Hace muchos
años, en una pobre aldea china vivía un labrador con su
hijo. Su único bien material,
aparte de la tierra y de la pequeña casa de paja, era
un caballo que había
heredado de su padre. Un buen
día el caballo se escapó, dejando al hombre sin animal
para labrar la tierra. Sus
vecinos —que lo respetaban
mucho por su honestidad y
diligencia— acudieron a su casa para decirle cuánto
lamentaban lo ocurrido. Él les
agradeció la visita, pero preguntó:
—¿Cómo podéis saber que lo que ocurrió ha sido
una desgracia en mi vida?
Alguien comentó en voz baja con un amigo:
«Él no quiere aceptar la
realidad, dejemos que piense lo que quiera, con tal que
no se entristezca por lo
ocurrido».
Y los vecinos se marcharon, fingiendo estar de
acuerdo con lo que habían
escuchado.
Una semana
después, el caballo retornó al establo, pero no venía
solo: traía una hermosa yegua como compañía. Al
saber eso los habitantes de la
aldea alborozados, porque sólo ahora entendían la
respuesta que el hombre les había
dado,
retornaron a casa del labrador para felicitarlo por su
suerte.
—Antes tenías sólo un caballo, y ahora tienes dos.
¡Felicitaciones!—dijeron.
—Muchas gracias por la visita y por
vuestra solidaridad
—respondió el labrador. ¿Pero
cómo podéis saber que lo que ocurrió es una bendición en
mi vida?
Desconcertados, y pensando que el hombre se
estaba volviendo loco, los
vecinos se marcharon, comentando por el camino:
«¿Será posible que este hombre no
entienda que Dios le ha enviado un regalo?».
Pasado un
mes, el hijo del labrador decidió
domesticar la yegua. Pero el
animal saltó de una manera inesperada, y el muchacho
tuvo una mala caída rompiéndose
una pierna. Los vecinos
retornaron a la casa del labrador, llevando
obsequios para el joven herido.
El alcalde de la aldea, solemnemente, presentó sus
condolencias al padre diciendo que todos
estaban muy tristes por lo que
había sucedido. El hombre
agradeció la visita y el cariño de todos. Pero preguntó:
—¿Cómo podéis vosotros saber si lo ocurrido ha
sido una desgracia en mi
vida?
Esta frase dejó a todos estupefactos, pues nadie
puede tener la menor duda de que
un accidente con un hijo es una verdadera tragedia.
Al salir de la casa del
labrador, comentaban entre sí:
«Realmente se ha vuelto loco; su
único hijo se puede quedar cojo para siempre y aún tiene
dudas de que lo ocurrido es una
desgracia».
Transcurrieron algunos meses y el Japón declaró la
guerra a China. Los emisarios del
emperador recorrieron todo el país en busca de jóvenes
saludables para ser
enviados al frente de batalla. Al llegar a la aldea,
reclutaron a todos los jóvenes excepto al hijo
del labrador que estaba con la
pierna rota. Ninguno de los
muchachos retornó vivo. El hijo
se recuperó, los dos animales
dieron crías que fueron vendidas y rindieron un buen
dinero. El labrador pasó a
visitar a sus vecinos para consolarlos y
ayudarlos ya que se habían
mostrado solidarios con él en todos los momentos.
Siempre que alguno de ellos se quejaba el
labrador decía:
—¿Cómo sabes si esto es
una desgracia?
Si alguien se alegraba
mucho, él preguntaba:
—¿Cómo sabes si eso es
una bendición?
Y los hombres de aquella aldea entendieron que,
más allá de las apariencias,
la vida tiene otros significados.
Índice
El
Cuento de la Fresa
Jorge Bucay
Un rey fue
hasta su jardín y descubrió que sus árboles, arbustos y
flores se estaban muriendo.
El Roble le dijo que se moría porque no podía ser
tan alto como el Pino.
Volviéndose al Pino, lo halló caído porque no podía dar
uvas como la Vid. Y la Vid se
moría porque no podía florecer
como la Rosa. La Rosa lloraba
porque no podía ser alta y
sólida como el Roble.
Entonces
encontró una planta,
una Fresa, floreciendo y más fresca que nunca.
El rey preguntó:
—¿Cómo es que creces
saludable en medio de este
jardín mustio y sombrío?
—No lo sé. Quizás sea
porque siempre supuse que cuando me plantaste,
querías fresas. Si
hubieras querido un Roble o una Rosa, los habrías
plantado. En aquel
momento me dije: "Intentaré
ser Fresa de la mejor manera que pueda."
Ahora es tu
turno. Estás aquí para contribuir con tu fragancia.
Simplemente mírate a
ti mismo. No hay posibilidad
de que seas otra persona.
Podéis disfrutarlo y florecer
regado con tu propio amor por ti, o
puedes marchitarte en
tu propia condena...
Índice
La
Vasija de Agua Desvencijada
Autor
Desconocido. Original en
Inglés, traducción
Un aguatero en la India tenía dos
grandes vasijas, cada una colgaba de cada extremo de un
palo que llevaba a través del cuello. Una de las
vasijas tenía una rajadura en ella,
y mientras que la otra estaba perfecta y
siempre entregaba una porción completa de agua al final
de una larga caminata desde el arroyo a la casa del
patrón, la vasija desvencijada llegaba solamente medio
llena.
Por dos años enteros esto pasó diariamente,
con el aguatero entregando solamente una
vasija y media de agua al patrón de la casa. De hecho,
la vasija perfecta estaba orgullosa de sus logros,
perfectos para el final al cual había sido hecha. Pero
la pobre vasija desvencijada estaba avergonzada de su
propia imperfección, y miserable de que era capaz de
solo lograr la mitad para lo que había sido hecha.
Después de dos años de lo que percibió
como una amarga falla, habló al aguatero un día por el
arroyo. "Yo
estoy avergonzada de mi misma, y quiero disculparme con
Usted." "¿Por
qué?,"
preguntó el aguatero. "¿De qué
está avergonzada?" "He
sido capaz, por estos dos años pasados,
de entregar solamente la mitad de mi
carga porque esta rajadura en mi costado causa que el
agua se fugue hacia afuera a lo largo de la vía hasta el
regreso a la casa de su patrón.
A causa de
mis fallas Usted ha tenido que hacer todo este trabajo y
no consigue el valor completo de sus esfuerzos,"
la vasija dijo.
El aguatero se sintió triste por la
vieja vasija desvencijada, y en
su compasión dijo, "Como retorne
a la casa de mi patrón,
quiero que note las hermosas
flores a lo largo del camino."
Evidentemente, a
medida que fueron escalando el monte la vieja vasija
desportillada notó al sol calentando las hermosas flores
silvestres al lado del sendero, y
esto la alegró algo. Pero al final de la senda,
aún se sintió mal porque estaba
fugándose la mitad de su carga, y de nuevo se disculpó
ante el aguatero por su falla.
El aguatero dijo a la vasija,
"¿Notó que había flores
solamente en su lado de la vía, pero no en el lado de la
otra vasija? Eso era porque yo
siempre he sabido de su falla, y saqué provecho de
ella. He plantado semillas de flores en su lado del
camino, y cada día mientras que
caminamos de regreso del arroyo, Usted las ha regado.
