Navidad significa: Natividad o Nacimiento

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Los 3 Reyes Magos y la Estrella de Belén

El nacimiento y origen de Jesús

 

Por: Proyecto Salón Hogar

Cuentan los Evangelios que, allá por los tiempos del reinado de Herodes en Judea, llegaron a Jerusalén unos Magos procedentes de Oriente. Aunque no se dice cuantos eran se presume que por la cantidad de regalos (3) tres, pues fueran tres los magos. Dijeron al rey, que los astros habían anunciado el nacimiento de un Rey de reyes en Belén de Judá y se dirigían allí para conocerle y llevarle regalos.

Herodes, aunque se alarmó, les dio permiso para viajar en su búsqueda y una estrella les guió en su camino hasta el humilde pesebre de Belén donde estaba Jesús. Los tres Magos se llenaron de alegría por el feliz encuentro y le ofrecieron sus regalos: oro, incienso y mirra. A su vuelta la estrella les guió por otro camino para que no se encontrasen con Herodes que quería matar al Niño.

Siglos mas tarde, en muchos lugares de la cristiandad, el 6 de enero se celebra la fiesta de los Reyes Magos y es costumbre que éstos traigan regalos a los niños que han sido buenos, obedientes, trabajadores  y que hayan tenido buenas notas en la escuela durante el año. Se ha creado todo una tradición y folclore que varía según el país que la promueva, no hay dos tradiciones exactamente iguales.  [ Vea Navidad en Puerto Rico ]

Del Cuento a la Realidad

Desde pequeños nuestra madre o nuestro padre nos cuentan el hecho más importante, increíble, fascinante y trascendental que ocurrió hace miles de años en la tierra: el nacimiento del hijo de Dios, Jesucristo. Sin embargo la parte que siempre nos a llamado la atención de la historia es en la que una estrella guía a los llamados reyes magos (astrologos) hasta la ciudad de Belén donde se encontraba el niño nacido. No sólo porque se nos plantea contemplarlo como un milagro sino porque con ellos los adultos explicamos a los niños la tradición anclada que se repite todos los 5 y 6 de enero de cada año en muchos países.

 

Para muchos este acontecimiento se les queda el resto de la vida en su memoria como un cuento o una leyenda, con la diferencia de que éste relato fue real y no les llama la atención el como una estrella se puede mover y posar sobre una casa pues no lo han analizado desde la óptica racional. Para otros, entre los cuales me incluyo yo, esa estrella-guía que llevó a los reyes magos (astrologos) hasta el niño, nos intriga de tal manera que cavilamos sobre: ¿que pudo ser en realidad dicha estrella?


Desde el punto de vista de la ciencia astronómica pregunto: ¿cómo puede una estrella que está en el firmamento bajar hasta la tierra sin colisionar con ella y sin desintegrarse en la atmósfera, volar horizontalmente de una región a otra y guiando además a unas personas para que lleguen a un lugar que ellos seguramente no habrían encontrado solos? Mateo 2:
9 Ellos, después de oír al rey, se fueron. Y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo sobre donde estaba el niño. 

 

Algo parecido le ocurrio a Moises al sacar al pueblo hebreo de Egipto, veamos: Exodo Capitulo 13: vs. 21 Jehovah iba delante de ellos, de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que pudieran caminar tanto de día como de noche. 22 La columna de nube nunca se apartó de día de delante del pueblo, ni la columna de fuego de noche.


Habia algo volando o flotando a una distancia visible que hoy no dudariamos en llamar nave espacial, avion, dirigible, etc, etc... Esta sería una de las muchas preguntas que debereiamos hacernos si somos de estas personas que nos gusta encontrar la verdad detrás del cuento o el mito. Tal vez ni siquiera cuento o mito, sencillamente es una historia contada desde un trasfondo donde no existian tantas respuestas cientificas y tecnológicas como las que tenemos hoy en día. Hoy se nos hace mas sencillo entender a un indio de la selva de Brasil decir que vio a un pajaro metalico de 50 metros de largo, pues sabemos y entendemos que es un avion. Pero a muchos se les hace inconcebible pensar que hacen 2,000 años atrás existiesen objetos voladores como los que conocemos hoy en día y que pudieran guiar a los reyes magos (astrologos) y posarse sobre donde vivian José, Maria y Jesús.

