Definición y áreas de interés Proyecto
Salón Hogar
L a G r a n E n c i c l o p e d
i a I l u s t r a d a d e l P r o y e c t o S a l ó n H o
g a r
La materia y sus propiedades
Proyecto Salón Hogar
La
química actúa sobre la materia, que es todo aquello que nos
rodea, ocupa un lugar y un espacio en el universo, y que somos
capaces de identificar y conocer.
La materia presenta dos tipos de propiedades: propiedades
extensivas y propiedades intensivas.
Glosario
Punto de ebullición: temperatura
a la cual una sustancia pasa del estado
líquido al gaseoso. Calor específico: cantidad de
calor requerida para elevar la
temperatura de un gramo de una sustancia
en un grado centígrado (1ºC). Punto de fusión: temperatura a la
cual una sustancia pasa del estado
sólido al líquido. Molécula: es una agrupación
estable de átomos, unidos por un tipo de
enlace químico llamado enlace covalente.
Las propiedades extensivas se
relacionan con la estructura química externa; es decir, aquellas
que podemos medir con mayor facilidad y que dependen de la
cantidad y forma de la materia. Por ejemplo: peso, volumen,
longitud, energía potencial, calor, etcétera. Las propiedades
intensivas, en cambio, tienen que ver más con la estructura
química interna de la materia, como la temperatura,
punto de fusión, punto de ebullición, calor
específico o concentración (ver glosario para
estos tres últimos términos), índice de refracción, entre
otros aspectos.
Las propiedades intensivas
pueden servir para identificar y caracterizar una sustancia pura,
es decir, aquella que está compuesta por un solo tipo de
molécula (ver glosario), como, por ejemplo, el agua,
que está formada solo por moléculas de agua (H2O), o el azúcar,
que solo la conforman moléculas de sacarosa (C12H22O11).
Sólido, líquido y gaseoso
La materia normalmente presenta
tres estados o formas: sólida, líquida o
gaseosa. Sin embargo, existe un cuarto estado, denominado
estado plasma, el cual corresponde a un conjunto de
partículas gaseosas eléctricamente cargadas (iones), con
cantidades aproximadamente iguales de iones positivos y
negativos, es decir, globalmente neutro.
El estado sólido se
caracteriza por su resistencia a cualquier cambio de forma, lo
que se debe a la fuerte atracción que hay entre las moléculas
que lo constituyen; es decir, las moléculas están muy cerca unas
de otras.
En el estado líquido, las
moléculas pueden moverse libremente unas respecto de otras, ya
que están un poco alejadas entre ellas. Los líquidos, sin
embargo, todavía presentan una atracción molecular
suficientemente firme como para resistirse a las fuerzas que
tienden a cambiar su volumen.
En cambio, en el estado
gaseoso, las moléculas están muy dispersas y se mueven
libremente, sin ofrecer ninguna oposición a las modificaciones
en su forma y muy poca a los cambios de volumen. Como resultado,
un gas que no está encerrado tiende a difundirse
indefinidamente, aumentando su volumen y disminuyendo su
densidad.
La mayoría de las sustancias son
sólidas a temperaturas bajas, líquidas a temperaturas medias y
gaseosas a temperaturas altas; pero los estados no siempre están
claramente diferenciados. Puede ocurrir que se produzca una
coexistencia de fases cuando una materia está cambiando de
estado; es decir, en un momento determinado se pueden apreciar
dos estados al mismo tiempo. Por ejemplo, cuando cierta cantidad
de agua llega a los 100ºC (en estado líquido) se evapora, es
decir, alcanza el estado gaseoso; pero aquellas moléculas que
todavía están bajo los 1001C, se mantienen en estado líquido.
Cambios físicos y químicos de
la materia
Aunque al mirar a nuestro
alrededor podemos apreciar distintos estados de la materia (por
ejemplo, una silla es materia en estado sólido, la leche un
líquido y el humo de las fábricas es gaseoso), en la naturaleza
ocurren infinitos cambios a cada instante.
Si tomamos, por ejemplo, un vaso
con agua (estado líquido), observaremos que el agua ocupa el
espacio interno del vaso. Luego, si colocamos en un recipiente
el agua contenida en el vaso y la calentamos, veremos que en
cierto momento comienzan a observarse burbujas en la superficie,
y el agua en estado líquido pasa a ser vapor de agua (estado
gaseoso). Este evento, que es común observar en nuestra vida
diaria, corresponde a un cambio de estado de la materia.
El agua, tanto en estado líquido
como en estado gaseoso, presenta la misma composición química
(H2O). Los cambios de estado de cualquier material en los que su
composición química permanece invariable se denominan cambios
físicos.
Ahora, si tenemos agua mezclada
con azúcar (agua azucarada) y la calentamos hasta evaporar toda
el agua posible, en el recipiente queda el azúcar; es decir, se
obtienen los materiales iniciales: agua (ahora en forma de
vapor) y azúcar. Así, cuando mezclamos dos materiales y podemos
separarlos por procedimientos físicos, entonces el cambio
ocurrido también es un cambio físico. Otros tipos de
cambios físicos pueden ser patear una pelota o romper una hoja
de papel. En todos los casos podría cambiar la forma,
como cuando cortas el papel, pero la sustancia se
mantiene, es decir, el papel sigue estando ahí.
Pero existe otro tipo de cambio
que sí modifica la estructura química de uno o más materiales.
Es el que se conoce como cambio químico. Este sucede
cuando el material experimenta una transformación en su
estructura química, como consecuencia de su interacción o
relación con la estructura química de otro material,
transformándose ambas estructuras. Esto da como resultado la
formación de un nuevo material con características diferentes a
las iniciales; es decir, ocurrió una reacción química.