Por dos años he estado recogiendo estas hermosas flores
para decorar la mesa de mi patrón.
Sin ser de la forma como es, él no
hubiera tenido esta belleza para agraciar su casa."
Moraleja: Cada
uno de nosotros tenemos nuestra propias y únicas
fallas. Todos somos vasijas desportilladas.
Pero son las rajaduras y fallas
que cada uno de nosotros tenemos las que hacen las vidas
juntas muy interesantes y remuneradoras.
Solo tienes que tomar a cada
persona por lo que ella es, y mirar lo bueno en ella.
Hay cantidad de bondad allá. ¡Hay cantidad de bondad en
nosotros!
Bienaventurados los flexibles, por que
ellos no se doblan fuera de forma. ¡Recuerda apreciar a
todas las diferentes personas en tu vida!
O como nos gustaría pensarlo
——si no hubiera sido por las
vasijas desvencijadas en nuestras vidas hubieran sido
muy aburridas y nada tan interesantes
...
Gracias a Ustedes,
todas mis vasijas desvencijadas amigas.
Índice
La Antigua
Vasija de
Cerámica
Autor Desconocido
Contaba el
Maestro en cierta ocasión la historia de una antigua
vasija de cerámica de valor inestimable por lo que había
pagado una fortuna en una subasta pública. La vasija
había sido usada durante años por un mendigo que acabó
sus días en la miseria, totalmente ignorante del valor
de aquel objeto con el que había pedido limosna.
Cuando un
discípulo preguntó al Maestro qué representaba aquella
vasija, el Maestro le dijo: "A ti mismo".
El discípulo
le pidió que se explicara, y el Maestro prosiguió: "Tú
centras toda tu atención en el insignificante
conocimiento que adquieres de los libros y de los
maestros. Sería mejor que le prestaras más atención a la
vasija en la que lo guardas".
Índice
La Ermita
Autor Desconocido
El viejo
Haakon cuidaba cierta Ermita. En ella se veneraba un
crucifijo de mucha devoción. Este crucifijo recibía el
nombre, bien significativo,
de "Cristo de los Favores". Todos acudían allí
para pedirle al Santo Cristo. Un
día el ermitaño Haakon quiso pedirle un favor. Lo
impulsaba un sentimiento
generoso. Se arrodilló ante la imagen y le dijo:
—"Señor, quiero padecer por
ti. Déjame ocupar tu puesto. Quiero reemplazarte en
La Cruz." Y se quedó fijo con la mirada puesta en
la Sagrada Efigie, como esperando la respuesta.
El Crucificado abrió sus labios y habló.
Sus palabras cayeron de lo alto, susurrantes y
amonestadoras:
—"Siervo mío, accedo a tu deseo, pero ha de ser con una
condición."
—"¿Cuál, Señor?", preguntó con acento suplicante Haakon.
—"Es una condición difícil", dijo el Señor.
—"Estoy dispuesto a cumplirla con tu
ayuda, Señor", respondió el viejo ermitaño.
—"Escucha: suceda lo que suceda y veas lo que veas, has
de guardar siempre silencio".
Haakon contestó:
—"Os, lo prometo, Señor".
Y se efectuó el cambio. Nadie advirtió el
trueque. Nadie reconoció al
ermitaño colgado de cuatro clavos
en la Cruz.
El Señor
ocupaba el puesto de Haakon. Y éste por largo tiempo
cumplió el compromiso. A nadie dijo nada. Los devotos
seguían desfilando pidiendo favores. Pero un día
llegó un rico, después de haber orado dejó allí olvidada
su cartera. Haakon lo vio y calló.
Tampoco dijo nada cuando un pobre, que vino dos
horas después, se apropió de la cartera del rico. Ni
tampoco dijo nada cuando un
muchacho se postró ante él poco después para pedirle su
gracia antes de emprender un largo viaje. Pero en ese
momento volvió a entrar el rico
en busca de la bolsa. Al no hallarla pensó que el
muchacho se a había apropiado. El
rico se volvió al joven y le dijo iracundo:
—"¡Dame
la bolsa que me has robado!".
El joven sorprendido, replicó:
—"No he robado ninguna bolsa".
—"No mientas, ¡devuélvamela
enseguida!.
—"Le repito que no he cogido
ninguna bolsa", afirmó el muchacho.
El rico arremetió, furioso contra él. Sonó entonces una
voz fuerte:
—"¡Detente!"
El rico miró hacia arriba
y vio que la imagen le hablaba.
Haakon, que no pudo permanecer en silencio, gritó,
defendió al joven, increpó al rico por la
falsa acusación. Este quedó anonadado, y salió de
la Ermita. El joven salió también porque tenía prisa
para emprender su viaje. Cuando la
Ermita quedó a solas Cristo se dirigió a su
siervo y le dijo:
—"Baja de la Cruz. No sirves para ocupar mi puesto. No
has sabido guardar silencio".
—"Señor", dijo Haakon,
"¿cómo iba a permitir esa
injusticia?" Se cambiaron los
oficios. Jesús ocupó la Cruz de nuevo y el ermitaño
que quedó ante el Crucifijo.
El Señor, clavado, siguió hablando:
—"Tú no sabías que al rico le convenía perder la
bolsa pues llevaba en ella el
precio de la virginidad de una joven mujer. El pobre,
por el contrario, tenía necesidad de ese dinero e hizo
bien en llevárselo; en cuanto al
muchacho que iba a ser golpeado, sus heridas le hubiesen
impedido realizar el viaje que para él resultaría fatal.
Ahora, hace unos minutos
acaba de zozobrar el barco y él ha perdido la vida. Tú
no sabías nada. Yo sí sé. Por eso callo". . .
Y la sagrada imagen del crucificado guardó
silencio.
¡Cuántas veces pretendemos
dirigir nuestro destino creyendo que es lo mejor para
nosotros!.
Sólo Dios sabe lo que es mejor para
nosotros. Hay que aprender a aceptar su Santa
voluntad, aunque a veces no la comprendamos.
Índice
El Muro
Autor Desconocido
Las
apariencias engañan, tengamos siempre confianza en Dios.
Dicen que
una vez un hombre era perseguido por varios malhechores
que querían matarlo. El hombre
ingresó a una cueva. Los malhechores empezaron a
buscarlo por las cuevas anteriores de la que
él se encontraba.
Con tal desesperación elevó una plegaria a Dios
de la siguiente manera:
"Dios
todopoderoso, haz que dos ángeles
bajen y tapen la entrada para que no entren a matarme".
En ese momento escuchó a los
hombres acercándose a la cueva en la que
él se encontraba, y vio que apareció una arañita.
La arañita empezó a tejer una
telaraña en la entrada. El
hombre volvió a elevar otra plegaria, esta vez
más angustiado:
"Señor,
te pedí ángeles, no una araña." Y
continuó: "Señor, por favor, con
tu mano poderosa coloca un muro fuerte en la entrada
para que los hombres no puedan entrar a matarme".
