Libro electrónico
CIENCIAS DE LA TIERRA Y DEL MEDIO AMBIENTE
Tema9: Productos químicos >> Metales tóxicos
Página anterior
Subir al comienzo de la página Página siguiente Glosario Índice general Autoevaluación Bibliografía Enlaces de interés
Búsqueda
Información
.
.
Metales tóxicos
 
Contenido de la página:
Metales tóxicos

Metales tan conocidos y utilizados como el plomo, mercurio, cadmio, niquel, vanadio, cromo, cobre, aluminio, arsénico o plata, etc., son sustancias tóxicas si están en concentraciones altas. Especialmente tóxicos son sus iones y compuestos.

Muchos de estos elementos son micronutrientes necesarios para la vida de los seres vivos y deben ser absorbidos por las raíces de las plantas o formar parte de la dieta de los animales. Pero cuando por motivos naturales o por la acción del hombre se acumulan en los suelos, las aguas o los seres vivos en concentraciones altas se convierten en tóxicos peligrosos. 

La industrialización ha extendido este tipo de polución ambiental. Por ejemplo en los países más desarrollados la contaminación con el plomo procedente de los tubos de escape de los vehículos ha sido un importante problema, aunque desde hace unos años se está corrigiendo con el uso de gasolinas sin plomo. También la contaminación en los alrededores de las grandes industrias metalúrgicas y siderúrgicas puede alcanzar niveles muy altos y desechos tan frecuentes como algunos tipos de pilas pueden dejar en el ambiente cantidades dañinas de metales tóxicos, si no se recogen y tratan adecuadamente.Subir al comienzo de la página

Intoxicación por plomo

 La intoxicación con plomo causa daños en el cerebro y algunos historiadores han especulado con la posibilidad de que el debilitamiento del Imperio Romano hubiera podido estar relacionado, al menos en parte, con una disminución en la capacidad mental de las clases dirigentes romanas, provocado por una intoxicación con plomo. Los romanos guardaban el vino en recipientes con plomo y la acidez de esta bebida hacía que algo del plomo se disolviera y fuera ingerido por las personas cuando tomaban el vino. 

Ya en épocas más actuales y con datos más firmes, un Informe para el Congreso de los Estados Unidos, en 1988, identificaba la exposición al plomo como un importante problema de salud pública, especialmente para los niños. Según este informe, en un país desarrollado, el plomo que afecta a las personas procede, principalmente, de las pinturas que contienen compuestos de plomo, de la gasolina, de las estaciones de servicio, del polvo del suelo, de los alimento y del agua. Los niños todavía no nacidos y hasta la edad de preescolar son los que más vulnerables a estas intoxicaciones porque durante el desarrollo embrionario se está formando el sistema nervioso y es la época en que puede ser más afectado, porque los niños pequeños juegan y chupan objetos sucios y porque sus sistemas digestivos absorben con mayor facilidad los metales tóxicos.Subir al comienzo de la página

Intoxicaciones por mercurio

En el siglo XIX era frecuente que los trabajadores de la industria textil de fabricación de sombreros sufriera enfermedades neurológicas. Da una idea de la extensión de este problema el que se solía decir: "Loco como un sombrerero". Estas enfermedades se producían porque se usaban compuestos con mercurio para la fabricación de los sombreros.

En épocas más recientes, en la década de 1960, cientos de habitantes de Irak, Irán, India y Pakistán, murieron intoxicados por haber comido semillas de cereal que habían sido tratadas con un fungicida que contenía compuestos de mercurio. Las semillas tratadas con ese veneno se repartían a los agricultores para que las sembraran, no para que las comieran, y el fungicida las protegía de su destrucción por los hongos. Esto estaba claramente explicado en las etiquetas de los paquetes de semillas, pero muchos de esos campesinos, con muy escasa formación, no entendieron claramente las repercusiones que podía tener el ingerir las semillas y se intoxicaron.

Otra importante intoxicación con mercurio fue la de la Bahía de Minamata, en Japón. Una fábrica de productos químicos había estado vertiendo compuestos de mercurio de baja toxicidad a la bahía durante varios años (!932 a 1968). La actividad de los microorganismos anaeróbicos de los sedimentos convirtió esos vertidos en metilmercurio que es un compuesto muy tóxico y que se va acumulando en la cadena trófica. Los peces acumularon dosis altas de metilmercurio y cientos de personas de la población próxima, que se alimentaban principalmente de la pesca, sufrieron la que se suele llamar enfermedad de Minamata que causa importantes daños en el sistema nervioso y lleva a la muerte a casi la tercera parte de los pacientes. Subir al comienzo de la página

