Alrededor del Sol giran nueve planetas muy diferentes. Haz clic sobre ellos para saber más.
Júpìter es el quinto planeta del sistema solar y el mayor de todos (mil veces mayor que la Tierra). Contiene más materia que el resto de planetas juntos. Su masa es de 1,9 x 1027 kg y su diámetro es de 142.800 km. Tiene 16 satélites, cuatro de ellos (Calixto, Europa, Ganimedes e Io) fueron observados por Galileo en 1610. Júpiter podría ser completamente gaseoso, como el Sol. La atmósfera está compuesta por hidrógeno y helio, así como pequeñas cantidades de metano, amoniaco, vapor de agua y otros elementos. La metereología en Júpiter es muy dinámica y se manifiesta en las bandas longitudinales, las nubes y las tormentas. La gran mancha roja es de hecho una gigantesca tormenta.
Marte es el cuarto planeta del sistema solar y se le llama habitualmente "el planeta rojo". Sus rocas, su suelo y su cielo tiene un tono rojizo que ha sido observado por los astrónomos a lo largo de la historia. Los romanos le dieron el nombre del dios de la guerra. Antes de la era de la exploración espacial se pensaba que Marte era un buen candidato para contener vida. Los astrónomos decían ver líneas rectas atravesando su superficie, que se interpretaban como canales. Cuando en 1938 Orson Wells retransmitió un drama radiofónico basado en "La guerra de los mundos" de Wells, muchísimas personas creyeron que invasores marcianos podían estar atacando la Tierra. Muchos astrónomos explicaban los cambios de color de la superficie gracias a una supuesta vegetación marciana. Actualmente la posibilidad de vida en Marte se considera remota.
El planeta Mercurio fue bautizado por los romanos con el nombre del mensajero alado de los dioses porque es el planeta que parece desplazarse más rápidamente por el cielo. Es el planeta más próximo al Sol y el segundo más pequeño del sistema solar. Su diámetro, 2440 km, se encuentra entre el de la Tierra y la Luna. Es más pequeño que Ganimedes y Titán, satélites de Júpiter y Saturno respectivamente.
Si un explorador llegara a Mercurio encontraría un paisaje parecido al de la Luna. El sol se ve dos veces y media más grande que desde la Tierra aunque el cielo sería completamento negro ya que Mercurio no posee ninguna atmósfera. En el cielo de Mercurio, el explorador vería dos brillantes estrellas, una de color crema, Venus, y otra azul, la Tierra.
Neptuno fue descubierto el 22 de septiembre de 1846 por Johann Gottfried Galle, del Obserrvatorio de Berlín, y por Louis d'Arrest, un estudiante de astronomía, gracias a los cálculos de Urbain Jean Joseph Le Verrier.
Neptuno tiene un diámetro de 9.500 km y completa su órbita en 165 años. Tiene ocho satélites. Un día dura 16 horas y 6,7 minutos. Los dos tercios interiores de Neptuno son una mezcla de roca fundida, agua, amoniaco y metano líquido. El tercio exterior es una mezcla gaseosa caliente de hidrógeno, helio, agua y metano. El metano da su color azul a Neptuno.
La atmósfera de Neptuno es muy dinámica, con manchas oscuras que recueran a los huracanes de Júpiter. La Gran Mancha es una tormenta del tamaño de la Tierra. En Neptuno se producen los vientos más violentos del sistema solar. Cerca de la Gran Mancha, los vientos alcanzan los 2.000 km/h.
Plutón fue descubierto el 18 de frebrero de 1930 por Clyde W. Tombaugh. Es el planeta más alejado del Sol, aunque debido a la excentricidad de su órbita a veces se acerca más que Neptuno. Da la vuelta al Sol en 249 años. Posee un satélite llamado Caronte, descubierto en 1978 por J. Christy.
Saturno es el sexto planeta del sistema solar y el segundo más grande, con un diámetro de 119.300 km. Saturno está muy achatado por los polos debido a su rápida velocidad de rotación. Un día dura 10 horas y 39 minutos, mientras que tarda 29,5 años terrestres en dar la vuelta al Sol. Su atmósfera está formada principalmente por hidrógeno y por pequeñas cantidades de helio y metano. Es el único planeta con una densidad menor que la del agua, por lo que flotaría en un océano lo suficiente grande para contenerlo.
Su característica más llamativa son los bellos anillos que lo rodean, que no le impiden ser el planeta con más satélites del sistema solar (18). Entre ellos destaca Titán.
La Tierra es el tercer planeta del sistema solar y se sitúa a una distancia aproximada de 150 millones de km. Gira alrededor del Sol en 365,25 días y sobre ella misma en 24 horas. Tiene un diámetro de 12.756 km, poco más que Venus. La atmósfera se compone en un 78% de nitrógeno, 21% de oxígeno y 1% de otros componentes. La Tierra es el único planeta capaz de sostener vida en él. El núcleo de niquel y hierro fundido sometido a rápidas revoluciones genera un gran campo magnético que, junto con la atmósfera, protege de todas las radiaciones nocivas del Sol, así como de los meteoritos, que arden antes de golpear la superficie.
Urano, el séptimo planeta del sistema solar y el tercero más grande, fue descubierto por William Herschel en 1781. Tiene un diámetro de 51.800 km y da una vuelta al sol cada 84 años terrestres. Su distancia media al Sol es de 2.870 millones de km. Un día en Urano dura 17 horas y 14 minutos. Urano tiene al menos 15 lunas. Las dos mayores, Titania y Oberón, fueron descubiertas por William Herschel en 1787.
La atmósfera de Urano se compone de hidrógeno (83%), helio (15%), metano (2%) y acetileno y otros hidrocarburos. El metano en la atmósfera superior absorbe la luz roja, lo que da a Urano su color azul verdoso. Los vientos en la superficie de Urano soplan desde 40 hasta 160 m/s.
Venus, la joya del cielo, era conocido antiguamente como la estrella de la mañana y la estrella de la tarde, pues se consideraba dos cuerpos distintos. Bautizada como la diosa romana del amor y la belleza, se encuentra oculta por espesas nubes. Se considera a Venus un planeta gemelo de la Tierra: parecido grosor, parecidas masa, densidad y volumen. Pero ahí se acaba el parecido. Venus no posee océanos y su atmósfera está formada principalmente de dióxido de carbono, sin prácticamente vapor de agua. Las nubes son de ácido sulfúrico. La presión atmosférica es 92 veces la de la Tierra y su temperatura ambiente es de 480ºC. Esta temperatura se debe al efecto invernadero provocado por la atmósfera de dióxido de carbono.
Un día venusiano dura 243 días terrestres, más que un año venusiano, que dura 225 días. Venus rota de este a oeste, por lo que en Venus en Canarias sería una hora más tarde.
Última modificación: 28 de enero de 2002