Abrió los ojos esperando ver el
muro tapando la entrada, y observo a la arañita tejiendo
la telaraña. Estaban ya los
malhechores ingresando en la cueva anterior de la que se
encontraba el hombre y éste quedó
esperando su muerte. Cuando los
malhechores estuvieron frente a la cueva
en la que se encontraba el hombre ya la arañita
había tapado toda la entrada, entonces se escucho esta
conversación:
Primer
hombre: "Vamos, entremos a esta
cueva." Segundo hombre:
"No. ¿No
ves que hasta hay telarañas?,
nadie ha entrado en ésta."
La fe es
creer que se tiene lo que no se ve,
perseverar en lo imposible.
Hay una frase muy bella que dice: " Si le pides a
Dios un árbol te lo dará en forma de semilla". Pedimos
cosas que desde nuestra perspectiva humana son lo que
necesitamos, pero Dios nos da aquellas con las cuales
nos muestra que con cosas muy sencillas
Él puede hacer mucho más.
Como en esta lectura a veces pedimos muros para
estar seguros, pero no tendría
ningún mérito pues sabríamos y tendríamos la certeza de
que estamos protegidos, Dios en cambio nos pide además
confianza en Él para dejarlo que
su Gloria se manifieste y haga que algo como una
telaraña nos dé la misma
protección que una muralla. Si
has pedido un muro y no ves mas que una telaraña,
recuerda que Dios puede convertir las cosas... y confía
en Él.
Índice
La
Parábola del Hijo
Autor Desconocido
Hay una diferencia entre la educación y
la experiencia. La educación es lo que Usted obtiene de
la lectura del pequeño texto impreso.
La experiencia es lo que obtiene de no
leerlo! Pero ¿no es verdad que
el gran aprendizaje viene de tanto la educación como de
la experiencia? Permítame que le
cuente una parábola:
Un joven maestro de escuela tuvo un
sueño en el que se le apareció un ángel y le dijo,
"Tendrá un niño que crecerá para llegar
a ser un líder mundial ¿Cómo la preparará a ella para
que se dé cuenta de su inteligencia, crezca con
seguridad en sí misma, desarrolle tanto lo afirmativo de
ella como su sensitividad, sea de mente abierta, sin
embargo fuerte de carácter? En
breve, ¿qué clase de educación le proveerá para que ella
llegue a ser uno de los verdaderos GRANDES líderes
mundiales?"
El joven maestro se despertó con un
sudor frío. Nunca se le ocurrió a él antes —que
CUALQUIERA de sus actuales o futuros estudiantes pudiera
ser la persona descrita en su sueño. ¿Estaba él
preparándolos para elevarse a CUALQUIER POSICIÓN en la
que pudieran aspirar? Pensó,
'¿Cómo podrían mis enseñanzas cambiar si
YO SUPIERA que uno de mis estudiantes fuera esta persona?'
Gradualmente empezó a formular un plan
en su mente:
-
Esta estudiante necesitaría
experiencia también como instrucción.
-
Necesitaría saber cómo resolver
problemas de varias clases.
-
Necesitaría crecer en carácter
también como en conocimiento.
-
Necesitaría seguridad propia también
como la habilidad para
escuchar bien y trabajar con otros.
-
Necesitaría entender y apreciar el
pasado, sin embargo ser optimista acerca del futuro.
-
Necesitaría conocer el valor del
aprendizaje durante toda la vida para mantener una
mente curiosa y activa.
-
Necesitaría crecer en el
entendimiento de otros y llegar a ser un estudiante
del espíritu.
-
Necesitaría fijar altos estándares
para ella y aprender auto disciplina, sin embargo
también necesitaría amor y alentamiento, para que
pudiera ser llenada con amor y bondad.
Sus enseñanzas cambiaron. Cada joven
persona que caminaba por su aula de clase se convertía,
para él, en un futuro líder del mundo. Vio en cada uno,
no como eran, sino como podían ser. Esperaba lo mejor
de sus estudiantes, sin embargo lo temperaba con
compasión. Le enseñaba a cada uno como si el futuro del
mundo dependiera de su instrucción.
Después de muchos años, una mujer que él
conocía se elevó a una posición de prominencia mundial.
Se dio cuenta que ella con seguridad debe haber sido la
niña descrita en su sueño. Solamente que ella no era
uno de sus estudiantes, sino en lugar de esto su hija.
De todos los varios maestros en su vida,
su padre era el mejor. He
escuchado decir que "Los niños
son los mensajes vivientes que enviamos a un tiempo y
lugar que nosotros nunca veremos."
Pero ésta no es simplemente una
parábola acerca de un maestro de escuela no nombrado.
Es una parábola acerca de Usted y yo —ya
sea que seamos padres o aún profesores.
Y la historia, NUESTRA historia,
realmente empieza así:
"A
Usted se le dará un hijo quien crecerá para llegar a ser...."
Usted termine la frase.
Si no un líder mundial, ¿entonces un
padre magnífico? ¿Un excelente
maestro? ¿Un talentoso curandero?
¿Un innovador solucionador de problemas?
¿Un artista inspirado?
¿Un filántropo generoso?
En dónde y cómo Usted encontrará a este
niño es un misterio. Pero crea que el futuro de un niño
puede depender de la influencia que solo Usted puede
suministrar, y algo maravilloso sucederá.
Porque ninguna persona joven será nunca
ordinaria para Usted de nuevo. Y Usted nunca será
el(la) mismo(a).
Índice
Cómo Se
Escribió el Libro Tao Te King
Autor Desconocido
¿Cómo
se escribió uno de los libros más importantes del mundo?
En el año vigésimo tercero del reinado de Zhao,
Lao Tse percibió que la guerra terminaría por destruir
el lugar donde vivía. Como había pasado años meditando
sobre la naturaleza de la vida, sabía que en ciertos
momentos es preciso ser práctico. Decidió, entonces,
tomar la decisión más simple: mudarse.
Tomó sus
pocas pertenencias, y partió en dirección a Han Keou; en
la puerta de salida de la ciudad, encontró un guardia.
— ¿Adónde va
tan importante sabio? —preguntó el guardia —.
— Lejos de la guerra.
— No puede irse así. Me gustaría mucho saber qué fue lo
que aprendió en tantos años de meditación. Sólo lo
dejaré partir si comparte conmigo lo que sabe.
Nada más que
para librarse del guardia, Lao Tse
escribió ahí mismo un pequeño librito, cuya única copia
le entregó. Después, continuó su viaje, y nunca más se
oyó hablar de él.
El texto de
Lao Tse fue copiado y
recopiado, atravesó siglos, atravesó milenios, y llegó
hasta nuestro tiempo. Se llama Tao Te King, está
publicado en portugués por varias editoriales, y es una
lectura obligada. Aquí va una de sus páginas:
Aquel que
conoce a los otros es un sabio,
Aquel que se conoce a sí mismo es un iluminado,
Aquel que vence a los otros es fuerte,
Aquel que se vence a sí mismo es poderoso,
Aquel que conoce la alegría es rico,
Aquel que conserva su camino tiene voluntad.
Sé
humilde, y permanecerás íntegro,
Inclínate, y permanecerás erguido,
Vacíate, y permanecerás repleto,
Gástate, y permanecerás nuevo.
