El Cultivo de la Caña en Puerto Rico

 

 

 

Su historia

Proyecto Salón Hogar

Durante el año 1520, Puerto Rico estaba produciendo mas oro que Española. Pero a fin de los años 1520s, terminado el oro, la economía cambia de las minas a la producción de azúcar.

Debido a la falta de mano de obra indígena, fuera por la  gradual desaparición de los indios, por las leyes que los protegían o por que no estuvieran capacitados para las arduas labores, se autorizó la importación de esclavos negros desde 1518 a las Antillas. En un principio en Puerto Rico se les utilizó para trabajos de minería, extracción de oro y plata, pero al agotarse pronto el recurso pasaron a ser la principal fuerza trabajadora en las diferentes tareas de las haciendas de caña concentradas en los llanos y zonas costeras de la Isla. Ese fue su principal destino durante el tiempo que duro la esclavitud en la Isla.

En las plantaciones, los esclavos desarrollaron lazos con sus amos, quienes les garantizaban algunos derechos para evitar las rebeliones.

El esclavo, aunque no recibía salario por su trabajo, tenía satisfechas muchas de sus necesidades básicas. Por ejemplo, los dueños de los esclavos les suplían su vivienda, alimento, vestimenta y atención médica. Esto, sin embargo, no era producto de la generosidad del amo, sino de la necesidad de proteger una costosa inversión. Por esta razón, no era buena práctica abusar del esclavo, porque cuando éste moría, el amo perdía su valioso "instrumento" de producción.

Breve reseña

Durante la primera mitad del siglo XIX Puerto Rico se convirtio en una colonia azúcarera de importancia mundial. Para entonces Cuba y Puerto Rico eran los ultimos bastiones de España en América. En 1870 Puerto Rico era despues de Cuba la mayor productora de azúcar del hemisferio occidental. A pesar de ser 11 veces mas pequeña que la isla de Cuba, Puerto Rico producia el 16% de azúcar que producia esta, lo cual proporcionalmente seria el doble de aquella otra isla.

Los ingenios  eran una unidad agraria formada por colonos de la isla de San Juan. Estos afectaron profundamente la vida puertorriqueña.  Con la excepción del café,  la caña influyó en la formación, étnica y social de los puertorriqueños.

Esta era una empresa costosa y arriesgada. precisaba de buenas tierras, maquinaria importada de Europa, personal diestro en la química del azúcar y muchos esclavos.

¿Cuando comenzó todo?

Los primeros en fabricar azúcar, fueron el comerciante genovés Tomas de Castellon,  Blas Villafañe, tesorero real. Estos fundaron un ingenio en Añasco a comienzo de la década de 1520, luego  terminaron arruinados.

En 1534 , la idea de los Ingenios Azúcareros acaparó la atención de personas pudientes de la ciudad. Los esclavos serían traídos de Las Islas Canarias y se importarían los maestros de azúcar; estos solicitaron préstamos al emperador.

En 1540 se estableció un Ingenio a la vereda del río Loiza por un aventurero español, Rodrigo Franquez, minero y agricultor.

En 1540-1550 la isla atravezó una intensa fiebre de azúcar. Se establecieron Ingenios a la vereda del río Bayamón, el Toa y Loiza.

España no era capaz de absorber la producción de las colonias. Puerto Rico y Cuba producían más de la azúcar que España podía consumír. No había mercado para la exportación. Los antillanos no podían influír en las desiciones de comercio que se tomaban en Estados Unidos un buen importador de azúcar, por lo tanto quedaban a merced de decisiones políticas que los españoles no podían controlar.

En 1815, por Real Cédula de Gracia, dictada por Fernando VII se permitió a los países amigos de España establecer comercio con Puerto Rico y se autorizó la entrada a esos extranjeros, además se permitió a las autoridades de Puerto Rico  a repartir tierras a los inmigrantes recién llegados. Gracias a ello comenzo una oleada de inmigrantes mayormente Corsos que empezaron a invertir capital y maquinaria. Estos invirtieron para el cultivo de azúcar pero principalmente otra industria, la del café.

La debilidad del sistema de haciendas se agudizó en la decada 1840, debido a una gran sequia. Algunos hacendados se arruinaron, se redujo el número de las haciendas y las ventas de azúcar disminuyeron. En 1830 había 1552 haciendas y se producía 17,000 toneladas, treinta años más tarde quedaban solo 550 y se producia 5,400 toneladas.

