El Génesis
Creación de los cielos y de la tierra
1 En el principio
creó Dios los cielos y la tierra. 2 Y la tierra estaba sin
orden y vacía. Había tinieblas sobre la faz del océano, y el Espíritu de
Dios se movía sobre la faz de las aguas.
3 Entonces dijo Dios: "Sea la luz", y fue la luz.
4 Dios vio que la luz era buena, y separó Dios la luz de las
tinieblas. 5 Dios llamó a la luz Día, y a las tinieblas llamó
Noche. Y fue la tarde y fue la mañana del primer día.
6 Entonces dijo Dios: "Haya una bóveda en medio de
las aguas, para que separe las aguas de las aguas." 7 E hizo
Dios la bóveda, y separó las aguas que están debajo de la bóveda, de las
aguas que están sobre la bóveda. Y fue así. 8 Dios llamó a la
bóveda Cielos. Y fue la tarde y fue la mañana del segundo día.
9 Entonces dijo Dios: "Reúnanse las aguas que
están debajo del cielo en un solo lugar, de modo que aparezca la parte
seca." Y fue así. 10 Llamó Dios a la parte seca Tierra, y a
la reunión de las aguas llamó Mares; y vio Dios que esto era bueno.
11 Después dijo Dios: "Produzca la tierra hierba, plantas que den
semilla y árboles frutales que den fruto, según su especie, cuya semilla
esté en él, sobre la tierra." Y fue así. 12 La tierra produjo
hierba, plantas que dan semilla según su especie, árboles frutales cuya
semilla está en su fruto, según su especie. Y vio Dios que esto era
bueno. 13 Y fue la tarde y fue la mañana del tercer día.
14 Entonces dijo Dios: "Haya lumbreras en la
bóveda del cielo para distinguir el día de la noche, para servir de
señales, para las estaciones y para los días y los años. 15
Así sirvan de lumbreras para que alumbren la tierra desde la bóveda del
cielo." Y fue así. 16 E hizo Dios las dos grandes lumbreras:
la lumbrera mayor para dominar en el día, y la lumbrera menor para
dominar en la noche. Hizo también las estrellas. 17 Dios las
puso en la bóveda del cielo para alumbrar sobre la tierra, 18
para dominar en el día y en la noche, y para separar la luz de las
tinieblas. Y vio Dios que esto era bueno. 19 Y fue la tarde y
fue la mañana del cuarto día.
20 Entonces dijo Dios: "Produzcan las aguas
innumerables seres vivientes, y haya aves que vuelen sobre la tierra, en
la bóveda del cielo." 21 Y creó Dios los grandes animales
acuáticos, todos los seres vivientes que se desplazan y que las aguas
produjeron, según su especie, y toda ave alada según su especie. Vio
Dios que esto era bueno, 22 y los bendijo Dios diciendo: "Sed
fecundos y multiplicaos. Llenad las aguas de los mares; y multiplíquense
las aves en la tierra." 23 Y fue la tarde y fue la mañana del
quinto día.
24 Entonces dijo Dios: "Produzca la tierra seres
vivientes según su especie: ganado, reptiles y animales de la tierra,
según su especie." Y fue así. 25 Hizo Dios los animales de la
tierra según su especie, el ganado según su especie y los reptiles de la
tierra según su especie. Y vio Dios que esto era bueno.
26 Entonces dijo Dios: "Hagamos al hombre a
nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza, y tenga dominio sobre los
peces del mar, las aves del cielo, el ganado, y en toda la tierra, y
sobre todo animal que se desplaza sobre la tierra." 27 Creó,
pues, Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; hombre y
mujer los creó. 28 Dios los bendijo y les dijo: "Sed fecundos
y multiplicaos. Llenad la tierra; sojuzgadla y tened dominio sobre los
peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que se desplazan
sobre la tierra." 29 Dios dijo además: "He aquí que os he
dado toda planta que da semilla que está sobre la superficie de toda la
tierra, y todo árbol cuyo fruto lleva semilla; ellos os servirán de
alimento. 30 Y a todo animal de la tierra, a toda ave del
cielo, y a todo animal que se desplaza sobre la tierra, en que hay vida,
toda planta les servirá de alimento." Y fue así. 31 Dios vio
todo lo que había hecho, y he aquí que era muy bueno. Y fue la tarde y
fue la mañana del sexto día.
2 Así fueron
terminados los cielos y la tierra y todos sus ocupantes. 2 El
séptimo día Dios había terminado la obra que hizo, y reposó en el
séptimo día de toda la obra que había hecho. 3 Por eso Dios
bendijo y santificó el séptimo día, porque en él reposó de toda su obra
de creación que Dios había hecho. 4 Estos son los orígenes de
los cielos y de la tierra, cuando fueron creados.
El hombre en el jardín de Edén
Cuando Jehovah Dios hizo la tierra y los cielos, 5 aún no
había en la tierra ningún arbusto del campo, ni había germinado ninguna
planta del campo, porque Jehovah Dios no había hecho llover sobre la
tierra, ni había hombre para cultivarla. 6 Pero subía de la
tierra un vapor que regaba toda la superficie de la tierra.
7 Entonces Jehovah Dios formó al hombre del polvo
de la tierra. Sopló en su nariz aliento de vida, y el hombre llegó a ser
un ser viviente.
8 Y plantó Jehovah Dios un jardín en Edén, en el
oriente, y puso allí al hombre que había formado. 9 Jehovah
Dios hizo brotar de la tierra toda clase de árboles atractivos a la
vista y buenos para comer; también en medio del jardín, el árbol de la
vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal.
10 Un río salía de Edén para regar el jardín, y de
allí se dividía en cuatro brazos. 11 El nombre del primero
era Pisón. Este rodeaba toda la tierra de Havila, donde hay oro. 12
Y el oro de aquella tierra es bueno. También hay allí ámbar y
ónice. 13 El nombre del segundo río era Guijón. Este rodeaba
toda la tierra de Etiopía. 14 El nombre del tercer río era
Tigris, que corre al oriente de Asiria. Y el cuarto río era el Eufrates.
15 Tomó, pues, Jehovah Dios al hombre y lo puso en
el jardín de Edén, para que lo cultivase y lo guardase. 16 Y
Jehovah Dios mandó al hombre diciendo: "Puedes comer de todos los
árboles del jardín; 17 pero del árbol del conocimiento del
bien y del mal no comerás, porque el día que comas de él, ciertamente
morirás."
Creación de la mujer
18 Dijo además Jehovah Dios: "No es bueno que el hombre esté
solo; le haré una ayuda idónea." 19 Jehovah Dios, pues, formó
de la tierra todos los animales del campo y todas las aves del cielo, y
los trajo al hombre para ver cómo los llamaría. Lo que el hombre llamó a
los animales, ése es su nombre. 20 El hombre puso nombres a
todo el ganado, a las aves del cielo y a todos los animales del campo.
Pero para Adán no halló ayuda que le fuera idónea.
21 Entonces Jehovah Dios hizo que sobre el hombre
cayera un sueño profundo; y mientras dormía, tomó una de sus costillas y
cerró la carne en su lugar. 22 Y de la costilla que Jehovah
Dios tomó del hombre, hizo una mujer y la trajo al hombre. 23
Entonces dijo el hombre: "Ahora, ésta es hueso de mis huesos y carne de
mi carne. Esta será llamada Mujer, porque fue tomada del hombre."
24 Por tanto, el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá
a su mujer, y serán una sola carne. 25 Estaban ambos
desnudos, el hombre y su mujer, y no se avergonzaban.
Desobediencia de la primera pareja
3 Entonces la serpiente,
que era el más astuto de todos los animales del campo que Jehovah Dios
había hecho, dijo a la mujer:
-¿De veras Dios os ha dicho: "No comáis de ningún árbol del
jardín"?
2 La mujer respondió a la serpiente:
-Podemos comer del fruto de los árboles del jardín. 3
Pero del fruto del árbol que está en medio del jardín ha dicho
Dios: "No comáis de él, ni lo toquéis, no sea que muráis."
4 Entonces la serpiente dijo a la mujer:
-Ciertamente no moriréis. 5 Es que Dios sabe que
el día que comáis de él, vuestros ojos serán abiertos, y seréis como
Dios, conociendo el bien y el mal.
6 Entonces la mujer vio que el árbol era bueno
para comer, que era atractivo a la vista y que era árbol codiciable para
alcanzar sabiduría. Tomó, pues, de su fruto y comió. Y también dio a su
marido que estaba con ella, y él comió. 7 Y fueron abiertos
los ojos de ambos, y se dieron cuenta de que estaban desnudos. Entonces
cosieron hojas de higuera, y se hicieron ceñidores.
8 Cuando oyeron la voz de Jehovah Dios que se
paseaba en el jardín en el fresco del día, el hombre y su mujer se
escondieron de la presencia de Jehovah Dios entre los árboles del
jardín. 9 Pero Jehovah Dios llamó al hombre y le preguntó:
-¿Dónde estás tú?
10 El respondió:
-Oí tu voz en el jardín y tuve miedo, porque estaba desnudo.
Por eso me escondí.
11 Le preguntó Dios:
-¿Quién te dijo que estabas desnudo? ¿Acaso has comido del
árbol del que te mandé que no comieses?
12 El hombre respondió:
-La mujer que me diste por compañera, ella me dio del árbol,
y yo comí.
13 Entonces Jehovah Dios dijo a la mujer:
-¿Por qué has hecho esto?
La mujer dijo:
-La serpiente me engañó, y comí.
14 Entonces Jehovah Dios dijo a la serpiente:
-Porque hiciste esto, serás maldita entre todos los animales
domésticos y entre todos los animales del campo. Te arrastrarás sobre tu
vientre y comerás polvo todos los días de tu vida. 15 Y
pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu descendencia y su
descendencia; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el talón.
16 A la mujer dijo:
-Aumentaré mucho tu sufrimiento en el embarazo; con dolor
darás a luz a los hijos. Tu deseo te llevará a tu marido, y él se
enseñoreará de ti.
17 Y al hombre dijo:
-Porque obedeciste la voz de tu mujer y comiste del árbol del
que te mandé diciendo: "No comas de él", sea maldita la tierra por tu
causa. Con dolor comerás de ella todos los días de tu vida; 18
espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo.
19 Con el sudor de tu frente comerás el pan hasta que vuelvas a la
tierra, pues de ella fuiste tomado. Porque polvo eres y al polvo
volverás.
20 El hombre llamó el nombre de su mujer Eva,
porque ella sería la madre de todos los vivientes.
21 Luego Jehovah Dios hizo vestidos de piel para
Adán y para su mujer, y los vistió. 22 Y Jehovah Dios dijo:
-He aquí que el hombre ha llegado a ser como uno de nosotros,
conociendo el bien y el mal. Ahora pues, que no extienda su mano, tome
también del árbol de la vida, y coma y viva para siempre.
23 Y Jehovah Dios lo arrojó del jardín de Edén,
para que labrase la tierra de la que fue tomado. 24 Expulsó,
pues, al hombre y puso querubines al oriente del jardín de Edén, y una
espada incandescente que se movía en toda dirección, para guardar el
camino al árbol de la vida.
Historia de Caín y Abel
4 El hombre conoció a Eva
su mujer, la cual concibió y dio a luz a Caín. Entonces ella dijo: "¡He
adquirido un varón de parte de Jehovah!" 2 Después dio a luz
a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín labrador de la
tierra.
3 Aconteció después de un tiempo que Caín trajo,
del fruto de la tierra, una ofrenda a Jehovah. 4 Abel también
trajo una ofrenda de los primerizos de sus ovejas, lo mejor de ellas. Y
Jehovah miró con agrado a Abel y su ofrenda, 5 pero no miró
con agrado a Caín ni su ofrenda. Por eso Caín se enfureció mucho, y
decayó su semblante. 6 Entonces Jehovah dijo a Caín:
-¿Por qué te has enfurecido? ¿Por qué ha decaído tu
semblante? 7 Si haces lo bueno, ¿no serás enaltecido? Pero si
no haces lo bueno, el pecado está a la puerta y te seducirá; pero tú
debes enseñorearte de él.
8 Caín habló con su hermano Abel. Y sucedió que
estando juntos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel y lo
mató. 9 Entonces Jehovah preguntó a Caín:
-¿Dónde está tu hermano Abel?
Y respondió:
-No sé. ¿Soy yo acaso el guarda de mi hermano?
10 Le preguntó:
-¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí
desde la tierra. 11 Ahora pues, maldito seas tú, lejos de la
tierra que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu
hermano. 12 Cuando trabajes la tierra, ella no te volverá a
dar su fuerza. Y serás errante y fugitivo en la tierra.
13 Caín dijo a Jehovah:
-¡Grande es mi castigo para ser soportado! 14 He
aquí que me echas hoy de la faz de la tierra, y me esconderé de tu
presencia. Seré errante y fugitivo en la tierra, y sucederá que
cualquiera que me halle me matará.
15 Jehovah le respondió:
-No será así. Cualquiera que mate a Caín será castigado siete
veces.
Entonces Jehovah puso una señal sobre Caín, para que no lo
matase cualquiera que lo hallase. 16 Así partió Caín de
delante de Jehovah, y habitó en la tierra de Nod, al oriente de Edén.
Descendientes de Caín
17 Caín conoció a su mujer, y ella concibió y dio a luz a
Enoc. Caín edificó una ciudad a la cual llamó según el nombre de su hijo
Enoc. 18 A Enoc le nació Irad. E Irad engendró a Mejuyael.
Mejuyael engendró a Metusael. Y Metusael engendró a Lamec.
19 Lamec tomó para sí dos mujeres. El nombre de la
una fue Ada; y el nombre de la otra, Zila. 20 Ada dio a luz a
Jabal, quien llegó a ser el padre de los que habitan en tiendas y crían
ganado. 21 El nombre de su hermano fue Jubal, quien llegó a
ser padre de todos los que tocan el arpa y la flauta. 22 Zila
también dio a luz a Tubal-caín, maestro de todos los que trabajan el
bronce y el hierro. Y la hermana de Tubal-caín fue Naama. 23
Entonces Lamec dijo a sus mujeres:
"Ada y Zila, oíd mi voz.
Oh mujeres de Lamec, escuchad mi dicho:
Yo maté a un hombre, porque me hirió;
maté a un muchacho, porque me golpeó.
24 Si Caín ha de ser vengado siete veces,
Lamec lo será setenta y siete veces."
Descendientes de Set
25 Adán conoció de nuevo a su mujer, y ella dio a luz un hijo
y llamó su nombre Set, diciendo: "Porque Dios me ha sustituido otro hijo
en lugar de Abel, a quien mató Caín." 26 A Set también le
nació un hijo, y llamó su nombre Enós. Entonces se comenzó a invocar el
nombre de Jehovah.
5 Este es el
libro de los descendientes de Adán:
Cuando Dios creó al hombre, lo hizo a semejanza de Dios.
2 Hombre y mujer los creó, y los bendijo. Y el día que fueron
creados, llamó el nombre de ellos Hombre.
3 Cuando Adán tenía 130 años, engendró un hijo a
su semejanza, conforme a su imagen, y llamó su nombre Set. 4
Los años que vivió Adán después de engendrar a Set fueron 800, y
engendró hijos e hijas. 5 Todos los años que vivió Adán
fueron 930, y murió.
6 Cuando Set tenía 105 años, engendró a Enós.
7 Set vivió después de engendrar a Enós 807 años, y engendró hijos
e hijas. 8 Todos los años de Set fueron 912, y murió.
9 Cuando Enós tenía 90 años, engendró a Cainán.
10 Enós vivió después de engendrar a Cainán 815 años, y
engendró hijos e hijas. 11 Todos los años de Enós fueron 905,
y murió.
12 Cuando Cainán tenía 70 años, engendró a
Mahalaleel. 13 Cainán vivió después de engendrar a Mahalaleel
840 años, y engendró hijos e hijas. 14 Todos los años de
Cainán fueron 910, y murió.
15 Cuando Mahalaleel tenía 65 años, engendró a
Jared. 16 Mahalaleel vivió después de engendrar a Jared 830
años, y engendró hijos e hijas. 17 Todos los años de
Mahalaleel fueron 895, y murió.
18 Cuando Jared tenía 162 años, engendró a Enoc.
19 Jared vivió después de engendrar a Enoc 800 años, y
engendró hijos e hijas. 20 Todos los años de Jared fueron
962, y murió.
21 Cuando Enoc tenía 65 años, engendró a
Matusalén. 22 Enoc caminó con Dios 300 años después de
engendrar a Matusalén, y engendró hijos e hijas. 23 Todos los
años de Enoc fueron 365 años. 24 Caminó, pues, Enoc con Dios
y desapareció, porque Dios lo llevó consigo.
25 Cuando Matusalén tenía 187 años, engendró a
Lamec. 26 Matusalén vivió después de engendrar a Lamec 782
años, y engendró hijos e hijas. 27 Todos los años de
Matusalén fueron 969, y murió.
28 Cuando Lamec tenía 182 años, engendró un hijo,
29 y llamó su nombre Noé diciendo: "Este nos aliviará de
nuestras obras y de la penosa labor de nuestras manos, a causa de la
tierra que Jehovah maldijo." 30 Lamec vivió después de
engendrar a Noé 595 años, y engendró hijos e hijas. 31 Todos
los años de Lamec fueron 777, y murió.
32 Cuando Noé tenía 500 años, engendró a Sem, a
Cam y a Jafet.
Corrupción de la humanidad
6 Aconteció que cuando los
hombres comenzaron a multiplicarse sobre la faz de la tierra, les
nacieron hijas. 2 Y viendo los hijos de Dios que las hijas de
los hombres eran bellas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre
todas. 3 Entonces Jehovah dijo: "No contenderá para siempre
mi espíritu con el hombre, por cuanto él es carne, y su vida será de 120
años."
4 En aquellos días había gigantes en la tierra, y
aun después, cuando se unieron los hijos de Dios con las hijas de los
hombres y les nacieron hijos. Ellos eran los héroes que desde la
antigüedad fueron hombres de renombre.
5 Jehovah vio que la maldad del hombre era mucha
en la tierra, y que toda tendencia de los pensamientos de su corazón era
de continuo sólo al mal. 6 Entonces Jehovah lamentó haber
hecho al hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. 7 Y
dijo Jehovah: "Arrasaré de la faz de la tierra los seres que he creado,
desde el hombre hasta el ganado, los reptiles y las aves del cielo;
porque lamento haberlos hecho." 8 Pero Noé halló gracia ante
los ojos de Jehovah.
Preparativos para el arca
9 Esta es la historia de Noé: Noé era un hombre justo y cabal
en su generación; Noé caminaba con Dios. 10 Noé engendró tres
hijos: Sem, Cam y Jafet. 11 La tierra estaba corrompida
delante de Dios; estaba llena de violencia. 12 Dios miró la
tierra, y he aquí que estaba corrompida, porque toda carne había
corrompido su camino sobre la tierra.
13 Entonces Dios dijo a Noé: "He decidido el final
de toda carne, porque la tierra está llena de violencia por culpa de
ellos. He aquí que los destruiré junto con la tierra. 14
Hazte un arca de madera de árbol conífero. Haz compartimentos al arca, y
cúbrela con brea por dentro y por fuera. 15 Hazla de esta
manera: de 300 codos de largo, 50 codos de ancho y 30 codos de alto.
16 Hazle una claraboya y termínala a un codo de la parte
alta. La puerta del arca estará a uno de sus lados. Construye también un
piso bajo, uno intermedio y uno superior. 17 Porque he aquí,
yo voy a traer un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda
carne en la cual hay aliento de vida debajo del cielo. Todo lo que hay
en la tierra morirá. 18 Pero estableceré mi pacto contigo.
Entraréis en el arca tú, tus hijos, tu mujer y las mujeres de tus hijos
contigo. 19 De todo ser viviente, de toda carne, meterás en
el arca dos de cada especie, para que sobrevivan contigo. Serán macho y
hembra: 20 de las aves según su especie; del ganado según su
especie; de todo animal que se desplaza en la tierra, según su especie.
Dos de cada especie vendrán a ti para sobrevivir. 21 Toma
contigo toda clase de alimentos para comer, y almacénalos para que te
sirvan de comida a ti y a ellos."
22 Y Noé hizo conforme a todo lo que Dios le
mandó; así lo hizo.
7 Entonces
Jehovah dijo a Noé: "Entra en el arca tú, y toda tu familia, porque he
visto que tú eres justo delante de mí en esta generación. 2
De todo animal limpio toma contigo siete parejas, el macho y su hembra;
pero de los animales que no son limpios sólo una pareja, el macho y su
hembra. 3 De las aves del cielo toma también siete parejas,
macho y hembra, para preservar la especie sobre la faz de la tierra.
4 Porque después de siete días yo haré llover sobre la tierra
durante cuarenta días y cuarenta noches, y arrasaré de la faz de la
tierra todo ser viviente que he hecho."
5 Y Noé hizo conforme a todo lo que Jehovah le
mandó.
El diluvio
6 Noé tenía 600 años cuando vino el diluvio de aguas sobre la
tierra. 7 Noé entró en el arca, y con él sus hijos, su mujer
y las mujeres de sus hijos, por causa de las aguas del diluvio.
8 De los animales limpios y de los animales no
limpios, de las aves y de todo lo que se desplaza sobre la tierra,
9 de dos en dos entraron en el arca con Noé, macho y hembra, como
Dios había mandado a Noé. 10 Y sucedió que a los siete días
vinieron sobre la tierra las aguas del diluvio.
11 El día 17 del mes segundo del año 600 de la
vida de Noé, en este día fueron rotas todas las fuentes del gran océano
y fueron abiertas las ventanas de los cielos. 12 Y hubo
lluvia sobre la tierra durante cuarenta días y cuarenta noches. 13
En este mismo día entraron en el arca Noé, sus hijos Sem, Cam y
Jafet, la mujer de Noé y las tres mujeres de sus hijos con ellos.
14 Entraron ellos y todos los animales según su especie, todos los
animales domésticos según su especie, todos los animales que se
desplazan sobre la tierra según su especie, todas las aves según su
especie, y todo pájaro, todo lo que tiene alas. 15 Y vinieron
al arca, a Noé, de dos en dos, de todos los seres que respiran. 16
Vinieron macho y hembra de todo animal, como Dios le había
mandado. Y Jehovah le cerró la puerta.
17 El diluvio duró cuarenta días sobre la tierra.
Las aguas crecieron y levantaron el arca, y se elevó sobre la tierra.
18 Las aguas crecieron y se incrementaron tanto sobre la
tierra que el arca flotaba sobre la superficie de las aguas. 19
Las aguas subieron tanto sobre la tierra que las montañas más
altas debajo de todos los cielos fueron cubiertas. 20 Las
montañas fueron cubiertas, y las aguas crecieron quince codos por
encima. 21 Y murió todo ser que se desplaza sobre la tierra,
tanto las aves como el ganado, las fieras, los animales que se desplazan
sobre la tierra y todos los hombres. 22 Murió todo cuanto
tenía aliento de vida en sus narices, todo lo que había en la tierra
seca. 23 Así fue arrasado de la faz de la tierra todo ser
viviente. Fueron arrasados de la tierra desde el hombre hasta el ganado,
los reptiles y las aves del cielo. Sólo quedaron Noé y los que estaban
con él en el arca. 24 Y las aguas prevalecieron sobre la
tierra durante 150 días.
Restauración de la tierra
8 Dios se acordó de Noé y
de todos los animales y todo el ganado que estaban con él en el arca, e
hizo soplar un viento sobre la tierra, y las aguas disminuyeron. 2
Fueron cerradas las fuentes del océano y las ventanas de los
cielos, y se detuvo la lluvia de los cielos. 3 Las aguas
decrecían gradualmente sobre la tierra, y después de 150 días las aguas
habían menguado.
4 El día 17 del mes séptimo se asentó el arca
sobre los montes de Ararat, 5 y las aguas siguieron
decreciendo hasta el mes décimo. El primer día del mes décimo se
hicieron visibles las cumbres de las montañas. 6 Y sucedió
que cuarenta días después Noé abrió la ventana del arca que había hecho,
7 y envió un cuervo que iba y venía hasta que las aguas se
secaron sobre la tierra. 8 También envió una paloma para ver
si las aguas habían disminuido sobre la superficie de la tierra. 9
La paloma no halló donde asentar la planta de su pie y volvió a
él, al arca, porque las aguas todavía cubrían la superficie de toda la
tierra. Entonces él extendió su mano, la tomó y la hizo entrar consigo
en el arca.
10 Esperó aún otros siete días y volvió a enviar
la paloma fuera del arca. 11 La paloma volvió a él al
atardecer, y he aquí que traía una hoja verde de olivo en el pico. Así
entendió Noé que las aguas habían disminuido sobre la tierra. 12
Esperó aún otros siete días y envió la paloma, la cual no volvió
más a él.
13 Y sucedió que el primer día del mes primero del
año 601 de Noé se secaron las aguas sobre la tierra. Noé quitó la
cubierta del arca y miró, y he aquí que la superficie de la tierra
estaba seca.
14 El día 27 del mes segundo quedó seca la tierra.
15 Entonces dijo Dios a Noé: 16 "Sal del arca tú,
tu mujer, tus hijos y las mujeres de tus hijos contigo. 17
Saca todos los animales de toda clase que están contigo: las aves, el
ganado y los reptiles que se desplazan sobre la tierra. Que se esparzan
por la tierra, que sean fecundos y que se multipliquen sobre la tierra."
18 Entonces salieron del arca Noé, sus hijos, su
mujer y las mujeres de sus hijos con él, 19 y todos los
animales, todos los reptiles, todas las aves y todo lo que se desplaza
sobre la tierra, según sus familias.
Pacto de Dios con Noé
20 Entonces edificó Noé un altar a Jehovah, y tomando de todo
cuadrúpedo limpio y de toda ave limpia, ofreció holocaustos sobre el
altar.
21 Jehovah percibió el grato olor, y dijo Jehovah
en su corazón: "No volveré jamás a maldecir la tierra por causa del
hombre, porque el instinto del corazón del hombre es malo desde su
juventud. Tampoco volveré a destruir todo ser viviente, como he hecho.
22 Mientras exista la tierra, no cesarán la siembra y la
siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, el día y la noche."
9 Entonces Dios
bendijo a Noé y a sus hijos, y les dijo: "Sed fecundos, multiplicaos y
llenad la tierra. 2 El temor y el miedo de vosotros estará en
todos los animales de la tierra, en todas las aves del cielo, en todo lo
que se desplaza en la tierra y en todos los peces del mar. En vuestras
manos son entregados. 3 Todo lo que se desplaza y vive os
servirá de alimento. Del mismo modo que las plantas, os lo doy todo.
4 Pero no comeréis carne con su vida, es decir, su sangre.
5 Porque ciertamente por vuestra propia sangre pediré
cuentas. Pediré cuentas a todo animal y al hombre. Yo pediré cuentas a
cada uno por la vida del hombre. 6 El que derrame sangre de
hombre, su sangre será derramada por hombre; porque a imagen de Dios él
hizo al hombre. 7 Sed vosotros fecundos y multiplicaos.
Reproducíos en la tierra y multiplicaos en ella."
8 Entonces Dios habló a Noé y a sus hijos con él,
diciendo: 9 "He aquí que yo establezco mi pacto con vosotros,
con vuestros descendientes después de vosotros 10 y con todo
ser viviente que está con vosotros: aves, ganado y todos los animales de
la tierra que están con vosotros; todos los que salieron del arca, todos
los animales de la tierra. 11 Yo establezco mi pacto con
vosotros: Ninguna carne volverá a ser exterminada jamás por las aguas
del diluvio, ni habrá otra vez diluvio para destruir la tierra."
12 Y dijo Dios: "Esta será la señal del pacto que
establezco entre yo y vosotros, y todo ser viviente que está con
vosotros, por generaciones, para siempre: 13 Yo pongo mi arco
en las nubes como señal del pacto que hago entre yo y la tierra. 14
Y sucederá que cuando yo haga aparecer nubes sobre la tierra,
entonces el arco se dejará ver en las nubes. 15 Me acordaré
de mi pacto que existe entre yo y vosotros, y todo ser viviente de toda
clase, y las aguas no serán más un diluvio para destruir toda carne.
16 Cuando el arco aparezca en las nubes, yo lo veré para
acordarme del pacto perpetuo entre Dios y todo ser viviente de toda
clase que está sobre la tierra."
17 Entonces Dios dijo a Noé: "Esta será la señal
del pacto que establezco entre yo y toda carne que está sobre la
tierra."
Profecías de Noé acerca de sus hijos
18 Los hijos de Noé que salieron del arca fueron: Sem, Cam y
Jafet. Cam fue el padre de Canaán. 19 Estos tres fueron los
hijos de Noé, y a partir de ellos fue poblada toda la tierra.
20 Entonces Noé comenzó a cultivar la tierra y
plantó una viña. 21 Y bebiendo el vino, se embriagó y quedó
desnudo en medio de su tienda. 22 Cam, el padre de Canaán,
vio la desnudez de su padre y lo contó a sus dos hermanos que estaban
fuera. 23 Entonces Sem y Jafet tomaron un manto, lo pusieron
sobre sus propios hombros, y yendo hacia atrás, cubrieron la desnudez de
su padre. Como tenían vuelta la cara, ellos no vieron la desnudez de su
padre.
24 Cuando Noé se despertó de su embriaguez y se
enteró de lo que le había hecho su hijo menor, 25 dijo:
"Maldito sea Canaán. Sea el siervo de los siervos de sus hermanos."
26 Dijo además: "Bendito sea Jehovah, el Dios de
Sem, y sea Canaán su siervo. 27 Engrandezca Dios a Jafet y
habite en las tiendas de Sem, y sea Canaán su siervo."
28 Noé vivió después del diluvio 350 años. 29
Todos los años de Noé fueron 950, y murió.
Las naciones después del diluvio
10 Estos son los
descendientes de los hijos de Noé: Sem, Cam y Jafet, a quienes les
nacieron hijos después del diluvio:
2 Los hijos de Jafet fueron: Gomer, Magog, Madai,
Javán, Tubal, Mesec y Tiras. 3 Los hijos de Gomer fueron:
Asquenaz, Rifat y Togarma. 4 Los hijos de Javán fueron:
Elisa, Tarsis, Quitim y Rodanim. 5 A partir de éstos fueron
pobladas las costas de las naciones, según sus territorios, cada una
según su idioma, conforme a sus familias en sus naciones.
6 Los hijos de Cam fueron: Cus, Mizraim, Fut y
Canaán. 7 Los hijos de Cus fueron: Seba, Havila, Sabta, Raama
y Sabteca. Los hijos de Raama fueron Seba y Dedán. 8 Cus
engendró a Nimrod, quien comenzó a ser poderoso en la tierra. 9
El fue un vigoroso cazador delante de Jehovah, por lo cual se
suele decir: "Como Nimrod, el vigoroso cazador delante de Jehovah."
10 Al principio, su reino abarcaba Babel, Erec, Acad y Calne, en
la tierra de Sinar. 11 De aquella tierra salió para Asiria y
edificó Nínive, Ciudad Rejobot, Cálaj 12 y Resén, entre
Nínive y Cálaj. Esta es una gran ciudad. 13 Mizraim engendró
a los ludeos, a los anameos, a los lehabitas, a los naftujitas, 14
a los patruseos, a los caslujitas (de los cuales salieron los
filisteos) y a los caftoreos. 15 Canaán engendró a Sidón su
primogénito y a Het, 16 al jebuseo, al amorreo, al gergeseo,
17 al heveo, al araqueo, al sineo, 18 al arvadeo,
al zemareo y al hamateo. Después se dispersaron los clanes de los
cananeos. 19 La frontera de los cananeos abarcaba desde Sidón
hasta Gaza en dirección de Gerar; seguía en dirección de Sodoma, Gomorra,
Adma y Zeboím, y continuaba hasta Lasa. 20 Tales son los
hijos de Cam, según sus familias, según sus idiomas, en sus territorios
y en sus naciones.
21 También le nacieron hijos a Sem, padre de todos
los hijos de Heber y hermano mayor de Jafet. 22 Los hijos de
Sem fueron: Elam, Asur, Arfaxad, Lud y Aram. 23 Los hijos de
Aram fueron: Uz, Hul, Geter y Mas. 24 Arfaxad engendró a
Sélaj, y Sélaj engendró a Heber. 25 A Heber le nacieron dos
hijos: El nombre del primero fue Peleg, porque en sus días fue dividida
la tierra. El nombre de su hermano fue Joctán. 26 Joctán
engendró a Almodad, a Selef, a Hazar-mávet, a Jéraj, 27 a
Adoram, a Uzal, a Dicla, 28 a Obal, a Abimael, a Seba,
29 a Ofir, a Havila y a Jobab. Todos éstos fueron hijos de Joctán.
30 El área que habitaron abarcó desde Mesa hasta las
inmediaciones de Sefar, en la región montañosa al oriente. 31
Estos fueron los hijos de Sem según sus familias, según sus idiomas, en
sus territorios y en sus naciones.
32 Estas fueron las familias de los hijos de Noé,
según sus descendientes y sus naciones. De éstos proceden las naciones
de la tierra, después del diluvio.
La torre de Babel
11 Toda la tierra tenía un
solo idioma y las mismas palabras. 2 Pero aconteció que al
emigrar del oriente, encontraron una llanura en la tierra de Sinar y se
establecieron allí. 3 Entonces se dijeron unos a otros:
"Venid, hagamos adobes y quemémoslos con fuego." Así empezaron a usar
ladrillo en lugar de piedra, y brea en lugar de mortero. 4 Y
dijeron: "Venid, edifiquémonos una ciudad y una torre cuya cúspide
llegue al cielo. Hagámonos un nombre, no sea que nos dispersemos sobre
la faz de toda la tierra."
5 Jehovah descendió para ver la ciudad y la torre
que edificaban los hombres. 6 Entonces dijo Jehovah: "He aquí
que este pueblo está unido, y todos hablan el mismo idioma. Esto es lo
que han comenzado a hacer, y ahora nada les impedirá hacer lo que se
proponen. 7 Vamos, pues, descendamos y confundamos allí su
lenguaje, para que nadie entienda lo que dice su compañero."
8 Así los dispersó Jehovah de allí sobre la faz de
toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad. 9 Por tanto,
el nombre de dicha ciudad fue Babel, porque Jehovah confundió allí el
lenguaje de toda la tierra, y desde allí los dispersó sobre la faz de
toda la tierra.
Antepasados de Abram
10 Estos son los descendientes de Sem:
Cuando Sem tenía 100 años, engendró a Arfaxad, dos años
después del diluvio. 11 Sem vivió después que engendró a
Arfaxad 500 años, y engendró hijos e hijas.
12 Cuando Arfaxad tenía 35 años, engendró a Sélaj.
13 Arfaxad vivió después que engendró a Sélaj 403 años, y
engendró hijos e hijas.
14 Cuando Sélaj tenía 30 años, engendró a Heber.
15 Sélaj vivió después que engendró a Heber 403 años, y
engendró hijos e hijas.
16 Cuando Heber tenía 34 años, engendró a Peleg.
17 Heber vivió después que engendró a Peleg 430 años, y
engendró hijos e hijas.
18 Cuando Peleg tenía 30 años, engendró a Reu.
19 Peleg vivió después que engendró a Reu 209 años, y
engendró hijos e hijas.
20 Cuando Reu tenía 32 años, engendró a Serug.
21 Reu vivió después que engendró a Serug 207 años, y
engendró hijos e hijas.
22 Cuando Serug tenía 30 años, engendró a Nacor.
23 Serug vivió después que engendró a Nacor 200 años, y
engendró hijos e hijas.
24 Cuando Nacor tenía 29 años, engendró a Taré.
25 Nacor vivió después que engendró a Taré 119 años, y
engendró hijos e hijas.
26 Cuando Taré tenía 70 años, engendró a Abram, a
Nacor y a Harán. 27 Estos son los descendientes de Taré: Taré
engendró a Abram, a Nacor y a Harán; y Harán engendró a Lot. 28
Harán murió antes que su padre Taré, en el lugar donde había
nacido, en Ur de los caldeos.
29 Abram y Nacor tomaron mujeres para sí. El
nombre de la mujer de Abram fue Sarai; y el nombre de la mujer de Nacor
fue Milca, hija de Harán, padre de Milca y de Isca. 30 Y
Sarai era estéril y no tenía hijos.
31 Taré tomó a su hijo Abram, a su nieto Lot hijo
de Harán, a Sarai su nuera, mujer de su hijo Abram, y partió con ellos
de Ur de los caldeos para ir a la tierra de Canaán. Y fueron hasta Harán
y se establecieron allí. 32 Taré vivió 205 años, y murió Taré
en Harán.
Abram va a Canaán
12 Entonces Jehovah dijo a
Abram: "Vete de tu tierra, de tu parentela y de la casa de tu padre, a
la tierra que te mostraré. 2 Yo haré de ti una gran nación.
Te bendeciré y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. 3
Bendeciré a los que te bendigan, y a los que te maldigan maldeciré. Y en
ti serán benditas todas las familias de la tierra."
4 Abram se fue, como Jehovah le había dicho, y Lot
fue con él. Abram tenía 75 años cuando salió de Harán. 5
Abram tomó a Sarai su mujer, a Lot su sobrino y todos los bienes que
habían acumulado y a las personas que habían adquirido en Harán; y
partieron hacia la tierra de Canaán. Después llegaron a la tierra de
Canaán, 6 y Abram atravesó aquella tierra hasta la encina de
Moré, en las inmediaciones de Siquem. Los cananeos estaban entonces en
la tierra. 7 Y se apareció Jehovah a Abram y le dijo: "A tu
descendencia daré esta tierra." Y él edificó allí un altar a Jehovah,
quien se le había aparecido. 8 Después se trasladó a la
región montañosa al oriente de Betel y extendió allí su tienda, entre
Betel al oeste y Hai al este. Allí edificó un altar a Jehovah e invocó
el nombre de Jehovah. 9 Después partió de allí y se dirigió
progresivamente hacia el Néguev.
Problemas de Abram con el faraón
10 Hubo hambre en la tierra, y Abram descendió a Egipto para
residir allí, pues el hambre era grande en la tierra. 11 Y
aconteció que cuando estaba por llegar a Egipto, dijo a Sarai su mujer:
"He aquí, reconozco que tú eres una mujer bella. 12 Y puede
suceder que al verte, los egipcios digan: ’Es su mujer’, y me maten a
mí, y a ti te conserven la vida. 13 Di, por favor, que eres
mi hermana, para que me vaya bien por tu causa y mi vida sea conservada
por causa de ti."
14 Y aconteció que cuando Abram entró en Egipto,
los egipcios vieron que la mujer era muy bella. 15 También la
vieron los ministros del faraón, y la alabaron ante él. Y la mujer fue
llevada al palacio del faraón, 16 quien favoreció a Abram por
causa de ella. Este obtuvo ovejas, vacas, asnos, siervos, siervas, asnas
y camellos.
17 Entonces Jehovah afligió al faraón y a su
familia con grandes plagas por causa de Sarai, mujer de Abram. 18
Y el faraón llamó a Abram y le dijo: "¿Por qué me has hecho esto?
¿Por qué no me declaraste que era tu mujer? 19 ¿Por qué
dijiste: ’Es mi hermana’, poniéndome en ocasión de tomarla para mí por
mujer? Ahora pues, aquí está tu mujer. Tómala y vete."
20 Entonces el faraón dio órdenes a sus hombres
con respecto a Abram. Y éstos lo enviaron a él con su mujer y con todo
lo que tenía.
Abram y Lot se separan
13 Abram subió de Egipto
hacia el Néguev, él con su mujer y con todo lo que tenía; y Lot iba con
él. 2 Abram era muy rico en ganado, en plata y en oro. 3
Volvió a sus viajes desde el Néguev hacia Betel, hasta el lugar
donde su tienda había estado al comienzo, entre Betel y Hai, 4
el lugar del altar que había hecho allí anteriormente. Y Abram
invocó allí el nombre de Jehovah.
5 También Lot, que iba con Abram, tenía ovejas,
vacas y tiendas. 6 Pero la tierra no bastaba para que
habitasen juntos. Sus posesiones eran muchas, y no podían habitar
juntos. 7 Entonces surgió una contienda entre los pastores
del ganado de Abram y los pastores del ganado de Lot. En aquel entonces
los cananeos y los ferezeos habitaban en la tierra.
8 Entonces Abram dijo a Lot: "Por favor, no haya
contiendas entre tú y yo, ni entre mis pastores y tus pastores, porque
somos parientes. 9 ¿No está delante de ti toda la tierra? Por
favor, sepárate de mí. Si tú vas a la izquierda, yo iré a la derecha; y
si tú vas a la derecha, yo iré a la izquierda."
10 Lot alzó los ojos y vio toda la llanura del
Jordán, la cual era toda tierra de regadío, como un jardín de Jehovah,
como la tierra de Egipto, como la entrada de Zoar, antes de que Jehovah
destruyera Sodoma y Gomorra. 11 Lot eligió para sí toda la
llanura del Jordán, y partió Lot hacia el oriente. Así se separaron el
uno del otro.
12 Abram habitó en la tierra de Canaán, y Lot
habitó en las ciudades de la llanura y fue instalando sus tiendas hasta
Sodoma. 13 Los hombres de Sodoma eran malos y muy pecadores
contra Jehovah.
Dios promete a Abram darle Canaán
14 Jehovah dijo a Abram, después que Lot se había separado de
él: "Alza tus ojos y mira desde el lugar donde estás, hacia el norte, el
sur, el este y el oeste. 15 Porque toda la tierra que ves te
la daré a ti y a tu descendencia, para siempre. 16 Yo haré
que tu descendencia sea como el polvo de la tierra. Si alguien puede
contar el polvo de la tierra, también tu descendencia podrá ser contada.
17 Levántate, anda a lo largo y a lo ancho de la tierra,
porque a ti te la daré."
18 Entonces Abram trasladó su tienda, se fue y
moró en el encinar de Mamre, que está en Hebrón, y allí edificó un altar
a Jehovah.
Abram rescata a Lot
14 Aconteció en los
días de Amrafel rey de Sinar, de Arioc rey de Elasar, de Quedarlaomer
rey de Elam, y de Tidal rey de Goím, 2 que éstos hicieron
guerra contra Bera rey de Sodoma, Birsa rey de Gomorra, Sinab rey de
Adma, Semeber rey de Zeboím, y el rey de Bela, la cual es Zoar. 3
Todos éstos se reunieron en el valle de Sidim, es decir, el mar
Salado. 4 Doce años habían servido a Quedarlaomer, pero en el
año 13 se rebelaron. 5 En el año 14 vinieron Quedarlaomer y
los reyes que estaban con él, y derrotaron a los refaítas en Astarot-carnaim,
a los zuzitas en Ham, a los emitas en Save-quiriataim, 6 y a
los horeos en el monte Seír, hasta El-parán, que está junto al desierto.
7 Luego regresaron, llegaron a En-mispat, que es Cades, y
devastaron todo el campo de los amalequitas y de los amorreos que
habitaban en Hazezón-tamar.
8 Entonces salieron el rey de Sodoma, el rey de
Gomorra, el rey de Adma, el rey de Zeboím y el rey de Bela, la cual es
Zoar, y dispusieron la batalla contra ellos en el valle de Sidim; 9
a saber, contra Quedarlaomer rey de Elam, Tidal rey de Goím,
Amrafel rey de Sinar y Arioc rey de Elasar: cuatro reyes contra cinco.
10 El valle de Sidim estaba lleno de pozos de
brea. Y al huir los reyes de Sodoma y de Gomorra, cayeron en ellos,
mientras que los demás huyeron a las montañas. 11 Los
enemigos tomaron todos los bienes de Sodoma y de Gomorra, y todos sus
alimentos, y se fueron. 12 También llevaron consigo a Lot, el
hijo del hermano de Abram, junto con sus posesiones (porque Lot habitaba
en Sodoma), y se fueron. 13 Pero uno de los que escaparon fue
y lo contó a Abram el hebreo, que habitaba en el encinar de Mamre el
amorreo, hermano de Escol y hermano de Aner, quienes eran aliados de
Abram.
14 Cuando Abram oyó que su sobrino había sido
tomado cautivo, reclutó a sus 318 criados nacidos en su casa, y los
persiguió hasta Dan. 15 Los atacó de noche, él con sus
siervos, los derrotó y los persiguió hasta Hoba, que está al norte de
Damasco. 16 Así recobró todos los bienes y también recobró a
su sobrino Lot, sus bienes, y también a las mujeres y a la gente.
Encuentro de Abram y Melquisedec
17 Cuando Abram volvía de derrotar a Quedarlaomer y a los
reyes que estaban con él, el rey de Sodoma salió a su encuentro en el
valle de Savé, que es el valle del Rey. 18 También
Melquisedec, rey de Salem, quien era sacerdote del Dios Altísimo, sacó
pan y vino 19 y le bendijo diciendo: "Bendito sea Abram del
Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra. 20
Bendito sea el Dios Altísimo, que entregó a tus enemigos en tus manos."
Y Abram le dio a él el diezmo de todo.
Trato de Abram con el rey de Sodoma
21 Entonces el rey de Sodoma dijo a Abram:
-Dame las personas, y toma para ti los bienes.
22 Abram respondió al rey de Sodoma:
-He hecho votos a Jehovah, el Dios Altísimo, creador de los
cielos y de la tierra, 23 que no tomaré ni un hilo, ni la
correa de un calzado, nada de todo lo que es tuyo, para que no digas
después: "Yo enriquecí a Abram." 24 Yo no tomaré nada,
excepto lo que han comido los jóvenes y la parte de los hombres que
fueron conmigo: Aner, Escol y Mamre. Ellos sí tomarán su parte.
Pacto de Jehovah con Abram
15 Después de estas cosas
vino la palabra de Jehovah a Abram en visión, diciendo:
-No temas, Abram. Yo soy tu escudo, y tu galardón será muy
grande.
2 Abram respondió:
-Oh Señor Jehovah, ¿qué me has de dar? Pues continúo sin
hijos, y el heredero de mi casa será Eliezer, de Damasco. 3
-Añadió Abram-: A mí no me has dado descendencia, y he aquí me heredará
un criado nacido en mi casa.
4 Y he aquí que la palabra de Jehovah vino a él
diciendo:
-No será éste el que te herede, sino que alguien que salga de
tus entrañas será el que te herede.
5 Entonces lo llevó fuera y le dijo:
-Mira, por favor, al cielo y cuenta las estrellas, si acaso
las puedes contar. -Y añadió-: Así será tu descendencia.
6 El creyó a Jehovah, y le fue contado por
justicia. 7 Entonces le dijo:
-Yo soy Jehovah, que te saqué de Ur de los caldeos, para
darte esta tierra como posesión.
8 El respondió:
-Oh Señor Jehovah, ¿cómo sabré que yo la he de poseer?
9 Le respondió:
-Tráeme una vaquilla de tres años, una cabra de tres años, un
carnero de tres años, una tórtola y un pichón.
10 El tomó todos estos animales, los partió por la
mitad y puso cada mitad una frente a otra. Pero no partió las aves.
11 Entonces descendieron unos buitres sobre los cuerpos muertos, y
Abram los ahuyentaba. 12 Pero cuando el sol estaba por
ponerse, cayó sobre Abram un sueño profundo, y he aquí que se apoderó de
él el terror de una gran oscuridad. 13 Entonces Dios dijo a
Abram:
-Ten por cierto que tus descendientes serán extranjeros en
una tierra que no será suya, y los esclavizarán y los oprimirán 400
años. 14 Pero yo también juzgaré a la nación a la cual
servirán, y después de esto saldrán con grandes riquezas. 15
Pero tú irás a tus padres en paz y serás sepultado en buena vejez.
16 En la cuarta generación volverán acá, pues hasta ahora no ha
llegado al colmo la maldad de los amorreos.
17 Y sucedió una vez que el sol se puso y hubo
oscuridad que he aquí, apareció un horno humeante, y una antorcha
ardiendo pasó por en medio de los animales divididos.
18 Aquel día Jehovah hizo un pacto con Abram
diciendo:
-A tus descendientes daré esta tierra, desde el arroyo de
Egipto hasta el gran río, el río Eufrates; 19 la tierra de
los queneos, quenezeos, cadmoneos, 20 heteos, ferezeos,
refaítas, 21 amorreos, cananeos, gergeseos y jebuseos.
Problemas de Agar y de Ismael
16 Sarai, mujer de Abram,
no le daba hijos; pero ella tenía una sierva egipcia que se llamaba Agar.
2 Entonces Sarai dijo a Abram:
-He aquí que Jehovah me ha impedido concebir. Unete, por
favor, a mi sierva; quizás yo tenga hijos por medio de ella.
Abram hizo caso de las palabras de Sarai. 3 Y
Sarai su mujer tomó a Agar, su sierva egipcia, después de haber vivido
diez años en la tierra de Canaán, y se la dio por mujer a Abram su
marido. 4 Abram se unió a Agar, y ella concibió. Pero al ver
que había concebido, empezó a mirar con desprecio a su señora. 5
Entonces Sarai dijo a Abram:
-Mi agravio recaiga sobre ti. Yo puse a mi sierva en tu seno;
y ella, viéndose encinta, me mira con desprecio. Jehovah juzgue entre tú
y yo.
6 Abram respondió a Sarai:
-He aquí, tu sierva está en tus manos. Haz con ella como te
parezca bien.
Como Sarai la afligía, ella huyó de su presencia. 7
Pero el ángel de Jehovah la encontró en el desierto junto a un
manantial de agua (el manantial que está en el camino de Shur), 8
y le dijo:
-Agar, sierva de Sarai, ¿de dónde vienes y a dónde vas?
Ella respondió:
-Huyo de la presencia de Sarai, mi señora.
9 El ángel de Jehovah le dijo:
-Vuelve a tu señora y sométete a su autoridad. 10
-Le dijo también el ángel de Jehovah-: Multiplicaré tanto tus
descendientes, que no podrán ser contados a causa de su gran número.
11 -Le dijo además el ángel de Jehovah-: He aquí que has
concebido y darás a luz un hijo. Y llamarás su nombre Ismael, porque
Jehovah ha escuchado tu aflicción. 12 El será como un asno
montés, un hombre cuya mano estará contra todos, y las manos de todos
estarán contra él. Y habitará frente a todos sus hermanos.
13 Ella invocó el nombre de Jehovah, que hablaba
con ella, y dijo:
-Tú eres un Dios que me ve.
Pues pensó: "¿Acaso no he visto aquí al que me ve?" 14
Por eso llamó al pozo Beer-lajai-roí. He aquí que está entre Cades
y Bered.
15 Agar dio a luz un hijo a Abram, y Abram llamó
el nombre de su hijo que le dio Agar, Ismael. 16 Abram tenía
86 años cuando Agar le dio a luz a Ismael.
El pacto y la circuncisión
17 Abram tenía 99 años
cuando Jehovah se le apareció y le dijo:
-Yo soy el Dios Todopoderoso; camina delante de mí y sé
perfecto. 2 Yo cumpliré mi pacto entre yo y tú, y te
multiplicaré en gran manera.
3 Abram se postró sobre su rostro, y Dios habló
con él diciendo:
4 -He aquí que mi pacto es contigo: Tú serás padre
de muchas naciones. 5 Ya no se llamará más tu nombre Abram;
tu nombre será Abraham, pues te he constituido en padre de una multitud
de naciones. 6 Yo te haré muy fecundo; de ti haré naciones, y
reyes saldrán de ti. 7 Yo establezco mi pacto como pacto
perpetuo entre yo y tú, y tu descendencia después de ti por sus
generaciones, para ser tu Dios y el de tu descendencia después de ti.
8 Yo te daré en posesión perpetua, a ti y a tu descendencia
después de ti, la tierra en que resides, toda la tierra de Canaán. Y yo
seré su Dios.
9 Dios dijo de nuevo a Abraham:
-Pero tú guardarás mi pacto, tú y tus descendientes después
de ti, a través de sus generaciones. 10 Este será mi pacto
entre yo y vosotros que guardaréis tú y tus descendientes después de ti:
Todo varón de entre vosotros será circuncidado. 11
Circuncidaréis vuestros prepucios, y esto será la señal del pacto entre
yo y vosotros. 12 A los ocho días de nacido será circuncidado
todo varón de entre vosotros, a través de vuestras generaciones; tanto
el nacido en casa como el comprado con dinero a cualquier extranjero que
no sea de tu descendencia. 13 Deberá ser circuncidado el
nacido en tu casa y el comprado con tu dinero. Así estará mi pacto en
vuestra carne como pacto perpetuo. 14 El hombre incircunciso,
que no haya circuncidado su prepucio, esa persona será borrada de su
pueblo, porque ha violado mi pacto.
Promesa del nacimiento de Isaac
15 Dios dijo también a Abraham:
-A Sarai tu mujer no la llamarás más Sarai; Sara será su
nombre. 16 Yo la bendeciré y también te daré de ella un hijo.
Sí, yo la bendeciré; ella será madre de naciones, y de ella procederán
reyes de pueblos.
17 Entonces Abraham se postró sobre su rostro y se
rió diciendo en su corazón: "¿A un hombre de 100 años le ha de nacer un
hijo? ¿Y Sara, ya de 90 años, ha de dar a luz?" 18 Luego
Abraham dijo a Dios:
-¡Ojalá Ismael viva delante de ti!
19 Y Dios respondió:
-Ciertamente Sara tu mujer te dará un hijo, y llamarás su
nombre Isaac. Yo confirmaré mi pacto con él como pacto perpetuo para su
descendencia después de él. 20 Y en cuanto a Ismael, también
te he oído: He aquí que le bendeciré, le haré fecundo y le multiplicaré
en gran manera. El engendrará doce príncipes, y yo le constituiré en una
gran nación. 21 Pero yo estableceré mi pacto con Isaac, que
Sara te dará a luz por este tiempo, el próximo año.
Abraham aplica la circuncisión
22 Dios acabó de hablar con él y subió de donde estaba con
Abraham. 23 Entonces Abraham tomó a Ismael su hijo, a todos
los siervos nacidos en su casa y a todos los comprados con su dinero, a
todo varón de las personas de la casa de Abraham; y aquel mismo día
circuncidó el prepucio de ellos, como Dios le había dicho. 24
Abraham tenía 99 años cuando circuncidó su prepucio. 25 Su
hijo Ismael tenía 13 años cuando fue circuncidado su prepucio. 26
En el mismo día fueron circuncidados Abraham e Ismael su hijo.
27 Fueron circuncidados con él todos los varones de su casa,
tanto los siervos nacidos en su casa como los comprados con dinero a los
extranjeros.
Nueva promesa del nacimiento de Isaac
18 Jehovah se apareció a
Abraham en el encinar de Mamre, cuando él estaba sentado en la entrada
de la tienda, en el pleno calor del día. 2 Alzó sus ojos y
miró, y he aquí tres hombres que estaban de pie frente a él. Y al
verlos, corrió desde la entrada de la tienda para recibirlos, y se
postró a tierra. 3 Y dijo:
-Señor, si he hallado gracia ante tus ojos, por favor, no
pases de largo a tu siervo. 4 Que se traiga un poco de agua
para que lavéis vuestros pies y os recostéis debajo del árbol. 5
Yo traeré un pedazo de pan, y repondréis vuestras fuerzas y
después proseguiréis; porque para esto habéis pasado cerca de vuestro
siervo.
Ellos dijeron:
-Sí; haz así como dices.
6 Entonces Abraham fue de prisa a la tienda de
Sara y le dijo:
-Toma rápidamente tres medidas de harina fina, amásala y
prepara unas tortas.
7 Luego corrió Abraham a donde estaban las vacas y
tomó un ternero tierno y bueno, y se lo dio al mozo; y éste se dio prisa
para prepararlo. 8 Después tomó mantequilla, leche y el
ternero que había preparado, y lo puso delante de ellos. Y mientras
comían, él se quedó de pie junto a ellos debajo del árbol. 9
Ellos le preguntaron:
-¿Dónde está Sara tu mujer?
El respondió:
-Adentro, en la tienda.
10 Entonces dijo:
-Ciertamente volveré a ti después del tiempo que dura el
embarazo, y he aquí que Sara tu mujer tendrá un hijo.
Sara escuchaba junto a la entrada de la tienda que estaba
detrás de él. 11 Abraham y Sara eran ancianos, de edad
avanzada. A Sara le había cesado ya la regla de las mujeres. 12
Y Sara se reía dentro de sí, diciendo: "Después que he envejecido,
¿tendré placer, siendo también anciano mi señor?" 13 Entonces
Jehovah dijo a Abraham:
-¿Por qué se ríe Sara, diciendo: "¿Realmente he de dar a luz
siendo vieja?" 14 ¿Acaso existe para Jehovah alguna cosa
difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, después del tiempo que dura el
embarazo, y Sara habrá tenido un hijo.
15 Entonces Sara, porque tuvo miedo, negó
diciendo:
-No me he reído.
Pero él dijo:
-No, sino que sí te has reído.
Abraham pide por Sodoma y Gomorra
16 Los hombres se levantaron de allí y miraron hacia Sodoma.
Abraham iba con ellos para despedirlos.
17 Entonces Jehovah dijo:
-¿He de encubrir a Abraham lo que voy a hacer, 18
habiendo de ser Abraham una nación grande y poderosa, y que en él han de
ser benditas todas las naciones de la tierra? 19 Porque yo le
he escogido y sé que mandará a sus hijos y a su casa después de él que
guarden el camino de Jehovah, practicando la justicia y el derecho, para
que Jehovah haga venir sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él.
20 - Además Jehovah dijo-: Ciertamente el clamor de Sodoma y
de Gomorra es grande, y el pecado de ellos se ha agravado en extremo.
21 Descenderé, pues, para ver si han consumado su maldad,
según el clamor que ha llegado hasta mí; y si no, lo sabré.
22 Los hombres partieron de allí y se fueron a
Sodoma. Pero Abraham quedó todavía delante de Jehovah. 23
Entonces Abraham se acercó y dijo:
-¿Destruirás también al justo con el culpable? 24
Quizás haya cincuenta justos dentro de la ciudad; ¿la destruirás con
todo y no perdonarás el lugar por causa de los cincuenta justos que
estén dentro de ella? 25 Lejos esté de ti hacer tal cosa:
hacer morir al justo con el culpable, y que el justo sea tratado como el
culpable. ¡Lejos esté de ti! El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer
lo que es justo?
26 Entonces respondió Jehovah:
-Si hallo en Sodoma cincuenta justos dentro de la ciudad,
perdonaré todo el lugar en consideración a ellos.
27 Intervino Abraham y dijo:
-He aquí, ya que he comenzado a hablar con mi Señor, a pesar
de que soy polvo y ceniza, 28 quizás falten cinco para ser
cincuenta justos. ¿Destruirás por aquellos cinco toda la ciudad?
Le respondió:
-No la destruiré, si encuentro allí cuarenta y cinco.
29 Volvió a hablarle diciendo:
-Quizás se encuentren allí cuarenta . . .
Y respondió:
-No lo haré en consideración a los cuarenta.
30 Abraham le dijo:
-Por favor, no se enoje mi Señor si hablo: Quizás se
encuentren allí treinta . . .
Y respondió:
-No lo haré, si encuentro allí treinta.
31 Y dijo:
-He aquí, ya que he empezado a hablar a mi Señor, quizás se
encuentren allí veinte . . .
Y respondió:
-No la destruiré en consideración a los veinte.
32 Volvió a decir:
-Por favor, no se enoje mi Señor, si hablo sólo una vez más:
Quizás se encuentren allí diez . . .
Y respondió:
-No la destruiré en consideración a los diez.
33 Y Jehovah se fue luego que acabó de hablar con
Abraham. Y Abraham regresó a su lugar.
Lot y sus hijas son librados de la ruina
19 Los dos ángeles llegaron
a Sodoma al anochecer. Lot estaba sentado junto a la puerta de Sodoma, y
al verlos se levantó Lot para recibirlos postrándose a tierra. 2
Y les dijo:
-He aquí, señores míos, venid, por favor, a la casa de
vuestro siervo; pasad la noche y lavaos vuestros pies. Por la mañana os
levantaréis temprano y seguiréis vuestro camino.
Pero ellos respondieron:
-No, sino que pasaremos la noche en la calle.
3 Pero él les insistió mucho; así que fueron con
él y entraron en su casa. El les preparó un banquete; hizo panes sin
levadura y comieron. 4 Pero antes de que se acostasen, los
hombres de la ciudad, los hombres de Sodoma, todo el pueblo junto, desde
el más joven hasta el más viejo, rodearon la casa. 5 Y
llamaron a Lot y le dijeron:
-¿Dónde están los hombres que vinieron a ti esta noche?
Sácanoslos, para que los conozcamos.
6 Entonces Lot salió a ellos a la puerta, cerró la
puerta detrás de sí 7 y dijo:
-¡Por favor, hermanos míos, no hagáis tal maldad! 8
He aquí tengo dos hijas que todavía no han conocido varón: Os las
sacaré, pues, y haced con ellas como os parezca; sólo que no hagáis nada
a estos hombres, porque para esto han venido a la sombra de mi techo.
9 Ellos respondieron:
-¡Quítate de ahí! -Y añadieron-: Este vino aquí para residir
como forastero, ¿y ahora habrá de erigirse como juez? Ahora te haremos a
ti más daño que a ellos.
Forcejeaban mucho contra el hombre, contra Lot, y se
acercaron para romper la puerta. 10 Entonces los hombres
extendieron las manos, metieron a Lot en la casa con ellos y cerraron la
puerta. 11 Y a los hombres que estaban junto a la puerta de
la casa, los hirieron con ceguera, desde el menor hasta el mayor, de
modo que se fatigaban por hallar la puerta.
12 Aquellos hombres dijeron a Lot:
-¿Tienes aquí a alguien más? Yernos, hijos, hijas; cualquiera
que tengas en la ciudad, sácalos de este lugar. 13 Porque
vamos a destruir este lugar, por cuanto el clamor de ellos ha llegado a
ser grande delante de Jehovah. Por eso Jehovah nos ha enviado para
destruirlo.
14 Entonces salió Lot y habló a sus yernos, los
que habían de casarse con sus hijas, y les dijo:
-¡Levantaos, salid de este lugar, porque Jehovah va a
destruir la ciudad!
Pero a sus yernos les pareció que bromeaba. 15 Y
al rayar el alba, los ángeles apremiaban a Lot, diciéndole:
-¡Levántate, toma a tu mujer y a tus dos hijas que están
aquí, para que no seas destruido con el castigo de la ciudad!
16 Cuando se detenía, los hombres tomaron su mano,
la mano de su mujer y las manos de sus dos hijas, por la misericordia de
Jehovah para con él. Lo sacaron y lo pusieron fuera de la ciudad.
17 Y después de haberlos sacado fuera, le dijeron:
-¡Escapa por tu vida! No mires atrás, ni te detengas en toda
esta llanura. Escapa a la montaña, no sea que perezcas.
18 Lot le dijo:
-¡Por favor, no, señor mío! 19 He aquí que tu
siervo ha hallado gracia ante tus ojos y has engrandecido tu
misericordia que has mostrado conmigo dándome la vida. Pero yo no podré
escapar a la montaña, no sea que me alcance el mal y muera. 20
He allí esa ciudad está cerca para escapar allá, y es pequeña.
Deja que escape allá y salve mi vida. ¿Acaso no es pequeña?
21 Le respondió:
-He aquí que también te he atendido con respecto a este
asunto. No destruiré la ciudad de la cual has hablado. 22
Date prisa y escapa allá. Nada podré hacer hasta que hayas llegado allí.
Por eso fue llamado el nombre de la ciudad Zoar.
23 El sol ya había salido sobre la tierra cuando
Lot llegó a Zoar. 24 Entonces Jehovah hizo llover desde los
cielos azufre y fuego de parte de Jehovah sobre Sodoma y Gomorra.
25 Y trastornó aquellas ciudades, toda la llanura con todos los
habitantes de las ciudades y las plantas de la tierra. 26
Entonces la mujer de Lot miró atrás, a espaldas de él, y se convirtió en
una columna de sal.
27 Abraham se levantó muy de mañana, fue al lugar
donde había estado delante de Jehovah 28 y miró hacia Sodoma
y Gomorra, y hacia toda la tierra de la llanura. Y al mirar, he aquí que
el humo subía de la tierra como el humo de un horno. 29 Y
sucedió que cuando Dios destruyó las ciudades de la llanura, se acordó
Dios de Abraham y sacó a Lot de en medio de la destrucción, al
trastornar las ciudades donde Lot había estado.
Las hijas de Lot conciben de su padre
30 Lot tuvo miedo de permanecer en Zoar y se fue de allí a la
región montañosa, junto con sus dos hijas. Y habitaba en una cueva con
sus dos hijas. 31 Entonces la mayor dijo a la menor:
-Nuestro padre es viejo, y no queda ningún hombre en la
tierra que se una a nosotras, como es la costumbre en toda la tierra.
32 Ven, demos de beber vino a nuestro padre, acostémonos con
él y conservemos descendencia de nuestro padre.
33 Aquella noche dieron de beber vino a su padre.
Luego entró la mayor y se acostó con su padre, pero él no se dio cuenta
cuando ella se acostó ni cuando se levantó. 34 Y aconteció
que al día siguiente la mayor dijo a la menor:
-He aquí yo me acosté anoche con mi padre. Démosle de beber
vino también esta noche, y entra tú y acuéstate con él, y conservemos
descendencia de nuestro padre.
35 También aquella noche dieron de beber vino a su
padre. Luego fue la menor y se acostó con él, pero él no se dio cuenta
cuando ella se acostó ni cuando se levantó. 36 Así
concibieron de su padre las dos hijas de Lot. 37 La mayor dio
a luz un hijo y llamó su nombre Moab, el cual es el padre de los
moabitas, hasta hoy. 38 La menor dio a luz un hijo y llamó su
nombre Ben-amí, el cual es el padre de los amonitas, hasta hoy.
Problemas de Abraham con Abimelec
20 Abraham partió de allí
hacia la tierra del Néguev. Acampó entre Cades y Shur y residió en Gerar.
2 Abraham dijo de Sara su mujer: "Ella es mi hermana." Y
Abimelec, rey de Gerar, mandó y tomó a Sara. 3 Pero Dios vino
a Abimelec en sueños de noche y le dijo:
-He aquí que vas a morir por causa de la mujer que has
tomado, la cual es casada.
4 Abimelec, quien todavía no se había acercado a
ella, dijo:
-Señor, ¿acaso has de matar a la gente inocente? 5
¿Acaso no me dijo él: "Ella es mi hermana", y ella también dijo: "El es
mi hermano"? Con integridad de mi corazón y con limpieza de mis manos he
hecho esto.
6 Dios le dijo en sueños:
-Yo también sé que con integridad de tu corazón has hecho
esto. Yo también te detuve de pecar contra mí, y no te permití que la
tocases. 7 Ahora pues, devuelve la mujer a su marido, porque
él es profeta y orará por ti, y tú vivirás. Y si no la devuelves, ten
por cierto que morirás irremisiblemente, tú y todos los tuyos.
8 Entonces Abimelec se levantó muy de mañana,
llamó a todos sus servidores y dijo todas estas palabras a oídos de
ellos. Y los hombres temieron mucho. 9 Después Abimelec llamó
a Abraham y le preguntó:
-¿Qué nos has hecho? ¿En qué te he ofendido para que hayas
traído sobre mí y sobre mi reino un pecado tan grande? Has hecho conmigo
cosas que no debiste hacer. 10 -Dijo además Abimelec a
Abraham-: ¿Qué has visto, para que hicieras esto?
11 Abraham respondió:
-Porque pensé: "Seguramente no hay temor de Dios en este
lugar y me matarán por causa de mi mujer." 12 Y a la verdad,
también es mi hermana. Ella es hija de mi padre, pero no de mi madre;
así que la tomé por mujer. 13 Cuando Dios me hizo salir
errante de la casa de mi padre, yo le dije a ella: "Este es el favor que
tú me harás: En todos los lugares a los que lleguemos dirás de mí: ’El
es mi hermano.’ "
14 Entonces Abimelec tomó ovejas y vacas, siervos
y siervas; se los dio a Abraham y le devolvió a Sara su mujer. 15
Y le dijo Abimelec:
-He aquí mi tierra está delante de ti. Habita donde bien te
parezca.
16 A Sara le dijo:
-He aquí que he dado 1.000 piezas de plata a tu hermano. He
aquí que esto constituye para ti y para todos los que están contigo una
venda a los ojos. Así eres totalmente vindicada.
17 Entonces Abraham oró a Dios, y Dios sanó a
Abimelec y a su mujer y a sus siervas para que dieran a luz. 18
Porque Jehovah había cerrado por completo toda matriz en la casa
de Abimelec a causa de Sara, mujer de Abraham.
Nacimiento de Isaac
21 Jehovah favoreció a
Sara, como había dicho. Jehovah hizo con Sara como había prometido,
2 y ella concibió y dio a luz un hijo a Abraham en su vejez, en el
tiempo que Dios le había indicado. 3 Abraham llamó el nombre
de su hijo que le había nacido, y que Sara le había dado a luz, Isaac.
4 Y circuncidó Abraham a su hijo Isaac al octavo día, como
Dios le había mandado. 5 Abraham tenía 100 años cuando le
nació su hijo Isaac. 6 Entonces Sara dijo:
-Dios me ha hecho reír, y cualquiera que lo oiga se reirá
conmigo. 7 -Y añadió-: ¿Quién le hubiera dicho a Abraham que
Sara daría de mamar a hijos? Pues yo le he dado un hijo en su vejez.
8 El niño creció y fue destetado. Y Abraham hizo
un gran banquete el día que Isaac fue destetado.
Abraham despide a Agar e Ismael
9 Sara vio al hijo de Agar la egipcia, que ésta le había dado
a luz a Abraham, que se burlaba. 10 Por eso dijo a Abraham:
-Echa a esta sierva y a su hijo, pues el hijo de esta sierva
no ha de heredar junto con mi hijo, con Isaac.
11 Estas palabras preocuparon muchísimo a Abraham,
por causa de su hijo. 12 Entonces Dios dijo a Abraham:
-No te parezca mal lo referente al muchacho ni lo referente a
tu sierva. En todo lo que te diga Sara, hazle caso, porque a través de
Isaac será contada tu descendencia. 13 Pero también del hijo
de la sierva haré una nación, porque es un descendiente tuyo.
14 Abraham se levantó muy de mañana, tomó pan y un
odre de agua, y se lo dio a Agar, poniéndolo sobre el hombro de ella.
Luego le entregó el muchacho y la despidió.
Ella partió y caminó errante por el desierto de Beerseba.
15 Y cuando se acabó el agua del odre, hizo recostar al
muchacho debajo de un arbusto. 16 Luego fue y se sentó
enfrente, alejándose como a un tiro de arco, porque pensó: "No quiero
ver morir al muchacho." Ella se sentó enfrente, y alzando su voz lloró.
17 Entonces Dios escuchó la voz del muchacho, y el ángel de
Dios llamó a Agar desde el cielo y le dijo:
-¿Qué tienes, Agar? No temas, porque Dios ha oído la voz del
muchacho, allí donde está. 18 Levántate, alza al muchacho y
tómalo de la mano, porque de él haré una gran nación.
19 Entonces Dios abrió los ojos de ella, y vio un
pozo de agua. Ella fue, llenó el odre de agua y dio de beber al
muchacho. 20 Dios estaba con el muchacho, el cual creció y
habitó en el desierto, y llegó a ser un tirador de arco. 21
Habitó en el desierto de Parán, y su madre tomó para él una mujer de la
tierra de Egipto.
Alianza de Abraham y Abimelec
22 Aconteció en aquel tiempo que Abimelec junto con Ficol,
jefe de su ejército, habló a Abraham diciendo:
-Dios está contigo en todo lo que haces. 23 Ahora
pues, júrame aquí por Dios que no me engañarás ni a mí, ni a mis hijos,
ni a mis nietos; sino que conforme a la bondad que yo he hecho contigo
tú harás conmigo y con la tierra en la que vienes residiendo.
24 Abraham respondió:
-Sí, lo juro.
25 Entonces Abraham se quejó a Abimelec acerca de
un pozo de agua que los siervos de Abimelec le habían quitado. 26
Abimelec respondió:
-No sé quién haya hecho esto. Tú no me lo hiciste saber, ni
yo lo había oído hasta ahora.
27 Entonces Abraham tomó ovejas y vacas, y se las
dio a Abimelec; e hicieron ambos una alianza. 28 Luego
Abraham apartó del rebaño siete corderas. 29 Y Abimelec
preguntó a Abraham:
-¿Qué significan estas siete corderas que has puesto aparte?
30 Y él respondió:
-Toma estas siete corderas de mi mano para que me sirvan de
testimonio de que yo cavé este pozo.
31 Por eso él llamó a aquel lugar Beerseba, porque
allí juraron ambos. 32 Así hicieron una alianza en Beerseba.
Luego se levantaron Abimelec y Ficol, jefe de su ejército, y regresaron
a la tierra de los filisteos.
33 Abraham plantó un árbol de tamarisco en
Beerseba e invocó allí el nombre de Jehovah, el Dios eterno. 34
Y residió Abraham en la tierra de los filisteos por mucho tiempo.
Dios prueba la fe de Abraham
22 Aconteció después de
estas cosas que Dios probó a Abraham, diciéndole:
-Abraham.
El respondió:
-Heme aquí.
2 Y le dijo:
-Toma a tu hijo, a tu único, a Isaac a quien amas. Vé a la
tierra de Moriah y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes
que yo te diré.
3 Abraham se levantó muy de mañana. Enalbardó su
asno, tomó consigo a dos de sus siervos jóvenes y a Isaac su hijo.
Partió leña para el holocausto, y levantándose, fue al lugar que Dios le
dijo. 4 Al tercer día Abraham alzó sus ojos y divisó el lugar
de lejos. 5 Entonces Abraham dijo a sus siervos:
-Esperad aquí con el asno. Yo y el muchacho iremos hasta
allá, adoraremos y volveremos a vosotros.
6 Abraham tomó la leña del holocausto y la puso
sobre Isaac su hijo. El tomó en la mano el fuego y el cuchillo, y se
fueron los dos juntos.
7 Entonces Isaac dijo a Abraham su padre:
-Padre mío . . .
Y él respondió:
-Heme aquí, hijo mío.
Le dijo:
-He aquí el fuego y la leña, pero ¿dónde está el cordero para
el holocausto?
8 Abraham respondió:
-Dios mismo proveerá el cordero para el holocausto, hijo mío.
E iban los dos juntos. 9 Cuando llegaron al lugar
que Dios le había dicho, Abraham edificó allí un altar. Arregló la leña,
ató a Isaac su hijo y lo puso sobre el altar encima de la leña. 10
Abraham extendió su mano y tomó el cuchillo para degollar a su
hijo. 11 Entonces el ángel de Jehovah llamó desde el cielo
diciendo:
-¡Abraham! ¡Abraham!
El respondió:
-Heme aquí.
12 Y le dijo:
-No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada,
porque ahora conozco que temes a Dios, ya que no me has rehusado tu
hijo, tu único.
13 Entonces Abraham alzó la vista y miró, y he
aquí que detrás de sí estaba un carnero trabado por sus cuernos en un
matorral. Abraham fue, tomó el carnero y lo ofreció en holocausto en
lugar de su hijo. 14 Abraham llamó el nombre de aquel lugar
Jehovah-yireh. Por eso se dice hasta hoy: "En el monte de Jehovah será
provisto."
15 El ángel de Jehovah llamó por segunda vez a
Abraham desde el cielo, 16 y le dijo:
-He jurado por mí mismo, dice Jehovah, que porque has hecho
esto y no me has rehusado tu hijo, tu único, 17 de cierto te
bendeciré y en gran manera multiplicaré tu descendencia como las
estrellas del cielo y como la arena que está en la orilla del mar. Tu
descendencia poseerá las ciudades de sus enemigos. 18 En tu
descendencia serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto
obedeciste mi voz.
19 Abraham regresó a sus siervos, y levantándose
se fueron juntos a Beerseba. Y Abraham habitó en Beerseba.
Descendientes de Nacor
20 Aconteció después de estas cosas que le informaron a
Abraham, diciendo: "He aquí que también Milca le ha dado a luz hijos a
Nacor tu hermano: 21 Uz su primogénito, su hermano Buz,
Quemuel padre de Aram, 22 Quesed, Hazo, Pildas, Jidlaf y
Betuel. 23 (Betuel engendró a Rebeca.)"
Milca dio a luz estos ocho hijos a Nacor, hermano de Abraham.
24 Y su concubina, que se llamaba Reúma, dio a luz también a
Tébaj, a Gajam, a Tajas y a Maaca.
Sara es sepultada en Macpela
23 La vida de Sara fue de
127 años; éstos fueron los años de Sara. 2 Sara murió en
Quiriat-arba, es decir, Hebrón, en la tierra de Canaán, y Abraham vino a
hacer duelo por Sara y a llorarla.
3 Abraham se levantó de delante de su difunta y se
fue para hablar con los hijos de Het. Y les dijo:
4 -Yo soy forastero y advenedizo entre vosotros.
Permitidme tener entre vosotros una propiedad para sepultura, y que
sepulte allí a mi difunta.
5 Los hijos de Het respondieron a Abraham
diciéndole:
6 -Escúchanos, señor nuestro: Tú eres un príncipe
de Dios entre nosotros. Sepulta a tu difunta en el mejor de nuestros
sepulcros. Ninguno de nosotros te negará su sepulcro para que sepultes a
tu difunta.
7 Pero Abraham se levantó, e inclinándose ante el
pueblo de aquella tierra, los hijos de Het, 8 habló con ellos
diciendo:
-Si tenéis a bien que yo sepulte allí a mi difunta,
escuchadme e interceded por mí ante Efrón hijo de Zojar, 9
para que me dé la cueva de Macpela que está en el extremo de su campo.
Que por su justo precio me la dé como propiedad para sepultura en medio
de vosotros.
10 Efrón estaba sentado entre los hijos de Het. Y
Efrón el heteo respondió a Abraham en presencia de los hijos de Het y de
todos cuantos entraban por las puertas de la ciudad, diciendo:
11 -No, señor mío. Escúchame: Yo te doy el campo y
te doy la cueva que hay en él. En presencia de los hijos de mi pueblo te
lo doy; sepulta a tu difunta.
12 Pero Abraham se inclinó ante el pueblo de la
tierra. 13 Y respondió a Efrón en presencia del pueblo de la
tierra, diciendo:
-Más bien, te ruego que me escuches: Yo te daré dinero por el
campo. Tómamelo, y yo sepultaré allí a mi difunta.
14 Efrón respondió a Abraham diciéndole:
15 -Señor mío, escúchame: La tierra vale 400
siclos de plata. ¿Qué es esto entre tú y yo? Sepulta, pues, a tu
difunta.
16 Entonces Abraham escuchó a Efrón, y en
presencia de los hijos de Het, pesó para Efrón la plata que éste le
dijo: 400 siclos de plata de buena ley entre mercaderes. 17
Así el campo de Efrón que estaba en Macpela, frente a Mamre, tanto el
campo como la cueva que había en él, junto con todos los árboles que
había en el campo y en sus contornos, pasó 18 a ser propiedad
de Abraham, en presencia de los hijos de Het, de todos los que entraban
por las puertas de su ciudad. 19 Después de esto, Abraham
sepultó a Sara su mujer en la cueva del campo en Macpela, frente a Mamre,
es decir, Hebrón, en la tierra de Canaán. 20 Así Abraham
adquirió de los hijos de Het el campo y la cueva que había en él, como
una propiedad para sepultura.
Rebeca llega a ser esposa de Isaac
24 Abraham era ya anciano y
muy avanzado en años, y Jehovah había bendecido a Abraham en todo.
2 Entonces Abraham dijo a un siervo suyo, el más viejo de su casa
y que administraba todo lo que tenía:
-Por favor, pon tu mano debajo de mi muslo, 3 y te
haré jurar por Jehovah, Dios de los cielos y Dios de la tierra, que no
tomarás para mi hijo una mujer de las hijas de los cananeos entre los
cuales habito. 4 Más bien, irás a mi tierra, a mi parentela,
y tomarás mujer para mi hijo Isaac.
5 Su siervo le respondió:
-Quizás la mujer no quiera venir conmigo a esta tierra. ¿He
de hacer volver a tu hijo a la tierra de donde saliste?
6 Abraham le dijo:
-Guárdate, no sea que hagas volver a mi hijo allá. 7
Jehovah, Dios de los cielos, que me tomó de la casa de mi padre y
de la tierra de mi nacimiento, y que me habló y me juró diciendo: "A tu
descendencia daré esta tierra", él enviará su ángel delante de ti, y tú
tomarás de allí una mujer para mi hijo. 8 Pero si la mujer no
quiere venir contigo, tú quedarás libre de este juramento mío. Solamente
que no hagas volver allá a mi hijo.
9 Entonces el siervo puso su mano debajo del muslo
de Abraham su señor, y le juró sobre este asunto. 10 Y el
siervo tomó diez de los camellos de su señor, y se fue llevando consigo
toda clase de cosas preciadas de su señor. Partió y se fue a Siria
mesopotámica, a la ciudad de Nacor, 11 e hizo arrodillar los
camellos fuera de la ciudad, junto a un pozo de agua. Era la hora del
atardecer, cuando las jóvenes salían para sacar agua. 12 Y
dijo:
-Oh Jehovah, Dios de mi señor Abraham, por favor, haz que hoy
ocurra algo en mi presencia. Muestra bondad para mi señor Abraham.
13 He aquí que yo estoy junto al manantial de agua, y las hijas de
los hombres de la ciudad vendrán para sacar agua. 14 Sea,
pues, que la joven a quien yo diga: "Por favor, baja tu cántaro para que
yo beba", y ella responda: "Bebe tú, y también daré de beber a tus
camellos"; sea ella la que tú has destinado para tu siervo, para Isaac.
En esto conoceré que has tenido misericordia de mi señor.
15 Y aconteció que cuando él aún no había acabado
de hablar, he aquí que con su cántaro sobre el hombro, venía Rebeca, que
le había nacido a Betuel, hijo de Milca, mujer de Nacor, hermano de
Abraham. 16 La joven era muy hermosa; era virgen, a quien
ningún hombre había conocido. Ella descendió al manantial, llenó su
cántaro y subía. 17 Entonces el siervo corrió hacia ella y le
dijo:
-Por favor, dame de beber un poco de agua de tu cántaro.
18 Y ella respondió:
-Bebe, señor mío.
Se apresuró a bajar su cántaro a su mano y le dio de beber.
19 Cuando acabó de darle de beber, agregó:
-También sacaré agua para tus camellos, hasta que acaben de
beber.
20 Se dio prisa, vació su cántaro en el abrevadero
y corrió otra vez al pozo para sacar agua. Y sacó para todos sus
camellos. 21 El hombre la observaba en silencio para saber si
Jehovah había dado éxito a su viaje o no. 22 Cuando los
camellos acabaron de beber, el hombre le obsequió un pendiente de oro
que pesaba medio siclo y dos brazaletes de oro para sus brazos, que
pesaban diez siclos. 23 Y le preguntó:
-¿De quién eres hija? Dime, por favor, ¿habrá lugar en la
casa de tu padre donde podamos alojarnos?
24 Ella respondió:
-Yo soy hija de Betuel, hijo de Milca, el cual ella dio a luz
a Nacor. 25 -Y añadió-: También en nuestra casa hay paja y
mucho forraje, y lugar para alojarse.
26 Entonces el hombre se inclinó y adoró a Jehovah
27 diciendo:
-¡Bendito sea Jehovah, Dios de mi señor Abraham, que no
apartó de mi señor su misericordia y su verdad! En el camino Jehovah me
guió hacia la casa de los hermanos de mi señor.
28 La joven corrió y contó estas cosas en la casa
de su madre. 29 Rebeca tenía un hermano que se llamaba Labán,
el cual corrió afuera hacia el hombre, hacia el manantial. 30
Sucedió que cuando vio el pendiente y los brazaletes en las manos de su
hermana, y oyó las palabras de su hermana Rebeca, que decía: "Así me
habló aquel hombre", vino a él, y he aquí que él estaba junto a los
camellos, al lado del manantial. 31 Y le dijo:
-Ven, bendito de Jehovah. ¿Por qué estás ahí fuera? Yo he
preparado la casa y el lugar para los camellos.
32 Entonces el hombre fue a la casa. Labán
descargó los camellos y les dio paja y forraje. Luego trajo agua para
lavar los pies de él y los pies de los hombres que venían con él.
33 También puso comida delante de él, pero él dijo:
-No comeré hasta que haya dicho lo que tengo que decir.
Labán le dijo:
-Habla.
34 Entonces dijo:
-Yo soy siervo de Abraham. 35 Jehovah ha bendecido
mucho a mi señor, y él se ha enriquecido. Le ha dado ovejas, vacas,
plata, oro, siervos, siervas, camellos y asnos. 36 Y Sara,
mujer de mi señor, dio a luz en su vejez un hijo a mi señor, quien le ha
dado a él todo lo que tiene. 37 Y mi señor me hizo jurar
diciendo: "No tomarás mujer para mi hijo de entre las hijas de los
cananeos en cuya tierra habito. 38 Más bien, irás a la casa
de mi padre, a mi parentela, y tomarás mujer para mi hijo." 39
Yo dije a mi señor: "Quizás la mujer no quiera venir conmigo."
40 Entonces me respondió: "Jehovah, en cuya presencia he
caminado, enviará su ángel contigo, y él dará éxito a tu viaje. Tú
tomarás una mujer para mi hijo, de mi familia, de la casa de mi padre.
41 Entonces, cuando hayas llegado a mi familia, quedarás
libre de mi juramento; y aunque no te la den, también quedarás libre de
mi juramento."
42 »Llegué, pues, hoy al manantial y dije: "Jehovah,
Dios de mi señor Abraham, por favor, si has de dar éxito a mi viaje en
el cual ando, 43 he aquí que yo estoy junto al manantial de
agua. Que la joven que venga para sacar agua y a quien yo diga: ’Por
favor, dame de beber un poco de agua de tu cántaro’, 44 y
ella me responda: ’Bebe tú, y también sacaré agua para tus camellos’,
que sea ella la mujer que Jehovah ha destinado para el hijo de mi
señor." 45 Y antes que acabase de hablar en mi corazón, he
aquí que Rebeca venía con su cántaro sobre su hombro. Luego descendió al
manantial y sacó agua. Entonces le dije: "Por favor, dame de beber."