El sabio
no se exhibe, y por eso brilla,
No se hace notar, y por eso es notado,
No se elogia, y por eso tiene mérito,
Y porque no está compitiendo, nadie en el mundo
puede competir con él.
Índice
La Asamblea de
la Carpintería
Autor Desconocido
Cuentan que
en la carpintería hubo una vez una extraña asamblea. Fue
una reunión de herramientas para arreglar sus
diferencias. El Martillo fue nombrado Director de
Debates, pero la asamblea le
notificó que tenía que renunciar: La
causa, ¡hacía demasiado
ruido! Y se la pasaba el tiempo golpeando. El Martillo
aceptó la culpa, pero pidió que también fuera expulsado
El Tornillo, dijo que había que darle muchas vueltas
para que sirviera de algo. Ante el ataque El Tornillo
aceptó también, pero a su vez pidió la expulsión del
Papel de Lija.
Hizo ver que era muy áspera en el trato y siempre tenía
fricciones con los demás. Y La
Lija estuvo de acuerdo, a
condición de que fuera expulsado El Metro que siempre se
la pasaba midiendo a los demás según su medida, como si
fuera el único perfecto.
En ese
momento entró el carpintero, se colocó el delantal e
inició su trabajo. Utilizó El
Martillo, El Papel de Lija,
El Metro, y al
Tornillo. Finalmente, la tosca madera inicial
se transformó
en un lindo mueble.
Cuando la
carpintería quedó nuevamente sola, la asamblea reanudó
su deliberación, fue entonces cuando tomó la palabra el
Serrucho y dijo: Señores ha quedado demostrado que
tenemos defectos, pero el carpintero trabaja con
nuestras cualidades. Eso nos hace valiosos. Así que no
pensemos ya en nuestros puntos malos y concentrémonos en
la utilidad de nuestros puntos buenos. La asamblea
encontró entonces que El Martillo
era fuerte, El Tornillo unía y
daba fuerza, La Lija era especial
para afinar y limar asperezas y observaron que
El Metro era preciso y exacto.
Índice
El Auto
Autor Desconocido
Una vez
había joven muchacho que estaba a punto de graduarse en
sus estudios. Hacia muchos meses admiraba un hermoso
auto deportivo en una agencia de autos.
Sabiendo que
su padre podría comprárselo le dijo que ese auto era
todo lo que quería, así, como se
acercaba el día de graduación, el joven esperaba por ver
alguna señal de que su padre hubiese comprado el auto.
Finalmente en la mañana del día de graduación su
padre le llamó para que fuera a su habitación. Le dijo
lo orgulloso que se sentía de tener un hijo tan bueno y
lo mucho que lo amaba. El padre tenía en sus manos una
hermosa caja de regalo. Curioso y algo decepcionado el
joven abrió la caja y encontró una hermosa Biblia de
cubiertas de piel y con su nombre escrito con letras de
oro.
Enojado le
gritó a su padre diciendo: —
¿Con todo el dinero que tienes y lo que me das es esta
Biblia?
Salió de la
casa y no regreso más. Pasaron muchos años y el joven se
convirtió un exitoso hombre de negocios. Tenía una
hermosa casa y una bonita familia, pero cuando supo que
su padre, que ya era anciano, estaba muy enfermo pensó
visitarlo. No lo había vuelto a ver desde el día de su
graduación. Antes de que
pudiera partir para verlo recibió un telegrama donde
decía que su padre había muerto, y le había heredado
todas sus posesiones por lo cual necesitaba urgentemente
ir a la casa de su padre para arreglar todos los
trámites de inmediato.
Cuando llegó
una tristeza y arrepentimiento lleno su corazón. Pronto
empezó a ver todos los documentos importantes que su
padre tenía y encontró la Biblia que en aquella ocasión
su padre le había dado.
Con lágrimas
la abrió y empezó a hojear sus páginas. Su padre
cuidadosamente había subrayado un verso en Mateo 7:11:
"Y si vosotros siendo malos, sabéis dar buenas guías a
vuestros hijos, cuanto más nuestro Padre dará a sus
hijos aquello que le pidan." Mientras leía esas palabras
unas llaves de auto cayeron de la Biblia. Tenía una
tarjeta de la agencia de autos donde había visto ese
auto deportivo que había deseado tanto. En la tarjeta
estaba la fecha del día de su graduación
y las palabras: "TOTALMENTE PAGADO"
¿Cuantas
veces hemos rechazado o perdido la oportunidad de
disfrutar o vivir algo porque no viene envuelto en
paquetes hermosos como nosotros esperamos?
Índice
Cómo
Se Hacen los Colores del Arco Iris
Autor Desconocido. Original en Inglés,
traducción
Érase una vez en que los
colores del mundo comenzaron a reñir.
Todos reclamaban que ellos eran el
mejor, el más importante, el más útil, y el favorito.
El Verde
dijo, "Claramente
yo soy el más importante. Soy el signo de vida y de
esperanza. Fui escogido para el pasto, los árboles y
las hojas. Sin mí, todos los animales morirían. Miren
el campo y verán que yo estoy en la mayoría."
El Azul
interrumpió, "Ustedes
solo piensan de la tierra, pero consideren los cielos y
el mar. Es el agua la que es la base de la vida y es
elevada por las nubes del mar profundo. El cielo da
espacio y paz y serenidad, sin mi paz Ustedes todos
serían nada."
El Amarillo
se rió, "Ustedes
son todos tan serios. Yo traigo
risa, regocijo, y calor al mundo.
El sol es amarillo, la luna es amarilla,
las estrellas son amarillas. Cada vez que mire un
girasol el mundo entero empieza a reír. Sin mí no
habría diversión."
El Naranja
próximo empezó a tocar su trompeta.
"Yo soy el color de la salud y la
fortaleza. Puedo ser escaso, pero
soy precioso porque sirvo las necesidades de la vida
humana. Llevo las más importantes
vitaminas. Piensen en las zanahorias, las calabazas,
naranjas, mangos, y papayas. Yo
no ando rondando por ahí todo el tiempo, sino cuando
lleno el cielo a la salida y puesta del sol, mi belleza
es tan notable que ninguno da otro pensamiento a ninguno
de Ustedes."
El Rojo
no podía aguantar por más tiempo, gritó,
"Yo soy el regente de todos Ustedes!
Soy sangre — la
sangre de la vida! Soy el color
de la valentía. estoy dispuesto
a pelear por una causa. Traigo fuego en la sangre. Sin
mí, la tierra estaría tan vacía como la luna. Soy el
color de la pasión y del amor, la rosa roja, la
poinsetia y la amapola."
El Púrpura
se levantó a su plena altura.
Era muy alto y habló con gran pompa.
"Soy el color de la realeza y del poder.
Los reyes, jefes, y obispos me han
siempre escogido a mí, porque soy
el signo de autoridad y sabiduría.
La gente no me cuestiona!
ellos escuchan y obedecen."
Y así los colores fueron jactándose,
cada uno convencido de su propia superioridad.
Su riña se puso cada vez más ruidosa.
Súbitamente hubo un relámpago de luz
brillante, el trueno tronó y retumbó.
