L a G r a n E n c i c l o p e d i a I l u s t r a d a d e l P r o y e c t o S a l ó n H o g a r
Autor Desconocido Había una vez un hombre que calumnió grandemente a un amigo suyo, todo por la envidia que le tuvo al ver el éxito que éste había alcanzado. Tiempo después se arrepintió de la ruina que trajo con sus calumnias a ese amigo, y visitó a un hombre muy sabio a quien le dijo:
—Quiero arreglar todo el mal que hice a mi amigo, ¿cómo puedo hacerlo? El hombre muy contento por aquello tan fácil tomó el saco lleno de plumas y al cabo de un día las había soltado todas.
Volvió donde el sabio y le dijo: El hombre se sintió muy triste, pues sabía lo que eso significaba y no pudo juntar casi ninguna. Al volver, el hombre sabio le dijo: —Así como no pudiste juntar de nuevo las plumas que volaron con el viento, así mismo el mal que hiciste voló de boca en boca y el daño ya está hecho.
Por lo cual el perdón es lo único que hará ¡que tu saco se llene de
plumas nuevamente!
No Esperes Demasiado para Decir Lo que Sientes Autor Desconocido Había una vez un chico que nació enfermo. Una enfermedad que no tenía cura. Con 17 años y podría morir en cualquier momento. Siempre vivió en su casa, bajo el cuidado de su madre. Ya estaba harto y decidió salir sólo por una vez. Le pidió permiso a su madre y ella aceptó. Caminando por su manzana vio muchas tiendas. Al pasar por una tienda de música y ver el aparador, notó la presencia de una niña muy tierna de su edad. Fue amor a primera vista. Abrió la puerta y entró sin mirar nada que no fuera ella. Acercándose poco a poco llegó al mostrador donde se encontraba ella. Ella lo miró y le dijo sonriente: —¿Te puedo ayudar en algo? Mientras él pensaba que era la sonrisa más hermosa que había visto en toda su vida, sintió deseos de besarla en ese mismo instante. Tartamudeando le dijo: —Sí, eeehhh, uuuhhh... me gustaría comprar un CD. Sin pensar, tomó el primero que vio y le dio el dinero. —¿Quieres que te lo envuelva?, preguntó la niña sonriendo de nuevo. Él respondió que sí, moviendo la cabeza; y ella fue al almacén para volver con el paquete envuelto y entregárselo. Él lo tomó y salió de la tienda. Se fue a su casa, y desde ese día en adelante visitó la tienda todos los días para comprar un CD. Siempre se los envolvía la niña para luego llevárselos a su casa y meterlos en su armario. Él era muy tímido para invitarla a salir y aunque trataba, no podía. Su mamá se enteró de esto e intentó animarlo a que se atreviera, así que al siguiente día se armó de coraje y se dirigió a la tienda. Como todos los días compró otra vez un CD, y como siempre, ella se fue atrás para envolverlo. Él tomó el CD; y mientras ella no estaba viendo, rápidamente dejo su teléfono en el mostrador y salió corriendo de la tienda. ¡¡¡Ringggg!!! Su mama contestó: —¿Bueno? Era la niña, pregunto por su hijo, y la madre desconsolada comenzó a llorar mientras decía: —¿Que, no sabes?...murió ayer. Hubo un silencio prolongado, excepto los lamentos de la madre. Más tarde; la mamá entró en el cuarto de su hijo para recordarlo. Ella decidió empezar por ver su ropa, así que abrió su armario. Para su sorpresa se topó con montones de CDs envueltos. Ni uno estaba abierto. Le causó curiosidad ver tantos y no se resistió; tomó uno y se sentó sobre la cama para verlo; al hacer esto, un pequeño pedazo de papel salió de la cajita plástica. La mamá lo recogió para leerlo y decía: "¡¡¡Hola!!!, estás súper guapo, ¿quieres salir conmigo? TQM....Sofía. De tanta emoción la madre abrió otros y otros pedazos de papel en varios CD; y estos decían lo mismo....
Moraleja:
Autor
Desconocido Una niñita le estaba hablando de las ballenas a su maestra. La profesora dijo que era físicamente imposible que una ballena se tragara a un ser humano porque aunque era un mamífero muy grande su garganta era muy pequeña. La niña afirmó que Jonás había sido tragado por una ballena. Irritada, la profesora le repitió que una ballena no podía tragarse ningún humano; físicamente era imposible. La niñita dijo:
—Cuando llegue al cielo le voy
a preguntar a Jonás. """""""""""""""""""""""""""""""""""""" Una maestra de Jardín Infantil estaba observando a los niños de su clase mientras dibujaban. Ocasionalmente se paseaba por el salón para ver los trabajos de cada niño. Cuando llegó a donde una niñita trabajaba diligentemente, le preguntó qué estaba dibujando. La niña replicó:
—Estoy
dibujando a Dios. """""""""""""""""""""""""""""""""""""" Una honesta niña de siete años admitió calmadamente a sus papás que Luis Miguel la había besado después de la clase.
—
¿Cómo sucedió eso?,
preguntó asombrada su mamá. """""""""""""""""""""""""""""""""""""" Un día una niñita estaba sentada observando a su mamá lavar los platos en la cocina. De pronto notó que su mamá tenía varios cabellos blancos que sobresalían entre su cabellera oscura. Miró a su mamá y le preguntó inquisitivamente:
—¿Por qué tienes algunos
cabellos blanco, mami?
La niñita digirió esta
revelación por un rato y luego dijo: """""""""""""""""""""""""""""""""""""" Un niñito de tres años fue con su papá a ver una camilla de gatitos recién nacidos. De regreso a casa, le informó apresuradamente a su mamá que había dos gatitos y dos gatitas.
— ¿Cómo supiste? —le preguntó
su mamá. """""""""""""""""""""""""""""""""""""" Todos los niños habían salido en la fotografía y la maestra estaba tratando de persuadirlos a cada uno de comprar una copia de la fotografía del grupo. —Imagínense qué bonito será cuando ya sean grandes todos y digan: allí está Catalina, es abogada; o también ese es Miguel, ahora es doctor. Sonó una vocecita desde atrás del salón: —Y allí está la maestra. Ya se murió.
Moraleja:
No
discutas con los niños.
¿QUIEN PUEDE HACER QUE AMANEZCA?, Anthony de Mello, S.J. Un forastero que andaba en busca de las cosas divinas le preguntó al Maestro cómo podría, cuando regresara a su país, distinguir entre un verdadero maestro y uno falso.
El Maestro le dijo:
Autor Desconocido Cuenta la leyenda que al principio del mundo cuando Dios decidió crear a la mujer encontró que había agotado todos los materiales sólidos en el hombre y no tenía más de que disponer. Ante este dilema y después de profunda meditación, hizo esto:
Tomó la redondez de la luna,
Después de una semana, vino el hombre y le dijo:
Paso otra semana, volvió el hombre y le dijo:
Autor Desconocido Una noche estaba una mujer en un aeropuerto esperando varias horas antes de que partiera su propio vuelo. Mientras esperaba compró un libro y un paquete de galletas para pasar el tiempo. Buscó asiento y se sentó a esperar. Estaba muy absorta leyendo su libro, cuando de repente notó que el joven que se había sentado a su lado estiraba la mano, con mucha frescura agarraba despreocupadamente del paquete de galletas que estaba entre ellos y comenzaba a comerlas, una a una. No queriendo hacer una escena ella trató de ignorarlo. Un poco molesta la señora comía las galletas y miraba el reloj, mientras que el joven ladrón de galletas, sin vergüenza casi también se las estaba acabando. La señora se empezó a irritar más y pensaba para sí misma: "Si no fuese yo tan buena y educada, ya le hubiera dejado un moretón en el ojo a este atrevido". Cada vez que ella comía una galleta, él también se comía otra. El diálogo de sus miradas continuaba cuando se quedaba una, se preguntaban quién lo haría. Con suavidad y con una sonrisa nerviosa, el joven alargó la mano, tomó la última galleta, la partió en dos y le ofreció la mitad a la señora mientras se comía la otra mitad. Ella tomó media galleta bruscamente de su mano y pensaba: "¡Qué hombre más insolente! ¡Qué mal educado! ¡Ni siquiera me dio las gracias! Nunca antes había conocido a alguien tan fresco..." Suspiró con ansias cuando su vuelo fue anunciado. Tomó sus maletas y se dirigió a la puerta de embarque rehusándose a mirar en dirección en donde estaba sentado aquel ladrón ingrato. Después de haber abordado el avión y de estar sentada confortablemente, buscó otra vez su libro que ya casi había terminado de leer. Al buscar su libro dentro su bolsa se quedó talmente sorprendida cuando encontró el paquete de galletas casi intacto. "Si mis galletas están aquí", ella pensó y apesadumbrada, "las otras eran suyas, y trató de compartirlas conmigo." Demasiado tarde para pedirle disculpas al joven, se dijo lenta con mucho pesar, que ella había sido la insolente, la mal educada, la ladrona y no lo sabía.
