lo reconocemos gracias al sentido
común. A esta escuela se la llama la Escuela del Sentido Común. Por otro lado,
Dougald
Stewart (1753-1828) destaca la importancia de la atención como algo mental. Cuando hay varios sonidos, personas, objetos,
centramos nuestra atención en una cosa, que es la figura y el resto para nosotros será el fondo, lo que queda en un segundo
plano, que constantemente va variando. La atención es algo que varía y con ella nuestra percepción y motivación. Finalmente,
Destutt
de Tracy (1754-1836) hace la aportación de la intuición dentro de nuestro pensamiento, que es una especie de sexto sentido;
la persona sabe algo, pero no puede decir porqué lo sabe o en qué se basa este conocimiento.
La creación de la Psicofísica s. XIX
Hasta ahora hemos visto que la psicología es una mezcla entre la filosofía y la fisiología. La
Psicofísica
intenta buscar una relación entre nuestras sensaciones y las magnitudes físicas.
El
Positivismo es una corriente que cree que todas las ciencias,
incluida la psicología, deben mostrar sus descubrimienos con fórmulas matemáticas, todo debe ser expresado en números para poder medirse
y comprobar. El fisiólogo J. Müller (1801-1858) es conocido por escribir un libro considerado
esencial para los estudiantes de medicina: "Tratado General de Fisiología", en el que dice
que no hay más psicólogo que el fisiólogo. Según él, nuestras sensaciones vienen por los sentidos y los nervios que trasmiten los
estímulos captados por nuestro cuerpo. Ante estímulos iguales, las sensaciones son distintas porque los sentidos lo son.
Hay dos tipos de sentidos: los que captan la información del exterior o exteroceptores y los que
captan los del interior o propioceptores. Dentro de estos últimos están el cinestésico que nos informa sobre el estado de nuestro
aparato locomotor, los cenestésicos que nos informa del estado general de nuestro cuerpo y los de orientación y equilibrio que
nos dicen si estamos orientados con respecto a los demás cuerpos.
Müller describió tres tipos de umbrales dentro de la captación de estímulos: el máximo o la magnitud del
estímulo a partir de la cual no percibimos ningún cambio en la sensación por encima de determinados valores, el mínimo que es
la magnitud mínima o cantidad de estímulo que necesitamos para captar una sensación y el diferencial, que es la cantidad que hay que añadir para que
captemos un cambio en la sensación.
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