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L a G r a n E n c ic l
o p e d i a I l u s t r a d a d e l P r o y e c t
o S a l ó n H o g a r
Entre sus rasgos mas
característicos contamos:
-
Lomas típicas
conocidas como mogotes y torres,
-
Depresiones
conocidas como zanjones, dolinas, cimas y sumideros,
-
Rápida
percolación de las aguas al subsuelo, Drenaje
subterráneo por sistemas de cuevas, Acuíferos
freáticos y Acuíferos artesianos, Manantiales,
-
Cañones,
-
Farallones,
-
Acantilados,
-
Fértiles
valles aluviales internos,
-
Densos
bosques,
-
Importante
diversidad genética de flora, y de fauna.
La zona cárstica de
Puerto Rico contiene, entre otros:
-
Cañones
tales como el del Convento de la Quebrada Los Cedros,
del Río Manatí, del Río Cibuco, del Río Mavilla, del
Río Indio, Resurgencia del Río Camuy, del Río
Guajataca, del Río Tanamá, la Bellaca, entre otros
en la costa noroeste en Aguadilla Isabela y
Quebradilla.
-
Los principales
ríos de La Plata, Cibuco, Manatí, Arecibo, Camuy,
Tanamá, Guajataca
-
Cuevas de
reconocimiento mundial, ríos subterráneos como el
Río Encantado, el Río Florida, Río Chico, el
nacimiento del Río Cagüitas y sistemas de ríos
subterráneos conocidos pero no explorados y aun sin
nombres.
-
Contienen
y abastecen los acuíferos freáticos y artesianos del
norte, desde Aguadilla hasta Loíza, y los acuíferos
del sur desde Guanica hasta Salinas
-
Humedales
y lagunas costeras como Cartagena en Lajas,
humedales y lagunas de Cabo Rojo, los humedales y
manantiales entre Rincón y Aguadilla, Bajuras de
Isabela, Caño Tiburones, Tortuguero, Del Valle del
Toa entre Dorado y Toa Alta, Las Cucharas entre
Bayamón y Cataño, San José y Piñones entre san Juan
y Loíza.
-
Los lagos de Dos
Bocas en Utuado y El Guajataca en Quebradillas.
-
La Isla de Mona,
monito y Caja de Muertos en Ponce
-
El Bosque
Xerofítico de Guanica, El Bosque de Guajataca, La
Sierra Bermeja de Lajas, El Bosque Río Abajo y El
Bosque de Cambalache de Arecibo, la Reserva de
Boquerón, y la Reserva del Faro en Cabo Rojo entre
otros.
-
Farallones
de afloramientos calizos Cibuco en Corozal, Morovis,
del Frontón en Ciales, del Río Limón en Florida,
afloramiento desde Aguadilla hasta San Sebastián y
Lares a lo largo de la carr. 111 entre otros.
Las
regiones kársticas de Puerto Rico muestran
características muy particulares, tanto en la superficie
del terreno como en su extensión subterránea. En la
superficie se destaca a presencia de dolinas (conocidas
como sumideros), zanjones, cañones, valles, torres y
mogotes, y subterráneamente se destaca la presenta de
cuevas, ríos subterráneos y los mayores acuíferos del
país. En Puerto Rico la región kárstica se le conoce
como la región de los mogotes, aunque el mogote es
solamente una característica del karso.
La
geología de las regiones kársticas se caracteriza
principalmente por la roca de carbonato de calcio (roca
caliza) de origen sedimentario. La roca caliza se formó
hace millones de años cuando los sedimentos y esqueletos
de organismos marinos se depositaron en el fondo de
mares llanos y se solidificaron. Movimientos geológicos
posteriores elevaron esta roca caliza a la superficie.
La roca
caliza tiene la particularidad de que es soluble en
contacto con agua acidulada. Cuando la lluvia cae se
vuelve levemente ácida al pasar por la atmósfera. Cuando
entra en contacto con materia orgánica en el suelo
adquiere mayor acidez. Es así como a través de millones
de años con nuestro clima tropical y sus lluvias
intensas el agua fue disolviendo la roca caliza. La
corteza terrestre en estas regiones fue tomando forma y
continúa cambiando la estructura de la topografía
kárstica y todos los rasgos topográficas antes
mencionados.
