Características
de las radiaciones UV
Llamamos radiaciones ultravioleta (UV) al conjunto de radiaciones del
espectro electromagnético con longitudes de onda menores que la
radiación visible (luz), desde los 400 hasta los 150 nm.
Se suelen diferenciar tres bandas de radiación UV: UV-A, UV-B
y UV-C.
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UV-A.- Banda de los 320 a los 400 nm. Es la más cercana al espectro
visible y no es absorbida por el ozono.
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UV-B.- Banda de los 280 a los 320 nm. Es absorbida casi totalmente por
el ozono, aunque algunos rayos de este tipo llegan a la superficie de la
Tierra. Es un tipo de radiación dañina, especialmente para
el ADN. Provoca melanoma y otros tipos de cáncer de piel. También
puede estar relacionada, aunque esto no es tan seguro, con daños
en algunos materiales, cosechas y formas de vida marinas.
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UV-C.- Banda de las radiaciones UV menores de 280 nm.. Este tipo de radiación
es extremádamente peligroso, pero es absorbido completamente por
el ozono y el oxígeno.
Radiación
que llega a la superficie
El oxígeno y el ozono estratosféricos absorben entre el
97 y el 99% de la radiaciones UV de entre 150 y 300 nm, procedentes del
sol.
La cantidad de radiación UV-B recibida en la superficie depende
mucho de la latitud y la altura sobre el nivel del mar del lugar. Cerca
de las zonas polares el sol está siempre bajo en el horizonte y
los rayos solares atraviesan capas más espesas de atmósfera
por lo que la exposición a UV-B es, de media, unas mil veces menor
en las zonas polares que en el ecuador. También influye la cubierta
de nubes que protege más cuanto más gruesa es y la proximidad
a las zonas industriales porque la contaminación con ozono troposférico
típica del smog fotoquímico filtra estas radiaciones.
Efectos
para la salud y los seres vivos de las radiaciones UV-B
Daños genéticos.- La radiación UV-B interfiere
con los enlaces del ADN dañando la molécula. Muchos de estos
errores son reparados por los sistemas enzimáticos de la célula
pero algunas mutaciones perviven y pueden producir cánceres, especialmente
de piel. El 90% de los cánceres de piel se atribuyen a los rayos
UV-B y se supone que una disminución en la capa de ozono de un 1%
podría incidir en aumentos de un 4 a un 6% de distintos tipos de
cáncer de piel, aunque esto no está tan claro en el más
maligno de todos: el melanoma, cuya relación con exposiciones cortas
pero intensas a los rayos UV parece notoria, aunque poco comprendida y
puede llegar a manifestarse hasta ¡20 años después
de la sobreexposición al sol!.
Daños en los ojos.- La exposición a dosis altas de rayos
UV puede dañar los ojos, especialmente la córnea que absorbe
muy fácil estas radiaciones. A veces se producen cegueras temporales
y la exposición crónica se asocia con mayor facilidad de
desarrollar cataratas.
Daños a la vida marina.- Una de las mayores preocupaciones derivadas
de la formación del agujero de ozono de la Antártida ha sido
ver la influencia en el plancton marino del incremento de rayos UV en los
mares de la zona. Los organismos del plancton se concentran en la capa
de unos 2 metros próxima a la superficie oceánica y son fundamentales
en la cadena trófica. Algunos estudios han encontrado descensos
en su productividad de entre el 6 y el 12% en las 10 a 12 semanas que coinciden
con el agujero de ozono, lo que supone un descenso medio del 2 o 4%, cantidad
detectable, aunque no catastrófica todavía. |