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Los bailes criollos
Los bailes que posteriormente
llegan a la Isla y que se desarrollan en la montaña, la costa y los
núcleos urbanos, los traen españoles y esclavos africanos; inmigrantes
procedentes de las Antillas, como franceses o ingleses; latinoamericanos
que huían de las guerras de independencia; y a partir de 1898 de los
estadounidenses. Ha habido poca investigación etnográfica y
antropológica, pero algunos estudiosos ven una diferencia entre los
bailes que llegan de las Antillas Menores y los que llegan de las
Mayores, en especial desde Haití, con su gran influencia francesa y
noción de cómo los bailes representan un código social de presentación y
comportamiento.
Los bailes campesinos de la montaña
y el centro de la Isla, de origen europeo, incluyen
el
vals la
mazurca, el
rigodón y la
Contradanza
Baile originario de Inglaterra
popular durante el siglo XVIII que era ejecutado por varias parejas que
se colocaban en fila o en círculo formando figuras al compás de la
música., entre otros,
que rápidamente adquieren rasgos distintivos en su ritmo,
instrumentación, interpretación e incluso vestimenta.
El
seis
Música puertorriqueña orquestada
con los instrumentos de la guitarra, el güiro, el cuatro y el bongó e
interpretada por trovadores que improvisan en décimas. Su composición
musical consta de compases de dos por cuatro, en dos tiempos con
combinaciones sincopadas.
es el más importante. Clasificado por Manuel Alonso en El gíbaro
(1849) como uno de los bailes “de garabato”, para diferenciar los bailes
“de la gente de clase inferior y del campo” de los bailes de sociedad,
el seis recibe su nombre por la inicial participación de seis parejas
colocadas en hilera, hombres frente a mujeres, que se cruzan, zapatean y
terminan valseando entre cantos de estrofas de amor y despecho.
Bailes de Garabatos. Estos eran los bailes
de los campesinos de la gente perteneciente a clases de bajo nivel
socioeconómico, aunque a veces los bailaban personas muy distinguidas de
la alta sociedad. El seis y el vals eran los más populares. Los bailes
de origen español e indígena se ejecutaban con ciertas peculiaridades y
aires, y con el tiempo algunos de ellos se convirtieron en típicos.
Entre otros: El fandangillo, que era una
degeneración del fandango español. El sonduro
son de baile, conocido más adelante como el montuno, era una especie de zapateado. Los
bailadores repiqueteaban con los pies descalzos y hacían crujir el piso
de madera. Si usaban zapatos los reforzaban con clavos en la suela para
hacer más ruido. Las cadenas Derivado de la
seguidilla; baile animado y vistoso que se bailaba en grupos de cuatro
parejas. La música era alegre y sencilla. A veces los acompañaban con
cantos. El caballo Era un baile en el que
se colocaban en hileras, cruzaban de un sitio a otro y cambiaban de
parejas sin tocarse las manos. Los hombres llevaban pañuelos agarrados
por las puntas y los colocaban en los hombros de la mujer.
Otro baile importante es
La
Bomba
Música y baile respectivo de origen
africano traído por los esclavos a América que se interpreta con
tambores, de los cuales uno también es llamado bomba. Se toca mayormente
con dos tambores: uno de ellos lleva el ritmo base y el otro entabla una
comunicación armoniosa con el bailador o bailadora. El percusionista de
este último tambor interpreta los movimientos de falda y giros
corporales (en el caso de las mujeres) y el zapateo y movimientos del
sombrero (en el caso de los hombres) como claves para improvisar su
música. En ocasiones, puede haber un cantante que interpreta un
estribillo. La bomba
afro-puertorriqueña se desarrolla en las haciendas azucareras de
Loíza y las áreas costeras del
noroeste, Guayama y el sur de la Isla; utilizan instrumentos de barril,
tambores y panderos mientras que en la modalidad campesina se usa
instrumentación de cuerdas.
La danza
puertorriqueña
se considera la muestra bailable y
musical más culta. Supuestamente se inspira en la habanera cubana o
quizás en la suramericana; de cualquier manera, alcanzó su estilo propio,
con una primera parte musicalmente cadenciosa durante la cual se pasean
las parejas alrededor del salón y una segunda, de ritmo agitado llamado
Merengue
que
se baila en posición cerrada de salón. El capitán general Juan de la
Pezuela consideró esta posición “una depravación de costumbres” y
prohibió su ejecución en 1849, so pena de diez días de cárcel a quienes
permitieran que se bailara en sus casas, pero el pueblo se encargó de
hacer la determinación obsoleta aunque nunca fuera derogada.
La
Plena
Canto y baile popular
puertorriqueño de ritmo afroantillano que se canta acompañado de tres
pleneras o panderos principalmente.,
de fines del siglo XIX y comienzos del XX, es el último baile nacional
que surge antes del cambio de soberanía en 1898 y del comienzo de la
influencia estadounidense. Era una especie de periódico cantado,
eminentemente costero, aunque hay evidencia de que se bailó también en
el centro de la Isla. Fue el primer ritmo puertorriqueño que se
popularizó fuera del país y ejerció influencia en músicas extranjeras.
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