En algunas ocasiones, el autor de un programa no prepara un instalador. En muy raras ocasiones, el programa es un único archivo ejecutable que se puede ejecutar directamente. Lo más habitual es que el programa se proporcione en forma de archivo comprimido.
Windows XP es capaz de trabajar de forma básica con archivos comprimidos en formato zip, pero es conveniente instalar algún programa específico. En cdlibre.org se pueden encontrar varios compresores. Los más recomendables son 7-zip e IZArc. Las extensiones más habituales de compresión son zip, rar y 7z.
En otro tutorial de www.mclibre.org se explican algunas ideas básicas sobre compresión, cómo instalar IZArc y cómo utilizar IZArc.
Cuando el programa no dispone de instalador, los pasos a realizar son los siguientes:
Una vez instalado el programa, el archivo comrpimido puede eliminarse, salvo que desee conservarse por si fuera necesario reinstalar el programa. Si se dispone de espacio libre en el disco duro, es conveniente conservarlo.
Autor: Bartolomé Sintes Marco