¿Cuantas veces en nuestras vidas, hemos sabido con certeza que algo era de cierta forma solo para luego descubrir que lo que creímos era la verdad. . . no lo era? Cuántas veces la desconfianza instigada en nosotros hace que juzguemos injustamente a otras personas con ideas preconcebidas, muchas veces alejadas de la realidad. Por eso
pensemos muy bien antes de juzgar a otros. Demos siempre el beneficio de
la duda antes de pensar mal de los demás.
Autor Desconocido Lynell Waterman cuenta la historia del herrero que, después de una juventud llena de excesos, decidió entregar su alma a Dios. Durante muchos años trabajando ahincadamente, practicaba la caridad, pero, a pesar de todas su dedicaciones nada perecía andar bien en su vida, muy por el contrario, sus problemas y sus deudas se acumulaban día a día. Una hermosa tarde un amigo que lo visitaba, y que sintió compasión por su situación, le comentó: —Realmente es muy extraordinario que justamente después de haber decidido volverte un hombre temeroso de Dios, tu vida haya comenzado a empeorar. No deseo debilitar tu fe, pero a pesar de tus creencias en el mundo espiritual, nada ha mejorado. El herrero no respondió en seguida pues ya había pensando en eso muchas veces, sin entender lo que acontecía con su vida, sin embargo, como no deseaba dejar al amigo sin respuesta, comenzó a hablar, y terminó por encontrar la explicación que buscaba. He aquí lo que dijo el herrero:
—En
este taller yo recibo el acero así, sin trabajar, y debo transformarlo
en espadas. El
herrero hizo una larga pausa, y siguió: Hizo
otra pausa más y el herrero terminó:
Autor Desconocido Un día un ángel se arrodilló a los pies de Dios y habló: —Señor, visité toda tu creación. Fui a todos los cantos. Estuve en todos los lugares. Vi que eres parte de todas las cosas. Y por eso vine hasta Ti, Señor, para tratar de entender ¿por qué cada una de las personas sobre a tierra tiene apenas un ala? Los ángeles tenemos dos. Podemos ir hasta el Amor que el Señor representa siempre que lo deseamos. Podemos volar hacia la libertad siempre que queramos. Pero los humanos con su única ala no pueden volar. No podrán volar con apenas un ala...
Dios respondió:
Intrigado el ángel quería entender y preguntó:
Sin prisa, Dios respondió:
Que Usted, si aún no ha
encontrado su otra ala, que un día muy
cercano, la encuentre. Y se alcen los dos en magnífico vuelo.
Explicación de la Historia de Pinocho Autor Desconocido
El cuento de Pinocho es la historia del alma humana en su viaje de evolución espiritual. Pinocho es creado bajo la influencia de dos personajes, uno masculino y otro femenino (que simbolizan los dos aspectos de Dios.) Es tallado por el carpintero Geppetto, y el Hada Azul le da vida. Al mismo tiempo, el Hada elige a un grillo llamado Pepito y le encomienda una misión: permanecer junto a Pinocho y ser su conciencia ( Esto significa que Dios pone junto a cada alma la conciencia de la verdad, que la acompaña siempre dentro de si misma.) El mayor deseo de Geppetto es que Pinocho llegue a ser un niño de verdad. Y sabe que su deseo sólo puede hacerse realidad si Pinocho aprende y crece, por lo que lo envía a la escuela, (nuestro desenvolvimiento es un proceso de aprendizaje permanente.) Pinocho sale por la puerta principal conducido por su padre, y lo hace cargado de propósitos, con el anhelo profundo de convertirse en algo superior: en un niño de verdad. Pero cuando sale al mundo surgen los problemas. Haciendo uso de su libertad recién descubierta, Pinocho toma algunas decisiones equivocadas, y sucumbe ante la tentación del orgullo. A pesar de las protestas de Pepito Grillo sigue a Juan el Honrado y se une a una compañía de circo. (La característica fundamental del alma es el libre albedrío que podamos en cada momento elegir.) En su representación teatral Pinocho recibe grandes aplausos, y está muy contento, pero después de la actuación lo encierran en una jaula (El dejarnos llevar por el orgullo, por el "yo", puede darnos placer, pero a la larga siempre produce dolor, porque esclaviza el alma.) El Hada Azul acude junto a él, preguntándole la causa de su encierro, y Pinocho intenta justificarse ante ella diciendo mentiras; pero con cada mentira que dice le crece la nariz. Entonces Pinocho descubre que el mal no puede ocultarse, y reconoce sus errores con honestidad, arrepintiéndose de ellos (lo mismo ocurre con nosotros; mientras nos auto justificamos y no reconocemos nuestros errores ante Dios y ante nosotros mismos, no podemos aprender.) El Hada entonces le libera y recibe otra oportunidad. Pepito Grillo está decidido ayudar a Pinocho a no salirse del buen camino, pero tardan poco en presentarse nuevas tentaciones. Vuelve aparecer Juan el Honrado, que le invita a la Isla del Placer, un lugar donde los niños pueden divertirse todo el día y satisfacer todos sus deseos. Pinocho no puede resistir la atracción de viajar a la Isla y se une al grupo. (Nuestra gran tentación es no tener que esforzarnos, recibirlo todo a cambio de nada.) Y ocurre que cuando Pinocho y los demás niños llevan en la Isla demasiado tiempo, empiezan a convertirse en burros y a olvidarse incluso de hablar. (Lo mismo pasa con el alma humana, cuando se embrutece por la indiferencia y la satisfacción permanente del deseo; se olvida de quién es y de cuál es su misión.) Pero Pinocho se da cuenta a tiempo. Cuando descubre que les están saliendo orejas y rabo de burro, se dirige a Pepito Grillo para pedirle ayuda. Esto le salva, porque Pepito Grillo sabe cómo puede escaparse de la Isla. En cuanto están libres empiezan a buscar a Geppetto. Pero vuelven a su casa y descubren que ha desaparecido; ha ido a buscar a Pinocho. (Esta imagen tiene una importancia fundamental, pues nos da a entender que no sólo buscamos nosotros a Dios, sino que Dios nos busca a nosotros también.) Pinocho recibe indicaciones sobre el paradero de su padre. Podrá encontrarlo en el fondo del mar, en el vientre de una gran ballena que se tragó la barca de Geppetto. (El animal marino es un antiguo símbolo de la reconciliación del espíritu y la materia. El mar es un símbolo del inconsciente. Así, el cuento nos dice que encontraremos nuestra inspiración espiritual, nuestra verdadera naturaleza, en nuestro propio yo inconsciente, en el fondo de nosotros mismos.) Cuando Pinocho y Pepito Grillo buscan a Geppetto en el mar, los traga la misma ballena. En el vientre de ésta tiene lugar una alegre reunión de Pinocho con su padre, pero pronto se dan cuenta que deben escaparse para seguir juntos a la luz del día y en tierra firme. (Dicho de otro modo, nuestro viaje espiritual no termina cuando empezamos a reencontrarnos con nuestras profundidades espirituales en nuestros sueños, en nuestras oraciones, o en nuestras meditaciones. El paso siguiente es llevar este estado superior de la conciencia a la vida diaria, y eso suele ser lo más difícil.) En el cuento, Pinocho tiene un plan. Se le ocurre un modo de escapar que requiere mucha fuerza y valor, y lo consigue. Pero cuando están en medio del mar, Geppetto parece que se va ahogar y Pinocho se sacrifica para salvarle. (Y esta es precisamente la clave, lo que le va hacer merecedor de ser un niño de verdad; el amor desinteresado. Cuando la necesidad del otro es más importante que la mía, cuando "yo" dejo de ser yo y el centro de mi vida, se abre la puerta que deja paso al milagro.) Al volver Geppetto en sí en la playa, se encuentra a su lado el cuerpo sin vida de su hijo. Muy afectado se lo lleva a casa y lo deposita en la cama. Pero la acción de amor del niño, dando su vida por su padre, le ha hecho merecedor de ser un niño de verdad. Este resucita y se cumple así su destino; ser un niño verdadero. (Este cuento es el símbolo de nuestro propio viaje de desenvolvimiento espiritual.)