 

 

Historia del Nacimiento

El Evangelio de San Lucas nunca nos habla de Reyes sino de pastores y nos explica la anunciación y nacimiento de Jesús de la siguiente manera (Lc 1: 26-38):

"A los seis meses envió Dios al ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una joven virgen, prometida de un hombre descendiente de David, llamado José. La virgen se llamaba María. Entró donde ella estaba y le dijo:

-Alégrate, llena de gracia; el Señor está contigo.

Ante estas palabras, María se turbó y se preguntaba qué significaría tal saludo.

El ángel le dijo:

- No tengas miedo, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás y darás a luz un hijo, al que pondrás por nombre Jesús. Será grande y se le llamará Hijo del Altísimo; el Señor le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin.

María dijo al ángel:

- ¿Cómo será eso, pues no tengo relaciones?

- El ángel le contestó:

- El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el niño que nazca será santo y se llamará Hijo de Dios. Mira, tu parienta Isabel ha concebido también un hijo en su ancianidad, y la que se llamaba estéril está ya de seis meses, porque no hay nada imposible para Dios.

María dijo:

- Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.

Y el ángel la dejó".

9 meses luego...

En aquel tiempo Augusto César (Octavio) ordenó un censo para ser realizado a toda la gente y para esto era requerido que todos fueran a la ciudad o al pueblo de sus propias familias, para registrar las contribuciones impuestas por los Romanos. José, siendo de la casa y linaje de David tenía que ir desde Nazareth en Galilea a Belén en Judea, cerca de 6 millas de Jerusalén. María fue con él montada en burro. Era un viaje de tres o cuatro días. En lugar de estar en su casa en relativa comodidad, Ella fue, porque el tiempo del nacimiento de su niño estaba cerca, y la profecía era que el Mesías iba a nacer en Belén.

Caía la tarde cuando llegaron y no había habitación para Ellos en la posada (que probablemente no era una posada tal como nosotros conocemos, sino una casa adecuada para viajeros).  José fue y encontró un lugar en un establo, una cueva en la ladera de la montaña. En ese tiempo, las viviendas y los establos estaban a menudo situados en cuevas en conexión unas con otras. María había estado renuente y prefería estar en casa, ya que el escenario no habría sido el adecuado para que la misión de Jesús pudiera comenzar. Sin embargo, Ella voluntariamente pasó esas privaciones para realizar la profecía porque había sido profetizado que el niño Cristo nacería en Belén, por ello fue con José.

Era cerca del ocaso cuando entraron a la cueva en el momento del nacimiento de Jesús, un Ángel apareció a los pastores que atendían  sus rebaños en los campos que estaban alrededor.   El ángel les dijo que en Belén, el pueblo de David, había nacido un Salvador, quien era el Cristo, y que ellos encontrarían al niño yaciendo en una cuna. Luego apareció con el Ángel una multitud de seres cantando sus alabanzas. “Gloria a Dios en las Alturas, y en la Tierra Paz a los Hombres de Buena Voluntad”. A ese coro, los pastores escucharon cantar alegres Hosannas de “Paz en la tierra, a los hombres de Buena Voluntad”

El Pesebre: Es San Francisco de Asís en el año 1223 quien dio origen a los pesebres o nacimientos que actualmente conocemos, popularizando entre los laicos una costumbre que hasta ese momento era del clero, haciéndola extra-litúrgica y popular. La presencia del buey y del burro se debe a una errónea interpretación de Isaías 1, 3 y de Habacuc 3, 2 (versión "Itala"), aunque aparecen en el magnífico "Pesebre" del siglo cuarto, descubierto en las catacumbas de San Sebastián en el año 1877.

