Las peras nos costaron muy caras; casi a
precio de oro.
Enrojeció de vergüenza cuando lo nombraron.
Subrayó
mucho que vendría mañana.
Mi primo plantó enredaderas
en el jardín.
Arreaba a los burros entre los que llevaba un becerro y
tres corderos.
El pararrayos nos protegió muchísimo en la
tormenta.