El azúcar esclavista (de poco costo) sobrevivió a pesar de la epidemia de cólera que duro del 1855 al 1856. Fallecieron de repente cerca de 5,500 esclavos. A pesar de esto, la exportación siguió ascendiendo. En la década de 1879 vino una nueva crisis, ya que los hacendados no modernizaban las haciendas y no inyectaban suficiente capital. Los inmigrantes aprovechaban y se retiraban a sus países a disfrutar las ganancias de un negocio en que no invirtieron en las tierras que explotaban. Debido a el atraso tecnológico español, otros países adelantaron la tecnología y ganaron terreno sobre Puerto Rico.  La competencia sobre el azúcar de la remolacha se intensificó después 1850, y como consecuencia los precios pagados a los hacendados disminuyó.

No se mejoró la planta física, ni las carreteras ferrocarriles y puertos. Llego la abolición de la esclavitud. Los esclavos eran el capital de la hacienda ya que solo cobraban con comida y techo, por lo que había devalorización de la hacienda,  entonces aumentó el costo de la mano de obra especializada,  esto agudizó la falta de liquidez de las haciendas.

La respuesta a la crisis fue el establecimiento de Centrales. Los Hacendados (dueños de grandes piezas de caña) eran entonces colonos de las nuevas fábricas, a quienes le vendian su producto.

De las primeras Centrales fundadas en Puerto Rico:  Se construyó en Vega Baja 1873 la primera de estas, Llamada San Vicente. Su dueño era marquez de Cabo Caribe, Leonardo H Garavidez, este luego se arruinó.

En 1873 la exportacion azúcarera bajó, para colmo hubo una fuerte depresión 1881-1886.

Ya para el 1886 la cosa mejoró. Los precios subieron bastante y la compra de azúcar puertorriqueña en EU subió. La Industria azúcarera gracias al mercado de los Estados Unidos  se mantuvo a flote.

Grupo de trabajadores preparando para su propio uso en el Trapiche, melao de caña.

Al finalizar el período español 1898 había doce centrales . Se modernizaron y ampliaron las operaciones . El paso de la Hacienda al la Central fue escabroso . La azúcar fue destronada por el café ya que la azúcar no estaba produciendo a la altura de los tiempos. Posteriormente el azúcar se recuperó.

1898 en adelante - Cambio de Soberania

El proceso de apropiación norteamericano fue tan manifiesto que en 1930 controlaba el 44% de latierra dedicada a la producción azúcarera. La burguesía criolla tuvo entonces que enfrentarse a unenemigo distinto al español. Quintero señala que “como dueños de los medios de producción, los hacendados constituían la clase antagónica al interés imperialista en la inversión para la producción.Así, la política colonial durante los primeros años de la ocupación fue dirigida claramente a quebrarsu hegemonía. Lo que había sido una ofensiva nacional frente a España se convirtió en una luchadefensiva frente a los Estados Unidos” Al ser desplazados por los norteamericanos, los hacendados criollos comenzaron a idealizar al campesino del siglo XIX que por decenios habían menospreciado.

Con la llegada del nuevo régimen, la principal cosecha, el café, fue reemplazada nuevamente por la siembra de caña de azúcar. Los valles costeros comenzarían a cubrirse con este cultivo cuya producción se concentraba en cuatro grandes corporaciones ausentistas; la Fajardo Sugar Company, la South Porto Rico Sugar, la Central Aguirre y la United Porto Rico Sugar Co.

Las corporaciones impusieron una economía de monocultivo y ejercían un gran poder político. Los asalariados trabajaban entre diez y 14 horas diarias durante la zafra. Durante el tiempo muerto quedaban desempleados. Su sueldo era de miseria si se comparaba con los precios de los productos. El éxodo de trabajadores de la montaña a las costas en búsqueda de empleos agudizó el problema de la vivienda y llevó a la organización de barrios obreros en los alrededores de las plantaciones.

Central Aguirre, su historia y desarrollo

La caña de azúcar tiene una larga historia en Puerto Rico. La misma se ha estado cultivando aquí tan temprano como desde principios del siglo 16. A pesar de prevalecer un ambiente apropiado para su desarrollo, la producción de la misma se mantuvo por algún tiempo con un crecimiento relativamente lento debido a los método agrícolas antiguos aplicados, en unión a molinos pequeños e ineficientes en la operación. Aún con esos inconvenientes, la industria siguió creando un buen potencial de desarrollo por las tierras disponibles, el clima que le favorecía y la mano de obra abundante y barata que prevalecía.