La lluvia empezó a caer sin clemencia.
Los colores se agacharon de miedo,
acercándose los unos a los otros para
confortarse. En medio del clamor,
la lluvia empezó a hablar:
"Ustedes
tontos colores, peleándose entre
Ustedes, cada uno tratando de
dominar al resto. ¿No saben que
cada uno de Ustedes fue hecho con un propósito especial,
único y diferente? Únanse de las
manos y vengan conmigo." Haciendo
como a ellos se les dijo los colores se unieron y
unieron sus manos. La lluvia
continuó: "desde ahora en
adelante, cuando llueva,
cada uno de Ustedes se estirará a través
del cielo en un gran arco de color como un recordatorio
de que Ustedes todos pueden vivir en paz.
El Arco Iris es un signo de esperanza
para el mañana."
Y así, siempre que una buena lluvia lava
al mundo, y un arco iris aparece en el cielo, recordemos
en apreciarnos los unos a los otros.
Índice
Lección de
Amor
Autor Desconocido.
"El amor es
como una cajita, donde se coloca y se saca... Cuando se
da amor, se saca de nuestra cajita y se coloca en la
cajita del otro. Cuando se recibe amor, se saca de la
cajita del otro y se coloca en la nuestra."
Creo que esa
fue la mejor explicación que recibí hasta hoy del amor
... Si solo se recibe y
no se da, la cajita se llena y nadie mas consigue darte
amor. Si solo se da, llega un momento que se acaba el
tuyo. Por eso en la vida es importante dar y recibir
amor. No siempre aquel que recibe de nosotros es quien
nos lo da. Ni siempre damos de quien recibimos. Pero
siempre estamos haciendo cambios y reciclando nuestro
stock de amor.
No dejes que
tu cajita se vacíe, ni dejes que tu cajita se llene.
Sepa dar y sepa recibir. Coloca amor en todo lo que
haces, desde que te levantas hasta que te acuestas, en
el trabajo, en el tránsito, en casa... Las cosas, los
detalles hechos con amor tienen otro sabor, tanto para
quien lo hace como para quien recibe. Coloca amor en tu
sonrisa por la mañana. Coloca amor en el Buen Día.
Coloca amor en los detalles del día. Coloca amor en las
pequeñas cosas, y en las grandes
también. Y verás que tu vida estará llena de
realizaciones, suceso, alegrías, cosas buenas y amor.
Recuerda que la felicidad solo depende de nosotros y
vive mejor!!!
Índice
Cuando La Fruta No Alcance
Autor Desconocido.
Una vez un
grupo de tres hombres se perdieron en la montaña y había
solamente una fruta para alimentarlos a los tres,
quienes casi desfallecían de hambre. Se les apareció
entonces Dios y les dijo que probaría su sabiduría y que
dependiendo de lo que mostraran les salvaría. Les
preguntó entonces Dios qué podían pedirle para arreglar
aquel problema y que todos se alimentaran.
El primero
dijo: "Pues aparece mas comida", Dios contestó que era
una respuesta sin sabiduría, pues no se debe pedir a
Dios que aparezca mágicamente la solución a los
problemas sino trabajar con lo que se tiene.
Dijo el
segundo entonces: "Entonces haz que la fruta crezca para
que sea suficiente", a lo que Dios contestó que no, pues
la solución no es pedir siempre multiplicación de lo que
se tiene para arreglar el problema, pues el ser humano
nunca queda satisfecho y por ende nunca sería
suficiente.
El tercero
dijo entonces: "Mi buen Dios, aunque tenemos hambre y
somos orgullosos, haznos pequeños a nosotros para que la
fruta nos alcance". Dios dijo: "Has contestado bien,
pues cuando el hombre se hace humilde y se empequeñece
delante de mis ojos, verá la prosperidad".
Saben, se
nos enseña siempre a que otros arreglen los problemas o
a buscar la salida fácil, siempre pidiendo a Dios que
arregle todo sin nosotros cambiar o sacrificar nada. Por
eso muchas veces parece que Dios no nos escucha pues
pedimos sin dejar nada de lado y queriendo siempre salir
ganando. Muchas veces somos egoístas y siempre queremos
de todo para nosotros.
Seremos
felices el día que aprendamos que la forma de pedir a
Dios es reconocernos débiles, y ser humildes dejando de
lado nuestro orgullo. Y veremos que al empequeñecernos
en lujos y ser mansos de corazón veremos la prosperidad
de Dios y la forma como Él sí
escucha.
Pídele a
Dios que te haga pequeño...Haz la prueba!!!!
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Parábola
de la Vida
Anthony de Mello
... Propongo a
tu consideración la siguiente parábola de la vida: un
autobús cargado de turistas atraviesa una hermosísima
región llena de lagos, montañas, ríos y praderas. Pero
las cortinas del autobús están echadas, y los turistas,
que no tienen la menor idea de lo que hay al otro lado
de las ventanillas, se pasan el viaje discutiendo sobre
quién debe ocupar el mejor asiento del autobús, a quien
hay que aplaudir, quién es el más digno de
consideración... Y así siguen hasta el final del viaje.
Índice
Encuentras Lo Que Está En Ti
Autor Desconocido.
Una
historieta popular del Cercano Oriente
cuenta que un joven llegó al borde de un oasis contiguo
a un pueblo y acercándose a un anciano le preguntó:
—¿Qué clase de personas
vive en este lugar?
—¿Qué clase de personas vive en
el lugar de donde tú vienes?, preguntó a su vez el
anciano.
—Oh, un grupo de egoístas y malvados, replicó el joven,
estoy encantado de haberme ido de allí.
A lo cual el anciano contestó:
—Lo mismo vas a encontrar aquí.
Ese mismo
día otro joven se acercó a beber agua al oasis y viendo
al anciano, preguntó:
—¿Qué clase de personas vive en este lugar?
El viejo respondió con la misma pregunta:
—¿Qué clase de personas vive en el lugar de donde tú
vienes?
—Un magnífico grupo de personas, honestas, amigables,
hospitalarias, me duele mucho haberlos dejado.
—Lo mismo encontrarás aquí, respondió el anciano.
Un hombre
que había oído ambas conversaciones preguntó al viejo:
—¿Cómo es posible dar dos respuestas diferentes a la
misma pregunta? A lo cual el
viejo respondió:
—Cada cual lleva en su corazón el medio ambiente donde
vive. Aquel que no encontró nada nuevo en los lugares
donde estuvo no podrá encontrar otra cosa aquí. Aquel
que encontró amigos allá, podrá encontrar también amigos
aquí, porque, a decir verdad, tu
actitud mental es lo único en tu vida sobre lo cual
puedes mantener control absoluto.
Siempre que
tengas una actitud positiva hallarás la verdadera
riqueza de la vida. Si miras dentro de ti sabrás que
posees una gran fortaleza para entregar y para descubrir
todas las cosas buenas en los demás.
¡Qué siempre encuentres un oasis de paz!
Índice
La
Verdad Fragmentada
Mónica Barbagallo, del libro: El
Camino Hacia Tu Ángel Solar, Volumen
II ©
Dicen que el hombre un
día quiso saber la VERDAD
y se la preguntó a Dios.
