Es el principio
masculino por excelencia, el símbolo de la energía fecundadora y de la
más alta espiritualidad. Soñar con el padre físico, o bien con el Padre
Celestial, simboliza la necesidad de encontrarnos a nosotros mismos, de
buscar nuevos ideales o fórmulas de evolución. Deseamos alcanzar otro
nivel de conciencia. Un palacio
es un signo de riqueza, ostentación y poder. Si en tu sueño habitas en
un palacio, la imagen refleja tu ambición, demuestra que te ves a ti mismo
como el centro de tu existencia, y que crees merecer el más alto destino.
Si sueñas con un palacio habitado por multitud de cortesanos en el que
irrumpen la pobreza o la muerte, hay una lucha de intereses en tu conciencia.
Por un lado está tu deseo de mejorar posiciones, de ascender peldaños
en la escala social hasta alcanzar el lugar que ansías tener, y por otro,
tu conciencia, que te dicta el deber de atender otro tipo de valores más
humanitarios. Sea del tipo que sea (una vara, un cetro, una cachiporra o un simple pedazo de madera), un palo es un instrumento de poder y, por lo tanto, un símbolo de voluntad y de acción. Si sujetas, el palo con firmeza, indica tu decisión de poner manos a la obra y resolver algún problema. Si eres golpeado con un palo, puede anunciar un conflicto debido a tu falta iniciativa o a tu desinterés. El pan es el alimente esencial y, como símbolo, alude a la propia fuerza o seguridad, al propio cuerpo, por lo que las condiciones en que aparezca ese alimento revelarán nuestro estado interno. Soñar que damos pan a alguien representa nuestra capacidad de perdón. Si sólo tenemos pan para comer, es que nos sentimos pobres interiormente. Cuando horneamos el pan el significado del sueño dependerá del resultado: si sale en su punto, es un excelente augurio. Por el contrario, un pan quemado o excesivamente crudo revela, respectivamente, tensiones e imprudencias. Amasar pan puede anunciar que participarás en actividades lucrativas. Si te compras unos pantalones en el sueño o te los pruebas, probablemente estás deseando alcanzar mayores cotas de poder, bien sea en el trabajo o en tus relaciones sentimentales. Pero si los pantalones están rotos o descosidos, o les cuelgan flecos deshilachados, es un indicio de que tus planes tienen fallos y pueden verse desbaratados. Si los pantalones te están cortos o demasiado grandes y tienes un aspecto ridículo, quizá no das la talla para colmar tus aspiraciones. Perder los pantalones en el sueño revela un miedo a la opinión ajena que te impide ser tomado en consideración. El simbolismo del papel puede relacionarse con la escritura que contenga; pero si se trata de papel sin más, habrá que analizar lo que hacemos con él en el sueño. Ver volar las hojas de papel indica que nuestras ilusiones o nuestros propósitos carecen de solidez y que lo más probable es que no se materialicen, que se nos escape la oportunidad de realizarlos. Si nos vemos a nosotros mismos detrás de una montaña de papeles que se acumulan sobre nuestra mesa de trabajo, existe alguna preocupación cotidiana y urgente que nos agobia y que desborda nuestra capacidad. Si recibimos una hoja de papel y no somos capaces de entender su significado, supone el anuncio de que cierto asunto no resuelto nos va a traer complicaciones. En cuanto al papel destinado a tareas precisas, la clave de lo que representa será el uso que hagamos de él dentro del sueño: por ejemplo, el papel de empapelar indicará el deseo de emprender una renovación en la imagen de nuestro hogar o, más genéricamente, en nuestra imagen. Soñar que
te cobijas debajo de un paraguas puede indicar dos cosas: una etapa tormentosa
en tus relaciones personales o la tendencia a huir de la responsabilidad
y a buscar la protección de los demás ante cualquier inclemencia. En cualquiera
de las dos circunstancias, está claro que rehuyes los conflictos y las
dificultades escudándote en otras personas, aun a costa de perder la dignidad
y andar con la cabeza agachada. Si el paraguas estuviera cerrado mientras
tú permaneces mojándote bajo la lluvia, es posible que se trate del anuncio
de un malentendido del que estás a punto de ser víctima o protagonista.
Los paraísos
que aparecen en nuestros sueños, casi siempre con aspecto de jardín, indican
habitualmente el deseo de lograr una vida fácil y plácida sin tener que
hacer grandes esfuerzos para ello. Es un signo de inmadurez: tendemos
a la indolencia y a dejarnos llevar por la fantasía. También puede suceder
que un sueño de este tipo se relacione con un período de especial felicidad
en el terreno amoroso, en el que, por ese rasgo infantil de nuestra personalidad,
estamos idealizando lo que nos sucede hasta sublimarlo. Refleja la
imposibilidad de asumir ciertos compromisos, con la sociedad o contigo
mismo y las personas más próximas. La falta de confianza en las propias
fuerzas lleva a dejar de actuar y a sentirse progresivamente paralizado.
La pérdida de voluntad y de capacidad autocrítica y regeneradora provoca
en muchos individuos este tipo de imágenes oníricas en las que se ven
a sí mismos como víctimas de una parálisis física de cualquier índole.
Esta sensación suele ir acompañada de una gran culpabilidad por no hacer
el esfuerzo necesario. El pasaporte, al igual que otros documentos, es una garantía de nuestra identidad, representa la parte de nosotros que es visible para los demás, nuestra personalidad pública. Soñar que lo renuevas revela una fase de cambio en tu mentalidad: estás adquiriendo nuevos valores y costumbres y tu imagen ante los demás tiene que adaptarse a esa circunstancia novedosa. Si lo pierdes y lo vuelves a encontrar, el sueño predice posiblemente un cambio de residencia o de lugar de trabajo, favorable a tus intereses. En cambio, perder el pasaporte y tener que renunciar a un viaje por culpa de ese extravío, denota un momento de desorientación profunda, una falta de motivación para emprender acciones y cambiar actitudes. Pide consejo a alguien con más experiencia. El payaso, al igual que el bufón, representa todo lo contrario de la autoridad: es el que recibe las bofetadas, el que hace reír con su propio ridículo, el que no es tomado en serio ni por él mismo ni por los demás. Si soñamos con un payaso anónimo, la imagen nos pone en guardia contra la indignidad o quizá la falsa camaradería de otra persona; si el payaso tiene los rasgos reconocibles de alguien a quien tratamos en la vida real, esa es la persona contra la que nos previene el sueño. Pero si somos nosotros mismos los que actuamos convertidos en payasos, el sueño nos dice que tenemos que vigilar nuestra apariencia y nuestra actitud, porque la gente no nos toma en serio y piensan que fingimos tanto la alegría como la tristeza. Quizá nos lluevan los palos de todas partes, pues hay personas sin escrúpulos que se aprovechan de nuestra falta de seriedad para cargarnos su propia responsabilidad. Los dolores
o molestias en el pecho padecido dentro de un sueño son claro síntoma
de que algo oprime la conciencia y dificulta tu respiración. No logras
dominar tus sentimientos en tus relaciones. Si, por otra parte, sueñas
con el pecho de una mujer, se trata de símbolo de tu necesidad ternura
y comprensión. Quieres que te cuiden, que te protejan como cuando te refugiabas
en el seno materno. Si la persona que sueña es mujer, puede ser síntoma
del inicio de un embarazo; si se trata de un hombre, también podría simbolizar
un exceso de sensibilidad que te conduce a estar insatisfecho. Pese a que
el sueño te presente la imagen de una pelea contra algo o alguien, siempre
se traduce, en el plano consciente, por una pelea que libras contra ti
mismo, contra algo que te desagrada en tu personalidad. Si la persona
con la que peleas es alguien a quien quieres (pareja, hijos, padres...),
se trata de una tensión emocional, probablemente causada por tus sentimientos
hacia otra persona. Cuando el rival es desconocido, debes interpretarlo
como un conflicto de intereses entre algo que deseas y tus condicionamientos
morales. No te atreves a enfrentarte con tus verdaderas intenciones, porque
tu conciencia te dice que hay algo incorrecto en ellas. Deberás tomar
una decisión: tienes que escoger entre entregarte a tu pasión o, por el
contrario, dominarte. Durante el sueño, a veces nos invade una sensación de inminente peligro: algo que no podemos controlar nos amenaza y no parece que podamos protegernos con ningún medio a nuestro alcance. En otras ocasiones, ese peligro se concreta en una situación típica (accidentes o agresiones), en cuyo caso tendremos que ver lo que simboliza esa amenaza en particular para poder interpretarla. Pero en el primer tipo de sueño, lo más probable es que esa cercanía del peligro nos esté advirtiendo de desarreglos en nuestra salud física. Cuando en un sueño te dedicas a pensar sin hacer aparentemente ninguna otra cosa, es posible que tu inconsciente esté enviándote una invitación a reflexionar seriamente sobre tu futuro inmediato. Vives demasiado deprisa, sobrecargado de trabajo y de ocupaciones, impidiéndote el necesario relajo para meditar, de cuando en cuando, el siguiente paso a dar. Necesitas salir de esa espiral para ver con objetividad lo que estás haciendo y decidir de ese modo lo que quieres hacer. Deja de jugar a ser alguien y sé de verdad quien realmente quieres ser. Si sueñas que juegas con una peonza, puede ser un símbolo de la forma que tienes de tomarte la vida. Eres inconformista y le das mil vueltas a las cosas, y te cuesta tanto decidirte que a veces acabas por marearte y abandonar. Perder el tiempo es una de tus actividades predilectas. También puede ser que te guste jugar, que tengas un espíritu predominantemente lúdico que te lleva a no parar quieto mucho tiempo. A tu favor tienes la alegría de tu carácter, pero una cierta pereza e inconstancia juegan en tu contra. Desde siempre,
el perro ha sido el compañero más fiel del ser humano, por lo que simboliza
la amistad y la fidelidad. Pero también puede comportarse con rudeza,
incluso como un fiero enemigo, si no lo sabemos tratar o si coartamos
su libertad. Por eso, dependerá de cómo aparezca el perro en tu sueño
para interpretar su significado: si se trata de un perro amigable, refleja
nuestra fidelidad a los ideales que hemos adoptado, o bien una necesidad
de amor y protección, según el contexto; en cambio, un perro amenazador
indica que nos estamos traicionando y que acabaremos perdiendo amistades.