Cuando los Ángeles se fueron, los pastores viajaron a Belén para verlo. Encontraron a María, a José, y al bebé en la cuna. La cueva parecía un  templo para ellos, por la descarga de radiación hecha por  la presencia de los Seres Divinos. Después de haber visto el niño, ellos entendieron que el Ángel les había hablado refiriéndose a Él. Todo esto, fue manifestación de Dios. Apareció la estrella y fue vista sobre el establo, no solo por los pastores, sino también por otros en la posada. Vieron su brillante luz, y sintieron  las vibraciones, que les  generó un sentimiento de asombro.  Esta Estrella era del propio Ser Divino de Jesús, esto es, una radiación, una manifestación de Su Cristo Propio. Es la misma Estrella que los Reyes Magos vieron en sus países, y mediante la cual los Tres siguieron  al niño Cristo.

María y José conocieron  su misión y oraron para tener la fuerza para realizarla. Cuando Ellos vieron primeramente su inocente y vulnerable niño Divino, se arrodillaron en oración ya que debían velar por Él hasta que el pequeño cuerpo fuera fuerte y pudiera caminar, y hasta que la Divina memoria de su misión fuera anclada en Él. Examinaron el pequeño cuerpo  desde la cabeza hasta los pies, y encontraron que era perfecto como lo esperaban. Rezaron por eso y para que siguiera así, y que su cuerpo mental se mantuviera libre de todos los conceptos imperfectos del mundo exterior y que sus sentimientos fueran protegidos de toda discordia. José pensó que ellos estaban en la parte más delicada de la misión, y planearon donde establecerse mientras Jesús crecía.

El fue llamado Jesús, como el Arcángel Gabriel lo había dicho. De acuerdo a las costumbres judías, después del nacimiento de un hijo, la madre tenia que estar aislada por cuarenta días, y por ese periodo no podía ser admitida en el templo ni tomar parte en ninguna de las actividades. Cuarenta días después del nacimiento, lo llevaron al templo en Jerusalén para realizar los rituales acostumbrados, de acuerdo a la Ley de Moisés, y Jesús fue  consagrado. Mientras ellos estaban allí, un sacerdote llamado Simeón de Jerusalén, también  vino al templo. Había sido enviado al lugar por consejo Divino para ver al niño Jesús. Simeón, en su juventud, había rezado para ver al Mesías, y  le había sido revelado que Jesús lo sería. Cuando María vino muy feliz sosteniendo a Jesús en sus brazos, Simeón los vio dentro de  un pilar de Luz, con Ángeles guardianes alrededor de ellos. Esto lo alegró enormemente ya que era la culminación de su  búsqueda.  El reconoció al Niño Jesús  como el  Cristo, el Ser que el estaba buscando, y pidió en ellos las bendiciones de Dios. Después de esto entonces el vio que ya estaba listo para partir de este mundo en paz. En el templo, una respetada profetiza llamada Ana, también reconoció quien era el niño realmente.

¿Los magos llegaron a Belén o Nazaret?

 

Lucas 2: 21-39

Presentación de Jesús en el templo
21 Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidar al niño, llamaron su nombre Jesús, nombre que le fue puesto por el ángel antes que él fuese concebido en el vientre.

22 Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos conforme a la ley de Moisés, llevaron al niño a Jerusalén para presentarle al Señor 23 (así como está escrito en la ley del Señor: Todo varón que abre la matriz será llamado santo al Señor) 24 y para dar la ofrenda conforme a lo dicho en la ley del Señor: un par de tórtolas o dos pichones de paloma.

39 Cuando cumplieron con todos los requisitos de la ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. 40 El niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre él.

Lucas nos dice que Maria y José con el niño, regresaron a su pueblo Nazaret.

