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L  a  G r a n  E n c i c l o p e d i a   I l u s t r a d a  d e l   P r o y e c t o  S a l ó n  H o g a r

 

 

Historia de la                      Capitulo 2

Imagen: Copyright: 1998, Nicolás Ramos Gandía

Fania

Para la primera parte de este artículo, nos concentrábamos en los inicios tanto de la Fania All-Stars como del sello disquero que la hizo posible hasta el 1973, cuando se da el concierto en el Yankee Stadium. Ahora, para la conclusión del mismo, nos ocuparemos de lo que ocurrió luego de dicho concierto: la internacionalización del concepto salsa (y de la propia Fania All-Stars) cuando comienzan a visitar al resto de Latinoamérica y luego deciden visitar África y el continente europeo, el peligroso intento de penetrar el mercado americano vía "crossover" a finales de los 70's, la eventual caída de Fania como sello disquero en los 80's a raíz de la debacle financiera y el consecuente éxodo de sus artistas, y un recuento de las viejas y nuevas caras que se unieron y aportaron su talento a la orquesta estelar durante esta era, con fotos y/o breves biografías donde sea posible.

Misión 3: Latinoamérica y el continente donde todo comenzó.......

El año lo es 1974. El triunfal debut de la Fania All-Stars en suelo boricua fue el primer paso para la primera gira formal de conciertos que se organiza para la orquesta, la cual incluyó paradas en Venezuela, República Dominicana, Panamá y México, así como una segunda aparición en Puerto Rico. [Para el debut de Fania en suelo venezolano, el virtuoso pianista Markolino Dimond sustituyó a Larry Harlow.] Para este entonces, Venezuela ya empezaba a destilar su propia salsa con orquestas como Los Dementes, Orlando "Watussi" Castillo y Dimensión Latina, banda donde debuta el que luego se conocería como la mayor de las estrellas salseras de dicho país: Oscar D'Leon. Panamá, la tierra natal del virtuoso trompetista Víctor Paz, también contribuye lo suyo, con otras tres importantísimas importaciones: Camilo Azuquita, Meñique (quien ya venía haciendo campaña en NY desde mucho antes, pasando por las orquestas de Puente y Charlie Palmieri) y Rubén Blades (hey, hasta el legendario boxeador Roberto Duran, quien, increíblemente, se mantiene activo en el deporte a pesar del deseo de muchos, organiza su propia banda de salsa!). La República Dominicana, tierra natal de Johnny Pacheco y Héctor "Bomberito" Zarzuela, no solo aporta a otros grandes del género como el trombonista Leopoldo Pineda (quien se une a la Fania a finales del 1979) y el sonero José Alberto "El Canario," sino que su ritmo nacional, el merengue, se beneficiaría directamente del boom salsero de los 70's. México, aunque harto mejor conocido como la meca definitiva de baladistas y cantantes del llamado pop latino, también contribuye actos dignos de mención, como el saxofonista Dick "Taco" Meza, el bajista Víctor Venegas, el veterano rumbero Luis Silva, mejor conocido como Melón, e infinidad de músicos radicados en la costa oeste de los Estados Unidos: algunos de ellos veteranos del ambiente como los hermanos Escovedo (Pete Escovedo, veteranísimo timbalero que tocó con Cal Tjader y luego con el legendario Carlos Santana (también mexicano, por cierto); su difunto hermano Coke Escovedo, también percusionista, y el bajista Phil Escovedo, quien falleció en enero del 2001) y Poncho Sánchez, último conguero de Cal Tjader; y otros de reciente promoción como el virtuoso trompetista Ramón Flores.

Volviendo a la Fania All-Stars, el punto sobresaliente de 1974 lo fue su inclusión en el ostentoso programa artístico que precedió la legendaria pelea boxística entre Muhammad Ali y George Foreman en Kinshasa, Zaire, donde alternaron en tarima con figuras como el "rey del soul" James Brown y tocaron ante más de 50,000 personas. Sin embargo, el equipo que Fania lleva a esa presentación no va completo. Willie Colón, por ejemplo, declinó de asistir a último momento (y mientras el resto de la ganga hacía el largo viaje a Zaire, él se acuartela en los estudios Good Vibrations y graba las bases de su legendario álbum "The Good, The Bad & The Ugly"). Otros, como Richie Ray y Bobby Cruz, tampoco hicieron el viaje por compromisos previos. La reducida delegación de Fania que se presentó en Zaire consistió de su líder Pacheco, el pianista Harlow, el bajista Bobby Valentín, el conguero Ray Barretto, Nicky Marrero en timbales, Roberto Roena en bongos, Yomo Toro en el cuatro, los cantantes Celia Cruz, Cheo Feliciano, Héctor Lavoe, Ismael Miranda, Ismael Quintana y Santos Colón, los trompetistas Víctor Paz, Luis "Perico" Ortiz y Ray Maldonado, los trombonistas Ed Byrne y Lewis Kahn (quien también dobló al violín esa noche) y el veterano violinista cubano Pupi Legarreta, la adquisición más reciente tanto de la orquesta como del propio sello Fania para ese entonces, dado el resurgir del movimiento charanguero en NY a raíz del éxito de Harlow con su tema "La Cartera." Claro, Jerry Masucci también fue parte de la delegación, como también lo fueron el ingeniero de sonido Jon Fausty, el imprescindible Izzy Sanabria y el disc-jockey y también maestro de ceremonias Felipe Luciano.

1975-76:

Fania se expande, mientras sus líderes se mueven en nuevas direcciones.

1975 fue otro año crucial para Fania, cuando Masucci adquiere de Morris Levy el catálogo completo de Roulette Records (que incluía a Tico, Alegre y Mardi Gras, entre otros sellos). Ahora Masucci hereda un catálogo robusto que incluye luminarias como Tito Puente, Charlie Palmieri, Ismael Rivera, La Lupe, Kako, Yayo El Indio, Joe Cuba y Vitin Aviles, así como los derechos para re-lanzar la obra hecha para esos sellos de artistas como Machito, Tito Rodríguez y Eddie Palmieri. No es necesariamente un secreto que a muchos de los artistas de Tico/Alegre, casi todos ellos pioneros del movimiento latino en NY y con nombre propio en el ambiente desde mucho antes que Masucci y Pacheco incorporaran Fania Records, no les hacía ninguna gracia la idea de ser parte del sello que, ni más ni menos, apodaban ya como la industria de la salsa. De todas estas estrellas, solo Ismael Rivera se convertiría en integrante regular de la Fania All-Stars (dos años más tarde), mientras Puente y Palmieri, quienes fueron parte del debut de la Fania en el Red Garter a finales de los 60's, eventualmente se suman como artistas invitados, nunca como miembros regulares de la agrupación. [Palmieri, en esta época, ya no grababa con Tico, de donde salió en 1972, sino con Coco Records, sello propiedad de Harvey Averne. Es precisamente en 1975 cuando Palmieri gana su primer Grammy, de hecho el primero otorgado en la nueva categoría de mejor álbum latino, por su clásico álbum "Sun Of Latin Music" del año anterior.] Louie Ramírez, quien había renunciado al sello a principios de los 70's cuando Tito Rodríguez lo contrata para ser su mano derecha en su propio sello TR Records, regresaba ahora al róster, no solo como artista (para el sello Cotique), sino también como el encargado de A&R para los nuevos sellos Tico y Alegre. Para este entonces, los dos discos de "Live At Yankee Stadium" ya estaban en la calle, y la edición de la película "Salsa" estaba en proceso para ser presentada formalmente al año siguiente.