Las
regiones kársticas cubren aproximadamente el 35% de la
superficie de Puerto Rico. Se extiende en el norte desde
Loíza hasta Aguada, y la región más extensa y
desarrollada es hacia el oeste del Río La Plata. En el
sur existe en forma discontinua desde Juana Díaz hasta
Cabo Rojo. También hay afloramientos kársticos en Aguas
Buenas, Cayey, Comerío, San Germán y en varios puntos a
través de la Isla. Las islas de Mona y Monito son
completamente kársticas.
El
karso es un sistema natural complejo que incluye, además
de la topografía, la hidrología (flujo de agua
superficial subterráneo los acuíferos) las cuevas los
suelos la vegetación, la fauna y demás componentes
naturales en una estrecha interrelación e
interdependencia. Este sistema natural con toda su red
de interdependencia e interrelaciones se ha desarrollado
a través de millones de años. La presencia e
intervención de los seres humanos solo data de los
últimos cuatro mil años aproximadamente, aunque el
impacto mayor en esta región se ha sentido en los
últimos 50 años.
La Importancia de los
Sistemas Kársticos
La
importancia de todos los sistemas naturales debe ser
obvia, ya que son los que sostienen toda la vida,
inclusive la humana. Esto es lo que los científicos de
las Ciencias Naturales han denominado la Red de la Vida.
Sin esta Red, las funciones vitales de la cual depende
la vida comienzan a deteriorarse y una de las primeras
manifestaciones son las extinciones de las especies.
Esta es la infraestructura natural de la cual la vida
depende. Trataré de ir sobre algunos aspectos de los
sistemas kársticos que la mayoría de las personas pueden
identificar como sumamente importantes.
Debajo
de nuestras regiones kársticas están los mayores
depósitos de agua fresca, esenciales para la vida, a los
que se les denominan acuíferos. Esto lo han confirmado
los estudios de varias agencias entre ellas el Servicio
Geológico de los Estados Unidos. De estos acuíferos
depende la población de muchos municipios de Puerto Rico
para suplirse agua potable a la población, así como a la
industria y a la agricultura. Los acuíferos están
sujetos al ciclo del agua, y este ciclo, a su vez, está
sujeto a los eventos meteorológicos. Un ejemplo es el
fenómeno El Niño sobre la cantidad de lluvia y la
formación de huracanes en el Caribe. Es importante tomar
conciencia sobre el ciclo del agua en el karso,
ampliamente estudiado y descrito por el Servicio
Geológico de los Estados Unidos en Puerto Rico y por
otras agencias. Prestigiosas entidades, tales como
National Geographic Society, World Watch Institute y
Organismos de las Naciones Unidas han determinado que la
disponibilidad del agua será un elemento de urgencia
para la humanidad al comenzar el siglo veintiuno.
Además
de proveer agua para uso humano, los acuíferos de las
regiones kársticas en el norte de Puerto Rico son los
que le proveen el mayor volumen de agua a varios de los
humedales, tales como Ciénaga Tiburones, el humedal
herbáceo más grande de la isla, y la Laguna Tortuguero.
A los humedales no se les concedía mucha importancia
hasta los años sesenta. Antes fueron vistos como
criaderos de mosquitos y terrenos rescatables para la
agricultura, por lo que más de la mitad de estos
valiosos sistemas naturales fueron destruidos en nuestra
Isla. El desconocimiento por los humanos de las
complejas interacciones entre los sistemas naturales, lo
cual propició la destrucción de tantos humedales, es una
de las razones para que disminuyera significativamente
la pesca en nuestra Isla y la muerte de gran cantidad de
arrecifes de corales, los bosques tropicales de los
mares, por la sedimentación que antes retenían estos
humedales que fueron destruidos.