El
significado de la vida es que seguimos el proceso de reconocer nuestra
verdadera naturaleza en Dios: Conscientes y co-creadores.
Toda la clave para ello es el amor, la
ofrenda desinteresada, que significa a su vez la renuncia al "yo"
personal y egoísta. El propósito de la vida que compartimos todos
los hombres es manifestar en lo finito lo infinito, llevar lo divino a
lo humano, dar expresión individual a nuestras cualidades espirituales.
El Desconsolado Agente de Bolsa ¿QUIEN PUEDE HACER QUE AMANEZCA?, Anthony de Mello, S.J. El desconsolado agente de bolsa, que había perdido una fortuna, acudió al monasterio en busca de paz interior. Pero estaba demasiado turbado para meditar.
Una vez que aquel hombre se hubo ido, el Maestro, a modo de indirecta,
dijo una sola frase: "Los que duermen en el suelo nunca se caen de la
cama."
Grandes Charcos Fangosos y Soleados Dientes de León Autor Desconocido. Original en Inglés, traducción. Cuando miro un bancal de dientes de león, veo un montón de maleza que se va a apoderar de mi solar. Mis niños ven flores para mami y soplan sobre la blanca pelusa en la que se puede hacer un deseo. Cuando miro a un viejo borracho y él me sonríe, veo una persona maloliente, sucia, que quiere probablemente dinero y miro en otra dirección. Mis niños ven a alguien que les sonríe y ellos le responden sonriendo. Cuando oigo música que me encanta, sé que no puedo llevar la melodía y no tengo mucho ritmo así que me siento cohibido y escucho. Mis niños sienten el ritmo y se mueven con él. Cantan las palabras. Si no las saben, inventan las propias. Cuando siento el viento sobre mi cara, me tenso contra él. Siento que me despeina y me hace retroceder cuando camino. Mis niños cierran los ojos, abren sus brazos y vuelan con él, hasta que caen en tierra riéndose. Cuando rezo, yo digo a Ti y Tú y otórgame esto, dame eso. Mis niños dicen, "Hola, Dios! Gracias por mis juguetes y mis amigos. Por favor aléjeme de los malos sueños esta noche. Discúlpeme pero no quiero ir al Cielo todavía. Extrañaría a mi Mami y Papi." Cuando veo un charco de fango, me paro a un lado de él. Veo zapatos enlodados y alfombras sucias. Mis niños se sientan en él. Ellos ven represas para construir, ríos para cruzar y gusanos con los cuales jugar. ¿Me pregunto si se nos dan niños para que les enseñemos o para que aprendamos de ellos?
¡¡No sorprende que Dios ame a los niñitos!! Disfrute las pequeñas cosas de la vida, porque un día Ud. puede mirar hacia atrás y darse cuenta que eran ellas las cosas grandes. Le
deseo GRANDES CHARCOS FANGOSOS y SOLEADOS DIENTES DE LEÓN.
¿Dónde Están las Manos de Dios? Autor Desconocido
Cuando observo el campo sin arar, cuando los aperos de labranza están
olvidados, cuando
la tierra está quebrada,
me pregunto: ¿Dónde
estarán las manos de Dios? """""""""""""""""""""""""""""""""""""" Y me enfrento a Él y le pregunto: — ¿Dónde están tus manos, Señor?, para luchar por la justicia, para dar una caricia, un consuelo al abandonado, rescatar a la juventud de las drogas, dar amor y ternura a los olvidados. Después de un largo silencio escuche su voz que me reclamó: —No te das cuenta que tú eres mis manos, atrévete a usarlas para lo que fueron hechas, para dar amor y alcanzar estrellas. Y comprendí que las manos de Dios somos "TÚ y YO", los que tenemos voluntad, el conocimiento y el coraje para luchar por un mundo más humano y justo, aquellos cuyos ideales sean tan altos que no puedan dejar de acudir a la llamada del destino, aquellos que, desafiando el dolor, la crítica y la blasfemia se reten a sí mismos para ser las manos de Dios. —Señor, ahora me doy cuenta que mis manos están sin llenar, que no han dado lo que deberían dar, te pido perdón por el amor que me distes y que no he sabido compartir, las debo de usar para amar y conquistar la grandeza de la Creación.
El mundo necesita esas manos, llenas de ideales y estrellas, cuya obra magna sea contribuir día a día, a forjar una nueva civilización, que busquen valores superiores, que compartan generosamente lo que Dios nos ha dado y puedan al final llegar vacías porque entregaron todo el amor para lo que fueron creadas y Dios seguramente dirá:
—¡ESAS SON MIS MANOS!
Dormitando Mientras se Lee el Corán Contado por Paulo de Coelho Saadi de Shiraz contaba la siguiente historia: “Cuando era niño yo solía rezar con mi padre, mis tíos y primos. Todas las noches nos juntábamos para escuchar un trozo del Corán.
"Una
de esas noches, cuando mi tío leía, me di cuenta que la mayoría de los
presentes estaba dormitando. Entonces le comenté a mi padre:
"Y
mi padre respondió:
Contado por Paulo de Coelho El rabino Elimelekh había hecho una hermosa prédica y ahora volvía a tierra natal. Para homenajearlo y mostrar gratitud, los fieles decidieron seguir el carruaje de Elimelekh hasta que saliera de la ciudad. En determinado momento el rabino paró el carruaje, le pidió al cochero que siguiera adelante sin él y pasó a acompañar al pueblo.
—Bello
ejemplo de humildad, dijo uno de los hombres a su lado.
Historia Budista contada por Paulo de Coelho Un labrador que tenía a su esposa enferma le encomendó una serie de oraciones a un sacerdote budista. El sacerdote empezó a rezar, pidiéndole a Dios que curara a todos los enfermos.
—Un
momento
—interrumpió el labrador—.
Yo le pedí que rezara por mi esposa y usted está pidiendo por todos los
enfermos.
Autor Desconocido Cuentan que un Buscador de la Verdad salió en cierta ocasión a los caminos del mundo. Y allí, en el gran cruce del mundo, interrogó a sus hermanos: —Decidme, ¿cuál es la verdad?
—Busca la filosofía —respondieron los filósofos. Confundido aquel humano se dejó caer sobre el polvo del camino, mientras aquella multitud se alejaba cantando y reivindicando "su" verdad. En
eso acertó a pasar junto al hombre un venerable anciano que portaba un
refulgente diamante.
¿QUIEN PUEDE HACER QUE AMANEZCA?, Anthony de Mello, S.J.
— ¿Cómo
podemos distinguir entre el verdadero y el falso místico?, preguntaron
unos discípulos desmedidamente interesados por lo misterioso y lo
oculto.
Más
tarde dijo:
La Historia de "La Última Cena" de Leonardo Da Vinci Autor Desconocido Existe una anécdota del gran pintor, escultor e inventor, Leonardo Da Vinci, acerca de su pintura "La Última Cena", una de sus obras más copiadas y vendidas en la actualidad. Tardó 20 años en hacerla debido a que era muy exigente al buscar a las personas que servirían de modelos. Tuvo problemas en iniciar la pintura porque no encontraba al modelo para representar a Jesús, quien debía reflejar en su rostro pureza, nobleza y los más bellos sentimientos. Así mismo debía poseer una extraordinaria belleza varonil. Por fin, encontró a un joven con esas características, fue el primero que pintó. Después fue localizando a los 11 apóstoles, a quienes pintó juntos, dejando pendiente a Judas Iscariote, pues no daba con el modelo adecuado. Éste debía ser una persona de edad madura y mostrar en el rostro las huellas de la traición y la avaricia. Por lo que el cuadro quedó inconcluso por largo tiempo, hasta que le hablaron de un terrible criminal que habían apresado. Fue a verlo, y era exactamente el Judas que él quería para terminar su obra, por lo que solicitó al alcalde le permitiera al reo que posara para él. El alcalde, conociendo la fama del maestro Da Vinci, aceptó gustoso y llevaron al reo custodiado por 2 guardias y encadenado, al estudio del pintor. Durante todo el tiempo que posó el reo no dio muestra de emoción alguna por haber sido elegido como modelo, mostrándose demasiado callado y distante. Al final, Da Vinci, satisfecho del resultado, llamó al reo y le mostró la obra; cuando el reo la vio, sumamente impresionado, cayó de rodillas, llorando.