En 1898, cuatro hombres de negocios de la ciudad de Boston se dieron cita en Puerto Rico con el propósito de establecer una firma bancaria. Llegaron a establecerse con éxito moderado. Bajo la firma de Ford and Company, realizaron un negocio bancario donde fueron nombrados agentes fiscales para el gobierno de Estados Unidos con el propósito de intercambio de moneda española a americana. Desde el principio, sin embargo, la firma se vio más inclinada a entrar en el negocio de producción de azúcar de caña.

En el 1899, al establecerse la firma de Ford & Company, la producción de azúcar en Puerto Rico estaba al alrededor de 66,000 toneladas al año. Alrededor de 60,000 acres de tierra estaban sembradas en caña de azúcar. Debido a la aplicación de métodos agrícolas anticuados y la operación de molinos pequeños e ineficientes, hacían que la recuperación anual de azúcar cruda fuera baja, según la cantidad de caña bajo cultivo. La firma de Ford & Company entendió, sin embargo, que la producción de caña con la inyección de capital y aplicación de nuevas técnicas tanto de campo como de fábrica, tenía muy buen potencial. Un estudio demostró las buenas posibilidades a lo largo de la costa sur centralizado alrededor de la bahía de Jobos, uno de los mas finos puertos naturales de la isla. Había disponible para la venta una propiedad de alrededor de 2,009 acres de tierra, conocida como hacienda Aguirre. Gran parte de estas tierras estaban dedicadas a pastos y crianza de ganado. Sólo 285 acres estaban bajo cultivo de caña. Esta propiedad incluía también un molino de azúcar, localizado en el puerto de Bahía de Jobos, cuya capacidad de molienda era de 6,000 toneladas de azúcar al año. La firma compró esa propiedad en febrero de 1899. Poco tiempo después otras tres propiedades fueron obtenidas bajo arrendamiento con opción a compra en 10 años: Hacienda Carmen, cuatro millas al oeste de Aguirre con 937 acres de las cuales 315 estaban bajo cultivo; Hacienda Josefa, 5 millas al Este con 1,300 acres de las cuales 350 estaban bajo cultivo; hacienda Amadeo, pequeña propiedad de 231 acres. También realizaron contratos con otras tres haciendas cercanas: Esperanza, Margarita y Canos, para moler la caña de éstas. La Compañía compró conjuntamente con estas propiedades 12 millas de ferrocarril, que consistía de dos pequeñas locomotoras y 50 carretones de caña. Este sistema conectaba las propiedades para transportar las cañas al molino. Según fue creciendo la compañía, se requirió más tierra bajo cultivo y más maquinaria agrícola fue necesaria en comprar. Con el aumento de tierra bajo cultivo, se fue necesitando nuevas facilidades de riego. Se requería también las facilidades de molino para procesar las cañas. Los requisitos financieros se fueron ampliando y ya la compañía resultaba pequeña. Se estableció entonces el Sindicato de Central Aguirre.

Para 1900 el Sindicato contacto con 1,183 acres propias y 2,468 acres en arrendamiento. Se produjeron 6,000 toneladas de azúcar para una producción de más de tres toneladas de azúcar por acre de terreno cultivado en caña. Para ese mismo año se hicieron mejoras al molino para aumentar su capacidad de molienda a unas 12,000 toneladas.

En 1902 el Sindicato se le presentó la oportunidad de comprar la franquicia de la French railroad Company, una línea ferroviaria entre las ciudades de Ponce y Guayama, constituyéndose en una compañía por separado conocida como la Ponce and Guayama railroad Company, como subsidiaria del Sindicato. En 1905 se vende el Sindicato a una firma en fideicomiso de Massachusetts conocida como Central Aguirre Sugar Co. bajo esta nueva firma se elige la primera Junta de Fideicomisarios, compuesta por 11 miembros, en la que J.D.H Luce fue electo su primer Presidente. Por los próximos 10 años la firma se caracterizó por su gradual expansión de operaciones. Con el desarrollo de nuevas áreas en caña, las fuentes de agua empezaron a resultar inadecuadas, provocando grandes inversiones en hincado de pozos e instalaciones de equipo de bombeo, a pesar de los sistemas de riego que el gobierno de Puerto Rico había establecido en 1914. Estos demostraron no ser suficientes y se necesitó establecer plantas individuales de riego, incluyendo riego aéreo.

