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La
ampliación
del
mundo
conocido
Mapa
geográfico
del
mundo
conocido
creado
por
Toscanelli,
antes
de
los
descubrimientos
de
Colón.
es
probable
que
Colón
llevara
un
mapa
como
este
en
su
primer
viaje.
Las
tierras
en
color
crema
eran
las
que
se
creian
que
existian.
Toscanelli,
Pablo
del
Pozzo
Nacionalidad:
Italia
Génova
1398
-
1492
Geógrafo
Sus
primeros
estudios
se
dirigieron
a la
medicina
pero
pronto
se
interesó
por
la
geografía
y
los
viajes
que
se
estaban
realizando
en
los
últimos
años.
Tras
cruzar
Vasco
de
Gama
el
cabo
de
Buena
Esperanza,
Toscanelli
planteó
la
hipótesis
de
que
había
una
nueva
ruta
para
llegar
a
Asia:
la
occidental.
Toscanelli
es
el
autor
de
una
carta
náutica
(1474)
en
la
que
pone
de
manifiesto
su
idea
de
que
las
costas
de
Asia
están
cerca
de
las
de
Portugal,
suponiendo
que
entre
Cipango
y
Canarias
había
3.000
millas
náuticas
-en
realidad
entre
Japón
y
Canarias
existen
10.600
millas-.
La
carta
de
Toscanelli
fue
utilizada
por
Colón
en
su
primer
viaje
a
las
Indias
ya
que
el
geógrafo
genovés
se
la
remitió
en
1474,
convirtiéndose
en
el
documento
fundamental
para
argumentar
la
navegación
a
las
Indias
por
la
ruta
occidental.
En
la
carta
de
Toscanelli
aparece
una
isla
llamada
Brasil
situada
en
el
occidente
de
Irlanda,
recogiendo
también
las
islas
de
Azores,
Canarias
y
Cabo
Verde.
Nunca
en
la
historia
de
la
humanidad
se
había
dado
una
ampliación
del
mundo
conocido
a
nivel
universal
tan
vertiginosa
como
la
que
tuvo
lugar
en
los
siglos
XV y
XVI.
En
muy
pocos
años,
como
consecuencia
de
los
grandes
descubrimientos
geográficos
se
amplia
de
un
modo
prodigioso
el
reducido
Mundo
conocido
por
el
europeo,
y
consecuentemente
el
del
resto
de
los
Hombres,
desde
Asia
hasta
América
pasando
por
África.
Primero
castellanos
y
portugueses
y
más
tarde
otros
pueblos
europeos
se
lanzan
a
alta
mar
al
descubrimiento
de
nuevas
tierras,
azuzados
por
un
fuerte
afán
de
riquezas
y
aventuras.
Velozmente,
el
Viejo
Mundo,
la
bien
definida
imagen
que
comprendía
Europa,
África
y
Asia,
con
la
ciudad
santa
de
Jerusalén
en
el
mismo
centro
y el
oscuro
océano
a su
alrededor,
había
desaparecido
para
siempre.
En
su
lugar
surgía
un
Nuevo
Mundo,
más
grande,
más
extraño,
más
imponente,
un
Mundo
cuyas
maravillas
parecían
no
tener
fin.
Los
portugueses
encaminaron
sus
rutas
a
bordear
África
para
llegar
hasta
Oriente,
mientras
que
la
corona
castellana
patrocinó
el
proyecto
de
Colón
que
pretendía
llegar
hasta
las
Indias
navegando
hacia
el
oeste,
basándose
en
la
teoría
de
que,
contrariamente
a la
creencia
de
la
época,
la
Tierra
era
redonda.
Dicha
teoría
resultó
ser
cierta,
lo
que
ignoraba
Colón
era
que
entre
Europa
y
las
Indias
se
hallaba
un
nuevo
continente
y
que,
en
realidad,
lo
que
acababa
de
descubrir,
en
1492,
era
América.
En
1519
una
expedición
marítima
castellana
al
mando
del
portugués
Magallanes
consiguió,
tras
un
viaje
repleto
de
calamidades
y
penurias,
dar
por
primera
vez
la
vuelta
al
mundo,
demostrando
que,
efectivamente,
la
Tierra
era
redonda
y se
podía
circunnavegar.
