El Departamento de Educación y la Legislatura le abrieron los brazos
oficialmente ayer al desarrollo de las
llamadas escuelas “charter”, que permitirá
poner en manos de instituciones privadas la
administración de algunos planteles.
Durante el 4to. Congreso Educativo del
Sistema Ana G. Méndez, el secretario de
Educación, Rafael Aragunde, y la
representante novoprogresista, Albita
Rivera, apoyaron que la mencionada entidad
educativa realice un estudio sobre la
legislación necesaria para viabilizar en
Puerto Rico este tipo de escuela no
convencional. El concepto que promete
levantar nuevamente la discusión sobre la
privatización del sistema público, se ha
discutido en administraciones anteriores,
pero es bajo el mandato de Aragunde que las
conversaciones han comenzado a tomar forma.
Presupuesto de las escuelas
“charter”
80%
público
20%
privado
La presidenta de la Comisión de Educación
de la Cámara de Representantes, Albita
Rivera, hablando a nombre del presidente de
ese cuerpo, José Aponte, y del presidente
del Senado, Kenneth McClintock, afirmó que
la Legislatura está dispuesta a trabajar la
legislación necesaria en negociación con el
Ejecutivo.
“Esta es una oferta que nos ha hecho el
Presidente del Sistema de Educación, Ana G.
Méndez -para prácticamente hacer el estudio-
y traerlo tanto al Estado como a la
Legislatura, de manera que podamos trabajar
en conjunto un proyecto”, sostuvo la
legisladora.
El presidente del Sistema Ana G. Méndez,
José “Pepe” Méndez, anticipó que el análisis
legislativo del proyecto podría tomar hasta
60 días y admitió que la organización
estaría interesada en administrar algunas de
estas escuelas.
Rivera recordó que la autonomía fiscal y
administrativa de las escuelas públicas se
trató de establecer mediante la Ley 149, que
creaba las escuelas de la comunidad, pero se
eliminó durante la administración de Sila
María Calderón.
Por su parte, Aragunde recalcó la
importancia de otorgar a las escuelas mayor
autonomía administrativa y fiscal.
“La Ley 149 provee para esa autonomía y
los charter son una forma particular de
culminar esa autonomía, que yo creo que se
debe considerar”, destacó Aragunde.
El Secretario reconoció que la iniciativa
encontrará la oposición de las
organizaciones magisteriales, pero sostuvo
que establecerá canales de diálogo.
“Lo que estamos diciendo es que los
puertorriqueños se merecen el derecho de
enviar a sus hijos a escuelas de
excelencias”, agregó. Y es que los que
favorecen el concepto de escuelas “charter”
indican que mediante este sistema, las
escuelas públicas tienen mayores
posibilidades de aumentar la excelencia
académica de los alumnos.
No de las organizaciones
Precisamente, el presidente de la
Federación de Maestros, Rafael Feliciano,
catalogó las escuelas “charter” como un
mecanismo “para abrir las puertas para que
el sector privado pueda lucrarse de los
fondos que actualmente van dirigidos a las
escuelas públicas”.
Destacó que en la Isla existen
universidades, entidades privadas y
municipios con gran interés de que este
concepto se establezca para lograr acceso a
millones de dólares que el gobierno federal
tiene para este concepto.
Feliciano dijo que con este tipo de
programas, como se le permite a los
administradores escolares mayor autonomía en
la contratación del personal docente, se
socavarían derechos laborales y beneficios
adquiridos por los maestros.
Por su parte, Aida Díaz, presidenta de la
Asociación de Maestros dijo no entender “por
qué este concepto se trae a Puerto Rico por
los pelos”, cuando en Estados Unidos no
existe ningún estudio que demuestre que el
aprovechamiento de los estudiantes de estas
escuelas es superior al sistema regular.
“Lo que (en Puerto Rico) están viendo es
el negocio millonario de la educación”,
coincidió Díaz.
El tema del aprovechamiento académico en
las escuelas públicas ha sido eje de
controversias por años y el panorama no
parece alentador.
Los últimos resultados de las Pruebas
Puertorriqueñas de Aprovechamiento
Académico, revelaron que la excelencia se
redujo de 40 escuelas en el 2004-2005 a 16
en el 2005-2006.
En Puerto Rico hay 1,523 planteles. La
ley “Que ningún niño quede rezagado” exige
que el 100% de las escuelas muestren
aprovechamiento o pleno dominio en las
materias para el 2013-2014, o se pondrían en
peligro las millonarias asignaciones en
fondos federales del programa Título I.
Sólo tres de las 40 escuelas con notas de
excelencia en el 2005-2006 permanecieron en
la lista.