Dios la escribió en un gran disco de piedra
y vio que era demasiado grande
para que el hombre la comprendiera.
Pero, respondiendo a su
pedido, arrojó el
disco a la Tierra el que se
rompió en muchos pedazos.
Cada hombre que recogió
uno fundó una religión,
o una Iglesia, o una
filosofía, o ....... Por lo
cual, todas ellas tienen una
parte de la Verdad, la que va
a estar en manos de la humanidad en
el momento en que todos se
unan. ¡Todos juntos
un día!
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Estamos
de Paso
Gonzalo Gallo González,
Oasis Para
Vivir Más y Mejor
En el siglo
pasado un turista visitó al famoso rabino polaco Hofetz
Chaim. Se quedó asombrado al ver que la casa del rabino
consistía sencillamente en una habitación atestada de
libros. El único mobiliario lo constituían una mesa y
una banqueta.
-Rabino,
¿Dónde están tus muebles?, preguntó el turista.
-¿Dónde están los tuyos?, replicó Hofetz.
-¿Los míos?, pero si yo sólo soy un visitante... estoy
aquí de paso.
-Lo mismo que yo, dijo el sabio rabino".
El
despego es una cualidad de los que saben que estamos acá
de paso y son libres sin aferrarse a las cosas.
Si aprecias
más la riqueza interior que la exterior vives
sencillamente y vives profundamente.
Somos
peregrinos. Avanzamos
mucho cuando caminamos ligeros de equipaje.
Índice
Lo Que
Está en el Vino
Cuento Oriental Judío
Cuando Noé estaba plantando una viña, se
apareció Satán y pidió permiso para ayudarlo.
Satán trajo primero un cordero, lo mató y
vertió su sangre sobre los surcos. Después empapó la
tierra con sangre de león. A continuación atrapó un
mono y usó su sangre del mismo modo. Y finalmente le
tocó el turno a un cerdo. Entonces Satán le explicó a
Noé sus intenciones:
Cuando el hombre tome la primera copa de
vino se volverá dulce y alegre como el cordero. Con la
segunda copa, será valiente y peleador como el león,
jactándose de su poder. Después de la tercera copa, se
pondrá en ridículo como un mono. Pero si toma cuatro o
más copas se convertirá en un cerdo repugnante, sucio y
bestial, capaz de revolcarse en el barro.
Índice
Comparte Tu Maíz
Autor Desconocido
En
cierta ocasión un reportero le preguntó a un agricultor
si podía divulgar el secreto de su maíz, que ganaba el
concurso al mejor producto, año tras año. El agricultor
confesó que se debía a que compartía su semilla con los
vecinos.
—"¿Por qué comparte su mejor semilla de
maíz con sus vecinos, si usted también entra al mismo
concurso año tras año?" preguntó el reportero.
—"Verá usted, señor," dijo el
agricultor. "El viento lleva el polen del maíz maduro,
de un sembradío a otro. Si mis vecinos cultivaran un
maíz de calidad inferior, la polinización cruzada
degradaría constantemente la calidad del mío. Si voy a
sembrar buen maíz debo ayudar a que mi vecino también lo
haga".
Lo mismo es con otras situaciones de
nuestra vida. Quienes quieran lograr el éxito deben
ayudar a que sus vecinos también tengan éxito. Quienes
decidan vivir bien, deben ayudar a que los demás vivan
bien, porque el valor de una vida se mide por las vidas
que toca. Y quienes optan por ser felices, deben ayudar
a que otros encuentren la felicidad, porque el bienestar
de cada uno se halla unido al bienestar de todos.
Que Dios les
conceda la gracia del éxito en sus vidas compartiendo lo
que Dios les da.
Índice
Viéndose a
Sí Mismo
Autor Desconocido
—
Cuando mires a tus compañeros procura mirarte a ti
mismo, dijo el maestro al discípulo.
— Pero, ¿no es una actitud egoísta?, cuestionó el
discípulo. Si nos preocupamos por nosotros mismos jamás
veremos lo que los otros tienen de bueno para ofrecer.
— Ojalá siempre consiguiéramos ver las cosas buenas que
están a nuestro alrededor —contestó el maestro— pero, en
verdad, cuando miramos al prójimo estamos sólo buscando
defectos. Intentamos descubrir una maldad, porque
deseamos que sea peor que nosotros. Nunca lo perdonamos
si nos hiere porque creemos que jamás seríamos
perdonados por él. Conseguimos herirlo con palabras
duras afirmando que decimos la verdad, cuando apenas
estamos intentando ocultarla de nosotros mismos.
Fingimos que somos importantes para que nadie pueda ver
nuestra fragilidad. Por eso siempre que estés juzgando
a tu hermano ten conciencia de que eres tú quien está en
el tribunal.
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Contemplando el Peligro
Autor Desconocido
El discípulo dijo al maestro:
—He pasado gran parte de mi vida viendo cosas que no
debía ver, deseando cosas que no debía desear, haciendo
planes que no debía hacer.
El maestro invitó al discípulo a dar un paseo. Por el
camino señaló una planta y preguntó al discípulo si
sabía lo que era.
— Belladona. Puede matar a quien coma sus hojas.
— Pero no puede matar a quien se limite a contemplarla.
De la misma manera los deseos negativos no pueden causar
ningún mal, si tú no te dejas seducir por ellos.
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El Diamante
Anthony de Mello
El sanyasi había llegado a las afueras de la aldea y
acampó bajo el árbol para pasar la noche. De pronto
llegó corriendo hasta él un habitante de la aldea y le
dijo:
— ¡La piedra! ¡La piedra! ¡Dame la piedra preciosa!
— ¿Qué piedra, preguntó el sanyasi.
— La otra noche se me apareció en sueños el Señor Shiva,
dijo el aldeano, y me aseguró que si venía al anochecer
a las afueras de la aldea encontraría a un
sanyasi
que me daría una piedra preciosa que me haría rico para
siempre.
El sanyasi rebuscó en su bolsa y extrajo una piedra.
— Probablemente se refería a ésta, dijo mientras
entregaba la piedra al aldeano. La encontré en un
sendero del bosque hace unos días. Por supuesto que
puedes quedarte con ella.
El hombre se quedó mirando la piedra con asombro.
¡Era
un diamante! Tal vez el mayor diamante del mundo, pues,
era tan grande como la mano de un hombre. Tomó el
diamante y se marchó.
Pasó la noche dando vueltas en la cama, totalmente
incapaz de dormir.
Al
día siguiente, al amanecer, fue a despertar al sanyasi y
le dijo:
— Dame la riqueza que te permite desprenderte con tanta
facilidad de este diamante.
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Riqueza,
Éxito y Amor
Autor Desconocido
Una mujer salió de su casa y vio a tres viejos de largas
barbas sentados frente a su jardín. Ella no los conocía
y les dijo:
—No creo conocerlos, pero deben tener hambre. Por favor
entren a mi casa para que coman algo.
Ellos preguntaron:
— ¿Está el hombre de la casa?
—No, respondió ella, no está.
—Entonces no podemos entrar, dijeron ellos.