Da Vinci, extrañado, le
pregunto el por qué
de su actitud, a lo que el preso respondió:
La moraleja de esta historia
es que por más belleza física que se posea, es la belleza interna la que
finalmente sale a relucir a través del tiempo en nosotros quedando
inevitablemente marcada en nuestro rostro.
Autor Desconocido Un hombre había pintado un lindo cuadro. El día de la presentación al público asistieron las autoridades locales, fotógrafos, periodistas, y mucha gente, pues se trataba de un famoso pintor, reconocido artista. Llegado el momento se tiró el paño que velaba el cuadro. Hubo un caluroso aplauso. Era una impresionante figura de Jesús tocando suavemente la puerta de una casa. Jesús parecía vivo. Con el oído junto a la puerta, parecía querer oír si adentro de la casa alguien le respondía. Todos admiraban aquella preciosa obra de arte. Un observador muy curioso encontró una falla en el cuadro. La puerta no tenía cerradura. Y fue a preguntar al artista: —¡Su puerta no tiene cerradura! ¿Cómo se hace para abrirla? El pintor tomo su Biblia, buscó un versículo y le pidió al observador que lo leyera: Apocalipsis 3, 20: "He aquí, yo estoy a la puerta y llamo: si alguno oyere mi voz y abriere la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.” —Así es —respondió el pintor—. Ésta es la puerta del corazón del hombre. Solo se abre por dentro.
De: "Historias para Reflexionar II". Se desconoce el autor.
Un hombre edificó su casa. Y la embelleció con un jardín interno. En el centro plantó un roble. Y el roble creció lentamente. Día a día echaba raíces y fortalecía su tallo, para convertirlo en tronco, capaz de resistir los vientos y las tormentas. Junto a la pared de su casa plantó una hiedra y la hiedra comenzó a levantarse velozmente. Todos los días extendía sus tentáculos llenos de ventosas, y se iba alzando adherida a la pared. Al cabo de un tiempo la hiedra caminaba sobre los tejados. El roble crecía silenciosa y lentamente.
—
¿Cómo estás, amigo roble?, preguntó una mañana la hiedra. Y el tiempo siguió su marcha. El roble creció con su ritmo firme y lento. Las paredes de la casa envejecieron. Una fuerte tormenta sacudió con un ciclón la casa y su jardín. Fue una noche terrible. El roble se aferró con sus raíces para mantenerse erguido. La hiedra se aferró con sus ventosas al viejo muro para no ser derribada. La lucha fue dura y prolongada. Al amanecer, el dueño de la casa recorrió su jardín, y vio que la hiedra había sido desprendida de la pared, y estaba enredada sobre sí misma, en el suelo, al pie del roble. Y el hombre arrancó la hiedra, y la quemó.
Mientras tanto el roble reflexionaba:
—Es
mejor crecer sobre raíces propias y crear un tronco fuerte, que ganar
altura con rapidez, colgados de la seguridad de otros.
El Maestro Vive en Tu Interior Autor Desconocido Érase una vez un maestro que hablaba a un grupo de gente y su mensaje resultaba tan maravilloso que todas las personas que estaban allí reunidas se sintieron conmovidas por sus palabras de amor. En medio de esa multitud se encontraba un hombre que había escuchado todas las palabras que el maestro había pronunciado. Era un hombre muy humilde y de gran corazón, que se sintió tan conmovido por las palabras del maestro que sintió la necesidad de invitarlo a su hogar.
Así pues cuando el maestro acabó de hablar, el hombre se abrió paso
entre la multitud, se acarreó a él y, mirándole a los ojos, le dijo: Al oír estas palabras el corazón del hombre se sintió lleno de júbilo. A duras penas podía esperar a que llegase el momento de servir al maestro y expresarle el amor que sentía por él. Sería el día más importante de su vida: el maestro estaría con él. Compró la mejor comida y el mejor vino y buscó las ropas más preciosas para ofrecérselas como regalo. Después corrió hacia su casa a fin de llevar a cabo todos los preparativos para recibir al maestro. Lo limpió todo, preparó una comida deliciosa y decoró bellamente la mesa. Su corazón estaba rebosante de alegría porque el maestro pronto estaría allí. El
hombre esperaba ansioso cuando alguien llamó a la puerta. La abrió con
afán pero, en lugar del maestro, se encontró con una anciana. Ésta le
miró a los ojos y le dijo: La sentó en el lugar que había preparado para el maestro y le ofreció la comida que había preparado para él. Pero estaba ansioso y esperaba que la mujer se diese prisa en acabar de comer. La anciana se sintió conmovida por la generosidad de este hombre. Le dio las gracias y se marchó.
Apenas hubo acabado de preparar de nuevo la mesa para el maestro cuando
alguien volvió a llamar a su puerta. Esta vez se trataba de un
desconocido que había viajado a través del desierto. El forastero le
miró y le dijo: De nuevo se sintió un poco decepcionado porque no se trataba del maestro, pero aún así, invitó al desconocido a entrar a su casa, hizo que se sentase en el lugar que había preparado para el maestro y le sirvió el vino que quería ofrecerle a él. Cuando se marchó volvió a preparar de nuevo todas las cosas.
Por tercera vez, alguien llamó a la puerta y cuando la abrió, se
encontró con un niño. Éste elevó su mirada hacia él y le dijo: Estaba un poco decepcionado porque no se trataba del maestro, pero miró al niño a los ojos y sintió amor en su corazón. Rápidamente cogió las ropas que había comprado para el maestro y le cubrió con ellas. El niño le dio las gracias y se marchó. Volvió a prepararlo todo de nuevo para el maestro y después se dispuso a esperarle hasta que se hizo muy tarde. Cuando comprendió que no acudiría se sintió decepcionado, pero lo perdonó de inmediato. Se dijo a sí mismo: “Sabía que no podía esperar que el maestro viniese a esta humilde casa. Me dijo que lo haría, pero algún asunto de mayor importancia lo habrá llevado a cualquier otra parte. No ha venido, pero al menos aceptó la invitación y eso es suficiente para que mi corazón se sienta feliz.” Entonces guardó la comida y el vino y se acostó. Aquella noche soñó que el maestro le hacía una visita. Al verlo se sintió feliz sin saber que se trataba de un sueño. “¡Ha venido maestro! Ha mantenido su palabra.” El
maestro le contestó:
El
hombre se despertó con el corazón rebosante de dicha porque había
comprendido la enseñanza del maestro. Lo amaba tanto que había enviado
a tres personas para que le transmitiesen la lección más grande: que él
vive en el interior de todas las personas. Cuando das de comer al
hambriento, de beber al sediento y cubres al que tiene frío, ofreces tu
amor al MAESTRO.
De: "Historias para Reflexionar II". Se desconoce el autor.
Un rey recibió como obsequio dos pequeños
halcones y los entregó al maestro de cetrería para que los
entrenara. Pasado unos meses, el maestro le informó al rey que uno
de los halcones estaba perfectamente, pero que al otro, no sabía que
le sucedía pues no se había movido de la rama donde lo dejó, desde
el día que llegó.
El rey mandó a llamar a curanderos y
sanadores para que vieran al halcón, pero nadie pudo hacerlo volar.
Al día siguiente el monarca decidió
comunicar a su pueblo que ofrecería una recompensa a la
persona que hiciera volar al halcón. A la mañana siguiente, vio al
halcón volando ágilmente por los jardines. El rey le dijo a su
corte:
—Traedme al autor de este milagro.
Su corte le llevó a un humilde campesino.
El rey le preguntó:
—¿Tú hiciste volar al halcón? ¿Cómo lo hiciste? ¿Eres acaso un mago?