Aunque sin cuestionar la veracidad de Mateo y siguiendo su línea de pensamiento vamos a ver que este nos dice:

El nacimiento según Mateo:

Mateo 2:1-9 "Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle. Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él. Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo. Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta: Y tú, Belén, de la tierra de Judá, No eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; Porque de ti saldrá un guiador, Que apacentará a mi pueblo Israel. Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos, indagó de ellos diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella; y enviándolos a Belén, dijo: Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño; y cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore. Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño." Mateo 2:9

 10 Al ver la estrella, se regocijaron con gran alegría. 11 Cuando entraron en la casa, vieron al niño con María su madre, y postrándose le adoraron. Entonces abrieron sus tesoros y le ofrecieron presentes de oro, incienso y mirra. 12 Pero advertidos por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su país por otro camino.

La huida a Egipto
13 Después que ellos partieron, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José, diciendo: "Levántate; toma al niño y a su madre, y huye a Egipto. Quédate allá hasta que yo te diga, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo."

14 Entonces José se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto. 15 Y estuvo allí hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliese lo que habló el Señor por medio del profeta, diciendo: De Egipto llamé a mi hijo.

Mateo y Lucas no nos dan la misma versión, en Mateo van hacia Egipto y en Lucas regresan a su pueblo de Nazaret. Lucas se supone que obtiene la información del nacimiento de Jesús de la propia Maria, sin embargo Mateo se basó principalmente en antiguas profecias judias y no en los hechos propiamente.

Analisis pericial

La visita de los Magos tuvo lugar después de la Presentación del Niño en el Templo (Lucas 2, 38). Los Magos habían partido poco antes de que el ángel dijese a José que tomase al Niño y a su Madre y fuese a Egipto (Mateo 2, 13). Antes Herodes había intentado infructuosamente que los Magos retornasen, lo que deja fuera de toda duda que la presentación ya habría tenido lugar. Surge con ello una nueva dificultad: después de la presentación, la Sagrada Familia volvió a Galilea (Lucas 2, 39). Se piensa que este retorno no fue inmediato. Lucas omite los incidentes de los Magos, la huida a Egipto, la matanza de los Inocentes y el retorno desde Egipto, y retoma la historia con la vuelta de la Sagrada Familia a Galilea. Nosotros preferimos interpretar las palabras de Lucas como indicando un retorno a Galilea inmediatamente después de la presentación. La estancia en Nazaret fue muy breve. Tiempo después la Sagrada Familia volvió probablemente a permanecer en Belén. Entonces vinieron los Magos. Era «en tiempos del rey Herodes» (Mateo 2, 1), i. e., antes del 4 a. C. (A.V.C. 750), fecha probable de la muerte de Herodes en Jericó. No obstante, sabemos que Arquelao, hijo de Herodes, sucedió como etnarca a su padre en una parte del reino, y fue depuesto o en su noveno año (Josefo, Bel. Jud., II, vii, 3) o en el décimo (Josefo, Antiq., XVII, xviii, 2), durante el consulado de Lepido y Arruntio (Dion Cassis, lv, 27), i. e., 6 d. C. Por otra parte, los Magos vinieron mientras el rey Herodes estaba en Jerusalén (vv. 3, 7), no en Jericó, i. e., o al comienzo del 4 a. C. o al final del 5 a. C. Por último, eso fue probablemente un año, o un poco más de un año, después del nacimiento de Cristo. Herodes preguntó a los Magos el tiempo en que apareció la estrella. Considerando esto como el tiempo del nacimiento del Niño, mató a los varones de dos años para abajo en Belén y sus alrededores (v. 16). Algunos concluyen de esta cruel matanza que los Magos llegaron a Jerusalén dos años después de la Navidad (San Epifanio, «Haer.», LI, 9; Juvencio, «Hist. Evang.», I, 259). Su conclusión tiene visos de probabilidad; aunque la matanza de los niños de dos años puede haberse debido a alguna otra razón -por ejemplo, al temor de Herodes de que los Magos le hubiesen engañado en lo que a la aparición de la estrella se refiere o que los Magos se hubiesen equivocado en la unión de la aparición de la estrella con el nacimiento del Niño. Arte y arqueología favorecen nuestro punto de vista. Únicamente un monumento primitivo representa al Niño en el pesebre mientras los magos adoran; en otros Jesús permanece sobre las rodillas de María y bastante crecido (ver Cornely, «Introd. Special in N. T.», p. 203).