Al atardecer, cuando el marido llegó, ella le contó lo
sucedido.
— ¡Entonces diles que ya llegué, invítalos a pasar!
La mujer salió a invitar a los hombres a pasar a su
casa.
—No podemos entrar a una casa los tres juntos,
explicaron los viejitos.
— ¿Por qué?, quiso saber ella.
Uno de los hombres apuntó hacia otro de sus amigos y
explicó:
—Su nombre es Riqueza. Luego indicó hacia el otro:
—Su nombre es Éxito y yo me llamo Amor. Ahora ve
adentro y decidan con tu marido a cuál de nosotros
tres
desean invitar a vuestra casa.
La mujer entró a su casa y le contó a su marido lo que
ellos le dijeron. El hombre se puso feliz:
— ¡Qué bueno! Y ya que así es el asunto entonces
invitemos a Riqueza, que entre y llene nuestra casa.
Su esposa no estuvo de acuerdo:
— Querido, ¿por qué no invitamos a Éxito?
La hija del matrimonio estaba escuchando desde la otra
esquina de la casa y vino corriendo:
— ¿No sería mejor invitar a Amor? Nuestro hogar estaría
entonces lleno de amor.
— Hagamos caso del consejo de nuestra hija, dijo el
esposo a su mujer. Ve afuera e invita a Amor a que sea
nuestro huésped.
La esposa salió y les preguntó:
— ¿Cuál de ustedes es Amor? Por favor que venga y que
sea nuestro invitado.
Amor se puso de pie y comenzó a caminar hacia la casa.
Los otros dos también se levantaron y le siguieron.
Sorprendida, la dama les preguntó a Riqueza y a Éxito:
— Yo invité sólo a Amor, ¿por qué Uds. también vienen?
Los viejos respondieron juntos:
—Si hubieras invitado a Riqueza o a Éxito los otros dos
habrían permanecido afuera, pero ya que invitaste a
Amor, donde vaya él, nosotros vamos con él. Donde
quiera que hay amor, hay también riqueza y éxito.
*:-.,_,.-:*'``'*:-.,_,.-:*'``'*:-.,_,.-:*'``'*:-.,_,.-:*'``'*:-.,_,.-:*
MI DESEO PARA TI ES... Donde haya dolor, te deseo paz y
misericordia. Donde hay falta de fe en ti mismo, te
deseo una confianza renovada en tu capacidad para
superarla. Donde haya temor, te deseo amor y valor.
Tienes dos opciones ahora:
1. Borra
[ignora]
esto, o...
2. Invita a Amor mediante esta historia con toda la
gente a la que aprecies.
Espero que escojas la opción 2. Yo lo hice POR TI.
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Sabio Hindú
Leyendo Sobre Jesús
Anthony de Mello, del libro "La Oración
de la Rana"
A un sabio hindú estaban leyéndole la Vida de Jesús.
Cuando supo cómo Jesús había sido rechazado por su
propia gente en Nazaret, exclamó: "Un rabino cuya
congregación no desee expulsarlo de la ciudad no es un
rabino."
Y cuando oyó cómo los sacerdotes condenaron a muerte a
Jesús, suspiró y dijo: "Que difícil le resulta a Satán
engañar a todo el mundo... Por eso escoge a destacados
eclesiásticos en las diferentes partes del globo."
El lamento de un obispo: "Dondequiera que Jesús estuvo,
hubo una revolución; dondequiera que voy yo, me sirven té."
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El Ratón
Preocupado
Anthony de Mello
(El texto no es verbatim)
Cuenta una antigua fábula india que
había un ratón que estaba siempre angustiado porque
tenía miedo del gato. Un mago se compadeció de
él y lo
convirtió... en un gato.
Pero entonces empezó a
sentir miedo del perro. De modo que el mago lo
convirtió en perro. Luego empezó a sentir miedo de la
pantera, y el mago lo convirtió en pantera. Con lo cual
comenzó a temer al cazador.
Llegado a este punto el mago
se dio por vencido y volvió a convertirlo en ratón,
diciéndole: "Nada de lo que haga por ti va a servirte de
ayuda, porque siempre tendrás el corazón de un ratón."
Índice
Ni Tú Ni Yo Somos los Mismos
Mónica Barbagallo
El Buda fue el hombre más despierto de
su época.
Nadie como él comprendió
el sufrimiento humano y desarrolló la benevolencia y la
compasión.
Entre sus primos, se
encontraba el perverso Devadatta, siempre celoso del
maestro y empeñado en desacreditarlo e incluso dispuesto
a matarlo.
Cierto día que el Buda estaba paseando
tranquilamente, Devadatta, a su paso, le arrojó una
pesada roca desde la cima de una colina con la intención
de acabar con su vida.
Sin embargo, la roca sólo cayó al lado
del Buda y Devadatta no pudo conseguir su objetivo. El
Buda se dio cuenta de lo sucedido y permaneció
impasible, sin perder la sonrisa de los labios.
Días después el Buda se
cruzó con su primo y lo saludó afectuosamente. Muy
sorprendido Devadatta preguntó:
— ¿No estás enfadado, señor?
—No, claro que no.
Sin salir de su asombro, inquirió:
— ¿Por qué?
Y el Buda dijo:
—Porque ni tú eres ya el que arrojó la roca, ni yo soy
ya el que estaba allí cuando fue arrojada.
El Maestro dice:
Para el que sabe ver, todo es
transitorio; para el que sabe amar, todo es perdonable.
Repite a diario: Perdono a todo el que necesite mi
perdón y me perdono a mi mismo, tres veces al
levantarte, tres veces al acostarte
—por lo menos—
y siente que perdonas desde el fondo de tu corazón.
Cuando perdonamos actuamos con la energía
de nuestra Presencia de Dios interior... y ten en cuenta
que con perdonar te quitas una mochila pesada.
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La Verdad, La
Herencia Más Noble
Rabindranat Tagore,
1861-1941
Ya el sol se había puesto entre el enredo
del bosque sobre los ríos. Los niños de la ermita
habían vuelto con el ganado y estaban sentados al fuego
oyendo a su maestro Gautama, cuando llegó un niño
desconocido y lo saludó con flores y frutos. Luego, tras
una profunda reverencia, le dijo con voz de pájaro:
—Señor Gautama, vengo a que me guíes por
el Sendero de la Verdad. Me llamo Satyakama
—Bendito seas -dijo el Maestro.
¿Y de qué casta eres, hijo mío? Porque sólo un
Brahmín puede
aspirar a la suprema sabiduría.
Contestó el niño:
—No sé de qué casta soy, Maestro, pero voy a
preguntárselo a mi madre.
Se despidió Satyakama, cruzó
el río por lo más estrecho, y volvió a la choza de su
madre, que estaba al fin de un arenal, fuera de la aldea
ya dormida. La lámpara iluminaba débilmente la puerta,
y la madre estaba fuera, de pie en la sombra, esperando
la vuelta de su hijo.
Lo cogió contra su pecho, lo besó en la
cabeza y le preguntó qué le había dicho el Maestro.
—¿Cómo se llama mi padre? -dijo el niño.