Intimidado el campesino le dijo al rey:
—Fue fácil,
mi Señor, sólo corté la rama y el halcón voló, se dio cuenta de que
tenía alas y se largó a volar.
Alcancemos alturas antes de que alguien nos corte nuestra rama.
Autor Desconocido Un alma recién llegada al cielo se encontró con San Pedro. El santo llevó al alma a un recorrido por el cielo. Ambos caminaron paso a paso por unos grandes talleres llenos con ángeles. San Pedro se detuvo frente a la primera sección y dijo:
—Ésta
es la sección de recibo. Aquí todas las peticiones hechas a Dios
mediante la oración son recibidas.
Ellos siguieron caminando
hasta que llegaron a la siguiente sección y San Pedro le dijo:
Finalmente, en la esquina más
lejana del cuarto, el alma se detuvo en la última sección. Para su
sorpresa, sólo un ángel permanecía en ella ocioso haciendo muy poca
cosa.
Siempre
agradezcamos las bendiciones materiales o espirituales que recibamos y
colaboremos con donaciones por el favor recibido en la medida de
nuestros medios porque es en dando que recibimos.
Autor Desconocido Una tarde, un pequeño se acerco a su madre, que preparaba el almuerzo, y le entrego una hoja de papel en la que había algo escrito..... Después de secarse las manos en el delantal, ella leyó lo que decía...
Por
cortar el césped: $ 0.50
La madre miro al niño con fijeza; él aguardaba, lleno de expectativa. Entonces ella tomo lápiz, y en el dorso de la misma hoja escribió:
Por
cargarte 9 meses en mi barriga: NADA
Cuando el hijo terminó de leer lo que había escrito su madre, tenia los ojos llenos de lagrimas. La miro a los ojos y le dijo:
Es tan grande la figura de una MADRE, que hasta Dios quiso tener
una.....
Jorge Bucay Para Ioshúa [Jesús] que se animó a correr el riesgo y voló... Y
cuando se hizo grande, su padre le dijo: Lo
tomó de la mano y caminando lo llevó al borde del abismo en la montaña. El
hijo volvió al pueblo, a sus amigos, a sus pares, a sus compañeros con
los que había caminado toda su vida. Los más pequeños de mente le
dijeron:
Los más lúcidos también sentían miedo:
El joven escuchó el consejo de quienes lo querían. Subió a la
copa de un árbol y con coraje saltó... Desplegó las alas.
Las agitó en el aire con todas sus fuerzas... pero igual... se precipitó
a tierra... Con un gran chichón en la frente se cruzó con su
padre:
Si uno no quiere correr riesgos, lo mejor será resignarse y seguir
caminando para siempre...
Autor Desconocido Un banquero de inversión americano estaba en el muelle de un pueblito costero mexicano cuando llegó un botecito con un solo pescador. Dentro del bote había varios atunes amarillos de buen tamaño.
El americano elogió al
mexicano por la calidad del pescado y le pregunto:
Autor Desconocido Un científico vivía preocupado con los problemas del mundo y estaba resuelto a encontrar medios para disminuirlos. Pasaba días encerrado en su laboratorio en busca de respuestas para sus dudas. Cierto día, su hijo, de siete años, invadió su santuario decidido a ayudarlo a trabajar. El científico, nervioso por la interrupción, intentó hacer que el hijo fuera a jugar a otro sitio. Viendo que sería imposible sacarlo de allí el padre procuró algo para darle al hijo con el objetivo de distraer su atención... De repente tomó un planisferio de una revista, y, con una tijera, recortó el mapa en varios pedazos. Junto con un rollo de cinta adhesiva lo entregó al hijo diciendo: — ¿A ti te gustan los rompecabezas? Entonces voy a darte el mundo para arreglarlo. Aquí está el mundo todo roto. ¡Mira si puedes arreglarlo bien! Hazlo todo solo. Calculó que al niño le
llevaría días para recomponer el mapa. Algunas horas después, oyó la voz
del hijo que le llamaba calmamente: Al principio el padre no dio
crédito a las palabras del hijo:
"¿Sería imposible a su edad haber conseguido
recomponer un mapa que jamás había visto?"
Entonces el científico levantó los ojos de sus anotaciones seguro que
vería un trabajo digno de un niño. Para su sorpresa el mapa estaba
completo. Todos los pedazos habían sido colocados en sus sitios.
¿Cómo sería posible? ¿Cómo el niño había sido
capaz?
La clave:
¡Cambiar yo para que cambie el mundo!
¿QUIEN PUEDE HACER QUE AMANEZCA?, Anthony de Mello, S.J.
Las enseñanzas del Maestro no le habían gustado nada al
gobierno, el cual le había
desterrado del país. Cuando los discípulos le preguntaron si nunca
sentía nostalgia, el Maestro les dijo:
Imita Acciones, No Apariencias Autor Desconocido En la literatura Zen se cuenta la siguiente historia acerca de Huai-jang cuando éste iniciaba al que sería su sucesor, Ma-tsu, que entonces estaba practicando la meditación en posición de sentado:
—Su Reverencia —preguntó Huai-jang: ¿Qué objeto tiene meditar sentado?
Entonces Huai-jang tomó una baldosa y comenzó a pulirla sobre una roca.
Imitar
acciones, no apariencias.
Autor Desconocido Una vez un limosnero que estaba tendido a un lado de la calle, vio venir, a lo lejos, a la Reina del lugar. Y éste pensó: "Le voy a pedir, ella es buena y seguro me dará algo". Y cuando la Reina se acercó, le dijo: —Majestad
podría, por favor, regalarme una moneda? —¡y
en su interior pensaba que ella le daría mucho! La
Reina lo miró y le
respondió:
Reflexión: Es fácil reconocer en esta historia el acto de dar y recibir.
¿Cuántas veces, en nuestras acciones, que decimos son de servicio,
entran en juego el egoísmo y nuestros propios intereses? ¿Cuántas veces
realizamos una misión sólo pensando en la ganancia personal que nos
reportará? Procuremos
dar de corazón, sin sacar cuentas, sin pensar en lo que recibiremos a
cambio... Y la mayor ganancia será la felicidad que sentimos al dar.
Pasé Como Forastero y Ustedes Me Recibieron Anónimo. De Mateo 25:35 Roy Popkin cuenta la historia real de un anciano que perdió el conocimiento en una calle de Brooklyn y lo llevaron de emergencia a un hospital. Después de hacer algunas indagaciones, una enfermera del lugar pareció localizar al hijo del anciano, un marino que trabajaba en otra ciudad.
Cuando el marino llegó
al hospital, la
enfermera le dijo al anciano:
Cerca de la madrugada,
el anciano falleció. Luego que murió, el marino le preguntó a la
enfermera:
¿Cuándo
fue la última vez que hice algo extraordinario para acompañar a alguien,
simplemente porque esa persona me necesitaba?
Una Historia Zen,
Anónimo. Un granjero se puso tan viejo que no podía trabajar ya más en los campos. Así que se pasaba el día solo sentado en el porche. Su hijo, aún trabajando en la granja, miraba arriba de vez en cuando y veía a su padre sentado allá. "No es de ningún uso ya más", el hijo pensaba para sí, "¡no hace nada!" Un día el hijo se puso tan frustrado por esto, que construyó un ataúd de madera, lo arrastró hasta el porche, y le dijo a su padre que se metiera adentro. Sin decir nada, el padre se encaramó y entró. Después de cerrar la tapa, el hijo arrastró al ataúd hasta el borde de la granja en donde había un alto risco. Cuando se acercaba a la caída, escuchó un ligero golpeteo en la tapa desde adentro del ataúd. Lo abrió. Aún yaciendo allí pacíficamente, el padre miró a su hijo. "Sé que me vas a lanzar al peñasco, pero antes de que lo hagas, puedo sugerirte algo?" "¿Qué es?", replicó el hijo. "Lánzame sobre el peñasco, si lo quieres," dijo el padre, "pero salva este ataúd de buena madera. Tus hijos podrían necesitar usarlo."
Aquí vemos una sutil sugerencia de la Ley del Karma: Si lanzas al peñasco a tu padre en un ataúd, pueda ser que en ese mismo ataúd tus hijos te lancen a ti también. Un
comentario de un lector de esta historia: "Esta
historia me recuerda cuando mi padre estaba en una depresión. Pero
nosotros no lo lanzamos sobre un risco. La familia se unía y lo
ayudaba a recuperarse."
