Un instalador es un programa que se encarga de instalar una aplicación en el ordenador y dejar el ordenador preparado para el uso de la aplicación. Eso incluye copiar los archivos, crear las carpetas e iconos de acceso director, registrar las extensiones, etc.
En el explorador de Windows, un instalador se muestra como un archivo más (como se trata de un programa, suele tener la extensión .exe o .msi).
El icono que muestra el instalador de Windows puede ser el icono de la aplicación que instala el instalador o puede ser el icono del programa que crea el instalador. Existen muchos creadores de instaladores y la imagen siguiente muestra algunos de los iconos más usuales.
Normalmente la instalación de un programa requiere un único instalador, pero a veces es necesario realizar instalaciones adicionales (automáticas o manuales) para instalar complementos (plug-ins, traducciones, etc.).
Como cualquier programa de Windows, un instalador se pone en marcha haciendo doble clic en él. Los procesos de instalación dependen del tipo de instalador y de las caraterísticas de la aplicación, aunque algunos pasos suelen ser comunes a muchas instalaciones.
En otro tutorial de www.mclibre.org se explica la instalación de Firefox.
Una vez instalado el programa, el instalador puede eliminarse, salvo que desee conservarse por si fuera necesario reinstalar el programa. Si se dispone de espacio libre en el disco duro, es conveniente conservarlo.
Autor: Bartolomé Sintes Marco