Procedencia de la contaminación con metales tóxicos

Contaminación natural

Algunos elementos químicos, como el cadmio, cromo, cobalto, cobre, plomo, mercurio, níquel, plata y uranio, se encuentran repartidos en pequeñas cantidades por todas partes. Todos estos elementos son potencialmente tóxicos y pueden dañar a los seres vivos en concentraciones tan pequeñas como de 1 ppm. Además de ser elementos que se encuentran en la composición normal de rocas y minerales, pueden ser especialmente abundantes como resultado de erupciones volcánicas, o por fuentes de aguas termales. Algunos compuestos de estos metales pueden sufrir acumulación en la cadena trófica, lo que origina que a pesar de encontrarse en dosis muy bajas en el ambiente, pueden llegar a concentrarse en plantas o animales, hasta llegar a provocar daños en la salud.

Otros elementos, especialmente aluminio y hierro son muy abundantes en las rocas y en el suelo, y también pueden ser tóxicos, pero afortunadamente se encuentran en formas químicas no solubles y es muy difícil que los seres vivos los asimilen.Subir al comienzo de la página

Contaminación artificial

La agricultura usaba algunos pesticidas inorgánicos como arseniatos de Pb y Ca, sulfato de Cr, etc, que eran muy tóxicos. Se han usado hasta hace no mucho tiempo, especialmente en las plagas forestales. Ahora ya no se usan, pero como son muy persistentes en el ambiente, sigue habiendo lugares con concentraciones altas de estos productos Algo similar sucedió con el uso de alquilmercuriales para recubrir semillas que desde 1960 están prohibidos.

El uso de los lodos de depuradoras como abonos es, en principio, una buena idea que permite aprovechar los desechos de las plantas porque contienen una elevada cantidad de materia orgánica, magnífico nutriente para las plantas. Pero si el agua que llega a la depuradora no es solo urbana, sino que viene también de instalaciones industriales, es muy frecuente que contenga metales tóxicos que quedan en los lodos e intoxican las plantas y el suelo si se usan como abonos. 

 Los vertederos de minas y las industrias metalúrgicas son otra fuente de contaminación con metales muy importante en las zonas en las que están situadas. En los vertederos se suele producir lixivación cuando el agua de lluvia disuelve y arrastra las sustancias tóxicas y las transporta por los ríos o contamina las aguas subterráneas.

Los automóviles contaminan, especialmente en la franja de unas decenas de metros más cercanas a las carreteras y en las ciudades. La contaminación con plomo ha disminuido desde que se ha sustituido el tetraetileno de plomo por otras sustancias antidetonantes en las llamadas gasolinas sin plomo, aunque algo de plomo siguen conteniendo. Otro metal procedente de los automóviles es el cins que es un componente de los neumáticos.Subir al comienzo de la página
 

Los metales pesados de Aznalcóllar amenazan Doñana
 
 El 25 de abril de 1998 la rotura de una presa que contenía cinco millones de metros cúbicos de agua ácida y cargada de metales pesados de las minas de Aznalcóllar (Sevilla) provocó un desastre ecológico de gran magnitud en las cercanías del mítico Parque Nacional de Doñana. 

Todo comenzó cuando se rompió el muro de contención de la balsa en la que la empresa minera sueca Boliden Apirsa vierte los residuos de la explotación de pirita de la mina. Una gran masa de aguas ácidas y lodo negro bajó por el río Guadiamar, afluente del Guadalquivir. La gran acidez del agua (pH 2) fue dejando sin vida todo lo que encontraba a su paso y fueron retirados toneladas de peces y otros organismos muertos para evitar la contaminación de las aves y otros animales que se hubieran podido alimentar de ellos.

Aunque la riada se logró desviar hacia el Guadalquivir evitando que los lodos tóxicos entraran al interior del Parque, la preocupación sobre los efectos a medio y largo plazo continúa. El plomo, cobre, zinc, cadmio, arsénico y otros metales que han quedado depositados en la zona son el mayor riesgo. Las labores de limpieza intentan retirar todos estos lodos tóxicos pero esa es una tarea difícil y de inciertos resultados. Como decía una ecologista: «Los metales pesados no arden, no explotan, no hacen ruido, son la muerte silenciosa. Se infiltran en los acuíferos, son muy tóxicos y se van acumulando en el organismo. Además, se transmiten por la cadena trófica, de presas a depredadores».

Subir al comienzo de la página

Tema9: Productos químicos >> Metales tóxicos
Página anterior
Subir al comienzo de la página Página siguiente Glosario Índice general Autoevaluación Bibliografía Enlaces de interés
Búsqueda
Información