Las
costas
africanas,
las
Indias,
Japón,
Oceanía
y
demás
territorios
orientales,
toda
América...
Todo
un
nuevo
mundo
se
abría
ahora,
ofreciendo
infinitas
posibilidades.
Fueron
varias
las
causas
que
impulsaron
a
castellanos
y
portugueses
a
embarcarse
en
arriesgadas
e
inciertas
empresas
marítimas.
En
principio,
de
carácter
económico:
la
necesidad
de
una
expansión
económica
debido
al
aumento
de
la
población,
la
búsqueda
de
materias
primas
y de
nuevos
mercados,
la
falta
de
oro
y
metales
preciosos
que
se
estaban
agotando
en
las
minas
europeas
y el
deseo
de
conseguir
más
baratas
las
especias
y
otros
productos
venidos
del
Lejano
Oriente
a
través
de
una
larga
serie
de
intermediarios.
También
hay
que
tener
presente
la
sed
de
aventuras
del
Hombre
renacentista,
cuya
imaginación
había
sido
estimulada
por
el
Libro
de
las
Maravillas
de
Marco
Polo
y el
afán
de
enriquecimiento
le
hacía
saltar
a la
aventura;
así
como
el
espíritu
evangelizador
de
las
Cruzadas,
tan
vivo
en
la
Edad
Media
y
que
aún
no
había
desaparecido
por
completo,
el
cual
llamaba
a
los
Hombres
a
marchar
a
esas
nuevas
tierras
desconocidas
a
cristianizar,
a
fuerza
de
palos
si
era
necesario,
a
sus
habitantes
(de
aquí
surge
la
leyenda
del
Preste
Juan,
un
reino
de
cristianos
rodeado
de
paganos,
situado
en
algún
lugar
impreciso
de
Asia
o
África,
al
que
se
debía
ayudar).
Mas
fue
necesario
que
a
esos
estímulos
humanos
se
les
unieran
un
desarrollo
científico
de
los
estudios
geográficos
y
unos
descubrimientos
técnicos
de
gran
valor
para
la
navegación:
se
desarrolló
en
gran
medida
la
cartografía,
con
la
realización
de
cada
vez
más
precisos
portulanos
(mapas
que
detallaban
las
costas)
y
cartas
marinas
(que
indicaban
las
corrientes),
así
como
un
mayor
conocimiento
del
Sol
y
las
estrellas
para
orientarse;
la
brújula
y el
astrolabio,
empleados
a
partir
del
siglo
XV,
fueron
de
suma
importancia
para
la
navegación;
se
idearon
dos
nuevos
tipos
de
naves,
la
nao
y la
carabela,
más
adecuadas
para
la
navegación
en
alta
mar
que
las
hasta
entonces
utilizadas
para
el
comercio
galeras.
Desde finales del siglo XV hasta mediados del XVI se inicia una etapa de conquistas.
Europa era conocida, excepto el Atlántico. La gente lo temía por todas sus leyendas. Conocían Asia Menor y todo el Mediterráneo, pero el oriente y el norte (Siberia) eran desconocidos. El sur de África era una parte tan misteriosa como el continente americano.
De Portugal al sudeste
Portugal inicia las conquistas porque la Reconquista acaba pronto. Portugal centra sus objetivos en África y el Atlántico para llegar a la India.
En el siglo XV, Enrique el Navegante impulsa unos proyectos para explorar la costa africana. Tenía motivos religiosos ya que era un Caballero de las Cruzadas. Además Portugal necesitaba las riquezas obtenidas al comerciar esclavos y especias.
La expansión portuguesa sigue unas fases:
1415 - 1434. Ceuta e Isla Madeira en 1419. Desde estas islas se avanzó a Cabo Bojador.
1434 - 1445. De Cabo Bojador se llega a Cabo Verde.
1445 - 1475. Se continúa hasta el río Congo y Angola donde hay yacimientos de oro y en Sierra Leona hierro y marfil.
1482 - 1499. En 1488 Bartolomé Días llegó al Cabo de Buena Esperanza y entre 1497 - 1498 Vasco da Gama llegó a Calicut, en la India, la tierra de las especias.