Si 1975 fue crucial para Fania, el año siguiente lo fue aún más, toda vez que mientras algunos cambios claves se llevaban a cabo en la compañía, su orquesta estelar también enfrentaba una serie de cambios, así como mayores retos. Mientras el sello se expande a un punto tal que no todos los artistas recibían la atención que sus carreras merecían, los líderes de las principales orquestas del sello pasaban por unos cambios muy particulares:

    Barretto, ya hastiado de tocar el mismo repertorio todas las noches y hastiado igualmente del trato desigual que recibía del círculo de empresarios y dueños de clubes que dominaba el ambiente latino en NY (el llamado "cuchifrito circuit"), decide alejarse momentáneamente de la salsa y probar suerte en el jazz, género que ya dominaba y donde, de todos modos, ya tenía igual renombre. Para eso, rompe su orquesta de salsa y firma con Atlantic Records, ala de la multinacional Warner Bros. para la cual graba tres álbumes, solo para regresar a la salsa y a Fania en 1979, desencantado con los pobres resultados y la igualmente pobre promoción que se le dio a sus últimos dos discos para dicha multinacional, la cual lejos de darle libertad de criterio lo forzó a encasillarse en la onda del "smooth jazz" que, aunque criticada a la saciedad por los jazzistas de la época, vendía considerablemente. Aunque el primero de sus álbumes con Atlantic, "Tomorrow," grabado del afamado concierto que realizara Barretto en el Beacon Theatre de NY en septiembre del '76 donde reunió a casi todos los cantantes que pasaron por su orquesta y a varios de sus músicos más importantes (Adalberto Santiago, Rubén Blades, Orestes Vilato, Art Webb, Tito Allen, Tito Gómez, Roberto Rodríguez, entre otros), fue un éxito en ventas en NY y Puerto Rico (únicos mercados donde dicho doble álbum salió a la venta en ese entonces), el posterior trabajo de Barretto con Atlantic no se acercó ni remotamente a la fastuosidad y virtuosismo de ese doble disco. El segundo de ellos, "Eye Of The Beholder," de 1977, tenía cierto potencial, amén de muy buenos músicos (Reynaldo Jorge, Barry Finnerty, Ray Romero, Jimmy Delgado y el legendario Joe Sample, entre otros), pero se quedó a medio camino entre lo que se suponía fuera fusión y el llamado smooth jazz, con lo latino pasando a un nada envidiable tercer plano, por lo que el producto final no encontró eco ni en los públicos que gustan del jazz ni mucho menos en el latino. El último de los álbumes, "Can You Feel It," del '78, corrió peor suerte. Aquí temas realmente interesantes (viéndolo desde el punto de vista del jazz latino, claro está), como "Confrontation" (donde Barretto se luce a sus anchas) y "Sting Ray" (de influencia brasileña) se perdían miserablemente en medio de otros arreglos que se peleaban entre el mal llamado jazz comercial (smooth) y el cliché del disco-fever de la época. Ni la participación directa de dos de los tres integrantes de los legendarios Jazz Crusaders en el segundo álbum salvó a esta nueva etapa de Barretto de pasar inadvertida por ambos públicos: el latino y el norteamericano. Afortunadamente, el que Fania mantuviera compilaciones de Barretto en el mercado, así como el excelente disco en vivo "Gracias," de 1978, donde se publicaron los sets que Adalberto y Tito Allen cantaron en el mismo recital del Beacon de 1976, mantuvieron a Barretto lejos del anonimato, al menos en lo que al público salsero se refiere.

·    Colón, como ya adelantáramos en la primera parte de este artículo, desintegró su orquesta original y desaparece momentáneamente como líder de orquesta, más o menos por las mismas razones que Barretto. Solo que, contrario al caso de Barretto, Willie no se vuelca de manera formal sobre el jazz y mucho menos abandona la salsa o el sello Fania. Su decisión en todo caso le dio la oportunidad de educarse formalmente en lo musical y expandir su horizonte. A su regreso, cargado con nuevos bríos y nuevas ideas, entrega proyectos de carácter experimental como "The Good, The Bad & The Ugly," "Baquine De Angelitos Negros" y "There Goes The Neighborhood" ("Se Chavó el Vecindario"),  una sesión de bomba y plena que sentó precedentes en la música latina y donde su nueva orquesta (ahora con una poderosa sección de cuatro trombones) se une al pionero indiscutible de las orquestas de trombones: El legendario Mon Rivera, quien luego de un nuevo álbum donde también colabora con Colón ("Forever," para el sello Vaya), fallece en 1978. Estas dos sesiones, "Se Chavó..." y "Forever," siguen vigentes hoy en día, inspirando a agrupaciones como Plena Libre, grupo que actualmente lleva la voz cantante en el resurgir de este ritmo puertorriqueño.

·     Valentín, en un alarde que va mucho mas allá de lo estrictamente musical, funda su propio sello disquero en Puerto Rico: Bronco Records. En el principio, las producciones de este nuevo sello eran distribuidas por Fania, pero ya para 1979 corría de manera independiente y con potencial de expansión, eventualmente arropando en su catálogo a orquestas establecidas de Puerto Rico como las de Willie Rosario y la Orq. Mulenze. A medida que Bronco se independiza, Bobby Valentín de igual forma se aleja paulatinamente de toda vinculación contractual con el sello Fania, incluyendo su puesto en la Fania All-Stars. De hecho, ahora distribuyendo su propio material y con injerencia directa en todo el proceso de producción de sus propios discos, el sonido de la banda de Bobby adquiere mayor brillantez... y mayor respaldo en el mercado boricua, especialmente a finales de los 70's, cuando el boom neoyorquino comienza a desfallecer.

·     Harlow sienta el precedente de ser el primer artista de Fania en demandar al sello por pagos de regalías. Harlow, quien venía de un éxito rotundo con el disco "Salsa" de 1974 (álbum donde hits como "La Cartera" y "El Paso De Encarnación" le dieron nuevas fuerzas al movimiento charanguero en New York) ya no vendía como antes. Y por ello no se puede culpar a Ismael Miranda por independizarse, toda vez que "Salsa" y los igualmente exitosos discos "Hommy" y "Live in Quad" fueron grabados con el igualmente excelente sonero Júnior Gonzalez, a quien el propio Miranda recomendó como su sustituto. ("Live in Quad," de 1974, es una grabación de un concierto en vivo en la prisión neoyorquina de Sing Sing, donde Justo Betancourt reforzó la banda como cantante invitado.) Eso sí, no se puede negar que con la salida de Miranda, Harlow pierde al compositor de la mayoría de los éxitos del repertorio de la banda hasta ese entonces.

    A partir de "El Jardinero Del Amor," de 1976, y con la excepción del clásico "La Raza Latina" de 1977 y donde otro excelente sonero, el albino Nestor Sánchez, entra a la banda en sustitución de Gonzalez (quien se lanza como solista ese año), la carrera de Harlow cae en picada. El intento de Harlow de acercarse a la música contemporánea cubana (en su caso, el trabajo de orquestas como Son 14 y Sierra Maestra, que se especializaban en la onda "renacentista" del son cubano, o sea, el son en su forma tradicional post-Arsenio, pero con nueva instrumentación), aunque musicalmente muy bien trabajado, no recibió el mismo respaldo del público salsero. Hay varios factores: primero, Harlow no fue el primero en explorar lo que estaba sonando en la Cuba post-castrista en los 70's (ya Tipica'73 se le había adelantado considerablemente con la "patente" cuando lanzan el disco "La Candela" en el '75... y anterior a éstos ya Roberto Roena había coqueteado con la nueva onda cubana en su disco "Apollo Sound III," donde graba temas como "Hagan Silencio," "Yo Soy Chambelón" y "Que Salga Pascual," a cuyas partituras tuvo acceso vía René López, no el trompetista de Barretto y Tipica'73, sino el reconocido musicólogo cubano radicado en Nueva York); y segundo, mientras éstos últimos se volcaron por la vertiente contemporánea de la nueva onda cubana, la cual ya de por sí tenía influencias del jazz y el pop americano y era la moda en la isla restringida, Harlow se decide por el punto neutro (el "nuevo" son), cuyo auge fue un tanto más discreto por allá y acá no necesariamente tenía por qué tener mayor aceptación. Pero no se puede acusar a Harlow de no ser original; total, Harlow para ese entonces ya tenía nombre y no tenía por qué copiar lo que Tipica'73 estaba haciendo, así que su movida era más que justificada en ese aspecto. A esto súmenle que el éxito de su clásico "Tributo a Arsenio Rodríguez" de principios de década, el cual seguía un patrón similar y hasta precedente a lo que en Cuba hacen Son 14 y Sierra Maestra, seguía siendo una referencia inmediata y accesible.