La
investigación científica sobre la ecología ha revelado
que los humedales están entre los ecosistemas más
productivos que se conocen. Son los viveros naturales de
muchos de los peces de valor comercial. Hoy día se
reconoce la importancia de los humedales como parte de
los sistemas naturales y su interrelación con éstos. La
biodiversidad de estos humedales es alta, y la
estabilidad de estos índices biológicos es indicador de
la “salud” de estos sistemas naturales. En resumen,
vemos la conexión de los acuíferos kársticos los que le
suplen agua a estos humedales.
Pero el
ciclo de agua, el cual es crítico para el acuífero y, a
su vez, para los humedales, también es vital para la
flora y la fauna de las regiones kársticas de nuestro
país. En el sur tenemos el Bosque Seco de Guánica con
una gran diversidad de flora y fauna, adaptada a las
condiciones del karso con una lluvia relativamente baja.
Otras áreas de bosques, en manos privadas, en esta
región kárstica del sur son hábitat importante para
muchas especies, algunas de ellas endémicas y en peligro
de extinción.
Como
contraste, en el norte, donde está nuestra mayor
extensión kárstica, los bosques son húmedos, la mayor
parte en manos privadas y con otra gran diversidad de
flora y fauna. Los Bosques Estatales de Vega,
Cambalache, Río Abajo y Guajataca están ubicados en la
región kárstica del norte. Estos bosques, tanto los
privados como los públicos, en la región del norte
muestran unas particularidades debido a que la
vegetación en el tope de los mogotes o torres, la que
está en las laderas y a la de los valles suele ser
diferente como resultado de la cantidad de lluvia que
reciben, la retención del agua y profundidad del suelo.
Tanto
la región kárstica del sur y el norte se encuentran
constituidas por un alto número de especies de flora y
fauna nativas y algunas de ellas exclusivas del
patrimonio natural de nuestro país. Para muchas de estas
especies, la región kárstica representa su principal o
único tipo de hábitat disponible en Puerto Rico y en el
caso de las especies endémicas, en todo el mundo.
Como en
la naturaleza todo está interconectado, cuando
deforestamos un área se afecta el equilibrio vital. Un
resultado es que tenemos menos cantidad y calidad de
agua disponible, mayor sedimentación y menos diversidad
biológica por la pérdida y fragmentación de hábitat,
entre otros factores ambientales adversos a los cuales
podemos añadir el calentamiento global. La constante
pérdida y fragmentación de hábitat es una de las razones
para que continúen aumentando las especies de flora y
fauna amenazadas y en peligro de extinción.
La
importancia de la región kárstica no solo radica en lo
antes señalado, sino que constituye un importante
depósito de información sobre la evolución de las
especies, la historia humana y otros campos de las
ciencias naturales. Las cuevas, por su estabilidad
climática en su interior, preservan los fósiles, que son
las fuentes de información de los paleontólogos. Esta
información paleontológica ayuda a comprender y
reconstruir nuestra historia natural. Lo mismo es cierto
en el campo de la arqueología, donde el arte rupestre y
los artefactos indígenas contribuyen al conocimiento de
nuestra historia. También en las cuevas se encuentran
datos e información pertinentes a los cambios climáticos
globales, geología, hidrología, biología y a otros
aspectos de las ciencias naturales.
Conservación de las
Regiones Kársticas
Hay
muchos factores de presión sobre las distintas regiones
kársticas de Puerto Rico. Un ecoturismo mal definido,
una alta demanda por roca caliza, canteras mal ubicadas,
nuevas carreteras que duplican carreteras existentes,
proyectos de viviendas horizontales, centros comerciales
horizontales y viviendas existentes que descargan su
sistema sanitario a cuerpos de agua son algunos de los
factores que mantienen una presión sobre las regiones
kársticas y sus sistemas naturales.
Varias
de las alternativas para proveer servicios desde
vivienda hasta agua y transportación colectiva a la
población en las décadas pasadas, han resultado hoy en
serios problemas. Las inundaciones por al paso del
Huracán Georges (uno de los muchos millones de huracanes
que han pasado por las islas del Caribe en el tiempo
geológico, así como los problemas con los abastos,
calidad y distribución de agua, la falta de
transportación colectiva y la disposición de los
desperdicios de todo tipo) son algunos de los serios
problemas que confronta la sociedad puertorriqueña hoy
día. Las decisiones que se tomen hoy, si no aprendemos
de nuestros errores, serán los problemas de mañana. Un
mañana con muchos menos recursos disponibles por el
crecimiento poblacional y sin justificación alguna,
cuando hoy día se cuenta con información científica
disponible acumulada por varias décadas que nos sirve
para planificar y construir cimentado en la protección y
conservación de los recursos vitales.