Autor Desconocido El maestro caminaba con sus discípulos. Enseñaba valiéndose de preguntas llenas de contenido, acertijos que guardaban en sí toda la sabiduría de la vida. Y siempre sorprendía a sus discípulos con sus sabias enseñanzas. En cierta ocasión, mientras anochecía, preguntó a sus discípulos si sabían decir cuando acababa la noche y comenzaba el día. El
primero de ellos dijo:
Autor Desconocido El hombre susurró, "Dios, háblame" y una alondra de las praderas cantó. Pero el hombre no oyó. Así que el hombre gritó, "Dios, háblame" y el trueno retumbó en el cielo. Pero el hombre no escuchó. El hombre miró a su alrededor y dijo, "Dios, permíteme verte." Y una estrella resplandeció brillantemente. Pero el hombre no vio. Y el hombre vociferó, "Dios, muéstrame un milagro." Y una vida nació. Pero el hombre no notó. Así pues el hombre gritó en desesperación, "Tócame, Dios, y permíteme saber que estás aquí." Después de lo cual Dios bajó y tocó al hombre. Pero el hombre quitó a la mariposa... y caminó. He encontrado esto ser un gran recordatorio de que Dios está siempre alrededor nuestro en las pequeñas y simples cosas que tomamos por hecho ... aún en nuestra era electrónica ... así que me gustaría adicionar una más: El hombre lloró, "Dios, ¡necesito tu ayuda!" Y un correo electrónico llegó con buenas noticias y ánimo. Pero el hombre lo suprimió y continuó llorando…
No pierda una bendición porque no está empacada de la
manera que espera.
Autor Desconocido Un anciano muy pobre se dedicaba a sembrar árboles de mango. Alguien le dijo: — ¿Cómo es que a su edad se dedica a plantar mangos? ¡Tenga por seguro que no vivirá lo suficiente para consumir sus frutos!
El
anciano respondió apaciblemente:
Habitamos un universo espléndido en el que todo y todos tienen algo que ofrecer. Los árboles dan, los ríos dan, la tierra da, el sol y la luna y las estrellas dan. ¿De dónde, pues, esa ansiedad por tomar, recibir, amasar, juntar, acumular, sin dar nada a cambio? Todos podemos dar algo, por pobres que seamos. Podemos ofrecer pensamientos agradables, dulces palabras, sonrisas radiantes, conmovedoras canciones, una mano firme y tantas otras cosas que alivian a un corazón herido.
Más que
dinero, lo que el mundo necesita es amor... y simpatía.
¿QUIEN PUEDE HACER QUE AMANEZCA?, Anthony de Mello, S.J.
—Toda
palabra y toda imagen que se emplee para referirse a Dios tienen más de
falseamiento que de descripción.
El
Maestro no pudo evitar reírse con todas sus ganas, y dijo:
Autor Desconocido
La
estatua del Buda de barro alcanzaba casi tres
metros de altura. Durante generaciones había
sido considerada sagrada por los habitantes
del lugar. Un día, debido al crecimiento de
la ciudad, decidieron trasladarla a un sitio
más apropiado. Esta delicada tarea le
fue encomendada a un reconocido monje, quien,
después de planificar detenidamente, comenzó
su misión. Fue tan mala su fortuna que,
al mover la estatua, ésta se deslizó y cayó,
agrietándose en varias partes.
Compungidos, el monje y su equipo decidieron
pasar la noche meditando sobre las alternativas.
Fueron unas horas largas, oscuras y lluviosas.
El monje, en vez de desesperarse, se enfocó
en encontrar una salida. De
repente, al observar la escultura resquebrajada,
cayó en cuenta que la luz de su vela se reflejaba
a través de las grietas de la estatua.
Pensó que eran las gotas de lluvia. Se
acercó a la grieta y observó que detrás del
barro había algo, pero no estaba seguro qué.
Lo
consultó con sus colegas y decidió tomar un
riesgo que parecía una locura: Pidió un
martillo y comenzó a romper el barro,
descubriendo que debajo se escondía un Buda de
oro sólido de casi tres metros de altura.
Durante siglos este hermoso tesoro había sido
cubierto por el ordinario barro. Los
historiadores hallaron pruebas que demostraban
que, en una época, el pueblo iba a ser atacado por
bandidos. Los pobladores, para
proteger su tesoro, lo cubrieron con barro
para que pareciera común y ordinario.
El pueblo fue atacado y saqueado, pero el Buda
fue ignorado por los bandidos. Después,
los sobrevivientes pensaron que era mejor
seguir ocultándolo detrás del barro.
Con el tiempo, la gente comenzó a pensar que el
Buda de Oro era una leyenda o un invento de los
viejos.
Hasta
que, finalmente, todos olvidaron el verdadero
tesoro porque pensaron que algo tan hermoso no podía
ser cierto.
Pero, nuestros tesoros son nuestra
capacidad de dar, disfrutar, agradecer, reír; de
perdonar, de soñar en grande, de pasar por encima
de las pequeñeces y de valorar en uno mismo y en
otros lo que verdaderamente es importante.
Arriésgate a ver tu vida a través del barro y te
darás cuenta de que eres un tesoro rodeado de riquezas.
Autor Desconocido Cuatro devotos se reunieron para peregrinar juntos a la India: un persa, un turco, griego y un árabe. Estaban descansando los cuatro peregrinos a orillas de un río cuando pasó por allí un hombre religioso que, viendo que se trataba de peregrinos, les obsequió con unas rupias para que pudieran desayunar. Cuando el hombre hubo partido el persa dijo: "Con este dinero voy a comprar angur para que todos lo comamos". El turco protestó: "Ni hablar, compraremos unzum", pero el griego replicó contundentemente: "De eso nada; compraremos stafyllia", en tanto que intervino el árabe para afirmar: "Vamos a comprar inab".
En esos
momentos todos comenzaron a regañar e incluso llegaron a darse
encolerizados golpes. Pero otro apacible peregrino pasó por allí y trato
de apaciguarlos y reconciliarlos.
"Qué
os ocurre, buenos amigos?"
Cuando le explicaron lo que sucedía,
el hombre dijo:
"Dadme
el dinero. Iré al mercado y os complaceré a todos."
Partió y, al poco tiempo, volvió trayendo un paquete con gran cantidad
de uvas. Al verlas, el persa exclamó: "Mi angur!", y el turco: "Mi
unzum!", y el griego: "Mi stafyllia!", y el árabe: "Mi inab!"
Autor Desconocido Si sientes que la vida no tiene sentido, que los problemas te están acabando, memoriza esta parábola: "Un pájaro que vivía resignado en un árbol podrido en el medio del pantano se había a acostumbrado a estar allí, comía gusanos del fango, y se hallaba siempre sucio por el pestilente lodo. "Sus alas estaban inutilizadas por el peso de la mugre hasta que cierto día un ventarrón destruyó su guarida, el árbol podrido fue tragado por el cieno y él se dio cuenta de que iba a morir. "En un deseo repentino de salvarse comenzó a aletear con fuerza para emprender el vuelo, le costó mucho trabajo porque había olvidado cómo volar pero enfrentó el dolor del entumecimiento hasta que logró levantarse y cruzar el ancho cielo llegando finalmente a un bosque fértil y hermoso."
Los problemas son como el ventarrón que ha destruido tu guarida y te está obligando a levantar el vuelo o a morir. Nunca es tarde. No importa lo que se haya vivido, no importa los errores que se hayan cometido, no importa las oportunidades que se hayan dejado pasar, no importa la edad, siempre estamos a tiempo para decir BASTA, para oír el llamado que tenemos de buscar la perfección, para sacudirnos el cieno y volar alto y muy lejos del pantano. Abandona la vida segura y cómoda. Lánzate a la ruta incierta, llena de enigmas e inseguridades, y hazlo solitariamente. Dios te
acompañará y te dirá qué camino tomar.