Esta firma se mantuvo cambiando de nombre y variando sus acciones con frecuencia. En 1928, se establece la Aguirre Corporation of New York, una subsidiaria totalmente poseída por esa entidad, quien actuaba como agente comprador de las propiedades en puerto Rico. En 1933, se organiza una compañía en cooperación con lo que fue mas tarde la Monsanto Chemical Co. en la cual la Central Aguirre aseguraba la venta de sus mieles finales a la compañía matriz que producía alcohol industrial en Massachusetts. Al entrar en vigencia la Ley de las 500 acres, la compañía fue reorganizada y dividida en cinco (5) subsidiarias como un fideicomiso: Central Aguirre Sugar Company, que operaba los molinos de Aguirre y Cortada: Casco sales Agency, quien se dedicaba al manejo de los pesticidas; Luce and Company, S, en C, quien era la sociedad agrícola a cargo del cultivo de los terrenos y la producción de caña de azúcar; Ponce and Guayama Rail Co. Inc. quien consistía de un sistema de ferrocarril de servicio público cuyo propósito era el de transportar la caña y las mieles de los tres molinos y Central Machete, la cual operaba como una corporación separada donde el fideicomiso de la entidad poseía la mayoría de las acciones y un grupo independiente poseía el remanente de éstas.

Para el 1949 la Ponce and Guayama Railroad Co. seguía siendo una subsidiaria totalmente en posesión de Central Aguirre. Esta operaba cerca de 31 millas de rodaje con 11 locomotoras y 798 vagones. Ese año se manejó por este medio la cantidad de cerca de 750,000 toneladas de caña. Para la zafra de ese año, Central Aguirre (Luce & Company) cosechó 15,068 acres, de las cuales obtuvo 657,656 toneladas de caña. También molió 334,195 toneladas de otros productos independientes. En el aspecto de manejo de producción, Central Aguirre mantuvo un continuo desarrollo aplicando nuevas técnicas de producción y distribución. A través de los avances de naturaleza científica y técnica, fue que Central Aguirre mantuvo por largos años la capacidad de ingresos aún encarando el aumento de los costos de producción. De 3.09 toneladas de azúcar por acre en su primer año de operación, llegó a producir 5.31 toneladas como promedio para los ultimos 10 años de sus primeros 50 en el negocio de azúcar. Debido a los continuos aumentos en los niveles de los salarios y demás factores de aumento en costos, la Central Aguirre y Luce & Co. hicieron grandes esfuerzos para abaratar un poco sus costos tratando de mecanizar al máximo sus operaciones; los tractores substituyeron los bueyes en la preparación, cultivos y cosechas. Nuevos implementos directamente conectados a los tractores y sistemas hidráulicos ejecutaban prácticamente todas las operaciones de campo. Los químicos fueron substituyendo las azadas en control de yerbajos. La fuerza automotriz substituye los carros de bueyes para la transportación de cañas. Pero lo de más impacto para la empresa fue el ser la pionera en el manejo a granel de azúcar cruda. La estación de manejo a granel fue un diseño de los propios ingenieros de la empresa, los únicos en hacerlo y aplicarlo en toda la zona. Desde que la caña salía del campo en los vagones hasta que se hacía azúcar, esta era transportada desde el molino y embarcada a estados Unidos sin que la tocara la mano del hombre. Definitivamente esto abarataba costos, ya que no necesitaba ensacarse. Este sistema se inició en 1947, pero requirió alrededor de tres años en ponerlo con éxito en ejecución. Central Aguirre se ha reconocido por su gran interés en nuevos y mejores métodos de operación. Mantuvo un programa de desarrollo de nuevas variedades en caña. Al principio, la primera variedad que se cultivó fue la cristalina y luego en 1925 se desarrolló la BH10-12. Con ese nuevo programa de variedades, las mismas se probaban y se sembraban manteniendo buenos récords de éstas para su desarrollo. Se mantuvo una constante utilización de equipo mecánico para la preparación, siembra, fertilización, cultivo y cosecho de las cañas. Se realizaba investigación y experimentación en todo aquello que pudiera mejorar todas las fases de campo en la producción de caña de azúcar. Los campos de caña asociados con Central Aguirre Sugar Co. llegaron a producir cerca de un millón de toneladas de caña en 16,000 acres de terreno, que rindieron hasta 6.76 toneladas de azúcar por acre. Para el ano 1961, se produjeron cerca de 790,000 toneladas de caña en alrededor de 14,000 acres de terreno propios de la empresa. Otras 400,000 toneladas de caña aproximadamente, venían de productores independientes.

