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Salón Hogar
L a G r a n E n c i c l o p e d
i a I l u s t r a d a d e l P r o y e c t o S a l ó n H o
g a r
SOMOS GUARACHEROS
La Guaracha
PUERTO
RICO ES UN PAIS GUARACHERO
De
acuerdo al acucioso investigador Natalio Galán, el
nombre "Guaracha" significa "Bailador" en lengua Guanche
de Islas Canarias.
Según Alejo Carpentier, la guaracha o
guabina nació del tango andalúz, que ya se cantaba desde
antes del siglo XIX; fue evolucionando hasta convertirse
en una música alegre con letra picaresca, y se tocaba
con guitarra
La
guaracha boricua entra por la música campesina que se
toca desde los 1840's en Puerto Rico.
Guaracha
de "Don Felo" Felipe R. Goyco,
de
principios del siglo 20
El Gran
Combo se destaca por sus Guarachas
La Guaracha es un
baile derivado de la Seguidilla de ejecucion rápida
y de ritmo parecido al zapateado. El puertorriqueño
Manuel Alonso, en su libro el Gibaro (1849) le llama a
este baile y estilo musical "Sonduro".
La
Guaracha ha sido, tradicionalmente, uno de los ritmos bailables de
más popularidad y aceptación en Puerto Rico, debido al carácter alegre y pícaro
de sus letras y del baile. El mismo combina aspectos de las danzas de origen
africano que proliferaron predominantemente en las costas puertorriqueñas, así
como características de los bailes españoles. Además de Puerto Rico, la guaracha
recorre todo el continente americano ocupado por los españoles en las costas del
caribe y mar de las antillas, no se concentra en un lugar en particular.
Los orígenes de la guaracha se remontan a España, donde era un baile zapateado
que se bailaba por una sola persona en el
Teatro bufo durante el siglo XIX, a Puerto Rico llegaban muchas
compañías Andaluzas de bufos que viajaban por los puertos del Caribe. Estas trajeron consigo la guaracha,
siendo las mismas, canciones picarescas que se cantaban entre actos teatrales
para entretener al público, el persomaje caricaturesco de estas obras solia ser
el negrito criollo. Posteriormente, la guaracha en Puerto Rico adquirió
su propio estilo, y llegó a formar parte de otras costumbres puertorriqueñas,
tales como los rosarios cantaos, elBaquiné la música navideña y los cantos infantiles.
Imagen de una guaracha de mediados de el siglo 19, cuadro del pintor
puertorriqueño
Francisco Oller, El Velorio.
"Las compañías
españolas de bufos provenientes del Caribe, contaban con un muy variado y extenso
repertorio de guarachas... Además el autor de
esas guarachas forma parte de la compañía, y
claro es que con un poco de ingenio podía
improvisar situaciones de cada país visitado,
tomando las situaciones politicas o sociales
como referencias, era un periodico cantado.
"No se trata,
—dice Rine Leal— de música importada en la obra
debido a su gracejo popular, sino compuesta
especialmente y creada por el autor de la pieza
o por miembros de la compañía que trabajaban en
un verdadero equipo" Desde luego, el autor
vertía sus criterios, su mundo subjetivo, decía
las cosas "como él pensaba que pensaba el
negro", sin importarle a veces la realidad
pensante, los sentimientos ni la vida real de
aquel personaje que él caricaturizaba. En Puerto
Rico, la agrupación 'Los Rayos Gamma' son un
ejemplo de la picaresca satira estitlo teatro
Bufo y llevan su mensaje de critica
politico-social cantado en guarachas.
La Guaracha era
una forma de satira politica (como un periódico
cantado) del siglo 19 (aqui un ejemplo) de como
empezó la Guaracha.
La melodía de la guaracha sigue las características de la música popular. Sus
frases son cortas y las notas, breves. Las unidades musicales son de cuatro u
ocho compases y su armonía se limita principalmente a acordes fundamentales, es
decir, tónica, dominante y subdominante, pero no como en el
Seis, el cual repite un mismo patrón constantemente.
La letra de la guaracha no se ciñe a una sola forma poética, es decir, hay
diversidad en la métrica. Por lo general, se canta con un solista o dúo
acompañado de un coro con el cual dialoga. En cuanto a la instrumentación, el
güiro lleva el ritmo y la guitarra y el cuatro son el acompañamiento. En la
actualidad, también se utilizan otros instrumentos como los palitos, las
maracas, el cencerro y la trompeta.
La guaracha es un ritmo esencialmente bailable, pero también se considera música
de parranda navideña, así como música popular de conciertos. Varios de los
ritmos populares de la actualidad heredan características de la guaracha, como,
por ejemplo, la salsa y la rumba.
En el siglo XIX, tanto Juan Ríos Ovalle como Juan Morel Campos incorporaron la
guaracha en sus danzas, danzones y zarzuelas. Durante el siglo XX, el ritmo fue
cultivado entre otros, por Rafael Hernández, Bobby Capó y Pedro Flores, Tite
Curet Alonso, Rafael Cortijo, Ismael Rivera, El Gran Combo, asi como la gran
mayoria de nuestras orquestas de Salsa.
Sobre la Guaracha en Cuba
Los
Compadres Guaracha de Cuba
Guaracha Jibara puertorriqueña, casi lo mismo que la
anterior
Las
compañias españolas del teatro Bufo llegaban primero a
Cuba, luego de su transito
por otros puertos del Caribe y antes de regresar a España, pasaban por Puerto
Rico, trayendo consigo una serie de experiencias que
habian vivido y recogido de su paso por las Antillas y
pueblos de origen hispánico español.
Quizás nos ayude técnicamente la
afirmación que hizo Eduardo 'Tiburón'
Morales, vocalista y fundador de la famosa orquesta
cubana Son 14, al periodista venezolano Jesús M. Corral, en una entrevista
efectuada en mayo, 2000 y titulada "Son 14: Cuba no tiene
como pagarle a Puerto Rico", de que la guaracha "casi
siempre es un coro que llena el compás, sin síncopa pensante como el son.
Al convertirse
en Son, la guaracha dejó para muy pocos
conjuntos su uso como canción. Hubo autores que
componían casi exclusivamente este género, como
Ñico Saquito (Antonio Fernández, Santiago de
Cuba, l902-8l), siendo su obra más famosa
Cuidadito Compay Gallo (l930), que popularizó el
Trío Matamoros. Otros fueron Bienvenido Julián
Gutiérrez (1900-66) (Azúcar pa un amargao,
Sensemayá, El diablo tun tun); Sergio Siaba (El
cuarto de Tula), Marcelino Guerra (Pare, cochero).
La guaracha se
diluyó en muchos géneros actuales. El Son, el Chachachá,
Mambo y toda una serie de variantes siguen
haciendo uso del humor criollo cubano después de
doscientos años. Se ejecuta por orquestas
charangas en forma de chachachá: la Orquesta
Aragón con Pare cochero; la orquesta de Neno
González, con El diablo tun tun; y por último
una de las más significativas, ejecutada por un
conjunto con elementos sonoros electroacústicos,
y de la mayor actualidad, la orquesta de Juan
Formell, interpreta una titulada; Por encima
del nivel, que utiliza el calificativo más
usado en el siglo XIX y que aún conserva
vigencia para aquel sentido de gracia criolla
que se le atribuyó a la mulata: sandunguera.