Autor Desconocido En el mundo indígena uno de los principios que constituyen el universo es el dolor, sin embargo los ojos de ese pueblo penetran en esta realidad sin miedo y la transforman en algo sublime. Cuenta esta historia que un guerrero miró a su hija recién nacida, tan hermosa le parecía, que no encontraba un nombre apropiado para ella. Decidió buscar lo más valioso del mundo y tomarlo como nombre para su primogénita. Salió temprano a caminar y pensó podría llamarla "Silencio", pues es hermosísimo... pero cuando comenzó a amanecer y el guerrero detuvo sus pasos y dijo: No, la llamaré "Aurora". Continuó caminando y visitando amigos y así fue cambiando su elección para el nombre de su pequeñita: Luz, Nieve, Mariposa, Paloma... Encontró al más sabio de los Indios que le orientó ir detrás de la montaña a la casa de un pastor muy sencillo y le dijo: "Allí encontrarás lo que buscas." El guerrero esperó fuera de la vivienda y vio salir a una niña, sintió escalofríos pues se encontraba cubierta de Lepra, algo a lo que todos le temían. Pasaron unos minutos...se escuchó la voz del pastor llamando a su hija y ambos se acercaron y el rudo guerrillero vio como se abrazaban y cubrían de besos. Regresó a su casa con lágrimas en los ojos y se dijo: "La llamaré Heoma-nae-san ["Amor en el Dolor"]."
Si
amigos, éste es el amor más grande, el que se da cuando la persona no
tiene nada material, cuando se está enfermo de cuerpo o de alma, cuando
sentimos la necesidad imperiosa de aliviar el sufrimiento de un ser
querido aún a riesgo de nuestra propia vida.
Autor Desconocido Una noche un grupo de nómadas se prestaban a retirarse a dormir cuando de repente los rodeó una luz. Comprendieron que estaban en presencia de un ser celestial y con gran ansiedad esperaban un mensaje divino de gran importancia que sabían habría de ser especial para ellos.
Finalmente se escuchó una voz que les dijo: Después de despedirse los nómadas compartieron su decepción y su enojo. Esperaban la revelación de una gran verdad universal que les permitiera generar riqueza, salud y propósitos para el mundo. Pero lo que habían recibido era en cambio una tarea insignificante, "carente de sentido" para ellos. No obstante, el recuerdo del esplendor del visitante hizo que cada uno de ellos recogiera algunos guijarros y los depositara en su alforja, no sin dejar de expresar su desconcierto. Viajaron durante todo el día y esa noche, mientras armaban el campamento, revisaron sus alforjas y descubrieron que cada guijarro recogido se había convertido en un diamante. Estaban contentos por tener diamantes pero estaban tristes por no haber recogido muchos más guijarros.
Así es:
La
vida está llena de tantas cosas "carentes de sentido" que no le damos la
importancia que ellas tienen. Una palabra, un abrazo, un beso, una
sonrisa, un apretón de manos, una caricia, una flor, un saludo, un te
quiero, un guiño, unas gracias,
parecen guijarros, ¡pero realmente son diamantes!
Autor Desconocido Dos amigos caminaban y en un determinado punto del viaje discutieron fuerte, y por la ira uno ofendió al otro, con insultos injustificados. El otro, ofendido, sin nada que decir, escribió en la arena: "Hoy, mi mejor amigo me ofendió". Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde resolvieron bañarse. El que había sido ofendido comenzó a ahogarse, y le salvó su amigo. Al recuperarse tomó un estilete y escribió en una piedra: "Hoy, mi mejor amigo me salvó la vida". Intrigado, el amigo preguntó: "¿Por qué después que te insulte escribiste en la arena y ahora en cambio escribes en una piedra?".
Sonriendo, el otro amigo respondió: "Cuando un amigo nos
ofende, debemos escribir en la arena, donde el viento del olvido y el
perdón se encargarán de borrarlo y apagarlo. Pero cuando nos ayuda,
debemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón, donde ningún
viento podrá borrarlo".
¿QUIEN PUEDE HACER QUE AMANEZCA?, Anthony de Mello, S.J. A un discípulo que se lamentaba de sus propias limitaciones le dijo el Maestro:
—Naturalmente que eres limitado. Pero ¿no has caído en la cuenta de que
hoy puedes hacer cosas que hace quince años te habrían parecido
imposibles? ¿Qué es lo que ha cambiado?
¿QUIEN PUEDE HACER QUE AMANEZCA?, Anthony de Mello, S.J. —
¿Qué es el amor?
No Juzgues a Otros Porque Son Diferentes Autor Desconocido Un
hombre estaba poniendo flores en la tumba de un pariente, cuando ve a un
chino poniendo un plato de arroz en la tumba vecina. El hombre se dirige
al chino y le pregunta:
Moraleja: Respetar
las opiniones del otro es una de las mayores virtudes que un ser humano
puede tener. Las personas son diferentes, actúan diferente y piensan
diferente. No juzgues, solamente intenta comprender.
Autor
Desconocido Una bandada de águilas estaban picoteando semillas en la tierra de un granjero. Ya que el granjero les arrojaba comida cada día, ellas se estaban en la granja día tras día, mes tras mes. Una vieja águila voló cerca y vio a sus amigos. — ¿Por qué están en la
tierra?
El acondicionamiento
físico de nuestros placeres sensuales no amarra a este plano terrenal.
Hemos olvidado que no somos físicos sino Cuerpos de Luz. Podemos
volar. Podemos escapar nuestra existencia condicionada, nuestro
estado hipnótico.
Las Cosas No Son Siempre Lo Que Parecen Autor Desconocido Nota del Editor: El principio espiritual contenido en esta historia está también en otra historia diferente que encontrarás en: ¿Cómo Sabes? Dos Ángeles viajeros se pararon para pasar la noche en el hogar de una familia muy adinerada. La familia era ruda y no quiso permitirle a los Ángeles que se quedaran en la habitación de huéspedes de la mansión. En vez de ser así, a los Ángeles le dieron un espacio pequeño en el frío sótano de la casa. A medida que ellos preparaban sus camas en el duro piso, el Ángel más viejo vio un hueco en la pared y lo reparó. Cuando el Ángel más joven preguntó ¿por qué?, el Ángel más viejo le respondió, "Las cosas no siempre son lo que parecen." La siguiente noche, el par de Ángeles vino a descansar en la casa de un señor y una señora, muy pobres, pero el señor y su esposa eran muy hospitalarios. Después de compartir la poca comida que la familia pobre tenía, la pareja le permitió a los Ángeles que durmieran en su cama donde ellos podrían tener una buena noche de descanso. Cuando amaneció, al siguiente día, los Ángeles encontraron bañados en lágrimas al Señor y a su esposa. La única vaca que tenían, cuya leche había sido su única entrada de dinero, yacía muerta en el campo. El Ángel más joven estaba furioso y preguntó al Ángel más viejo: "¿Cómo pudiste permitir que esto hubiera pasado? El primer hombre lo tenía todo, sin embargo tú lo ayudaste"; el Ángel más joven le acusaba. "La segunda familia tenía muy poco, pero estaba dispuesta a compartirlo todo, y tú permitiste que la vaca muriera." " 'Las cosas no siempre son lo que parecen,' " le replicó el Ángel más viejo. "Cuando estábamos en aquel sótano de la inmensa mansión, yo noté que había oro almacenado en aquel hueco de la pared. Debido a que el propietario estaba tan obsesionado con avaricia y no dispuesto a compartir su buena fortuna, yo sellé el hueco, de manera tal que nunca lo encontraría." "Luego, anoche mientras dormíamos en la cama de la familia pobre, el ángel de la muerte vino en busca de la esposa del agricultor. Y yo le di a la vaca en su lugar. 'Las cosas no siempre son lo que parecen.' "
Algunas veces, eso es exactamente lo que pasa cuando las cosas no salen
como uno espera que salgan. Si tú tienes fe, solamente necesitas confiar
en que cualesquiera que fueran las cosas que vengan, serán siempre para
tu ventaja. Y podrías no saber esto hasta un poco más tarde.
Angelluz 2003 Extracto. Un
experto estaba dando una conferencia a un grupo de profesionales.
Para dejar en claro un punto, utilizó un ejemplo que los profesionales
jamás olvidaron. Parado frente al auditorio de gente muy exitosa dijo:
Cuando acomodas las prioridades en tu vida y les dedicas un tiempo de tu
tiempo, éstas alcanzan para todo.