    Por otro lado, hay quien piense que el hecho de que Harlow se declarase en rebeldía con Masucci fue otro factor de peso para que su música perdiera arraigo, por lo menos en el ámbito radial, y algo de cierto hay en eso (de historias como esa esta repleto el ambiente salsero). Pero lo cierto es que Fania dominaba la radio latina de manera casi monopolizante en ese entonces, de manera que todos los sencillos del sello recibían su casi-garantizada cuota radial. Claro, con tantos artistas en el catálogo en ese entonces, no todos recibían, lógicamente, la misma prioridad. En fin, el que la música del Harlow de esta época no trascendiera como lo hacía en 1974 fue una combinación de factores, aunque no todos ellos necesariamente envueltos en lo estrictamente musical.

·     Mientras Harlow, como ya vimos, se envolvía en el punto medio de todas las variantes de música cubana y la Tipica'73, luego de la división de donde Vilato forma Los Kimbos, se iba de lleno a explorar la variante progresiva (el songo al estilo de los Van Van y Ritmo Oriental, pero amoldado inteligentemente al estilo Nueva York), Johnny Pacheco se iba de lleno por la izquierda, o sea, por la vía del recuerdo. Con el exitoso disco "Recordando El Ayer," donde unía a Celia Cruz con Justo Betancourt y presentaba en plan grande a Papo Lucca, ya Pacheco anunciaba su plan de ataque: si el sonido típico de su Nuevo Tumbao (ahora Tumbao Añejo) era una modernización, por decirlo así, del sonido de la Sonora Matancera y fue un palo (un éxito, dicho puertorriqueñamente), pues por qué cambiar la formula si funciona. Efectivamente, Pacheco enfila ahora sus cañones a re-grabar viejos temas cubanos al estilo de su agrupación, con la variante de que mientras los viejos temas cubanos en su versión original enfatizaban en la lírica y la melodía principal (el son), en el caso de Pacheco el énfasis se dirigía hacia el montuno: los coros, las moñas, en fin, lo netamente bailable. Mientras a principios de década Pacheco mezclaba "lo mejor de dos mundos," el sabor típico con la contundencia de la salsa contemporánea, ahora lo contemporáneo paulatinamente desaparece mientras, en una movida netamente comercial, el sonido de Pacheco se hacía cada vez más típico y, sí, más bailable. Mientras el boom salsero duró, no hubo problemas; total, si alguien en este negocio siempre tenido una noción especial para la sabrosura, ese es Pacheco. Pero, eventualmente, la obstinada repetición de patrones sin añadir elementos nuevos al sistema terminó rebotándole en contra al co-fundador de Fania. Pero no nos adelantemos a los hechos. De esto nos ocuparemos en detalle más adelante.

·    En el caso de Roena, luego de cinco grabaciones para Fania International con modestos resultados fuera de Puerto Rico, comienza a hacerse sentir fuera de la isla con dos poderosas grabaciones: "Apollo Sound 6" y "Lucky 7," este último conteniendo el mega hit "Mi Desengaño." A partir del sexto álbum, el cual el propio Roena considera como el mejor y su favorito personal, su orquesta se vuelca de lleno hacia lo progresivo, integrando en su sonido influencias del jazz, la música brasileña y hasta el soul y el pop americano (como en el caso de "Ese Soy Yo" del sexto álbum y la introducción de "Me Le Fugué A La Candela" del séptimo, donde Louie Ramírez es el baterista fantasma; gracias a Eddie Benítez, el de Nebula, quien participó en los álbumes 7, 8 y 9 de Roena, por la información, Dios te bendiga!). La importancia que adquieren Roena y el Apollo, especialmente cuando el boom neoyorquino cae en crisis, sumado a la espectacularidad de sus pasos de baile, convierten a Roena en personaje imprescindible dentro de la Fania All-Stars.

·     Richie Ray se retira gradualmente de la Fania All-Stars y la escena salsosa y secular (aunque no del todo) al convertirse al pentecostalismo, envolviendo eventualmente a su compadre Bobby Cruz. Viviendo a tiempo completo en Puerto Rico para ese entonces y luego de un tiempo recibiendo duras críticas del ala ortodoxa de los evangélicos, quienes no veían con buenos ojos en que dos siervos de Dios tocaran música pagana, y mucho menos ser dueños de un club nocturno (del cual eventualmente se desprenden, a raíz de su conversión), ambos se empapan en la teología de manera formal y se convierten en pastores (reverendos), estableciendo sus iglesias, primero en Springfield, Colorado y luego de manera definitiva en Miami, donde ambos aún residen. Su música, consecuentemente, reflejaría el cambio de perspectiva, desde la referencia tenue pero explícita en temas como "Let It Be (Gloria a Dios)," la introducción "Richie Ray 1975" y "Jesús en el Jardín," y el himno religioso "Le Llaman Jesús," temas los cuales "cuelan" en sus discos "Jammin' Live," "1975" y "Décimo Aniversario," respectivamente, hasta el disco "Reconstrucción" de 1976, su primer álbum completo con letras religiosas.

·   [Aunque ni Papo Lucca ni Nicky Marrero eran necesariamente líderes de orquesta, hacemos mención de ellos dos en este breve párrafo entre paréntesis por lo particular de ambos casos. En el caso de Lucca, si bien no era el líder oficial de la Sonora Ponceña si fue quien le da voz e identidad propia a la agrupación cuando su padre Don Quique Lucca lo nombra como su director musical y arreglista principal. Es precisamente para 1976 que la Sonora, en parte gracias al protagonismo que Pacheco le diera al pianista en sus grabaciones con el Tumbao y a su posterior inclusión en la Fania All-Stars, empieza a ganar prioridad entre los artistas en el catálogo de Fania y, del mismo modo, a hacerse sentir en otros mercados, como Nueva York, Colombia, Panamá y Venezuela. Mientras esto ocurre, como ya mencionáramos en la primera parte de este artículo, Lucca pasa a ser uno de los músicos más solicitados para sesiones de grabación del sello en Nueva York, apareciendo en discos de artistas como Justo Betancourt, Cheo Feliciano y, especialmente, Ismael Quintana.

    En el caso de Nicky, este pasa a ser frecuentemente solicitado para grabar en sesiones de jazz de la época, grabando con artistas como George Benson, Hank Crawford, Spyro Gyra y Manhattan Transfer. Lo curioso del caso de Nicky es que, sin ser líder de orquesta y sin tener mucho menos una grabación como protagonista principal en su expediente, era considerado como "artista exclusivo" del sello Fania. No era raro ver en los créditos de estas grabaciones el siguiente texto: "Nicky Marrero appears courtesy of Fania Records..." Irónicamente, esto solo aplicaba a sus apariciones en discos de jazz, ya que paralelamente, Nicky era frecuente en grabaciones de artistas del sello Coco como Eddie Palmieri, Machito y Joe Quijano, donde dicha cláusula que citamos en la oración anterior no aparece. Igualmente, esto aplica para sus grabaciones con el sello TR de Tito Rodríguez. Recuerden que entre 1974, cuando se disuelve la Orq. Revelación, y 1976, cuando sustituye a Vilato en la Tipica'73, Nicky era miembro de la Orq. Novel, una de las charangas más populares de NY, la cual grababa para el sello TR antes de firmar con Fania ese mismo año.

