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SOMOS GUARACHEROS
Leonardo Acosta Sánchez
Leonardo José Acosta
Sánchez (La Habana, Cuba 1933), músico e investigador, periodista, poeta,
narrador y ensayista. Cinco veces galardonado con el Premio de la
Crítica en Cuba, el más reciente en 2005 por su último libro Alejo
Carpentier, en tierra firme, intertextualidad y encuentros fortuitos,
también premiado por la Academia Cubana de la Lengua como Mejor Libro
del Año 2005 y por el Centro «Juan Marinello» como Premio de
Investigación.
Su obra, principalmente
ensayística, también incluye José Martí, la América precolombina y la
conquista española, 1974; Imperialismo y medios masivos de comunicación,
1976; Música y épica en la novela de Alejo Carpentier. 1976; Música y
descolonización, 1982; Del tambor al sintetizador, 1983; El barroco de
Indias y otros ensayos, 1985; Novela policial y medios masivos, 1986;
Medio milenio: esclavitud y ecocidio, antropofagia e identidad, 1993; y
muchos otros ensayos dedicados al jazz y a la música popular en Cuba.
Abel Prieto, ministro
cubano de Cultura, le hizo entrega el 9 de febrero de 2007 del Premio
Nacional de Literatura 2006, para el que fue propuesto en diciembre de
2006 por un jurado encabezado por la doctora Graziella Pogolotti y uno
de cuyos integrantes, Miguel Barnet, leyó el acta durante la ceremonia
de entrega, que tuvo lugar en la Sala Nicolás Guillén de la sede de la
Feria Internacional del Libro de Cuba, en la antigua fortaleza habanera
de La Cabaña.
Preparación músical
Estudió solfeo y teoría con Sara Rodríguez Baz, y apreciación musical
con Gisela Hernández; trompeta con Pedro Mercado; saxofón con José
Raphel, y completó su formación de este instrumento con José Pérez,
saxofón solista de la orquesta de Adolfo Guzmán, quien además le
impartió clases de armonía; el saxofón tenor lo puso en sus manos José
Ramón Betancourt. Recibió cursos de armonía, instrumentación,
orquestación, contrapunto, formas musicales y composición, de Leo
Brouwer y Federico Smith. Con Frank Emilio aprendió cómo aplicar la
armonía a la improvisación de jazz.
Trayectoria artística
Trabajó como saxofonista desde 1949 hasta 1958, con las orquestas Havana
Melody, Cubamar, Riverside, Julio Gutiérrez, en la que fue suplente de
los saxofonistas tenores Lito Rivero y Emilio Peñalver; Benny Moré, Rey
Díaz Calvet, en la que tocó el primer saxofón alto y el clarinete y
estrenó el cabaret del Hotel Capri; Armando Romeu, como suplente de
Roberto Sánchez Ferrer; con la de Aldemaro Romero, Venezuela, 1956, y la
de Rafael Somavilla en el cabaret Bambú.
También actuó con grupos como Loquibambia en el saxo alto, al lado de
Frank Emilio, José Antonio Méndez, Rosendo Ruiz Quevedo...; el Quinteto
de jazz de Teddy Corabi, pianista norteamericano, y con grupos propios,
entre ellos el Hot Rockers, de rock and roll, 1957, con Tony Escarpenter
como cantante, con el que hizo una gira por Venezuela. Posteriormente
integró otro grupo que tuvo como miembros a Raúl Ondina, piano; Pablo
Cano, guitarra; Orlando López (Cachaíto), contrabajo, y Armando Zequeira,
batería; también organizó un grupo con Pedro Chao, saxofón tenor;
Alberto Giral (El Men); Cachaíto, contrabajo; Zequeira, batería, y el
propio Acosta, saxofón alto.
En 1955 viajó a Nueva York y allí durante tres meses escuchó las bandas
de Count Basie, Stan Kenton, Woody Hermann, Dizzy Gillespie y a Chet
Baker, Lee Konitz, J. J. Johnson, Oscar Pettiford, Billy Taylor, Stan
Getz, Horace Silver, George Shearing, Sonny Rollins y Miles Davis.
Con un cuarteto de jazz, integrado por Frank Emilio, piano; Papito
Hernández, contrabajo; Walfredo de los Reyes, batería, y Leonardo
Acosta, saxofón alto, inauguró el Club Cubano de Jazz (1958), organizado
por un grupo de músicos y amantes del jazz. Por invinista norteamericano;
Vinnie Tanno, trompetista; Philley Joe Jones, baterista, y Zoot Sims,
saxofonista tenor, entre otros.
Tocó en 1958 con el multinstrumentista Eddie Shu, con los integrantes
del trío de Sarah Vaughan: el pianista Jimmy Jones, el contrabajista
Richard Davis, y el baterista Roy Haynes; con jazzistas mexicanos como
Chilo Morán y José Solís, trompetistas; Mario Patrón, pianista; Richard
Lemus, baterista; Cuco Valtierra, Héctor Hallal (El Árabe) y Tommy
Rodríguez, saxofonistas.
Con el cuarteto de Teddy Corabi actuó en el hotel St. John´s, tocando el
saxofón alto; los otros integrantes fueron: Alejandro Vivar, trompeta;
Luis Rodríguez, contrabajo, y Walfredo de los Reyes, batería. Junto a
este cuarteto actuaron Elena Burke y Frank Domínguez.
En los años 70 hizo la partitura para la cinta del ICAIC Prisioneros
desaparecidos, coproducción cubano-chilena, bajo la dirección de Sergio
Castilla; y para documentales de Sergio Giral, Sara Gómez y otros;
participó, como fundador, del Grupo de Experimentación Sonora
(1969-1972); actuó como solista, saxofón alto, en la obra Erotofonías,
de Juan Blanco (el otro solista fue Leo Brouwer en la guitarra), y en
Exaedros, de Leo Brouwer, en la que tocó la flauta recorder, fue
dirigido por Hans Werner Henze, en estreno mundial en Cuba.
Como musicólogo
Con un vasto aparato conceptual, que maneja con maestría impar, ha
abordado los asuntos más candentes de la música del tercer mundo en
Música y descolonización; de la historia, la práctica y las
personalidades de la música cubana en Del tambor al sintetizador y Elige
tú que canto yo, o la historia del jazz en nuestro medio y su relación
con esta manifestación artística en los Estados Unidos en Descarga
cubana: el jazz en Cuba 1900-1950. Leonardo Acosta se enfrenta a estos
asuntos con lucidez, erudición y audacia singulares.
Su originalidad en la interpretación de estos temas está avalada por su
sólida formación teórica, que lo lleva a disquisiciones poco frecuentes
en este tipo de estudio en nuestro medio. Como busca respuestas que
pocas veces, o casi nunca, están en el marco de la historia de la música,
acude a la sociología, la literatura, la historia general, la filosofía,
la economía, la psicología y la antropología, para demostrar, una vez
más, la importancia de los estudios interdisciplinarios en el análisis
musical.
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