SOMOS GUARACHEROS


Prohibición del uso de Tambores, Barriles y/o Congas en Cuba

hasta el 1941 por ley y extendido por la policia casi hasta finales de los 40's

 

 

Prohibición del uso de tambores en Cuba y origen de la Rumba

 

 

Asi era como se tocaba la "Rumba" en Cuba, no habia uso de tambores

 

A raíz de la colonización de América por los españoles, una de las primeras cosas que estos hicieron fue cristianizar a los indios y bautizarlos. Con ello impedirian que los indios practicaran lo que el clero católico entendia que eran puras supercherias y supersticiones. Cuando los españoles comenzaron con la trata de esclavos negros de Africa, hicieron lo mismo y mantenian a sus esclavos alejados de todo aquello que fuera contrario a la cristiandad. El principal instrumento de los negros esclavos para invocar a sus deidades eran los tambores. Por tal razón ninguno de ellos salio con pertenencias o instrumentos que les permitieran sus manifestaciones religiosas. La iglesia católica y el gobierno español dispusieron por ley la prohibición del uso de los tambores. Es desde la epoca de España y hasta el año 1941 que se mantuvo dicha ley en Cuba (aunque extendida por la policia por mas tiempo), por lo cual para poder hacer rumbas y guaguancós solo dependian de cajones de madera taburetes, cucharas, latas o cualquier cosa que emitiera alguna sonoridad, para sus bembés, como podrán ver a continuación. La prohibición de "facto" continuo casi hasta finales de los años 40's en Cuba. Hay que hacer notar que en Puerto Rico nunca existio tal prohibición y los negros usaron siempre sus tambores desde el 1873 en que fue abolida la esclavitud en Puerto Rico, 13 años antes que en Cuba.Por otro lado, Puerto Rico y sus negros estuvieron haciendo música con tambores unos 70 años antes que Cuba. La única excepción en Cuba fueron los negros afrancesados provenientes de Haiti, a los que sus amos franceses les permitieron el uso de sus tambores para poder hacer sus actividades de la Tumba Francesa. Son pues Haití y los Franceses, la 3ra. Tercera Ecuación, sin la cual no habrian surgido ni La Rumba ni el Son.

Dato histórico por: Maria teresa Linares (autora cubana)

La música de fines del siglo XIX se caracterizaba por una nacionalidad bien definida. Pero todo lo nacional molestaba al gobierno colonial. Todo lo africano también.

Aquellos esclavos que fueron libertados por ofrecer su sangre a la causa cubana en l868 y los que fueron libertados por la Ley de Abolición en 1886, esporádicamente habían recibido permiso de sus dueños y autoridades coloniales para alegrar sus días de fiesta con la salida de los cabildos y los toques de tambor.

Pero una vez libertados, ya a nadie le importaba si se divertían o no, y sus fiestas, bailes y salidas de cabildos fueron prohibidos. Por bando del gobierno civil provincial, se prohibió la reunión de los cabildos de negros de Africa y su circulación por las calles en Nochebuena y el Día de los Santos Reyes. El 6 de enero de l884 fue el último que se celebró.

Desde mucho antes no se podía bailar libremente. En l829 había aparecido, en el Diario de La Habana, una multa impuesta al moreno Joaquín de Céspedes por haber tenido un baile o fandango sin el correspondiente permiso del gobierno.

No sólo había prohibiciones a los morenos. La guardia civil perseguía en el campo los juegos de monte, las peleas de gallo de manigua y las charanguitas de acordeón timbal y güiro de las fiestas de campo o guateques.

A la vez se castigaba a los bufos, se perseguía todo intento de reuniones en que acuerdos y afanes libertarios pudieran  tomar forma. "Ante la nueva guerra que fomentaban Martí, Máximo Gómez y Maceo había que tomar precauciones como la de conducir hacia la Isla de Pinos a las familias y militares mambises que habían participado en la Guerra del 68, condenándolos a una prisión preventiva y a padecer privaciones y miserias. No obstante, algunas veces llegaban goletas de cabotaje conduciendo pasajeros, o a buscar maderas, cueros y fibras vegetales, y en sus largas estadías, los marineros hacían bailecitos en la cubierta"  (Testimonio de Julia de la Osa a la autora)


Fotos de mediados de los años 40;s en Cuba, Rumberos usando el cajón Peruano para tocar su Rumba.

 

CAJON PERUANO

 

 

El cajón fue creado por los negros esclavos en el Perú, a fines de la colonización española, debido a la prohibición que pesaba sobre ellos para ejecutar sus tambores. El uso de los tambores fue prohibido por la Iglesia Católica por considerarlos paganos y también prohibido por un edicto del virreinato del Perú con el fin de evitar la comunicación a distancia entre negros (tambores parlantes) y evitar que tocasen el panalivio, un tipo de canción negra que mostraba en lamentos sus condiciones de esclavo: todo tambor hallado, fue quemado.

Hacia 1813 desaparece toda referencia del tambor en documentos virreinales y aparecen hacia 1840 las primeras referencias al cajón como instrumento musical. Los afroperuanos son la conjunción de etnias africanas (bene, yoruba, bantú, congo, etc), que llegaron a América en condición de esclavos. Las poblaciones afroperuanas hasta el siglo XIX, fueron mayoritarias en toda la costa y por ende influyeron poderosamente en ella, hasta 1890, en que la población afroperuana comienza a decrecer.

Siendo la percusión el factor principal y divino de toda música africana, los negros esclavos se vieron obligados a buscar instrumentos, con los que pudieran expresarse. Los africanos esclavos, vieron pronto, en los cajones de madera, usados para transportar mercadería, un gran instrumento de percusión, empleándolos así en sus ritos sagrados y en sus diferentes manifestaciones artísticas. Ante la prohibición emitida el siglo XVII de usar el tambor, usaron cualquier elemento para producir sonido como las cucharas de madera, las sillas, las mesas, las cajitas de limosnas o el checo (una calabaza hueca de unos 60 centímetros de diámetro, con un orificio en la parte posterior)

Se cuenta con descripciones sobre el cajón y su ejecución en el Perú desde mediados del siglo XIX por Manuel Atanasio Fuentes, Adolphe de Botmilieau, y Max Radiguet, entre otros. A inicios del siglo XX se impuso la forma actual del cajón ("cajón vertical") sobre el "cajón horizontal" en el Perú y desapareció la costumbre de algunos ejecutores de sentarse en una silla.