Personajes del siglo XX

Aleixandre, Vicente. España, 1898-1984, poeta

Vicente Aleixandre -premio Nobel de Literatura en 1976- es el autor de un amplio y coherente discurso poético -hímnico, cósmico, telúrico, imaginativo-, que evoluciona al hilo de cada una de las tendencias literarias que aborda sin hacerse nunca moda, y es fiel a una honda personalidad. Puede ser considerado maestro de las distintas generaciones que se sucedieron a partir de la guerra civil. La destrucción o el amor, de Aleixandre es, junto con Poeta en Nueva York, de Federico García Lorca; Sobre los ángeles, de Rafael Alberti, y Donde habite el olvido, de Luis Cernuda (poetas todos pertenecientes a la denominada generación del 27), una alta cumbre de la poesía surrealista. Otros títulos suyos, como Sombra del paraíso o Historia del corazón, son fundamentales para entender la variedad y riqueza de registros de su voz; una voz panteísta que invoca a la comunión con la naturaleza, una voz exaltada por la fuerza amorosa en toda su plenitud; una de las poesías de mayor brillantez expresiva de las letras españolas.

Baroja, Pío. España, 1872-1956, escritor

Probablemente el novelista más considerable del siglo en España, lo que no significa que nuestra narrativa le deba sus obras mayores. Pero fue quien tuvo más mundo propio, que desplegó en una abundante producción: más de sesenta novelas y diversos cuentos y novelas cortas. Su plenitud va desde comienzos de siglo hasta poco antes de la Primera Guerra Mundial. En esos años compone Camino de perfección, la trilogía de La lucha por la vida, César o nada, Las inquietudes de Shanti Andía y El árbol de la ciencia, donde alienta una cosmovisión pesimista, se trazan inquietantes cuadros de crítica social y se exalta la acción como imposible terapia del ser humano, a veces con tonos prefascistas, todo ello visto a través de protagonistas que son cotrafiguras del autor y plasmado en un estilo impecablemenete narrativo.

Bohr, Niels. Dinamarca, 1885-1962; físico

Bohr describió las órbitas de los electrones que rodean al núcleo de un átomo. Además, desmpeñó un papel esencial en la II Guerra Mundial, al demostrar que la bomba atómica era posible. Trabajó como estudiante con Rutherford, que había descubierto que en todos los átomos los electrones con carga negativa se desplazaban alrededor de un núcleo con carga positiva. Niels Bohr demostró que la teoría cuántica propuesta por Max Planck explicaba la estabilidad del átomo y la luz coloreada que emiten los elementos químicos cuando están incandescentes. Si esta luz se pasa a través de un prisma y se enfoca sobre un papel, forma un patrón de líneas coloreadas denominado espectro. Bohr propuso que estas líneas se producen porque los electrones irradian energía cuando caen de una órbita a otra más cercana al núcleo. La teoría cuántica estableció las distancias entre las órbitas.

Turing, Alan. Reino Unido, 1912-1954, matemático

Ala Turing fue el inventor de lo que conocemos como ordenador. Lo describió en 1936, casi de pasada, en un denso artículo, On Computable Numbers. La cuestión era definir qué era un ordenador. Éste consistía, explicaba, en una máquina a la que se podía instruir con una cinta continua dividida en unidades. La máquina leería las instrucciones de una unidad, las ejecutaría y pasaría a la siguiente unidad. Ésta es la forma de funcionamiento de un ordenador moderno, y la programación consiste en encontrar formas económicas de dividir una tarea en unidades. Turing llevó su teoría a la práctica durante la II Guerra Mundial. La misión que se le asignó fue descubrir la forma de descifrar los códigos Enigma de los alemanes. En 1943 concluyó el primer ordenador del mundo basado en la electrónica digital: Colossus. Tras la guerra, se le encargó desarrollar el Automatic Computing Engine, ACE, que debía ser un ordenador de uso general. Entregó el proyecto en 1946, pero nadie quiso respaldarlo. En 1948 comenzó a trabajar en el campo de la Inteligencia Artificial.

Extraído del coleccionable: Los 1000 protagonistas del siglo XX. Diario El País, SA. Madrid 1992