Desde Persia, de donde supuestamente vinieron los Magos, hasta Jerusalén había un trayecto de entre 1000 y 1200 millas. En semejante distancia debieron emplear entre tres y doce meses en camello. Además del tiempo del viaje, emplearon probablemente varias semanas de preparación. Los Magos pudieron haber llegado a Jerusalén un año o más después de la aparición de la estrella. San Agustín (De consensu Evang., II, v, 17) opina que la fecha de la Epifanía, el seis de Enero, prueba que los Magos llegaron a Belén trece días después de la Natividad, i. e., después del 25 de Diciembre. Su argumento conforme a las fechas litúrgicas era incorrecto. Ninguna fecha litúrgica es, ciertamente, fecha histórica (Para una explicación de las dificultades cronológicas, ver Cronología Bíblica, Fecha de la Natividad de Jesucristo). En el siglo IV las Iglesias de Oriente celebraban el 6 de Enero como la fiesta del Nacimiento de Cristo, la Adoración de los Magos y el Bautismo de Cristo, mientras que en el Occidente el Nacimiento de Cristo era celebrado el 25 de Diciembre. Esa fecha tardía de la Natividad fue introducida en la Iglesia de Antioquía en tiempos de San Juan Crisóstomo (P. G., XLIX, 351), y todavía más tarde en las Iglesias de Jerusalén y Alejandría.

Que los Magos pensaron que la estrella les dirigía es evidente por las palabras (eidomen gar autou ton astera) que emplea Mateo en 2, 2. ¿Era realmente una estrella? Los racionalistas y los protestantes racionalistas, en sus esfuerzos por evadirse del sobrenatural, elaboraron algunas hipótesis:

La palabra aster puede significar un cometa; la estrella de los Magos era un cometa.

La estrella pudo haber sido la conjunción de Júpiter y Saturno (7 a. C.), o de Júpiter y Venus (6 a. C.).

Los Magos pudieron haber visto una stella nova, una estrella que aumenta de repente en tamaño y brillo y luego disminuye de nuevo.

Hay quienes incluso piensan que no era una estrella sino un Ovni (objeto volador no identificado) que los guio a través del desierto para que conocieran a quien seria el salvador de nuestro mundo. Los que esto suponen, lo hacen basados en el hecho de que dicho objeto se posó sobre el lugar donde se encontraba el niño Jesús. 9 Ellos, después de oír al rey, se fueron. Y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo sobre donde estaba el niño.  Mateo 2: 9

Estas teorías excepto la ultima, dejan de lado la explicación de que «la estrella que habían visto en el oriente, estaba delante de ellos hasta que vino a pararse sobre el lugar donde estaba el Niño» (Mateo 2,9). La posición de una estrella fija en el cielo varía al menos un grado cada día. Una estrella no fija pudo moverse delante de los Magos hasta conducirles a Belén; ninguna estrella fija ni ningún cometa pudo haber desaparecido y aparecido ni tampoco pararse. La Estrella de Belén pudo haber sido un fenómeno milagroso, como fue la columna de fuego que guio al pueblo hebreo en su salida de Egipto. Exodo Capitulo 13: vs. 21 Jehovah iba delante de ellos, de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que pudieran caminar tanto de día como de noche. 22 La columna de nube nunca se apartó de día de delante del pueblo, ni la columna de fuego de noche.