Porque me ha dicho el Señor Gautama que sólo un
Brahmín
puede aspirar a la suprema sabiduría.
La mujer bajó los ojos y le habló dulcemente:
—Cuando joven yo era pobre y conocí muchos amos. Sólo
puedo decirte que tú viniste a los brazos de tu madre
Jabala, que no tuvo marido.
Los primeros rayos del sol ardían en la
copa de los árboles de la ermita del bosque. Los niños,
aún mojado el revuelto pelo del baño de la mañana,
estaban sentados ante su Maestro, bajo un árbol viejo.
Llegó
Satyakama, le hizo una profunda reverencia al Maestro y
se quedó de pie en silencio.
—Dime -le preguntó el Maestro.
¿Sabes ya de qué casta eres?
—Señor,
-contestó Satyakama- no sé. Mi madre me dijo: Yo conocí
muchos amos cuando joven, y tú viniste a los brazos de
tu madre Jabala, que no tuvo marido.
Entonces se levantó un rumor
como el zumbido iracundo de las abejas hostigadas en su
colmena. Y los estudiantes murmuraban entre dientes de
la desvergonzada insolencia del niño sin padre.
Pero el Maestro Gautama se
levantó, trajo al niño con sus brazos hasta su pecho y
le dijo:
—Tú eres el mejor de todos los brahmines, hijo mío,
porque tienes la herencia más noble que es de la verdad.
Índice
Samadhi
Autor Desconocido
El viento paró. Las aves callaron
respetuosas. El cielo entero pareció detenerse a
escuchar mientras dentro del alma del santo ermitaño una
voz silenciosa parecía elevarlo a otros mundos: Solo
cuando el Alma habla las palabras viven. Solo cuando el
corazón es libre puede el amor ser expresado. Solo
cuando el oído escucha, el verbo actúa. Solo si los
ojos son puestos en la luz pueden los pasos ser
dirigidos correctamente. Solo si el pensamiento calla,
el Maestro habla. Solo en la ausencia de deseos puede
la paz florecer. Solo cuando los ídolos caen puede ser
encendida la antorcha de la libertad. Solo
trascendiendo la pequeñez del ser se llega al santuario
interior. Solo en la ausencia de la personalidad, Dios
revela su plan. Solo disolviendo la ilusión del tiempo
y el espacio se comprende al espíritu...
... Las horas pasaron y el
sol
brilló nuevamente en el horizonte. Y el santo anciano
se sumergió en el Samadhi para despertar en los reinos
de Dios.
La
Conversión
Y vio un destello repentino que alumbró la noche oscura
que lo envolvía y sus ojos no volvieron a mirar como
antes. Vio el dolor de los enfermos y supo que
necesitaban amor. Que muchas de sus enfermedades eran
producto de la falta de amor. Vio al rostro de los
delincuentes y supo que en sus actos estaban pidiendo
amor porque buscaban protestar por la soledad y la
incomprensión que sentían. Vio la angustia de los
hambrientos y percibió la falta de amor. Vio la cara de
los malvados y crueles y comprendió la soledad y el
temor que rodeaban sus corazones y entendió su imperiosa
necesidad de amor. Vio los ríos contaminados, las
tierras resecas, los valles desiertos y supo que el
mundo necesitaba amor. Y entonces pensó:
"HOY CANTARÉ AL AMOR, Y MI VIDA
SERÁ UN ETERNO ARPEGIO DE AMOR".
Índice
Las Cuatro
Esposas
Autor Desconocido
Había una vez un rey que
tenía cuatro esposas. Él amaba a su cuarta esposa más
que a las demás y la adornaba con ricas vestiduras y la
complacía con las delicadezas más finas. Sólo le daba lo
mejor.
También amaba mucho a su tercera
esposa y siempre
la exhibía en los reinos vecinos. Sin embargo, temía que
algún día ella se fuera con otro.
También amaba a su segunda
esposa. Ella era su confidente y siempre se mostraba
bondadosa, considerada y paciente con él. Cada vez que
el rey tenía un problema, confiaba en ella para ayudarle
a salir de los tiempos difíciles.
La primera esposa del rey
era una compañera muy leal y había hecho grandes
contribuciones para mantener tanto la riqueza como el
reino del monarca. Sin embargo, él no amaba a su primera
esposa y aunque ella le amaba profundamente, apenas si
él se fijaba en ella.
Un día el rey enfermó y se dio
cuenta que le quedaba poco tiempo.
Pensó acerca de su vida de
lujo y caviló: "Ahora
tengo cuatro esposas conmigo pero,
cuando
muera, estaré solo."
Así que le
preguntó a
su cuarta esposa: "Te he amado más que a las demás, te
he dotado con las mejores vestimentas y te he cuidado
con esmero. Ahora que estoy muriendo, ¿estarías
dispuesta a seguirme y ser mi compañía?" "¡Ni
pensarlo!", contestó
la cuarta esposa y se alejó sin decir más palabras. Su
respuesta penetró en su corazón como un cuchillo filoso.
El entristecido
monarca le preguntó a su tercera esposa: "Te he amado
toda mi vida. Ahora que estoy muriendo, ¿estarías
dispuesta a seguirme y ser mi compañía?" "¡No!",
contestó
su tercera esposa. "¡La
vida es demasiado buena! Cuando
mueras, pienso volverme a casar!"
Su corazón experimentó una
fuerte sacudida y se puso frío.
Entonces preguntó a su segunda
esposa: "Siempre he venido a ti por ayuda y siempre has
estado allí para mí. Cuando muera,
¿estarías
dispuesta a seguirme y ser mi compañía?"
"Lo
siento, ¡no
puedo ayudarte esta vez!",
contestó la segunda esposa.
"Lo más que puedo hacer por ti es enterrarte".
Su
respuesta vino como un relámpago estruendoso que devastó
al rey.
Entonces escuchó una voz: "Me iré
contigo y te seguiré doquiera tus vayas". El rey dirigió
la mirada en dirección de la voz y allí estaba su
primera esposa. Se veía tan delgaducha, sufría de
desnutrición. Profundamente
afectado, el monarca dijo: "Debí
haberte atendido mejor ¡cuando
tuve la oportunidad de hacerlo!"
En realidad, todos tenemos cuatro
esposas en nuestras vidas. Nuestra cuarta esposa es
nuestro cuerpo. No importa cuanto tiempo y esfuerzo
invirtamos en hacerlo lucir bien, nos dejara cuando
muramos.
Nuestra tercera esposa es nuestras
posesiones, condición social y riqueza. Cuando muramos,
irán a parar a otros.
Nuestra segunda esposa es
nuestra familia y amigos. No importa cuanto nos hayan
sido de apoyo a nosotros aquí, lo más que podrán hacer
es acompañarnos hasta el sepulcro.
Y nuestra primera esposa es
nuestro espíritu, frecuentemente ignorado en la búsqueda
de la fortuna, el poder y los placeres del ego. Sin
embargo, nuestro espíritu es lo único que nos acompañará
doquiera que vayamos.
Comentario
Así que, ¡despierta ahora!
Es el más
grande regalo que te puedes ofrecer. Deja salir a tu
espíritu libremente! