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Lola Rodríguez de TióPoeta
Una vida dedicada
a la patria
LOLA RODRÍGUEZ
DE TIÓ
nació en San Germán, en septiembre de 1843. Cursó estudios
primarios en su pueblo natal, mudándose luego a Mayagüez.
Comenzó a escribir desde muy joven, virtiendo en sus escritos
su inmenso amor por la patria libre y soberana.
El escritor José Luis González la llama "la figura femenina de
mayor prestancia en la lírica puertorriqueña".
Contrajo matrimonio con el también periodista y
literato Bonocio Tió Segarra. Fue pionera como defensora de
los derechos de la mujer. No descansaba en denunciar el
gobierno despótico colonial en la Isla y propagar los ideales
revolucionarios, por lo que fue perseguida durante toda su
vida por las autoridades policiacas.
Colaboró activamente en el excarcelamiento de autonomistas
presos en celdas del castillo El Morro y el fuerte San
Cristóbal, durante el régimen de los compontes.
En 1887, fue desterrada a Caracas junto a su esposo, y
a La Habana en el mismo año. En la capital cubana, se
identificó militantemente con el ideal martiano. Esto la llevó
de nuevo a su expulsión, ésta vez a la ciudad de Nueva York,
en 1892. Mas, tan pronto llegó, ingresó al Partido
Revolucionario Cubano que buscaba la libertad de Cuba y Puerto
Rico.
Sus versos, indica el profesor Efraín Barradas, - antillanos,
cultos y populares - superan los entonces vicios del
romanticismo y, al final de su vida, leabre el camino al
modernismo reformador.
Entre sus poemas más conocidos, se encuentran "Cantares",
"Mi ofrenda", "Adiós a mi casita", "A mi esposo ausente",
"Canto a Puerto Rico" y "Madrigal". Publicó Mis cantares
(1876); Claros y nieblas (1885); A mi patria en la muerte de
Corchado (1885), y Nochebuena (1887).
Cuba fue su segunda patria, y a la hermana antillana le dedicó
el libro "Mi libro de Cuba" en 1893, y el conocido "A Cuba",
que dice:
...Cuba y Puerto Rico son
de un pájaro las dos alas,
reciben flores o balas
sobre un mismo corazón...
*
Lea al final de esta página el poema completo.
|
En
1899 se radicó en Cuba, siendo allí miembro de la "Academia de
Artes y Letras", y de la "Sociedad de Escritores y Artistas".
Ejerció en La Habana como Inspectora de Enseñanza Privada. En
dicha ciudad caribeña falleció el 10 de noviembre de 1924.
El Instituto de Cultura Puertorriqueña publicó en décadas
pasadas sus "Obras Completas".
Doña Lola Rodríguez es muy recordada en cada actividad
política independentista, particularmente en la conmemoración
del
Grito de Lares,
cuando se canta el himno revolucionario que escribió doña Lola
para la danza La borinqueña.
LA BORINQUEÑA
¡Despierta, borinqueño
que han dado la señal!
¡Despierta de ese sueño
que es hora de luchar!
A ese llamar patriótico
¿no arde tu corazón?
¡Ven! Nos será simpático
el ruido del cañón.
Mira, ya el cubano
libre será,
le dará el machete
su libertad...
le dará el machete
su libertad.
Ya el tambor guerrero
dice en su son,
que es la manigua el sitio,
el sitio de la reunión,
de la reunión...
de la reunión.
El Grito de Lares
se ha de repetir,
y entonces sabremos
vencer o morir.
Bellísima Borinquen,
a Cuba hay que seguir,
tú tienes bravos hijos
que quieren combatir.
Ya por más tiempo impávidos
no podemos estar,
ya no queremos, tímidos
dejarnos subyugar.
(sigue arriba, en la segunda columna) |
|
(continuación
de la primera columna)
Nosotros
queremos
ser libres ya,
y nuestro machete
afilado está...
y nuestro machete
afilado está.
¿Por qué entonces, nosotros
hemos de estar,
tan dormidos y sordos
y sordos a esa señal?
a esa señal, a esa señal?
No hay que temer, riqueños
al ruido del cañón
que salvar a la patria
¡es deber del corazón!
Ya no queremos déspotas,
caiga el tirano ya,
las mujeres indómitas
también sabrán luchar.
Nosotros queremos
la libertad,
y nuestros machetes
nos la dará....
y nuestros machetes
nos la dará...
Vámonos, borinqueños,
vámonos ya,
que nos espera ansiosa,
ansiosa la libertad.
¡La libertad, la libertad!
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A CUBA
Cuba, Cuba, a tu ribera
Llego triste y desolada,
¡Al dejar la patria
amada
Donde vi la luz primera!
Sacude el ala ligera
La radiante inspiración,
Responde mi corazón
En nobles afectos
rico,
¡La hija de Puerto
Rico
Lanza al viento su
canción!
Mas las nieblas del
olvido
No han de empañar
los reflejos
Del hogar que miro
lejos
¡Tras de los mares
perdido!...
Si ausente lloro
mi nido,
Otro aquí vengo a
formar,
Y ya no podré olvidar
Que el alma llena
de anhelo,
Encuentra bajo este
cielo
¡Aire y luz para
cantar!
¿Cómo no darme calor
La hermosa tierra
de Tula,
Donde el horizonte
azula
Y da a los campos
color?
¿Cómo no encontrar
amor,
Para colmar el poeta
Las ansias de su
alma inquieta,
Aquí, donde esplende
el arte
Y en abundancia reparte
Las tintas de su
paleta?
¡Noble pléyade cubana
Que entre sombras
centellea!
¡Dulce musa de Zenea,
Flor que se agotó
temprana!
Tras de la estela
lejana
Mi inspiración adivina,
La figura de Cortina
Que con acento vibrante,
Dice a la patria:
¡adelante!
No te detengas; ¡camina!...
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Yo no me siento extranjera:
Bajo este cielo cubano
Cada ser es un hermano
Que en mi corazón
impera.
Si el cariño por
do quiera
Voy encontrando a
mi paso,
¿Puedo imaginar acaso
Que el sol no me
dé en ofrenda,
Un rayo de luz que
encienda
Los celajes de mi
ocaso?
¡Vuestros dioses
tutelares
Han de ser también
los míos!
Vuestras palmas,
vuestros ríos
Repartirán mis cantares...
Culto rindo a estos
hogares
Donde ni estorba
ni aterra
El duro brazo que
cierra
Del hombre los horizontes...
¡Yo cantaré en estos
montes
Como cantaba en mi
tierra!
Cuba y Puerto Rico
son
De un pájaro las
dos alas,
Reciben flores o
balas
Sobre el mismo corazón...
¡Qué mucho si en
la ilusión
Que mil tintes arrebola
Sueña la musa de
Lola
Con ferviente fantasía,
¡De esta tierra y
de la mía
Hacer una patria
sola!
Le basta al ave una
rama
Para formar blando
lecho;
Bajo su rústico techo
¡Es dichosa porque
ama!
Todo el que en amor
se inflama
Calma en breve su
hondo anhelo;
Y yo plegando mi
vuelo,
Como el ave en la
enramada,
Canto feliz, Cuba
amada,
¡Tu mar, tu campo
y tu cielo! |
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L a G r a n E n c ic l o
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