Introducción
Los 10 kilómetros de espesor aproximado de la
troposfera son una fina capa añadida a los algo más de 6000
kilómetros de radio de la Tierra. Y, sin embargo, en esa tenue parte
de la atmósfera se concentra la mayor parte del aire y ahí
suceden los fenómenos climáticos que tanta trascendencia
tienen para la vida en nuestro planeta.
La hidrosfera es, junto con la atmósfera, el otro
medio por excelencia de la vida. La vida surgió en las aguas y multitud
de especies viven en los distintos hábitats acuáticos. Además,
indirectamente, las grandes masas de agua influyen en fenómenos
como la lluvia, vientos, corrientes marinas, distribución del calor
en el planeta, etc., que son decisivos para la biosfera.
|
Contenido de la página:
|
Páginas dependientes:
|
Atmósfera y vida
La vida depende de la atmósfera. El oxígeno,
el dióxido de carbono, la humedad atmosférica, son imprescindibles
para el desarrollo de los organismos. Pero sin olvidar que la atmósfera
que conocemos en la Tierra ha sido, a su vez, construida en gran parte
con la actividad de los seres vivos. Si no fuera por la fotosíntesis
no habría oxígeno; y el equilibrio actual de gases como el
oxígeno, dióxido de carbono y vapor de agua dependen estrechamente
de los seres vivos, de su respiración , de la fotosíntesis
y de la transpiración.
Otro componente atmosférico de gran trascendencia
es el ozono. No se encuentra en la troposfera sino en la estratosfera y
es vital para detener las mortales radiaciones ultravioletas. Es muy probable
que hasta que no hubieron pasado los años suficientes para que esta
capa de ozono se formara, la vida en la superficie, fuera del agua, hubiera
estado totalmente impedida por la llegada sin freno de las letales radiaciones.
Hidrosfera y vida
Llamamos a la Tierra el planeta azul porque este es el
color que tiene vista desde el espacio. Lo que le da esta coloración
son las grandes masas de agua que ocupan las tres cuartas partes de su
superficie.
Es sorprendente comprobar de que forma se adaptan a la
vida las propiedades de la molécula de agua. Pequeños cambios
en algunos detalles de su calor específico, o de su densidad según
las temperaturas, harían imposible la vida en nuestro planeta, al
menos tal como la conocemos. Gran parte de estas propiedades tan características
se deben a la polaridad de su molécula, como estudiamos en este
capítulo.
La variedad de formas en las que encontramos el agua también
es digna de resaltar. Vapor en la atmósfera, hielo, aguas dulces
o de diferentes grados de salinidad son diferentes manifestaciones de la
misma sustancia que han intervenido e intervienen como protagonistas en
la historia de nuestro planeta. |