Autor Desconocido Esta historia es sobre un hombre que reflejaba en su forma de vestir la derrota, y en su forma de actuar la mediocridad total. Ocurrió en París, en una calle céntrica aunque secundaria. Este hombre, sucio y maloliente, tocaba un viejo violín. Frente a él y sobre el suelo colocaba su boina, con la esperanza de que los transeúntes se apiadaran de su condición y le arrojaran algunas monedas para llevar a casa. El pobre hombre trataba de sacar una melodía, pero era del todo imposible identificarla debido a lo desafinado del instrumento, y a la forma displicente y aburrida con que tocaba ese violín. Un famoso concertista, que junto con su esposa y unos amigos salía de un teatro cercano, pasó frente al mendigo musical. Todos arrugaron la cara al oír aquellos sonidos tan discordantes. Y no pudieron menos que reír de buena gana. La esposa le pidió, al concertista, que tocara algo. El hombre echó una mirada a las pocas monedas en el interior de la boina del mendigo, y decidió hacer algo. Le solicitó el violín. Y el mendigo musical se lo prestó con cierto resquemor. Lo primero que hizo el concertista fue afinar sus cuerdas. Y entonces, vigorosamente y con gran maestría arrancó una melodía fascinante del viejo instrumento. Los amigos comenzaron a aplaudir y los transeúntes comenzaron a arremolinarse para ver el improvisado espectáculo. Al escuchar la música, la gente de la cercana calle principal acudió también y pronto había una pequeña multitud escuchando arrobada el extraño concierto. La boina se llenó no solamente de monedas, sino de muchos billetes de todas las denominaciones, mientras el maestro sacaba una melodía tras otra, con tanta alegría. El mendigo musical estaba aún más feliz por ver lo que ocurría, y no cesaba de dar saltos de contento y repetir orgulloso a todos: "¡¡Ese es mi violín!!, ¡¡Ese es mi violín!!". Lo cual, por supuesto, era rigurosamente cierto.
En la vida todos tenemos "un violín": Son nuestros conocimientos, nuestras habilidades y nuestras actitudes. Y tenemos libertad absoluta de tocar "ese violín" como nos plazca. Se nos ha dicho que Dios nos concede libre albedrío, es decir, la facultad de decidir lo que haremos de nuestra vida. Y esto, claro, es tanto un maravilloso derecho, como una formidable responsabilidad. Algunos, por pereza, ni siquiera afinan ese violín. No perciben que en el mundo actual hay que prepararse, aprender, desarrollar habilidades y mejorar constantemente actitudes si queremos ejecutar un buen concierto. Pretenden una boina llena de dinero, y lo que entregan es una discordante melodía que no gusta a nadie. Esa es la gente que hace su trabajo de la forma: "ahí te va...", Que piensa en términos de "me vale...", y que cree que la humanidad tiene la obligación de retribuirle su pésima ejecución, cubriendo sus necesidades. Es la gente que piensa solamente en sus derechos, pero no siente ninguna obligación de ganárselos. La verdad, por dura que pueda parecernos, es otra. Tú y yo, y cualquier otra persona, tenemos que aprender tarde o temprano, que los mejores lugares son para aquellos que no solamente afinan bien ese violín, sino que aprenden con el tiempo también a tocarlo con maestría. Por eso debemos estar dispuestos a hacer bien nuestro trabajo diario, sea cual sea. Y aspirar siempre a prepararnos para ser capaces de realizar otras cosas que nos gustarían. La historia está llena de ejemplos de gente que aún con dificultades iniciales llegaron a ser buenos concertistas con sus violines (sus vidas). Y también, por desgracia, registra los casos de muchos otros, que teniendo grandes oportunidades, decidieron con ese violín, ser mendigos musicales. La verdad es que Dios nos concedió "libre albedrío". Tú puedes hacer algo grande de tu vida, o hacer de ella una miseria. Esa es tu decisión personal. Y para agregar algo más a esta historia, quiero dar una buena noticia: Si alguien, por razones diversas, sean cuales sean, ya no es capaz de afinar su propio "violín", yo le aseguro que al igual que ese famoso violinista afinó el violín del mendigo, Dios está en la mejor disposición de afinar y sacar armoniosas melodías de tu vida. ÉL está tan cerca de ti como una palabra salida por tu boca, pero de lo profundo de tu corazón, expresando tu necesidad, y deseo de cambiar.
Dios te
ama y desea lo mejor para ti.
Solo Podemos Traer Amor En el Corazón Autor Desconocido
En una de las salas de un colegio había varios niños. Uno de ellos
preguntó:
Los chicos salieron apresurados y, cuando volvieron, la maestra les
dijo: Y así los chicos, uno a uno, fueron colocando lo que habían recogido en el patio.
Terminada la exposición, la maestra notó que una de las niñas no había
traído nada, y que había permanecido quieta durante todo el tiempo. Se
sentía avergonzada porque no había traído nada. La maestra se dirigió a
ella y le preguntó: La maestra agradeció a la alumna y le dio la nota máxima, considerando que había sido la única que logró percibir que "sólo podemos traer el amor en el corazón."
Sabes, esto me lo envió quien me enseñó que el amor no es: Tomar, Arrancar, Capturar, Forzar, Ganar o Perder.
Amar es llevar en el alma,
...es Recordar,
...es Disfrutar.
Amar es
... ser Libre y...
dejar ser Libre.
Autor Desconocido Un grupo de vendedores fue a una convención de ventas. Todos le habían prometido a sus esposas que llegarían a tiempo para cenar el viernes por la noche. Sin embargo, la convención terminó un poco tarde, y llegaron retrasados al aeropuerto. Entraron todos con sus boletos y portafolios, corriendo por los pasillos. De repente, y sin quererlo, uno de los vendedores tropezó con una mesa que tenía una canasta de manzanas. Las manzanas salieron volando por todas partes. Sin detenerse, ni voltear para atrás, los vendedores siguieron corriendo, y apenas alcanzaron a subirse al avión. Todos menos uno. Este se detuvo, respiró hondo, y experimentó un sentimiento de compasión por la dueña del puesto de manzanas. Le dijo a sus amigos que siguieran sin él y le pidió a uno de ellos que al llegar llamara a su esposa y le explicara que iba a llegar en un vuelo más tarde. Luego se regresó a la terminal y se encontró con todas las manzanas tiradas por el suelo. Su sorpresa fue enorme, al darse cuenta de que la dueña del puesto era una niña ciega. La encontró llorando, con enormes lágrimas corriendo por sus mejillas. Tanteaba el piso, tratando, en vano, de recoger las manzanas, mientras la multitud pasaba, vertiginosa, sin detenerse, sin importarle su desdicha. El hombre se arrodilló con ella, juntó las manzanas, las metió a la canasta y le ayudó a montar el puesto nuevamente. Mientras lo hacía, se dio cuenta de que muchas se habían golpeado y estaban magulladas. Las tomó y las puso en otra canasta. Cuando terminó, sacó su cartera y le dijo a la niña: "Toma, por favor, estos cien pesos por el daño que hicimos. ¿Estás bien?". Ella, llorando, asintió con la cabeza. El continuó diciéndole: "Espero no haber arruinado tu día". Conforme el vendedor empezó a alejarse, la niña le gritó: "Señor..." Él se detuvo y volteó a mirar esos ojos ciegos. Ella continuó: "¿Es usted Jesús...?" Él se paró en seco y dio varias vueltas, antes de dirigirse a abordar otro vuelo, con esa pregunta quemándole y vibrando en su alma: "¿Es usted Jesús?"
... Y a ti, ¿la gente te confunde con Jesús? Porque ese es nuestro destino, ¿no es así? Parecernos tanto a Jesús que la gente no pueda distinguir la diferencia. Parecernos tanto a Jesús, conforme vivimos en un mundo que está ciego a Su Amor, Su Vida y Su Gracia. Si decimos que conocemos a Jesús, deberíamos vivir y actuar como lo haría Él. Conocerlo es mucho más que citar los Evangelios e ir a la Iglesia. Es, en realidad, vivir Su palabra cada día.
Tú eres
la niña de
Sus
ojos, aun cuando hayas sido golpeado por las caídas. Él dejó todo y nos
recogió a ti y a mí en el Calvario; Él pagó por nuestra fruta dañada.
¡Empecemos a vivir como si valiéramos el precio que Él pagó!
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