46 Y ella bajó rápidamente su cántaro de encima de su hombro
y dijo: "Bebe tú, y también daré de beber a tus camellos." Yo bebí, y
ella también dio de beber a mis camellos. 47 Entonces le
pregunté: "¿De quién eres hija?" Y ella respondió: "Soy hija de Betuel
hijo de Nacor, que le dio a luz Milca." Yo puse el pendiente en su nariz
y los brazaletes en sus brazos. 48 Y me incliné y adoré a
Jehovah. Bendije a Jehovah, Dios de mi señor Abraham, que me guió por el
camino acertado para tomar la hija del hermano de mi señor, para su
hijo. 49 Ahora pues, si vosotros vais a mostrar misericordia
y verdad para con mi señor, declarádmelo. Si no, declarádmelo también, y
yo me iré a la derecha o a la izquierda.
50 Entonces Labán y Betuel respondieron diciendo:
-¡De Jehovah procede esto! No podemos decirte si es malo o si
es bueno. 51 He aquí que Rebeca está delante de ti; tómala y
vete. Sea ella la mujer del hijo de tu señor, como ha dicho Jehovah.
52 Y aconteció que cuando el siervo de Abraham oyó
sus palabras, se postró a tierra delante de Jehovah. 53 Luego
sacó objetos de plata, objetos de oro y vestidos, y se los dio a Rebeca.
También dio obsequios preciosos a su hermano y a su madre. 54
Después comieron y bebieron él y los hombres que habían venido con él, y
pasaron la noche. Y levantándose de mañana, dijo:
-Permitidme regresar a mi señor.
55 Entonces respondieron su hermano y su madre:
-Que la joven espere siquiera unos diez días más con
nosotros, y después irá.
56 Pero él les dijo:
-No me hagáis demorar; ya que Jehovah ha dado éxito a mi
viaje, dejadme ir para que vaya a mi señor.
57 Ellos le respondieron:
-Llamemos a la joven y preguntémosle lo que piensa.
58 Llamaron a Rebeca y le preguntaron:
-¿Irás tú con este hombre?
Ella les respondió:
-Sí, iré.
59 Entonces dejaron ir a Rebeca su hermana, a su
nodriza, al siervo de Abraham y a sus hombres. 60 Y
bendijeron a Rebeca diciéndole:
-Tú eres nuestra hermana. Que seas madre de millares de
decenas de millares. Que tus descendientes posean las ciudades de sus
enemigos.
61 Entonces se levantaron Rebeca y sus criadas,
subieron a los camellos y siguieron al hombre. El siervo tomó a Rebeca y
se fue.
62 Aconteció que Isaac venía del pozo Beer-lajai-roí,
porque habitaba en el Néguev. 63 Hacia el atardecer Isaac
había salido al campo para meditar, y alzando sus ojos miró, y he aquí
unos camellos que venían. 64 También Rebeca alzó sus ojos,
vio a Isaac y descendió del camello. 65 Porque había
preguntado al siervo: "¿Quién es ese hombre que viene por el campo hacia
nosotros?", y el siervo había respondido: "El es mi señor." Entonces
ella tomó el velo y se cubrió.
66 El siervo contó a Isaac todo lo que había
hecho. 67 Luego Isaac la introdujo en la tienda de Sara, su
madre, y tomó a Rebeca, que vino a ser su mujer; y él la amó. Así se
consoló Isaac después de la muerte de su madre.
Otros descendientes de Abraham
25 Abraham tomó otra mujer
cuyo nombre era Quetura. 2 Ella le dio a luz a Zimrán, a
Jocsán, a Medán, a Madián, a Isbac y a Súaj. 3 Jocsán
engendró a Seba y a Dedán. Los hijos de Dedán fueron los asureos, los
letusitas y los leumitas. 4 Los hijos de Madián fueron: Efa,
Efer, Hanoc, Abida y Eldaa. Todos éstos fueron hijos de Quetura.
5 Abraham dio a Isaac todo lo que tenía, 6
pero a los hijos de sus concubinas les dio obsequios. Y mientras
él vivía, los apartó de su hijo Isaac, enviándolos al este, a la tierra
del oriente.
Abraham es sepultado en Macpela
7 Los años de la vida de Abraham fueron 175. 8 Y
falleció Abraham en buena vejez, anciano y lleno de años, y fue reunido
a su pueblo. 9 Sus hijos Isaac e Ismael lo sepultaron en la
cueva de Macpela, en el campo que perteneciera a Efrón hijo de Zojar el
heteo, que está frente a Mamre, 10 campo que Abraham había
comprado a los hijos de Het. Allí fue sepultado Abraham con Sara su
mujer.
11 Sucedió después de la muerte de Abraham, que
Dios bendijo a su hijo Isaac. Y habitaba Isaac junto al pozo de Beer-lajai-roí.
Descendientes de Ismael
12 Estos son los descendientes de Ismael hijo de Abraham, que
le dio a luz Agar la egipcia, sierva de Sara. 13 Estos son
los nombres de los hijos de Ismael, por sus nombres, según sus
descendientes: El primogénito de Ismael fue Nebayot. Después nacieron
Quedar, Adbeel, Mibsam, 14 Misma, Duma, Masá, 15
Hadad, Tema, Jetur, Nafis y Quedema. 16 Estos fueron los
hijos de Ismael y sus nombres según sus aldeas y campamentos: doce jefes
según sus naciones.
17 Los años de la vida de Ismael fueron 137, y
falleció y fue reunido a su pueblo. 18 Y sus descendientes
habitaron desde Havila hasta Shur, que está frente a Egipto, en
dirección de Asur.
Se estableció, pues, frente a todos sus hermanos.
Nacimiento de Esaú y de Jacob
19 Esta es la historia de Isaac hijo de Abraham. Abraham
engendró a Isaac. 20 Isaac tenía 40 años cuando tomó por
mujer a Rebeca hija de Betuel el arameo, de Padan-aram, y hermana de
Labán el arameo.
21 Isaac rogó a Jehovah por su mujer, que era
estéril. Jehovah accedió a su ruego, y Rebeca su mujer concibió.
22 Como los hijos se empujaban dentro de ella,
dijo:
-Si es así, ¿para qué he de vivir?
Ella fue a consultar a Jehovah, 23 y Jehovah le
dijo:
-Dos naciones hay en tu vientre, y dos pueblos que estarán
separados desde tus entrañas. Un pueblo será más fuerte que el otro, y
el mayor servirá al menor.
24 Cuando se cumplió el tiempo de dar a luz, he
aquí que había mellizos en su vientre. 25 Y salió el primero,
rojizo y todo velludo como una túnica de pieles, y llamaron su nombre
Esaú. 26 Después salió su hermano, con su mano asida al talón
de Esaú, y llamaron su nombre Jacob. Isaac tenía 60 años de edad cuando
ella los dio a luz.
Jacob compra la primogenitura de Esaú
27 Los niños crecieron, y Esaú llegó a ser experto en la
caza, hombre del campo. Jacob, por su lado, era hombre tranquilo y solía
permanecer en las tiendas. 28 Isaac prefería a Esaú, porque
comía de su caza; pero Rebeca prefería a Jacob.
29 Cierto día Jacob preparó un guisado. Y cuando
Esaú volvía del campo, cansado, 30 dijo a Jacob:
-Por favor, invítame a comer de ese guiso rojo, pues estoy
muy cansado.
Por eso fue llamado su nombre Edom. 31 Y Jacob
respondió:
-Véndeme primero tu primogenitura.
32 Entonces Esaú dijo:
-He aquí que yo me voy a morir; ¿de qué, pues, me servirá la
primogenitura?
33 Dijo Jacob:
-¡Júramelo ahora!
El se lo juró y vendió a Jacob su primogenitura. 34
Entonces Jacob dio a Esaú pan y guisado de lentejas. El comió y
bebió, y levantándose, se fue. Así menospreció Esaú la primogenitura.
Jehovah confirma su pacto a Isaac
26 Hubo hambre en el país,
además de la primera que hubo en los días de Abraham. E Isaac se dirigió
a Abimelec, rey de los filisteos, en Gerar. 2 Y se le
apareció Jehovah y le dijo:
-No desciendas a Egipto. Habita en la tierra que yo te diré.
3 Reside en esta tierra. Yo estaré contigo y te bendeciré,
porque a ti y a tus descendientes os daré todas estas tierras. Así
cumpliré el juramento que hice a tu padre Abraham. 4 Yo
multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu
descendencia todas estas tierras. Y en tu descendencia serán benditas
todas las naciones de la tierra, 5 porque Abraham obedeció mi
voz y guardó mi ordenanza, mis mandamientos, mis estatutos y mis
instrucciones.
Problemas de Isaac con Abimelec
6 Habitó, pues, Isaac en Gerar. 7 Y los hombres de
aquel lugar le preguntaron acerca de su mujer. El respondió:
-Es mi hermana.
Tuvo miedo de decir: "Es mi mujer", pues pensó: "No sea que
los hombres del lugar me maten a causa de Rebeca." Porque ella era
hermosa.
8 Sucedió después de estar allí muchos días, que
Abimelec, rey de los filisteos, miró por una ventana y vio a Isaac que
acariciaba a Rebeca su mujer. 9 Entonces Abimelec llamó a
Isaac y le dijo:
-¡He aquí, de veras ella es tu mujer! ¿Por qué, pues,
dijiste: "Es mi hermana"?
Isaac le respondió:
-Es que pensé que quizás moriría a causa de ella.
10 Abimelec le dijo:
-¿Por qué nos has hecho esto? Por poco pudiera haber dormido
alguno del pueblo con tu mujer, y hubieras traído sobre nosotros
culpabilidad.
11 Entonces Abimelec dio órdenes a todo el pueblo
diciendo:
-El que toque a este hombre o a su mujer, morirá
irremisiblemente.
Isaac prospera en Gerar
12 Isaac sembró en aquella tierra, y aquel año obtuvo ciento
por uno. Jehovah lo bendijo, 13 y el hombre se enriqueció y
continuó enriqueciéndose hasta llegar a ser muy rico. 14
Tenía rebaños de ovejas, hatos de vacas y abundancia de siervos, de modo
que los filisteos le tenían envidia. 15 Los filisteos cegaron
y llenaron de tierra todos los pozos que habían abierto los siervos de
su padre Abraham, en sus días. 16 Entonces Abimelec dijo a
Isaac:
-Aléjate de nosotros, porque te has hecho más poderoso que
nosotros.
17 Isaac se fue de allí, asentó sus tiendas junto
al arroyo de Gerar y habitó allí. 18 Isaac volvió a abrir los
pozos de agua que habían abierto en los días de Abraham su padre y que
los filisteos habían cegado después de la muerte de Abraham. Y él los
llamó con los mismos nombres con que su padre los había llamado. 19
Después los siervos de Isaac cavaron en el valle y descubrieron un
pozo de aguas vivas. 20 Y los pastores de Gerar contendieron
con los pastores de Isaac, diciendo:
-El agua es nuestra.
Por eso llamó al pozo Esec, porque allí riñeron con él.
21 Abrieron otro pozo, y también contendieron por él. Y llamó su
nombre Sitna. 22 Se alejó de allí y abrió otro pozo, y no
contendieron por él. El llamó su nombre Rejobot diciendo:
-Porque ahora Jehovah nos ha hecho ensanchar, y seremos
fecundos en la tierra.
Alianza de Isaac y Abimelec
23 De allí fue a Beerseba. 24 Y aquella noche se
le apareció Jehovah y le dijo:
-Yo soy el Dios de tu padre Abraham; no temas, porque yo
estoy contigo. Yo te bendeciré y multiplicaré tu descendencia por amor
de mi siervo Abraham.
25 El edificó allí un altar, invocó el nombre de
Jehovah e instaló allí su tienda. También allí los siervos de Isaac
excavaron un pozo.
26 Entonces fue a él Abimelec, desde Gerar,
acompañado por Ajuzat, amigo suyo, y Ficol, jefe de su ejército. 27
E Isaac les dijo:
-¿Por qué venís a mí, vosotros que me habéis aborrecido y me
habéis echado de en medio de vosotros?
28 Ellos respondieron:
-Claramente hemos visto que Jehovah está contigo y dijimos:
"Por favor, haya un juramento solemne entre nosotros, entre tú y
nosotros." Hagamos una alianza contigo 29 de que no nos harás
daño, como nosotros no te hemos tocado y como sólo te hemos hecho bien y
te despedimos en paz. Tú eres ahora bendito de Jehovah.
30 Entonces él les hizo un banquete, y comieron y
bebieron. 31 Después se levantaron temprano, e hicieron
juramento el uno al otro. Luego Isaac los despidió, y ellos se alejaron
de él en paz.
32 Aconteció que aquel mismo día vinieron los
siervos de Isaac y le dieron noticias acerca del pozo que habían
excavado. Y le dijeron:
-¡Hemos hallado agua!
33 El lo llamó Seba. Por esta razón el nombre de
la ciudad es Beerseba hasta el día de hoy.
34 Cuando Esaú tenía 40 años, tomó por mujer a
Judit hija de Beeri el heteo, y a Basemat hija de Elón el heteo. 35
Estas fueron amargura de espíritu para Isaac y Rebeca.
Jacob usurpa la bendición de Esaú
27 Aconteció que cuando
Isaac había envejecido, sus ojos se debilitaron, y no podía ver.
Entonces llamó a Esaú, su hijo mayor, y le dijo:
-Hijo mío.
El respondió:
-Heme aquí.
2 Le dijo:
-He aquí, yo ya soy viejo y no sé el día de mi muerte. 3
Toma, pues, ahora tu equipo, tu aljaba y tu arco, y vé al campo a
cazar algo para mí. 4 Luego hazme un potaje como a mí me
gusta. Tráemelo para que coma, y yo te bendiga antes que muera.
5 Rebeca estaba escuchando cuando Isaac hablaba a
su hijo Esaú. Cuando Esaú fue al campo para cazar lo que había de traer,
6 Rebeca habló a su hijo Jacob diciendo:
-He aquí, he oído a tu padre que hablaba con tu hermano Esaú,
diciendo: 7 "Caza para mí y hazme un potaje para que coma y
te bendiga en presencia de Jehovah, antes de mi muerte." 8
Ahora pues, hijo mío, obedéceme en lo que te mando: 9 Vé al
rebaño y tráeme de allí dos buenos cabritos; y yo haré con ellos un
potaje para tu padre, como a él le gusta. 10 Tú se lo
llevarás a tu padre; y comerá, para que te bendiga antes de su muerte.
