Megaespectáculos con reglas propias
En los mas diversos ambitos deportivos la irrupcion del profesionalismo, organizado a traves de poderosos grupos empresarios se ha consolidado en las ultimas
decadas como un componente fundamental de la industria del entretenimiento. La posibilidad de llegar a vastas audiencias especialmente a traves de la television
viene permitiendo montar espectaculares eventos deportivos gracias a la publicidad.
El boxeo, el futbol, el basquet y el automovilismo y mas recientemente el rugby por citar solo a algunas de las disciplinas mas populares han sucumbido a esta tentacion que exije como contrapartida aceptar sus propias reglas de juego.
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Criticas a la escudería Ferrari por maniobras antideportivas
(14/05/02)
Las carreras de la F-1, uno de los mayores megaespectáculos de la
actualidad que atraen a millones de personas en todo el mundo a través de las
emisiones satelitales de la televisión puestas a prueba en su integridad
deportiva debido a los intereses publicitarios.
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Joseph Blatter, presidente de la FIFA acusado
por sus pares ante la justicia
:(10/05/02)
La compra de votos aspirando a una inminente reeleccion es uno de los
cargos. La escandalosa situacion se produce en visperas del inicio de
la Copa del Mundo de Futbol de 2002 mostrando los sordidos entretelones de millonarios intereses que se escudan tras este deporte.
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La corrupción y el delito ensucian la aristocrática imagen del cricket
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(23/05/01)
La imagen elegante y aristocrática del cricket, uno de los deportes con más
arraigo en el Reino Unido y los países de tradición británica, quedó
seriamente deteriorada al divulgarse un esperado informe que vincula este juego con corrupciones, secuestros y hasta homicidios.
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Conflictos por el control del negocio-espectáculo
Un nuevo tipo de corporaciones ha surgido de esta amalgama de intereses integradas por las tradicionales asociaciones deportivas a cuya sombra crecieron y se difundieron estas disciplinas, los grupos empresarios que finalmente han logrado apropiarse del control de ellas, los representantes de los profesionales, los medios de difusion y las empresas publicitarias que posibilitan el financiamento de estos megaespectaculos.
La puja por el manejo de estos negocios no ha sido menor llegando a producirse por caso en el ambito del boxeo serios conflictos por el contralor de la actividad que derivaron en torneos paralelos. El automovilismo internacional, un deporte sui generis, ha tenido tambien los suyos debido a conflictos de intereses entre la federacion mundial y las asociaciones de constructores cuyas mas rispidas instancias las dirimieron oportunamente Jean Marie Balestre y Bernie Eclestonne. El futbol un espectaculo de mayor envergadura ha sufrido, hasta ahora, en menor medida estos conflictos, por tradicion y porque los montos de dinero en juego lo desaconsejan. En este caldero de intereses, un caso paradigmatico por su repercusion en las masas, tambien suelen abrevar hasta funcionarios y dirigentes politicos con inquietudes patrioticas necesitados de logros.
Manipulación de resultados y otros fraudes
La ciudadosa planificacion de las inversiones requeridas para solventar la organizacion de los torneos y satisfacer las pretensiones de sus participantes
vienen dejando un estrecho margen para los imprevistos a la hora de las definiciones deportivas. No es atrevido dar por hecho que la solapada manipulacion de los resultados resulta muchas veces una exigencia del mayor orden para garantizar la adhesion de las audiencias y asegurarse los máximos beneficios. En los ultimos años de la reiteracion de estas situaciones cada vez mas escandalosas no han podido sustraerse ni siquiera los deportes olimpicos. A las acusaciones de sobornos, incentivacion, fraudes reglamentarios y compra de votos como una previsible cascada de iniquidades viene sucediendose un aumento de la violencia dentro y fuera de los escenarios deportivos lo que probablemente no es ajeno a esta problematica.
Irrupción también de prácticas mafiosas
La incoporacion al circuito de estos negocios deportivos de dinero ilicto como fuente de financiamiento y la existencia de practicas de apuestas clandestinas son otros peligrosos contaminantes, no es sorprendente que en estas circunstancias las mas o menos sordidas pujas de intereses hayan llevado a la irrupcion también de practicas mafiosas.
El publico en general todavía en alguna medida incredulo del alcance de la realidad y el alcance de estas manipulaciones, las cuales solo ocasionalmente se filtran desde algunos medios, viene siendo alternativamente entretenido y estafado olvidandose que ademas de haber perdido lo esencial del deporte es a traves de un nada despreciable porcemtaje de los costos de los productos y servicios que consume de las empresas auspiciantes con que se financian estos espectaculos.
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