|
Claude Monet (Claude Oscar Monet, 1840-1926) Pintor francés, nacido en París y fallecido en Giverny (Eure), jefe del movimiento impresionista de rebeldía contra la tradición académica de los siglos XVII y XIX. Hijo de un corredor de buques, pasó su infancia en el puerto de El Havre. Empezó a interesarse por el arte a edad temprana y, cuando a los 15 años expuso unos esbozos en un almacén de El Havre, atrajo la atención del artista Eugène Boudin. Éste se ofreció a enseñarle, y maestro y discípulo pintaron juntos en los muelles de El Havre. En 1856 expuso su primer cuadro en Ruán. Este éxito afirmó su resolución de dedicarse a la pintura a pesar de la oposición paterna. Después de servir durante dos años con un regimiento en Argelia, se trasladó a París para estudiar en la academia de Gleyre, donde conoció a Renoir, Sisley y Bazille, que habían de ser sus amigos y compañeros de impresionismo durante toda su vida. Monet había estado investigando nuevas técnicas pictóricas, pero sólo cuando vio el famoso Déjeuner sur l'herbe de Manet se afilió a la escuela que más tarde había de conocerse con el nombre de impresionismo. Sus amigos, entre los que se contaban también Cézanne y Pissarro, quedaron igualmente impresionados ante los tonos claros y la técnica vital de Manet y constituyeron el núcleo de un grupo que luchó contra el tradicionalismo de los círculos artísticos parisinos. En 1865 el Salón aceptó dos cuadros de Monet, tradicionales en estilo. En esta época empezó a pintar del natural y tomó cuerpo su fascinación por las cualidades efímeras de la luz y el aire. El primero de sus cuadros en que aflora la delicadeza que había de informar su obra posterior fue Mujeres en el jardín, rechazado por el Salón en 1867. Esta obra, expuesta en una galería privada, llamó la atención de Manet, que hizo por conocer al joven pintor. La amistad de estos dos grandes artistas había de durar toda su vida. El Café Guerbois fue el centro del grupo impresionista, donde se reunían y charlaban Monet, Manet, Renoir, Cézanne, Pissarro y otros. Cuando Prusia atacó a Francia, el grupo se dispersó y Monet vivió algún tiempo en Holanda, aunque después se trasladó a Inglaterra. En este país sufrió la influencia de Turner y, a partir de esa época, pintó paisajes casi exclusivamente. Al volver a París, el grupo impresionista se reunió de nuevo e hizo una exposición de sus obras. Esta exposición dejó consternado al público parisino. Incluso los paisajes de Monet, que hoy apenas pueden considerarse revolucionarios, fueron tachados de puros pintarrajos. De 1874 a 1888, Monet siguió trabajando en sus cuadros de luz y aire, sin parar mientes en el desprecio con que era acogida su obra. En 1889 el público comenzó a apreciar el arte de Monet y los demás impresionistas, con lo que acabó aquella lucha por la existencia. En Giverny, donde había ido a pintar el paisaje francés, Monet empezó sus Meules, 15 estudios de escenas de la cosecha bajo todos los aspectos de la luz del sol. A estos estudios, que iniciaron una serie de obras del mismo estilo, siguió su empresa más ambiciosa: las pinturas de la fachada de la catedral de Ruán. Esa serie de cuadros, que comenzó en 1893, representa la fachada en 20 momentos distintos del día, desde el turbio amanecer hasta el crepúsculo encendido de colores. Cuando estuvieron terminados, causaron sensación en París. Monet subordinó los detalles de la fachada al aire circundante y los cuadros parecían no tanto pinturas de un edificio como pinturas del sol y la luz al reflejarse en una superficie. La delicadeza etérea de La catedral de Ruán excitó la admiración de Georges Clemenceau, el estadista francés, que escribió una apología entusiasta de la obra de Monet. El éxito obtenido con esta serie, ahora dispersa, estimuló a Monet, que continuó sus estudios en Londres y Venecia. Le interesaba grandemente la pintura del agua. El río Támesis, gris bajo las nieblas londinenses, es el tema principal de su cuadro Londres: el Parlamento. En la primera década del siglo XX recibió por fin el reconocimiento que se le negara en sus años juveniles y sus cuadros colgaron en numerosos museos de Europa. Al igual que ocurrió con La catedral de Ruán, su última gran obra fue una serie de estudios de un estanque: Nenúfares. Comenzó esta obra en 1916, cuando su jardín estaba a 65 km del frente occidental de guerra. Monet, que entonces tenía 73 años, estaba bajo la amenaza de perder la vista, pero continuó su trabajo durante 12 años hasta conseguir terminarlo. Cuando lo completó, las cataratas casi le habían dejado ciego. Murió a los 86 años, poco después de haber terminado el cuadro Nenúfares. A su muerte, el gobierno francés le reconoció como uno de los más grandes pintores de Francia y uno de los paisajistas más logrados que ha producido Europa. |
Inicio Buscador Índice alfabético Recomendar sitio Añadir a favoritos | ||