Su juventud le permitió saltar la
pared con facilidad.
Al abad se le notaba una bondad y humildad extraordinarias.
El gran pez
desapareció veloz bajo las aguas.
La perdiz se libró por
aquella vez del ave rapaz.
Debajo del antifaz se le veía una gran cruz.
El portavoz tuvo la
habilidad de esquivar la pared.