También podemos encontrar plantas que no dan flores y que, por lo tanto, no darán frutos ni semillas. Ellas se reproducen de una manera diferente.
Un claro ejemplo son los los helechos. Están formados por raíz, tallo y hojas, sin embargo no tienen flor, fruto ni semillas. Los helechos producen unas esporas en el envés (parte de atrás) de la hoja. Una vez maduras, estas esporas se sueltan de la hoja y caen a tierra. Si la tierra tiene una humedad suficiente, germinarán, dando origen a un nuevo helecho.
Semillas y esporas cumplen la función de dar origen a una nueva plántula. Es decir, dan vida a una nueva generación de plantas.
Toda planta requiere de elementos básicos para su desarrollo. Estos elementos son la luz, el agua, el aire y las sales minerales, que el vegetal encuentra en su entorno.
Teniendo las condiciones mínimas, la planta formará las semillas o las esporas. El viento o los animales, se encargarán de llevarlos a tierras fértiles, reiniciando así el ciclo de la vida, con la formación de una nueva planta.
Cada año, este ciclo de reproducción se repite de manera inalterable. Sólo se alterará si cambian las condiciones del entorno.
Así, si a una planta de zona húmeda le cambiamos el clima, haciéndolo más seco, esta planta se adaptará al cambio o morirá por no tener la capacidad de adaptarse a las nuevas condiciones climáticas.
Recuerda: es importantísimo no alterar el entorno natural, para que puedan desarrollarse en él todos los seres vivos.
Sabías que algunas plantas no necesitan formar la semilla para germinar. Utilizan parte de su estructura o cuerpo para ello, como las hojas, trozos de tallo, raíces o bulbos.
Muchas veces, el hombre no espera que aparezca la semilla para realizar la siembra. Aprovecha trozos de la misma planta que desea cosechar. Por ejemplo: trozos de la caña de azúcar, de papas, de cebollas, etcétera.
El hombre ha hecho injertos con el fin de mejorar la calidad del fruto. Es por eso que existen frutos en cuyo interior no encontramos semillas. Un caso muy conocido es la uva sin pepas, llamada dedo de dama.
Hay muchas semillas que cuentan con estructuras especiales para ser transportadas por el viento. Por ejemplo: el diente de león, que tiene una especie de pelitos, que usa también como paracaídas.