Ese mismo año 1976, Fania saca al mercado la primera producción de estudio de la Fania All-Stars: "Tribute To Tito Rodríguez." Hubo varios cambios en la alineación para este disco. Primero, Louie Ramírez se une a Jerry Masucci y Larry Harlow como productor, además de fungir como arreglista en tres números. Papo Lucca, en lo que podría verse como un preludio a su admisión formal en la Fania All-Stars, es parte de la tribu en calidad de arreglista, aportando tres números. Reynaldo Jorge, ahora residiendo en Nueva York, regresa a la alineación como segundo trombonista, uniéndose a Barry Rogers, Kahn y Colón para una sección  de cuatro trombones. (Para ese entonces, Reynaldo era miembro de la orquesta de Harlow, de donde sale ese mismo año para formar parte de Los Kimbos.) Zarzuela también regresa, uniéndose a "Perico" y a Ray Maldonado. Pacheco, ahora de vuelta en la flauta, Barretto, Harlow, Valentín, Roena, Marrero, Toro y Richie Ray también repiten. En cuanto a los cantantes, Fania utilizó un total record de 10 para este álbum: a Cheo, El Conde, Miranda, Quintana, Lavoe, Santitos, Bobby Cruz y Justo Betancourt ahora se suman Chivirico Dávila y Rubén Blades. Chivirico, cuyo trabajo aquí fue su única participación con la orquesta estelar, es un veterano del ambiente y uno de los soneros más respetados del genero. Sus créditos incluyen grabaciones y/o presentaciones con Tito Puente, los Alegre All-Stars, el propio Pacheco, Joe Cuba, Orlando Marin y Richie Ray, en cuya banda entrenó a Bobby Cruz. Chivirico también fue colaborador frecuente en muchos de los proyectos de Al Santiago, el pasado presidente de Alegre Records, así como uno de los cuatro cantantes de la formación original de los Tico All-Stars en su legendaria sesión de descargas en el Village Gate en 1961, donde no sólo comparte honores con leyendas de los sellos Tico y Alegre como Puente, Charlie Palmieri, Joe Cuba y Cachao, sino también con futuros miembros del All-Stars de Fania, como Pacheco, Barretto, Rogers, Víctor Paz, Pedro "Puchi" Boulong y sus colegas cantantes Cheo, Santos Colón y Monguito. [Chivirico fallece sorpresivamente en Nueva York a principios de los 90's, en medio de planes para su regreso al ambiente artístico luego de un retiro un tanto forzado por las discretas ventas de sus últimas grabaciones para el sello Cotique. Irónico y hasta increíble como suena, el último oficio que se le conoció a Chivirico, virtuoso cantante cuyo verdadero nombre era Rafael Dávila, era guardia de seguridad...] Blades, el novato del grupo, ya había probado suerte a finales de los 60's como cantante de Pete Rodríguez antes de regresar a su Panamá natal a completar un grado en leyes. Luego de regresar a NY en 1974, y mientras trabajaba en el correo de Fania, compuso canciones que fueron grabadas por artistas como Miranda, Roberto Roena, Cheo Feliciano y Bobby Rodríguez, no el legendario bajista y miembro fundador de la Fania All-Stars, sino el igualmente legendario flautista y saxofonista líder del conjunto Bobby Rodríguez & La Compañía, una de las orquestas más pegadas para ese entonces. [El primer artista de Fania en grabar una composición de Blades lo fue Richie Ray, quien graba "Guaguanco Triste" en el disco "El Bestial Sonido" de 1971.] Barretto lo contrata como cantante para su orquesta en el año 1975, de donde luego pasa a la nueva orquesta de Willie Colón. Y es precisamente con Willie que encuentra no sólo su propio camino al éxito, sino también su propia voz y estilo (a Rubén se le criticaba agriamente por poseer en ese entonces un timbre y estilo demasiado similar al de su ídolo Cheo Feliciano). El también aportó el grueso de la parte vocal en el clásico "La Raza Latina" de Harlow, así como apariciones esporádicas en las grabaciones de Roberto Roena. Ramírez también lo invita a participar en su disco "Louie Ramírez & Friends" de 1977, donde impone uno de sus primeros hits de grandes proporciones: "Paula C."

1976 también fue el año donde la Fania All-Stars exporta su música a Europa y Japón. La alineación para estas giras fue básicamente la misma que se utilizó para el tributo a Tito Rodríguez, pero con la lista de cantantes reducida drásticamente (solo Cheo, Miranda, Quintana y Santitos, precisamente los únicos cantantes sin una banda regular en ese entonces, forman parte de la totalidad de estas giras, a quienes acompaña ahora Nancy O'Neill en los coros), Mongo Santamaria ahora sustituyendo a Barretto en las congas y el veteranísimo Pedro "Puchi" Boulong reemplazando ahora a Maldonado en la trompeta. O'Neill, protegida de Harlow e integrante de la primera orquesta femenina en la historia de la salsa neoyorquina, "Latin Fever," también apadrinada por Harlow, también colaboró en grupos como Benítez y Nebula, quienes se movían en la onda del rock latino a lo Santana. (O'Neill, quien también convivía con el legendario y virtuoso trompetista Larry Spencer, miembro de la Fania del Cheetah y de orquestas como las de Puente y el propio Harlow, fallece a finales de los setenta, poco después que su compañero, quien contrajo SIDA causa de su adicción a la heroína, contagiándola eventualmente.) (Puchi es veterano de bandas como Machito, Puente y los Alegre All-Stars, así como uno de los trompetistas de mejor sonido, swing y brillantez en la historia de la música caribeña. Aún se mantiene activo, al momento de escribir estas líneas.) Santamaria eventualmente también abandona la orquesta para concentrarse en su propio grupo de jazz latino, siendo reemplazado por el también veterano Johnny "Dandy" Rodríguez. Aunque mejor conocido como bongosero, "Dandy," entonces aún el líder de la Tipica'73, era regular en la mayoría de las grabaciones de Pacheco como conguero. Su resumé incluye un virtual Salón de la Fama de la Música Latina: Machito, Puente, Tito Rodríguez, los Alegre All-Stars, los Tico All-Stars, Ray Barretto... Antes de continuar, es preciso señalar que durante este periodo, 1976-1979, la sección de viento de la Fania All-Stars consistiría de músicos en calidad de "agentes libres" (freelancing), siendo Kahn y "Perico" las únicas constantes (y este último el solista estrella de la sección). Aparte de los ya habituales, como Bomberito Zarzuela, Víctor Paz, Boulong, Maldonado, Jorge, Byrne y Rogers, virtuosos como los trombonistas Ángel "Papo" Vazquez y Sam Burtis, y los trompetistas Curt Rano, Elías Lopes y Juancito Torres también forman parte de la banda durante este periodo.

El crossover (la otra Fania)... y el principio del fin para el boom salsero.