Glosario
Oxidación: reacción química en la
cual el oxígeno participa como reactante
e interactúa molecularmente con otra
sustancia dando como resultado un
producto oxidado.
En el experimento de la manzana
se puede apreciar un cambio químico, ya que sus constituyentes
externos reaccionaron con el oxígeno del aire y se produjo un
oscurecimiento por la reacción de oxidación (ver
glosario) o envejecimiento. Su estructura interna cambió y
ya no es posible recuperarla por medios físicos, por ejemplo,
cortar la parte oxidada, ya que solo se obtendría un tejido
vegetal nuevo.
Las frutas, como las manzanas,
pueden conservarse por refrigeración, que hace más lento el
proceso de oxidación, o cubriéndolas, para que el oxígeno no
actúe sobre la fruta. En el experimento, como habrás podido
apreciar, el trozo de manzana cubierto con el plástico no se
oscureció. Tampoco la parte de la manzana impregnada con jugo de
limón se alteró. Es más, seguirá en buen estado, ya que el jugo
de limón contiene vitamina C (ácido ascórbico), la cual actúa
como antioxidante; es decir, evita que el oxígeno
reaccione con la manzana y retarda el envejecimiento. El tercer
trozo, al estar sin jugo de limón y sin plástico (es decir, al
estar expuesto al oxígeno del aire) se oscureció, evidenciando
una reacción de oxidación, la misma que corresponde a un cambio
de estado de tipo químico.
En la naturaleza, la mayoría de
las alteraciones que se producen son cambios químicos, como la
combustión, la pudrición, la fermentación, la digestión de los
alimentos, etcétera.
Sin embargo, también existen
otros tipos de transformaciones químicas, como cuando se quema
basura, o uno fundamental, que es la respiración, donde hay una
reacción química.
Así como la manzana, otras
frutas experimentan las mismas modificaciones, como, por ejemplo,
el plátano y la palta. Tú mismo puedes repetir el experimento
usando otras frutas o verduras, haciendo comparaciones y
verificando lo que sucede. Incluso puedes invitar a tus amigos
para que cada uno elija una fruta o verdura y después comparen y
discutan los resultados de cada uno.
Así, aplicarás también el
método científico (observación, problema, hipótesis y
experimentación).
Mezclando
sustancias
Proyecto Salón Hogar
Ya
sabes que todo lo que existe en el universo está compuesto por
materia. Esta, a su vez, se clasifica en mezclas y
sustancias puras. Las sustancias puras comprenden un solo
compuesto, y las mezclas son combinaciones de sustancias
puras en proporciones variables o diferentes; por ejemplo, una
mezcla de arena y sal.
Los compuestos están conformados
por los elementos (como, por ejemplo, el hidrógeno y el
oxígeno, que forman el agua), los cuales existen en los
compuestos en una proporción definida, es decir, en cantidades
suficientes que permiten que dichos elementos se mantengan
siempre estables y que también impiden su separación por métodos
físicos. Por ejemplo, si se hace reaccionar sodio (Na) con cloro
(Cl2) se obtendrá Na1Cl1 exclusivamente y no sustancias tales
como Na0.5Cl2.3 o mezclas raras.
Las mezclas se clasifican en
homogéneas (soluciones) y en heterogéneas. En una
mezcla homogénea no hay distinción de fases, es decir, de
una porción de la sustancia pura. Es el caso, por ejemplo, del
agua con alcohol, el agua azucarada o el agua con café, donde se
observa una sola fase: la líquida. Además, en este tipo de
mezcla los componentes se unen hasta el nivel molecular, de
manera que no es posible distinguirlos. Por ejemplo: oxígeno en
agua o sal en agua. También existen las soluciones sólidas (mezcla
de metales), llamadas aleaciones.
En las soluciones hay dos
sustancias involucradas: una que disuelve, solvente, y
otra que se disuelve, el soluto. Cuando mezclamos agua (solvente)
con azúcar, tenemos que cada molécula de azúcar (soluto) queda
rodeada por varias moléculas de agua. Lo mismo sucede en otras
soluciones. Por esta razón, una vez que han sido mezclados no
podemos diferenciar a simple vista el soluto del solvente.
En cambio, en una mezcla
heterogénea pueden distinguirse con facilidad las diferentes
fases que forman la mezcla. Por ejemplo, el agua con arena. Aquí
se forman dos fases: una fase sólida, conformada por la arena, y
otra fase líquida, constituida por el agua. Otros ejemplos son
el agua con aceite, sal y arena, entre otros.
Las mezclas pueden separarse en
sus componentes por procesos físicos, mientras que los
compuestos se separan en sus constituyentes por procesos
químicos.
En cualquier caso, la mezcla de materiales es un proceso que
utilizamos a diario, tanto en la cocina (al mezclar los
ingredientes de una torta) como en las industrias altamente
tecnificadas (como la farmacéutica). En la naturaleza también
encontramos mezclas, como la sangre, la orina y el aire.
Oxígeno para la
química
Antonio Lavoisier
Al
químico francés Antonio Lavoisier
(1743-1794) se atribuye el
descubrimiento del oxígeno, al comprobar
que el aire está compuesto por este
elemento y el nitrógeno.
Lavoisier, considerado uno de los
fundadores de la química moderna,
sostuvo que, para que se realice la
respiración, no solo es necesaria la
combustión de compuestos carbonados (como
los azúcares), sino que se requieren
otros elementos, descubriendo así que
los seres vivos utilizan el oxígeno del
aire para la combustión de los alimentos.
También
estableció la ley de la conservación de
la materia y realizó importantes
trabajos sobre la nomenclatura química.
Fue
guillotinado durante la Revolución
Francesa por pertenecer a la nobleza.