Tenemos
por milla cuadrada de superficie más seres humanos,
animales domésticos, automóviles, millas de carreteras,
basura, desperdicios tóxicos, etc., que muchos países
más desarrollados, pero sin la extensión territorial de
los mismos ni los recursos económicos de éstos. Todo lo
anterior pone una presión muy fuerte sobre las regiones
del karso y sus sistemas naturales.
La
cantidad, calidad y disponibilidad del agua de los
acuíferos depende de las decisiones que se han tomado y
se tomen con respecto al uso de los terrenos en las
regiones kársticas. Existe en serio problema de
contaminación de las aguas subterráneas, reconocido por
la EPA, entre los pueblos de Vega Alta hasta Arecibo
(con Ciales y Florida al sur), todos en la región
kárstica del norte, como resultado de una combinación de
factores como los pozos muros, las fuentes de
contaminación dispersas y, en menor grado, el uso de
fertilizantes para la agricultura. La Junta de
Planificación y ARPE (Administración de Reglamentos y
Permisos) continúan dando permisos para distintos tipos
de proyectos, a pesar de la situación antes señalada,
que agravarán la contaminación del acuífero, destrucción
y fragmentación de hábitat, entre otros problemas
ambientales.
Se han
construido o se están construyendo nuevas carreteras que
propiciarán el desparramamiento urbano, el uso obligado
del automóvil y cerrarán alternativas que pueden ser
viables para una transportación colectiva. La
alternativa obligada es densificar la población y hacer
las nuevas vías a lo largo de las carreteras existentes,
manteniendo la población, el comercio y la industria en
los corredores existentes. Para los escépticos a este
planteamiento los invitamos a que estudien lo que están
haciendo en la ciudad de Portland, en Oregon, en cuanto
a la planificación urbana, y otros países como Holanda,
con densidades poblacionales similares a Puerto Rico.
Los
proyectos de construcción horizontal contribuyen al
desparramamiento urbano que, a su vez, pone más presión
sobre la roca caliza de las regiones kársticas al
aumentar la demanda de ésta para hacer cemento, usarla
como relleno en carreteras, hacer arena y bloques, etc.
Cada año en Puerto Rico se saca aproximadamente entre
medio kilómetro a un kilómetro cúbico de roca caliza,
mayormente a través de canteras que operan en esta
región. Lo que a la naturaleza le tomó millones de años
en hacer, el ser humano lo destruye en pocos años
demostrando una incapacidad para darse cuenta que está
destruyendo la infraestructura natural de la cual
depende para su supervivencia. Luego de evaluar la
información de las regiones kársticas de Puerto Rico con
la información sometida por Ciudadanos del Karso y
estudios hechos por a Fundación de Investigaciones
Espeleológicas del Karso Puertorriqueño, el KARST,
Waters Institute de West Virginia concluyó que las
regiones kársticas en Puerto Rico están entre las diez
(10) en mayor peligro en el mundo, lista que será
publicada en el año 1999.
Los
sistemas naturales que en el pasado se veían como
recursos inagotables y renovables, ya no lo son. La
presión de la población y el consumismo, junto a una
planificación deficiente y que no toma en cuenta los
efectos acumulativos han enfermado a los sistemas
naturales. Se manifiesta a través de la contaminación y
falta de agua, contaminación del aire y los suelos,
mayor promedio de enfermedades respiratorias y nuevas
enfermedades y pérdida de biodiversidad sin precedente
en los tiempos geológicos. Los síntomas saltan a la
vista. ¿Estamos dispuestos a rectificar y actuar para
negarle un mejor futuro a las nuevas generaciones y a la
vida?
Por Abel Vale, Presidente
Ciudadanos del Karso
Fuente: Revista Ambiente |
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