También durante 1976, y como parte de los cada vez más ambiciosos planes de expansión de Masucci para su sello y su reparto, éste consigue para la Fania All-Stars un potencialmente lucrativo contrato con el sello Columbia, parte de la familia CBS (ahora Sony), con miras a penetrar el eternamente codiciado mercado anglosajón. Para propósitos de grabación, la Fania All-Stars es entonces reducida a un sexteto: El líder Pacheco y la sección rítmica: Marrero, Barretto (esta sesión fue antes de su firma con Atlantic), Roena, Valentín y Papo Lucca, ahora de manera oficial en la alineación. A este sexteto se le tomaron inclusive nuevas sesiones de fotos para la promoción en Columbia, por lo que, hasta cierto punto, se puede decir que aquí nace una "nueva" Fania All-Stars, para efectos del mercadeo al público anglosajón, paralela a la Fania de la salsa y los conciertos (hay quien, paradójicamente, se refería a esta "nueva" versión como "la Fania americana..."). Los productores designados para este primer intento oficial de la Fania de penetrar el mercado de habla inglesa lo fueron los hermanos Gene y Billy Page. Los Seis de Fania (o Fania Six) fueron reunidos en New York para grabar las bases, mientras el resto de la banda, cuyos créditos siguen siendo un misterio, grabaron en Hollywood, en los estudios The Sound Factory. El invitado de honor, el legendario guitarrista rockero Steve Winwood también grabó su parte en Hollywood. Desgraciadamente, el producto final ("Delicate and Jumpy," el título ya daba una idea de lo que venía) fue simplemente inaudito, para decirlo bien diplomáticamente. Aquellos que compraron el LP original esperando encontrar buenas descargas (y esa era la impresión que daban, ni más ni menos, las fotos del sexteto tomadas por Lee Marshall y Dominique en un concierto de Fania y que adornaban la contraportada del disco) se encontraron con una versión tipo Musak del  "Picadillo" de Tito Puente (el solo de Lucca salvó parcialmente el tema) y otros temas que, como mucho, estaban orientadas al mercado de música de elevadores, como el propio Roena dijo medio en broma cuando se le preguntó en Venezuela por dicho álbum. Roena también reveló durante esa misma entrevista que durante esas mismas sesiones, el sexteto también aprovechó cuanta oportunidad tuvo para descargar libremente, sin rodeos, y que esos otros temas también fueron grabados por Masucci. Para que estas otras canciones finalmente fueran editadas en un disco, los fanáticos tuvieron que esperar hasta 1980, cuando estas aparecen en el excelentísimo disco "California Jam." De este disco nos encargaremos más adelante, para no adelantar la trama.

1977

En 1977, la Fania All-Stars (¿o debería decir los Fania Six?) graba su segundo álbum para Columbia Records. Los productores en esta ocasión lo son Bob James y Jay Chattaway. La aportación de James fue literalmente producir el álbum y ejecutar el piano eléctrico en uno de los temas. Chattaway, por otro lado, hace exactamente lo que los hermanos Page jamás se preocuparon por hacer: Familiarizarse con los integrantes de Fania y su estilo de música. A Chattaway se le asigna este proyecto luego de los excelentes resultados de su producción para el legendario trompetista Maynard Ferguson, "Conquistador" (álbum donde aparece su clásica versión del tema de la película "Rocky") utilizando la misma fórmula para este proyecto, con la intervención directa de los propios Seis de Fania y de Louie Ramírez. El resultado lo fue un álbum mucho mejor pensado y mucho mejor concebido, aunque valga aclarar que el mercado primordial a donde iba dirigido el disco lo era el del jazz, no el latino. El título del álbum lo fue "Rhythm Machine" y éste deriva de un momento jocoso en el estudio de grabación cuando Chattaway trae a las sesiones una máquina para mantener el tempo constante (un clic track) y los músicos de Fania estallan en risas, diciéndole a Chattaway que eso no era necesario pues "nosotros somos nuestra propia máquina de ritmo" ("we are our own rhythm machine"). Santamaria reemplaza a Barretto esta sesión, y Rubén Blades, Luis "Perico" Ortiz, Ramírez y el guitarrista invitado Eric Gale se unen, acompañados por una poderosa banda de estudio conformada por músicos regulares en sesiones del sello CBS, como los virtuosos Randy Brecker y Jon Faddis (trompetas), Eddie Daniels y Joe Farrell (flautas; Daniels es mejor conocido como clarinetista y el fenecido Farrell como saxofonista), Alan Schwartzberg (batería), John Tropea (guitarra), Tom Malone (trombón) y el bajista Gary King, quien contribuyó con dos piezas de su autoría y arreglo. Adalberto Santiago, quien eventualmente re-ingresa a la Fania All-Stars como cantante en 1978 luego de la disolución de Los Kimbos y su debut como solista, también participa, haciendo coros junto a Blades y los dos cantantes de la banda de Pacheco para ese entonces: Héctor Casanova y el mexicano Luis "Melón" Silva, a quien ya mencionáramos anteriormente. Rogers, Jorge, Maldonado y Zarzuela también se unen, conformando la sección de vientos en el tema "En Orbita," descarga donde se destacan Marrero en los timbales, Valentín en el bajo y Perico en la trompeta y que en ocasiones se incluía en los conciertos de Fania como la canción de apertura, en lugar de "Descarga Fania." Aparte de este tema, los otros temas que se convierten en sencillos de promoción lo son "Ella Fue," composición de Pacheco y Gale en la onda del crossover y punta de lanza para el mercado anglosajón, y el número que hizo que la masa salsera se interesara en este disco: el clásico "Juan Pachanga" de Rubén Blades y Louie Ramírez.

Claro, mientras todo esto ocurre, la edición oficial de la Fania All-Stars (o "la Fania de conciertos," si les gusta ese término) se mantiene activa y realizando giras alrededor del mundo, ahora con Ismael Rivera integrando el elenco. El debut del eterno Sonero Mayor con la orquesta estelar fue en el concierto que se escenificó el 11 de Julio de 1977 en el Madison Square Garden, el cual se grabó en vivo y luego se publicó al año siguiente en el álbum "Live." Aunque casi todo el material que se tocó esa noche fue nuevo, no todo lo que sonó esa noche fue publicado en disco. Entre lo mejor del disco que se publicó se pueden mencionar la nueva versión de "El Nazareno" de Maelo, con Papo Lucca, ahora miembro oficial de la orquesta, luciéndose en el piano; "Felicitaciones," exitazo de Cheo Feliciano de 1976 (compuesto por Tite Curet) en un nuevo arreglo de Bobby Valentín, el debate de soneros en "Saca Tu Mujer," con solos de Perico y Yomo Toro; otro imponente solo de piano de Papo en "Público Oyente" (el tema se publicó como "Público Corriente") de Miranda, y en especial una contundente versión en vivo de "Cúcala," ahora con Celia y Maelo en un memorable e histórico mano a mano. Barretto Vuelve como el conguero para este concierto, mientras el maestro bailarín Anibal Vazquez (antes conocido por el nombre artístico de Andy Vazquez durante sus días con los Mambo Aces y miembro ya de la familia Fania) pasa a ser el maestro de ceremonias oficial. Si escucha este álbum detenidamente, reconocerá la voz inconfundible de Tito Allen, otro solista que para ese entonces grababa con el sello Alegre, en los coros. Allen, un ex-miembro de bandas como la de Barretto y luego Tipica'73, sigue siendo al sol de hoy una de las voces más nítidas y mejor cuidadas del ambiente. Desgraciadamente, dado el exageradamente masivo catálogo de artistas que manejaba Fania en ese entonces, sus discos nunca tuvieron la promoción que necesitaban (y merecían). Hoy en día, Tito sigue estando activo haciendo coros y entrenando a los nuevos pinos en el estudio de grabación y, no es un secreto, hasta escribiéndoles los soneos en muchos casos...