De Castilla al oeste
Cristóbal Colón fue un navegante genovés de ideas avanzadas a muchos de sus contemporáneos. En 1476 un barco suyo es atacado por piratas y es rescatado por los portugueses. Se casa en este país con un miembro de la nobleza ascendiendo en su posición social. Presentó a Juan II un proyecto para llegar a las Indias por el oeste, pero fue rechazado. Se trasladó a Castilla y al acabar la Reconquista en 1492 pudo presentar su proyecto a los reyes Católicos. Basándose en su teoría de la esfericidad de la tierra. Se le financió el proyecto y el 3 de agosto parte del Puerto de Palos en Huelva. Llegando a El Salvador (Guarahani) el 10 de octubre.
Antes de su viaje, los Reyes habían firmado el Tratado de Tordesillas por el cual, los territorios comprendidos en 370 leguas al oeste de Cabo Verde son portugueses.
Colón hizo otros tres viajes descubriendo Santo Domingo, Cuba y desde Panamá a Méjico.
El continente será bautizado en honor a Americo Vespuccio, geógrafo italiano que lo estudió.
De lo más importante que se descubrió fue la existencia de otras culturas totalmente distintas a la europea, mayas, incas, aztecas, etc. Se origina una fuerte emigración a América. En 1513 Núñez de Balboa atraviesa Panamá y descubre otro mar, así se comprueba que es otro continente. Seis años más tarde, Magallanes y Elcano bordean América y llegan a Filipinas donde muere Magallanes. Elcano continúa el viaje llegando a Sevilla y demostrando que la tierra es redonda.
Motivos de los descubrimientos
Fueron varios:
Motivos económicos: debido al creciente aumento de la población europea, hay más demanda de muchos productos. En el siglo XV no hay epidemias ni guerras y la producción agrícola para abastecer a la población debe aumentar. El agricultor exige más dinero con el que comprar nueva maquinaria haciendo trabajar a los artesanos. Esta cadena obliga a los exploradores a enriquecer con oro y plata a la nación, además, se valoran las especias para la conservación de los alimentos, la farmacia y el culto religioso. También las sedas y porcelanas son muy demandadas.
Motivos políticos: en estos siglos se forman las monarquías autoritarias y nacen los Estados Modernos. Esto hace que necesiten grandes cantidades de metales preciosos para sufragar gastos. También el afán de poder y fama eran motivos para las conquistas.
Motivos religiosos e ideológicos: adquisición de fama y posición social. También está el deseo de aventura. Y, sin duda, el más importante, la evangelización de los pueblos indígenas destruyendo el paganismo y toda su cultura anterior.
Motivos científicos: aparecen nuevos medios de transporte como las carabelas (transporte de personas), los naos (mercancías) o los galeones (defensa y piratería). Se pretendía más rapidez usando dos fuerzas motrices; el viento y la fuerza humana.
El apoyo científico viene dado por las cartas de navegación. También conocían la situación gracias al astrolabio (latitud- Ecuador) y con el sextante (longitud- Meridiano 0). Usaban también la brújula.
Consecuencias de los descubrimientos
Consecuencias económicas: la llegada masiva de metales preciosos origina un descenso en el valor e estos productos. Se establece una diferencia entre el valor de los metales y el precio de los demás productos. Al mismo tiempo los salarios son muy bajos con lo cual se produce una fuerte inflación.
Consecuencias científicas: desarrollo de la geografía y la antropología. De la geografía porque era necesario para las expediciones y la antropología estudiará las culturas indígenas.
Consecuencias políticas y comerciales: se crean grandes imperios territoriales. Comercialmente, se consolida la ruta de las Especias (Sur asiático hasta Portugal), también la Ruta de los Metales (Perú - Méjico a través del Caribe hasta Sevilla). El Mediterráneo es desplazado por el Atlántico como núcleo comercial, perdiendo así su importancia.
Otra importante consecuencia fue la apertura de mentes, que dio lugar a lo que conocemos como humanismo.
Los humanistas tienen una enorme confianza en el individuo, exaltan sus virtudes y establecen como fundamento de la ciencia la experimentación y la razón. Durante la Edad Media si una autoridad afirmaba algo como científico no se necesitaba verificarlo. En esta nueva época toda ciencia ha de ser demostrada. Las ideas renacentistas y humanistas se difunden rápidamente gracias a la invención de la imprenta por Gutemberg en 1445.
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