La filosofía de los Magos (astrologos) de leer el cielo, les condujo en su viaje hasta que encontraron a Cristo. La astrología de los Magos postulaba una contrapartida celestial como complemento del hombre terreno y condicionaba por completo la personalidad humana. Su «doble» [los fravashi de los parsis) se desarrollaba junto con cada hombre bueno, unidos los dos hasta la muerte. La aparición repentina de una nueva y brillante estrella sugirió a los Magos el nacimiento de una persona importante. Ellos vinieron a adorarlo -i. e., a conocer la divinidad de este Rey recién nacido (vv. 2, 8, 11). Algunos Padres (San Ireneo, «Adv. Haer.», III, ix, 2; Progem. «in Num.», homil. xiii, 7) pensaron que los Magos vieron en «su estrella» un cumplimiento de la profecía de Balaam: «Una estrella brillará sobre Jacob y un cetro brotará de Israel» (Números 24, 17). Pero en el paralelismo de la profecía, la «Estrella» de Balaam es un gran príncipe, no un cuerpo celeste; no es probable que en virtud de este mensaje profético los Magos siguieran a una estrella especial del firmamento como un signo del Mesías. Además, es probable que los Magos estuvieran familiarizados con las grandes profecías mesiánicas. Muchos judíos no volvieron del exilio con Nehemías. Cuando nació Cristo, había indudablemente población hebrea en Babilonia, y probablemente también en Persia. Por alguna razón, la tradición hebrea sobrevivió en Persia. Por otra parte, Virgilio, Horacio, Tácito (Hist., V, xiii) y Suetonio (Vespas., iv) dan testimonio de que, en tiempos del nacimiento de Cristo, había por todo el Imperio Romano una inquietud y expectación generalizadas de una Edad de Oro y un gran liberador. Podemos admitir sin dificultad que los Magos estaban guiados por tales influencias hebraicas y gentiles para esperar al Mesías que pronto vendría. Pero debió de ser alguna revelación especial divina el motivo por el cual conocieron que «su estrella» significaba el nacimiento de un rey, que ese rey recién nacido era verdadero Dios y que debían seguir «su estrella» hasta el lugar del nacimiento del Dios-Rey

La venida de los Magos causó gran conmoción en Jerusalén; todos, incluso el rey Herodes, escucharon su pregunta. Herodes y sus sacerdotes deberían haberse puesto contentos con las noticias, pero estaban tristes. Llama la atención que los sacerdotes mostrasen a los Magos el camino, de lo cual se deduce que no habrían hecho el camino por sí mismos. Los Magos siguieron la estrella unas 6 millas hacia el sur de Belén, «y entrando en la casa [eis ten oikian], encontraron al niño» (v. 11). No hay razón para suponer, con algunos Padres (San Agustín, Serm. cc, «In Epiphan.», I, 2), que el Niño aún estaba en el establo. Los Magos adoraron (prosekynesan) al Niño Dios, y le ofrecieron oro, incienso y mirra. Dar regalos obedecía a una costumbre oriental. La intención del oro es clara: el Niño era pobre. No conocemos la intención de los otros regalos. Los Magos no pretenden probablemente un significado simbólico. Los Padres han encontrado numerosos y variados significados simbólicos en los tres regalos; no está claro que alguno de estos significados sea inspirado

Los Magos escucharon en sueños que no volviesen a Herodes y «volvieron a su país por otro camino» (v. 12). Ese camino pudo haber sido un camino por el Jordán, de tal manera que eludiese Jerusalén y Jericó; o un rodeo hacia el sur a través de Berseba, al este del camino principal (ahora la ruta de la Meca) en el territorio de Moab y allende el Mar Muerto. Se dice que después de su retorno a su patria los Magos fueron bautizados por Santo Tomás y trabajaron mucho para la propagación de la fe en Cristo. La historia es narrada por un escritor arriano no antes del siglo VI, cuya obra está impresa como «Opus imperfectum in Mattheum» entre los escritos de San Juan Crisóstomo (P. G. LVI, 644). Este autor admite que lo ha descrito a partir del apócrifo Libro de Seth, y escribe sobre los Magos algo que es claramente legendario. La catedral de Colonia contiene los que pretenden ser los restos de los Magos; éstos, se dice, fueron descubiertos en Persia, llevados a Constantinopla por Santa Elena, transferidos a Milán en el siglo V y a Colonia en 1163

Ha habido muchos intentos de explicar científicamente la estrella de la navidad, 4 ideas serán mencionadas aqui.
 