 

Mientras en 1977 los músicos y líderes de orquestas eran quienes pasaban por una serie de cambios mayores, en 1978 se empezaban a reflejar de manera dramática los cambios en el estilo y proyección de los cantantes de Fania, algunos de estos cambios cuajándose desde el año anterior:

·     Justo Betancourt ahora establece residencia en Puerto Rico y organiza una de las orquestas más poderosas que se hayan escuchado en Puerto Rico: Borincuba. La banda permanece activa bajo ese nombre hasta 1979. (Tito "Mr. Dale Pa'Bajo" Rojas, quien fuera alumno de Justo y corista de esta agrupación, eventualmente hereda la misma en 1979 cuando, a raíz de una amenaza de muerte que recibe de parte de un notorio ex-policía hoy convicto, Justo se ve forzado a abandonar el país y regresar a Nueva York por su propia seguridad. Poco después, el Borincuba es rebautizado como "Tito Rojas y el Conjunto Borincano," pero este no duraría mucho tiempo junto. La mudanza definitiva de Justo a Puerto Rico, donde hoy aún reside, se da luego de que este ex-policía fuera encarcelado.) En años recientes, Justo re-activó la orquesta, reuniendo a varios de sus músicos originales, como el tresista Oscar Ríos y el experimentado timbalero Willy Machado.

·    Maelo, aunque ahora perdiendo brillantez y potencia en su voz (aunque siempre lo negó enérgicamente), se mantenía al frente de sus Cachimbos, ahora grabando bajo la sombrilla de Fania y escuchándose consistentemente en las ondas radiales con temas de Tite Curet Alonso, como "De Todas Maneras Rosas," "Mi Música" y el casi-himno "Las Caras Lindas." 

·    Miranda, también residente en Puerto Rico para ese entonces abrio un club nocturno "La Tarima" junto a Santitos Colón en San Juan, pero tuvo un ligero bajón en su carrera en este periodo de tiempo, toda vez que sus discos no vendían como se esperaba fuera de Puerto Rico. Esto no por falta de atención de los ejecutivos de Fania, sino por la insistencia de Ismael en sofisticar su estilo al adaptar clichés típicos de cantantes pop y explotar hasta la saciedad la imagen de "Niño Bonito," movida que no hizo mucha gracia entre los amantes del ritmo bravo que seguían utilizando anteriores trabajos suyos como "Así Se Compone Un Son" como referencia para medir su posterior trabajo musical. Esto se evidencia en los discos "No Voy Al Festival" y "Sabor, Sentimiento y Pueblo," de 1977 y '78 respectivamente. Claro, por otro lado, esta movida atrajo a la audiencia femenina, la cual no era muy amante de las letras que se trabajaban en aquel entonces, como por ejemplo la abiertamente machista "Las Mujeres Son," irónicamente una composición del propio Miranda con Larry Harlow de 1971. Luego de un breve período de "enfriamiento" (durante el cual, como veremos, se aleja momentáneamente de la Fania All-Stars, para efectos discográficos), Miranda regresaría por lo suyo en 1980 con uno de sus más grandes éxitos, "No Me Digan Que Es Muy Tarde," el cual estampa en el disco "Doble Energía," con la orquesta de Willie Colón, seguido de su propio "La Clave Del Sabor" de 1981, donde graba el clásico "Galera 3."

·    Cheo Feliciano también se muda permanentemente a Puerto Rico, y sus próximas grabaciones para Vaya Records (el experimental "Estampas," "Sentimiento Tu" y "Profundo") se realizarían aquí con un trabuco "de salón" encabezado por figuras como Roena, Papo Lucca, Juancito Torres, Pete "El Conde" Rodríguez, Cheo Quiñónez y Mario Cora en los coros, el baterista Oscar Colón, el conguero Papo Pepin y el timbalero Cuqui Santos (entonces miembro del Apollo de Roena y actual miembro de El Gran Combo) entre otros. Las grabaciones que realiza Cheo en este periodo, si bien igual o más sofisticadas que las de Miranda, no sufren la misma suerte que las de este último gracias no solo al virtuosismo de Cheo y su versatilidad, sino al apoyo directo de figuras como Tite Curet y el entonces poco conocido cantautor José Nogueras, quienes le entregan composiciones de sobrada altura y contundencia como "Los Entierros," "Juan Albañil," "Estampa Marina," "Salí Porque Salí," "Así Soy" y el que quizás es su bolero más famoso: "Amada Mía." La movida resultó ser determinante, ya que, a pesar de contar con el apoyo directo del grueso del equipo de la Fania All-Stars en sus grabaciones en Nueva York (Pacheco, Louie Ramírez, Barry Rogers, Perico, Nicky, Johnny Rodríguez y los propios Roena y Lucca, entre otros), la última que realiza antes de la mudanza ("Mi Tierra y Yo," de 1978) no estaba vendiendo como se esperaba de un cantante del nivel de Cheo.

·     Santitos Colón se mantuvo mayormente en lo suyo: el bolero, mercado donde no tenía mayor competencia. Comenzó a trabajar mayormente en Puerto Rico en donde abrio un club nocturno junto a Ismael Miranda. Aunque el incluir números movidos en álbumes posteriores como "Con Placer" de 1979 y reuniones con su compadre y antiguo jefe Tito Puente ("The Legend," de 1977 y los dos primeros volúmenes de "Homenaje a Beny More," del '78 y '79) no deja dudas de que los ejecutivos de Fania buscaban acercar a Santitos a la masa salsera que seguía a artistas como Cheo, Willie y Lavoe, lo cual implícitamente significaba una mejoría en ventas, independientemente de que Santitos ya tuviera un público y una masa de seguidores definidos.

·    Celia se mantendría como la punta de lanza del "matancerismo" dentro de la salsa, grabando con el Tumbao de Pacheco, aunque grabaciones posteriores, donde hace pareja con Willie Colón ("Only They Could Have Made This Album/ Solo Ellos Pudieron Hacer Este Álbum," 1977) y Sonora Ponceña ("La Ceiba," 1979) le dan un empuje adicional a su carrera, además de una refrescante pausa para exorcizarla, aunque fuera momentáneamente, de la sombra de la vieja Matancera y demostrar que tenía la suficiente versatilidad para enfrentarse a orquestas de salsa de sonido más moderno sin perder su esencia (y sin obligar a orquestas como estas dos o la propia Fania All-Stars a cambios bruscos para amoldarse a su estilo).

·    Lavoe, cuyas irregularidades en su estilo de vida ya empezaban a darle dolores de cabeza a los ejecutivos y promotores, volvía luego de un breve retiro con uno de sus mejores discos, si no el mejor de todos ellos, como yo lo catalogo: "Comedia," álbum de 1978 donde publica su casi autobiográfico tema "El Cantante."

·     Blades, quien compuso "El Cantante" originalmente para interpretarla él mismo, antes que Willie Colón y Héctor lo convencieran, era ahora una figura de primer orden, luego del éxito de su primer disco como miembro de la orquesta de Willie: "Metiendo Mano." Luego de esto, y sumado al trabajo con Harlow en "La Raza Latina," su participación en el disco de Louie Ramírez (donde graba "Paula C.," dedicado a su ex-novia) y el éxito de "Juan Pachanga," Blades se consagra en definitiva con su segundo álbum con Willie: el best-seller "Siembra" de 1978.

·    Quintana, aunque no producía las grandes ventas que hacían Lavoe y Blades, seguía entregando grabaciones de excelentísima calidad como solista, siendo "Lo Que Estoy Viviendo," de 1976, el mejor de todos ellos (para este disco, Quintana reunió a una orquesta de ensueño). Su grabación de 1979 con Ricardo Marrero y su Grupo ("Jessica," dedicada a su hija de igual nombre, entonces recién nacida), no obstante, fue la más exitosa y la que mejores ventas generó.