Esta es una de las imágenes oníricas más frecuentes. Ser perseguidos en sueños representa el poder que tienen sobre nosotros ciertos hechos o sentimientos del pasado, que nos impiden seguir avanzando hasta que no atendamos su llamada y resolvamos el conflicto pendiente. Puede tratarse de episodios de la infancia o adolescencia que siguen alojados en nuestra memoria y que han tomado la forma de culpas u obsesiones. También las carencias sexuales se traducen a menudo en pesadillas en las que somos perseguidos y amenazados. Por otro lado, si somos nosotros quienes perseguimos algo o a alguien que se nos escapa, el sueño refleja la angustia que padecemos por no poder alcanzar un ideal quimérico o imposible. En cualquiera de los supuestos, la persecución denota que vivimos anclados en el pasado, pendientes de vínculos o situaciones que no podemos actualizar y que, por eso mismo, no nos dejan descansar. Los sueños
angustiosos deberán interpretarse en función de los elementos que formen
parte de la pesadilla. Si hay fuego, éste significa violencia y agresividad
en el terreno emotivo y de las relaciones personales. Si predomina el
elemento líquido, la pesadilla tiene que ver con una pasión incontrolada,
con una sumisión de nuestra razón y nuestra lógica a los instintos primarios.
Los malos sueños con vendavales indican un carácter depresivo. Si la pesadilla
la produce una persona, probablemente estés atravesando por una época
de inseguridad y de autocompasión. Aunque los
peces habitan toda clase de aguas, casi siempre que soñamos con ellos
los vemos en las profundidades marinas. Su simbolismo es variopinto: pueden
ser las fuerzas subconscientes que emergen a la superficie, bien en forma
de serenidad o de peligro; pueden traer alimento a nuestras emociones,
anunciándonos la reconquista de amores perdidos o la recuperación de una
antigua amistad; si se trata de un gran pez que nos devora, representa
un proceso de purificación del que salimos renovados; si se nos escapan
entre los dedos, reflejan desilusiones, y si los pescamos, auguran provecho
económico. Si bien los árboles simbolizan evolución espiritual, las plantas sólo alcanzan a representar la evolución en el plano material, porque están a nuestro alcance y a ras de suelo. Un jardín frondoso de plantas vivas y sanas refleja un momento físico envidiable, lleno de energía, y una situación sentimental plena y sana, bien en el presente o bien en el porvenir. Por el contrario, una planta marchita y sin agua indica falta de amor. Soñar con
un plato expresa disponibilidad para el servicio a los demás y capacidad
de entrega. Si el plato está lleno de ricos manjares, simboliza el alimento
que tienes en tu interior: puede tratarse de amor, de ternura, de solidaridad,
de energía intelectual... De ti depende la forma en que decidas utilizarlo.
Si el plato está vacío, deberás buscar la mejor forma de llenarlo: tu
inconsciente te sugiere que encuentres lo necesario para sacar tus proyectos
adelante. Por otro lado, un plato rica y profusamente decorado es símbolo
de tu alegría a la hora de servir a los demás. Un puente
sirve para pasar de un lado a otro, de una situación a otra: por eso representa
transformación, evolución... Si el puente es levadizo y se halla a tu
disposición para que lo franquees, es un excelente augurio, vas a vencer
obstáculos que hasta hace poco te parecían insalvables. Pero si, en lugar
de atravesarlo, lo miramos recelosos sin decidirnos a cruzar, nuestra
situación en la vida real se puede acabar deteriorando. Norte
Te invita a seguir el rumbo de los acontecimientos. |