Las fabricas también se mantuvieron al paso del progreso con nuevas técnicas mejoras a maquinaria y equipo. En la década de 1950-60, solamente se invirtieron más de $ 3.5 millones, incluyendo entre otras, la instalación de un equipo moderno conocido como Farrel-Bermingham consistente de un molino en forma de turbina y la construcción de un conductor tipo Stehenson-Adams para el transporte de azúcar a granel directamente del almacén de la factoría a los barcos en el muelle de bahía de Jobos en Aguirre. Esta facilidad tenía una capacidad de carga de más de 700 toneladas por hora. Con sus tres molinos: el de central Aguirre en bahía de Jobos, el de Central Cortada en Santa Isabel y el de Central Machete en Guayama, la compañía tuvo para el año 1961 una capacidad de molienda diaria de 12,500 toneladas de caña. La industria cañera se inició en Puerto rico con tierras y mano de obra abundantes y baratas. Le benefició por mucho tiempo que hubo un mercado de exportación amplio y de buen precio, el cual le permitió cubrir sus costos y mantener márgenes gananciales en la empresa. Tan así fue que llegaron a operar en Puerto Rico con un total de 42 centrales azúcareras. Con el correr de los años, el panorama empezó a variar. Todos aquellos factores que hicieron que la industria cañera se convirtiera en la primera y más importante industria del país por muchos años, empezaron a cambiar. Las abundantes y baratas tierras y mano de obra empezaron a escasear. Puerto Rico comenzó a evolucionar de un país totalmente agrícola a uno tornándose hacia la industrialización. Las tierras empezaron a cambiar de uso y valor, la mano de obra se empezó a mover a otras fuentes de empleo más seguros y mejor remunerados tanto aquí como en el exterior. El mercado de azúcar empezó a sufrir cambios, pues empezaron a variar los hábitos de consumo y a surgir substitutos del azúcar de caña en el mercado de exportación. Esto trajo como consecuencia entre otras, reducciones en la demanda por azúcar de caña y a bajar su precio de venta.

Los factores antes mencionados hicieron que empezaran a aumentar los costos de producción y a la vez reducirse el precio de venta, tanto en azúcar como en las mieles, ya que surgieron además, otros países productores con mano de obra mucho más barata que la nuestra y bajo condiciones más favorables. La Central Aguirre, a pesar de los cambios negativos que empezaron a ocurrir en la industria, se mantuvo haciendo innovaciones y aplicando nueva tecnología tanto en la fase de campo como la fabril para lograr abaratar costos y obtener máximos rendimientos de sus cañas. Pero a pesar de todos esos mecanismos con los cuales luchó, resultó también grandemente afectada por la situación antes descrita. Durante la década del 1960 al 1970, Central Aguirre continuó operando con grandes pérdidas de ingresos, los cuales se iban intensificando según pasaban los años, ya que se escaseaba aún más la mano de3 obra, continuaban las prolongadas negociaciones colectivas y bajaba la productividad de su personal. Todo parecía indicar que ocurría un cierre total de operaciones.

En 1969, el Gobierno de Puerto Rico, aprueba legislación para proporcionar ayuda técnica y económica a la Industria Azúcarera como un esfuerzo para rehabilitarla. Esto no iba atener mucho efecto en la Central Aguirre, ya que ésta venía con un déficit montante a los 16 millones de dólares desde le 1967 al 1969. El Gobierno, deseoso de salvar la producción azúcarera de la Central Aguirre, negoció con el Presidente de la empresa, Sr. Bernard P. Faure, pero eses conversaciones no progresaron. La crisis en la Central se mantenía en aumento y fue en el 1970 que el gobierno de Puerto rico expropia la Central Aguirre, incluyendo un molino más pequeño en Central Cortada y 13,000 cuerdas sembradas de caña. Desde ese momento Central Aguirre y el Gobierno de Puerto Rico entraron en una serie de disputas que perduraron por casi cuatro años.

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