·    El Conde venía de lograr su mayor éxito como solista, "Catalina La' O" (1976, del disco "Este Negro Si Es Sabroso"), seguido por otros dos excelentes álbumes: "Un Toque De Clase / A Touch Of Class" (1977) y "Soy La Ley" (1979, cuyo tema que da título al disco contiene uno de los más impresionantes solos de trompeta ejecutados por Víctor Paz). Sin embargo, a medida que el boom salsoso comienza a extinguirse, la carrera de El Conde también sufriría a raíz de esto, sin que esto tuviera nada que ver en lo absoluto con una merma, si es que la hubo, en su capacidad vocal. Su estilo, y el sonido de su conjunto, seguirían influenciados por el sonido de Pacheco.

·    Adalberto, finalmente grabando como solista, variaría constantemente en sus grabaciones. En su primer disco como solista, "Adalberto," donde, curiosamente, grabó todo el elenco de Los Kimbos excepto Reynaldo Jorge, Adalberto se acerca al sonido de la vieja banda de Barretto, de ahí la ausencia del trombón de Reynaldo (Barretto, de hecho, fue el productor). Para el segundo disco, "Popeye El Marino" (el que mejores ventas tuvo), regresa con el sonido de Los Kimbos... y básicamente con el mismo elenco original de Los Kimbos, el cual ya se había disuelto luego que Vilato registrara el grupo a nombre suyo (Vilato reorganiza su banda con el trompetista Pablo Domínguez, el único sobreviviente del elenco original, y nuevos integrantes, grabando dos álbumes adicionales para el sello Cotique). A este disco le sigue una reunión con Barretto, en el regreso triunfal de este último a la salsa, con el excelentísimo y experimental álbum "Rican-Struction" de 1979. Luego de esto, entrados los 80's, y con el boom salsoso ya en etapa agonizante, Adalberto va desde el formato de conjunto cubano (a lo Roberto Torres), hasta una reunión con Barretto y Celia Cruz. La única constante en todas estas grabaciones lo es precisamente la voz de Adalberto, que siempre se mantuvo en excelentes condiciones.

·    Un nuevo sello (también subsidiaria de Fania) con base de operaciones en Puerto Rico, Nuestra, se crea en 1978, ingresando en sus filas el virtuoso sonero boricua Luigi Texidor. Texidor, miembro por muchos años de la Sonora Ponceña quien luego se unió a la banda de Bobby Valentín en 1977, recibe una jugosa oferta para unirse al elenco de Fania en calidad de solista. Ofertas como esta no son fáciles de ignorar y mucho menos se dan con frecuencia, así que Luigi aceptó el reto...

 

Mientras estos cambios se daban a cabo en la rotación de cantantes con que contaba la Fania en ese entonces, el contrato con Columbia seguía en pie. Complacido con los resultados y la acogida que tuvo "Rhythm Machine" en el ambiente jazzístico, Masucci le encomienda el próximo proyecto con Columbia a Jay Chattaway. Nuevamente, los Fania Six, ahora con Johnny "Dandy" Rodríguez en las congas, eran las figuras principales. El formato para este nuevo disco era similar al de "Rhythm Machine," pero con un nuevo giro, ya que para este entonces (1978) ya Fania empezaba a perder territorio con el avance del disco fever. Por lo que, buscando responder al fuego con fuego, Masucci decide que hay que incluir temas que apelen al amante de esa nueva onda (para esto, se une al proyecto el destacado arreglista y productor Bill Eaton, uno de los personajes más cotizados y de mejor oído comercial en eso del disco fever, que, aunque popularizado mayormente por blanquitos como los Bee Gees, tenía sus raíces en el R&B afro americano que para la época gestaban grupos como los Neville Brothers y Earth, Wind & Fire). Por supuesto, tampoco querían perder a la audiencia salsera, por lo que en este disco se incluirían más temas salsosos. Como pueden apreciar, Chattaway tenía una tarea difícil, ya que se pretendía que pariera un álbum que apelara a ¡tres mercados distintos! El producto final, "Spanish Fever," fue un logro artístico, sin lugar a dudas, aunque no se puede decir lo mismo de sus ventas (o por lo menos el nivel de venta que Masucci y Columbia Records esperaban). Chattaway tan solo hizo lo que le pidieron, y lo hizo de maravillas, especialmente cuando los ejecutivos le dieron luz verde para mover cielo y tierra con tal de sacar el producto a flote. Y Chattaway no escatimó en gastos. Uniéndose al elenco de Fania (los Fania Six, Blades, Ramírez, Perico, los coristas Adalberto Santiago, Nestor Sánchez y Héctor Casanova, y ahora Ismael Miranda para el número de salsa adicional) se encontraban ahora grandes como el ícono de la trompeta Maynard Ferguson (a quien ya mencionáramos a raíz de su disco "Conquistador"), el genial sax alto (y uno de los solistas contemporáneos más influyentes en su instrumento) David Sanborn, el legendario flautista de jazz Hubert Laws, el guitarrista de música clásica Jay Berliner, el guitarrista pop Joe Caro y, nuevamente, el virtuoso Eric Gale en dos temas, mas una versión agrandada de la orquesta de estudio de CBS. Aunque el intento de matar tres pájaros de un solo tiro por algún lado tenía que fallar, el disco sigue teniendo su gracia. Los fanáticos a muerte de Maynard se sentirían a gusto con el tema que da título al disco, donde el trompetista, como es su sello personal, coquetea con la estratosfera en sus solos, mientras Berliner le daba el toque clásico y hasta tres auténticas bailarinas de flamenco (Rosa Maria Indiviglio, Marina Torres y Mari Carmen Gómez) le daban el color definitivo al tema, en cuyo coro principal participa la afamada cantante de jazz Patti Austin. La balada "Your Sereneness," con los virtuosos Laws y Sanborn a la cabeza, es otra gema musical, en la onda del "smooth jazz" (por lo menos yo personalmente puedo escucharlo sin riesgo a caer en estado comatoso, contrario a lo que ocurre con cualquier canción de Kenny G).  "Que Pasa," un reggae "salseado," es otro buen tema, con Sanborn y Gale intercambiando compases y Nicky Marrero aderezando con sabrosos cortes de timbal. En el lado salsoso de la ecuación, encontramos el imprescindible clásico "Coro Miyare," composición de Pacheco y el tema que vendió el disco, con el mejor solo de bongó jamás ejecutado por Roberto Roena (amén de su solo más famoso hasta la fecha) y el sabroso solo de Perico en la trompeta; este tema eventualmente se convierte en la canción de cierre alterna de los All-Stars en sus conciertos regulares, toda vez que también se prestaba para el destaque de la deslumbrante coreografía de Roena y Anibal Vazquez mientras el coro canta "que baile Roberto con Anibal, que siga la salsa para arriba..." [Roberto, a quien Pacheco le dedica el tema, eventualmente lo adapta para el repertorio de su Apollo Sound, tal y como lo hizo años antes con "Ponte Duro."] Las otras dos piezas salseras en este rompecabezas lo son "Sin Tu Cariño," otro mega hit co-compuesto por Blades y Ramírez (y destacándose ambos como solistas, además de Papo Lucca), y "Te Pareces A Judas," con Miranda en la parte vocal y co-arreglado por el genial Ray Coen. En cuanto al lado disco de la ecuación ("Space Machine"), no voy a emitir comentarios... En resumen, en estrictos términos musicales, el álbum fue un rotundo éxito, tomando en cuenta la ejecución de los músicos y el cuidado con que se trabajó el disco. En cuanto al hecho de pretender que el producto apelara a tres mercados harto desiguales, la maroma no solo era harto peligrosa, sino que tampoco ofrecía garantía alguna de éxito real. El fanático del disco Music no se sintió atraído a este disco, mientras que la mezcla de géneros amenazó con alejar al salsero de la mata, que no necesariamente tenía por qué entender las complejidades que marcaban a este disco extra-musicalmente. A fin de cuentas, a pesar de la excelencia artística de este disco, el mismo le dejo pérdidas en lo económico a Masucci y Fania Records.