  1. Algunos academicos piensan que esta "estrella" era un cometa, un objeto tradicionalmente conectado con importantes eventos en la histroria, tal como el nacimiento de reyes. Sin embargo, los registros de avistamientos de cometas no coinciden con el nacimiento del Señor. Por ejemplo el Cometa Halley fue presenciado en el año 11 A.C., pero la primer navidad se llevo a cabo al rededor de los años 6 al 2 A.C.

     

  2. Otros creen que la Estrella de Belén fue una conjuncion o unión de planetas en el cielo nocturno. Debido a que los planetas orbitan el sol a diferentes velocidades y distancias, estos ocacionalmente parecen aproximarse. Johannes Kepler (1571-1630) prefería esta idea. Sin embargo, multiples planetas no se ven como una sola fuente de luz, como se describe en la escritura. Tambien, la alineación de planetas es bastante frecuente y por lo tanto no tan inusual. Hubo una conjunción de Jupiter y Saturno en el año 6 A.C., pero una aún más cercana en el 66 A.C., demasiados años antes !

     

  3. Por otro lado, la explosión de una estrella, o supernova, ha sido propuesto para explicar la Estrella de la Navidad. Algunas estrellas son inestables y explotan en esta manera con una brillante llamarada. Sin embargo, los registros históricos no dan indicios de una supernova en el tiempo del nacimiento del Señor.

  4. Y los que piensan que no era una estrella sino un Ovni (objeto volador no identificado) que los guio a través del desierto para que conocieran a quien seria el salvador de nuestro mundo. Los que esto suponen, lo hacen basados en el hecho de que dicho objeto se posó sobre el lugar donde se encontraba el niño Jesús. 9 Ellos, después de oír al rey, se fueron. Y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo sobre donde estaba el niño.  Mateo 2: 9

De las cuatro explicaciones de la Estrella de Belén solo la ultima tiene visos de ser mas potencialmente real conforme a las cosas que cientificamente conocemos hoy día, además de los cientos de miles de avistamientos de luces luminosas que transitan el espacio en la noche, sin ser aviones.

Dos detalles en Mateo son de especial interés:
 

    Primero: el texto implica que solo los magos vieron la estrella. Sin embargo los cometas, conjunciones y supernovas serian visibles a todos en la tierra de lo que no existe constancia o evidencia historica, lo cual les descarta, por lo que la cuarta explicación físicamente seria la mas racional.

    Segundo: la estrella iba delante de los Magos y los guió directamente de Jerusalen a Belén. Esta es una distancia de aproximadamente de seis millas, en una dirección de norte a sur. Sin embargo cada objeto natural en el cielo se mueve de este a oeste debido a la rotación de la tierra. Es difícil imaginar como una luz natural pudiera guiar a una casa en particular, lo que hace para los que han estudiado este fenomeno que la cuarta explicación sea aún y con más fuerza, la más lógica. [vea foto de una luz decender de una nube apuntando a un lugar]
     

    Conclusión:

Sin embargo a falta de evidencia de estos objetos voladores, ya que no tenemos ninguno, la conclusión es que la Estrella de Belén no puede ser explicada por la ciencia naturalmente.  Aquella alegada estrella viajera que volaba a corta distancia de la superficie y que alumbro a los reyes (astrologos) desde su país hasta donde estaba Jesús, era una luz supernatural y temporal, que solo cumplio con el proposito de guiar a los 3 magos desde oriente. Debemos recordar que despues de todo, la primera navidad fue un tiempo de milagros.

Exodo Capitulo 13: vs. 21 Jehovah iba delante de ellos, de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que pudieran caminar tanto de día como de noche. 22 La columna de nube nunca se apartó de día de delante del pueblo, ni la columna de fuego de noche.

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