11 Jacob dijo a Rebeca su madre:
-He aquí que Esaú mi hermano es hombre velludo, y yo soy
lampiño. 12 Quizás me palpe mi padre y me tenga por un
farsante, y traiga sobre mí una maldición en vez de una bendición.
13 Su madre le respondió:
-Hijo mío, sobre mí recaiga tu maldición. Tú solamente
obedéceme; vé y tráemelos.
14 Entonces él fue, tomó los cabritos y se los
trajo a su madre. Y ella hizo un potaje como le gustaba a su padre.
15 Luego Rebeca tomó la ropa más preciada de Esaú, su hijo mayor,
que ella tenía en casa, y vistió a Jacob, su hijo menor. 16 Y
puso las pieles de los cabritos sobre las manos y sobre el cuello, donde
no tenía vello. 17 Luego puso el potaje y el pan, que había
preparado, en las manos de Jacob su hijo. 18 Y él fue a su
padre y le dijo:
-Padre mío.
El respondió:
-Heme aquí. ¿Quién eres, hijo mío?
19 Jacob respondió a su padre:
-Yo soy Esaú, tu primogénito. He hecho lo que me dijiste. Por
favor, levántate, siéntate y come de mi caza, para que tú me bendigas.
20 Entonces Isaac preguntó a su hijo:
-¿Cómo es que pudiste hallarla tan pronto, hijo mío?
El respondió:
-Porque Jehovah tu Dios hizo que se encontrase delante de mí.
21 E Isaac dijo a Jacob:
-Por favor, acércate y te palparé, hijo mío, a ver si tú eres
mi hijo Esaú, o no.
22 Jacob se acercó a su padre Isaac, quien le
palpó y dijo:
-La voz es la voz de Jacob, pero las manos son las manos de
Esaú.
23 No lo pudo reconocer, porque sus manos parecían
tan velludas como las manos de su hermano Esaú, y lo bendijo. 24
Le preguntó:
-¿Eres tú realmente mi hijo Esaú?
El respondió:
-Sí, yo soy.
25 Le dijo:
-Acércamela; comeré de la caza de mi hijo, para que yo te
bendiga.
Jacob se la acercó, e Isaac comió. Le trajo también vino, y
bebió. 26 Entonces le dijo su padre Isaac:
-Acércate, por favor, y bésame, hijo mío.
27 El se acercó y lo besó. Y al percibir Isaac el
olor de su ropa, lo bendijo diciendo:
-He aquí, el olor de mi hijo
es como el olor del campo
que Jehovah ha bendecido.
28 Dios te dé del rocío del cielo
y de lo más preciado de la tierra:
trigo y vino en abundancia.
29 Que los pueblos te sirvan,
y las naciones se postren ante ti.
Sé señor de tus hermanos,
y póstrense ante ti los hijos de tu madre.
Sean malditos los que te maldigan,
y benditos los que te bendigan.
30 Y sucedió luego que Isaac había terminado de
bendecir a Jacob, y cuando apenas había salido Jacob de la presencia de
su padre Isaac, que su hermano Esaú llegó de cazar. 31 El
también hizo un potaje, lo llevó a su padre y le dijo:
-Levántate, padre mío, y come de la caza de tu hijo, para que
tú me bendigas.
32 Entonces su padre Isaac le preguntó:
-¿Quién eres tú?
El respondió.
-Yo soy Esaú, tu hijo primogénito.
33 Isaac se estremeció fuertemente y dijo:
-¿Quién, pues, es el que vino aquí, que cazó y me trajo de
comer, y yo comí de todo antes de que tú vinieses? ¡Yo lo bendije, y
será bendito!
34 Cuando Esaú oyó las palabras de su padre,
profirió un grito fuerte y muy amargo. Y dijo a su padre:
-¡Bendíceme también a mí, padre mío!
35 El dijo:
-Tu hermano vino con engaño y se llevó tu bendición.
36 El respondió:
-¿No es cierto que llamaron su nombre Jacob? Pues ya me ha
suplantado estas dos veces: Se llevó mi primogenitura, y he aquí que
ahora también se ha llevado mi bendición. -Y añadió-: ¿No te queda una
bendición para mí?
37 Isaac respondió y dijo a Esaú:
-He aquí, yo lo he puesto por señor tuyo, y le he dado como
siervos a todos sus hermanos. Le he provisto de trigo y de vino. ¿Qué,
pues, haré por ti, hijo mío?
38 Esaú dijo a su padre:
-¿No tienes más que una sola bendición, padre mío? ¡Bendíceme
también a mí, padre mío!
Y Esaú alzó su voz y lloró. 39 Entonces respondió
Isaac su padre y le dijo:
-He aquí, será favorecido el lugar que habites
con los más preciados productos de la tierra
y con el rocío del cielo arriba.
40 De tu espada vivirás
y a tu hermano servirás.
Pero sucederá que cuando adquieras dominio,
romperás su yugo de sobre tu cuello.
Esaú planea matar a Jacob
41 Esaú aborreció a Jacob por la bendición con que le había
bendecido su padre, y dijo en su corazón: "Se acercan los días de duelo
por mi padre; entonces yo mataré a mi hermano Jacob."
42 Fueron dichas a Rebeca las palabras de Esaú, su
hijo mayor. Ella envió a llamar a Jacob, su hijo menor, y le dijo:
-He aquí que Esaú tu hermano planea vengarse de ti,
matándote. 43 Ahora pues, hijo mío, obedéceme: Levántate y
huye a mi hermano Labán, en Harán. 44 Pasa con él algún
tiempo, hasta que el enojo de tu hermano se aplaque, 45 hasta
que se aplaque la ira de tu hermano contra ti y se olvide de lo que le
has hecho. Entonces yo mandaré a traerte de allá. ¿Por qué habré de ser
privada de vosotros dos en un solo día?
Jacob huye a Padan-aram
46 Rebeca dijo a Isaac:
-Estoy hastiada de vivir por causa de las mujeres heteas: Si
Jacob toma esposa de entre las mujeres heteas, de las mujeres de esta
tierra, como éstas, ¿para qué quiero la vida?
28 Entonces
Isaac llamó a Jacob, lo bendijo y le mandó diciendo:
-No tomes esposa de entre las mujeres de Canaán. 2
Levántate, vé a Padan-aram, a la casa de Betuel, padre de tu madre, y
toma allí mujer de las hijas de Labán, hermano de tu madre. 3
Que el Dios Todopoderoso te bendiga, te haga fecundo y te multiplique
hasta que llegues a ser multitud de pueblos. 4 Que él te dé
la bendición de Abraham, lo mismo que a tu descendencia, para que poseas
la tierra en que habitas, la cual Dios ha dado a Abraham.
5 Así envió Isaac a Jacob, quien fue a Padan-aram,
a Labán hijo de Betuel el arameo, hermano de Rebeca, madre de Jacob y de
Esaú.
6 Esaú vio que Isaac había bendecido a Jacob y que
le había enviado a Padan-aram para tomar allí mujer para sí. Vio también
que cuando lo bendijo, le mandó diciendo: "No tomes esposa de entre las
mujeres de Canaán", 7 Jacob había obedecido a su padre y a su
madre, y se había ido a Padan-aram. 8 Asimismo, vio Esaú que
las mujeres de Canaán le parecían mal a Isaac su padre. 9
Entonces él también se fue a Ismael y tomó para sí por mujer a Majalat
hija de Ismael, hijo de Abraham, hermana de Nebayot, además de las otras
mujeres que tenía.
Jehovah confirma su pacto a Jacob
10 Jacob partió de Beerseba y se fue hacia Harán. 11
Y llegó a cierto lugar y pasó allí la noche, porque el sol ya se
había puesto. Tomó una de las piedras de aquel lugar, la puso como
cabecera y se acostó en aquel lugar. 12 Entonces soñó, y he
aquí una escalera puesta en la tierra, cuya parte superior alcanzaba el
cielo. He aquí que los ángeles de Dios subían y descendían por ella.
13 Y he aquí que Jehovah estaba en lo alto de ella y dijo:
-Yo soy Jehovah, el Dios de tu padre Abraham y el Dios de
Isaac. La tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu
descendencia. 14 Tus descendientes serán como el polvo de la
tierra. Te extenderás al occidente, al oriente, al norte y al sur, y en
ti y en tu descendencia serán benditas todas las familias de la tierra.
15 He aquí que yo estoy contigo; yo te guardaré por
dondequiera que vayas y te haré volver a esta tierra. No te abandonaré
hasta que haya hecho lo que te he dicho.
16 Jacob despertó de su sueño y dijo:
-¡Ciertamente Jehovah está presente en este lugar, y yo no lo
sabía!
17 El tuvo miedo y dijo:
-¡Cuán temible es este lugar! No es otra cosa que casa de
Dios y puerta del cielo.
18 Jacob se levantó muy de mañana, tomó la piedra
que había puesto como cabecera, la puso como memorial y derramó aceite
sobre ella. 19 Y llamó el nombre de aquel lugar Betel, aunque
el nombre antiguo de la ciudad era Luz.
20 Jacob también hizo un voto diciendo:
-Si Dios está conmigo y me guarda en este viaje que realizo,
si me da pan para comer y vestido para vestir, 21 y yo vuelvo
en paz a la casa de mi padre, Jehovah será mi Dios. 22 Esta
piedra que he puesto como memorial será una casa de Dios, y de todo lo
que me des, sin falta apartaré el diezmo para ti.
Encuentro de Jacob con Raquel
29 Jacob emprendió su
camino y llegó a la tierra de los orientales. 2 Entonces vio
un pozo en el campo, y he aquí que tres rebaños de ovejas estaban
recostados cerca del mismo, porque de aquel pozo daban de beber a los
rebaños. Había una gran piedra sobre la boca del pozo. 3 Y
cuando eran reunidos allí todos los rebaños, los pastores removían la
piedra que estaba sobre la boca del pozo y daban de beber a los rebaños.
Luego volvían a colocar la piedra en su lugar sobre la boca del pozo.
4 Entonces Jacob dijo a los pastores:
-Hermanos míos, ¿de dónde sois vosotros?
Ellos le respondieron:
-Somos de Harán.
5 El les preguntó:
-¿Conocéis a Labán hijo de Nacor?
Ellos le respondieron:
-Sí, lo conocemos.
6 El les dijo:
-¿Está bien?
Ellos le respondieron:
-Está bien. Y he aquí que su hija Raquel viene con el rebaño.
7 El dijo:
-He aquí que todavía es temprano; todavía no es tiempo de
reunir todo el rebaño. Dad de beber a las ovejas e id a apacentarlas.
8 Ellos le respondieron:
-No podemos, hasta que se reúnan todos los rebaños y sea
removida la piedra de encima de la boca del pozo, para que demos de
beber a las ovejas.
9 Estando él aún hablando con ellos, llegó Raquel
con el rebaño de su padre, porque ella era la pastora. 10 Y
sucedió que al ver Jacob a Raquel hija de Labán, hermano de su madre, y
al rebaño de Labán, hermano de su madre, se acercó Jacob y removió la
piedra que estaba sobre la boca del pozo y dio de beber al rebaño de
Labán, hermano de su madre.
11 Jacob besó a Raquel, y alzando su voz lloró.
12 Jacob dijo a Raquel que él era pariente de su padre y que
era hijo de Rebeca. Y ella corrió y dio las noticias a su padre. 13
En cuanto Labán oyó las noticias sobre Jacob, hijo de su hermana,
corrió a recibirlo, lo abrazó, lo besó y lo llevó a su casa. El contó a
Labán todas estas cosas, 14 y Labán le dijo:
-¡Ciertamente eres hueso mío y carne mía!
Y permaneció con él durante un mes entero.
Jacob se casa con Lea y con Raquel
15 Entonces dijo Labán a Jacob:
-¿Por ser mi sobrino, me has de servir de balde? Declárame
cuál será tu salario.
16 Labán tenía dos hijas: El nombre de la mayor
era Lea, y el nombre de la menor, Raquel. 17 Los ojos de Lea
eran tiernos, pero Raquel tenía una bella figura y un hermoso semblante.
18 Y Jacob, que se había enamorado de Raquel, dijo:
-Yo trabajaré para ti siete años por Raquel, tu hija menor.
19 Labán respondió:
-Mejor es que te la dé a ti que dársela a otro hombre.
Quédate conmigo.
20 Así trabajó Jacob por Raquel siete años, los
cuales le parecieron como unos pocos días, porque la amaba. 21
Entonces Jacob dijo a Labán:
-Entrégame mi mujer para que conviva con ella, porque mi
plazo se ha cumplido.
22 Entonces Labán reunió a todos los hombres de
aquel lugar e hizo un banquete. 23 Y sucedió que en la noche
tomó a su hija Lea y se la trajo, y él se unió a ella. 24 (Labán
dio su sierva Zilpa a su hija Lea, como sierva.) 25 Y al
llegar la mañana, ¡he aquí que era Lea! Entonces él dijo a Labán:
-¿Por qué me has hecho esto? ¿No he trabajado para ti por
Raquel? ¿Por qué, pues, me has engañado?
26 Y Labán respondió:
-No se acostumbra en nuestro lugar dar la menor antes que la
mayor. 27 Cumple la semana de ésta, y después se te dará
también la otra por el trabajo que harás para mí durante otros siete
años.
28 Jacob lo hizo así; y después de cumplir esa
semana, Labán le dio también a su hija Raquel por mujer. 29 (Labán
dio su sierva Bilha a su hija Raquel, como sierva.) 30 Jacob
se unió también a Raquel, y la amó más que a Lea. Y trabajó para Labán
otros siete años.
Nacimiento de los hijos de Jacob
31 Viendo Jehovah que Lea era menospreciada, le concedió
hijos. Pero Raquel era estéril.
32 Lea concibió y dio a luz un hijo, y llamó su
nombre Rubén, pues dijo: "Porque Jehovah ha visto mi aflicción,
ciertamente ahora me amará mi marido."
33 Concibió otra vez y dio a luz un hijo, y dijo:
"Porque Jehovah ha oído que yo era menospreciada, me ha dado también
éste." Y llamó su nombre Simeón.
34 Concibió otra vez y dio a luz un hijo, y dijo:
"Ahora esta vez mi marido se sentirá ligado a mí, porque le he dado tres
hijos." Por eso llamó su nombre Leví.
35 Concibió otra vez y dio a luz un hijo, y dijo:
"Esta vez alabaré a Jehovah." Por eso llamó su nombre Judá. Y dejó de
dar a luz.
Reina-Valera Actualizada, 1989.\ |