El último disco de los All-Stars con Columbia Records también resultó ser el que peores resultados tuvo: "Cross Over." En una movida un tanto desesperada respondiendo al auge del disco music (y por ende al bajón en ventas de Fania con el fin cercano del boom salsero), Masucci contrata ahora a Vince Montana Jr., el genio detrás de la famosa Salsoul Orchestra y el "sonido Philadelphia," para gestar un álbum de doble propósito: mitad pura salsa (para deleite de los fieles fanáticos latinos), y mitad puro disco music, al estilo Philly. De nuevo, otro intento de matar dos pájaros de un solo tiro (curiosamente, al pájaro jazzístico no lo molestaron esta vez). El resultado: mixto, por decirlo diplomáticamente. El lado A del disco contiene tres de los mejores arreglos de salsa en la historia de la Fania All-Stars: "Isadora" (el sencillo principal, cantado por Celia Cruz, con un buen solo de guitarra de Gale), "Prepara" (otra propuesta de Blades, esta vez un sabroso son montuno con sendos solos de Lucca y Pacheco), y "Los Bravos," excelentísima pieza de Louie Ramírez con un soberano solo de bajo del nuevo integrante Salvador "Sal" Cuevas. [Cuevas, para ese entonces miembro de la orquesta de Willie Colón, ya era reconocido como el bajo eléctrico mejor cotizado en la escena salsera de New York. Pionero en adaptar rutinas del funk y el jazz contemporáneo en el idioma del bajo salsero, Sal es a la música latina el equivalente de Jaco Pastorius en el jazz, revolucionando la forma de tocar el bajo en su género. Además, Sal era igual de diestro en cualquiera de las variantes del bajo: el acústico o contrabajo, el eléctrico y el híbrido conocido como "baby bass," un favorito entre aquellos que prefieren la capacidad de amplificación de un bajo eléctrico sin sacrificar el afinque percusivo y tradicional de su contraparte acústica. Como complemento, a su virtuosismo se suma su poco documentada habilidad como "showman," faceta donde Cuevas era sumamente creativo: desde bailar con una fémina del público en medio de un solo hasta literalmente destruir un bajo en plena tarima. Cuevas entra a la Fania All-Stars en sustitución de Bobby Valentín, quien ahora abandonaba formalmente Fania Records para trabajar a tiempo completo en su propio sello Bronco.] El lado B fue, a pesar de las buenas intenciones, una manera lamentable de desperdiciar al "Dream team" que participó en esa sesión: Pacheco, Roena, Marrero, Lucca, Ramírez, Perico, Gale, Cuevas, Dandy, Kahn, Zarzuela, Papo Vazquez, Sam Burtis, Jimmy Frisaura, Tito Allen, Jimmy Sabater,....

El viaje a Cuba y los 80's.

1979 fue un año duro para el sello. Ya el ataque del disco music era imparable, el boom salsoso llegaba a su fin y los discos, en su mayoría, no tenían el mismo despegue ni mucho menos el mismo tiempo de vigencia en la radio. A pesar de esto, la Fania All-Stars permanecía activa como entidad, aunque hubo cambios radicales en su personal. En Marzo 3, 1979, y ya que la banda seguía bajo contrato con Columbia Records, la Fania All-Stars forma parte del contingente de músicos que viajan a Cuba para participar en el Havana Jam Festival, un intercambio musical entre Estados Unidos y Cuba organizado por la CBS y efectuado en el Teatro Karl Marx de La Habana. [Me pregunto yo, a manera de paréntesis: ¿qué demonios tiene que ver el padre del comunismo con las artes, y en específico la música?] Para ese viaje, el elenco se reduce: Celia y Justo, por razones harto obvias, desisten de hacer el viaje (Justo, de hecho, abandona a los All-Stars a raíz de esto). Cheo, por motives familiares (su hijo estudiaba en Miami, entre tantos lugares), también desiste de hacer el viaje. [Cheo eventualmente se presenta en Varadero, Cuba en 1999, grabando un disco que luego es lanzado de manera independiente, luego que Ralph Mercado se negara a lanzarlo bajo RMM.] Miranda también se ausenta. Por tanto, el equipo de cantantes que viaja a Cuba lo conforman Lavoe, Quintana, Blades, Santitos, El Conde, Adalberto, Luigi Texidor y el debutante Wilfrido Vargas. [Vargas, consagrado cantante y trompetista dominicano y uno de los iconos del merengue moderno, era uno de los artistas de la nueva subsidiaria Karen Records, con base de operaciones en Santo Domingo y entonces distribuida por Fania (ya para 1981, y al igual que Bronco Records, el sello continúa de manera independiente y, luego de un breve período difícil cuando artistas como el propio Vargas, Los Hijos Del Rey y Fernando Villalona abandonan el sello, este resurge cuando Juan Luis Guerra & 440 revolucionan el ambiente en los 90's). Vargas cambia de trompeta a trombón para este show en Cuba.]

En cuanto a los músicos, el elenco también sufre grandes cambios. Nicky Marrero y Johnny "Dandy" Rodríguez estaban de gira con Tipica'73 (quienes también visitan Cuba y graban un disco allá ese mismo año), por lo que los virtuosos Orestes Vilato y Eddie Montalvo los sustituyen respectivamente en timbales y congas. [Vilato, en su retorno a la orquesta (recuerden que Marrero lo sustituyó en el '73), no permanece mucho tiempo en ella... ni residiendo en New York tampoco, toda vez que al año siguiente desintegra sus Kimbos, se muda a San Francisco y comienza un periodo de 8 años como parte de la banda del legendario Carlos Santana (Santana interesaba los servicios de Vilato desde hacía bastante tiempo y esperó casi 5 años antes que Vilato finalmente aceptara su oferta y se mudara a la costa oeste, donde aún reside actualmente).] [Montalvo, miembro regular de la banda de Lavoe en ese entonces y anteriormente miembro fundador de Los Kimbos, se convierte eventualmente en el conguero oficial de la Fania cuando Pacheco, quien interesaba sus servicios y lo utilizaba en sus propias grabaciones con el Tumbao, le ofrece la posición ante la salida de Dandy.] Perico también sale del grupo como integrante regular, ya que ese Mismo año organiza su Orquesta de salsa en New York, una de las más innovadoras que se hayan escuchado en la historia de este género. Roena, Cuevas y Lucca permanecen irremplazables, mientras el violinista Legarreta, los trombonistas Kahn y Reynaldo Jorge y el trompetista Boulong ahora regresan de manera regular, uniéndose a ellos el trombonista Vazquez y los trompetistas Juancito Torres y Elías Lopes. [Vazquez, regular con las orquestas de Manny Oquendo (Conjunto Libre) y Willie Colón y habitual en las sesiones del legendario trombonista de jazz Slide Hampton (su mentor) y Jerry Gonzalez, se muda a Puerto Rico al año siguiente, convirtiéndose en miembro fundador de Batacumbele, grupo vanguardista que comanda otro veterano de la escena neoyorquina: Cachete Maldonado. Luego de varios años, Vazquez retorna a Nueva York, labrándose una carrera y una buena reputación en el género del jazz latino. En cuanto a Torres y Lopes, ambos provenían de la Puerto Rico All-Stars, conglomeración estelar que dirigía el propio Torres y que, en ese entonces, era la competencia directa (y explícita) de la Fania All-Stars. Torres, respetado veterano con más de 35 años de trayectoria musical, se mantendría como miembro regular de Fania desde entonces, mientras que Lopes, una de las primeras trompetas más respetadas de todos los tiempos en Puerto Rico y miembro fundador de El Gran Combo y de Roena y su Apollo Sound, regresa a Puerto Rico para seguir al frente de su propia orquesta, así como en sesiones de grabaciones como músico freelancing y como productor.]

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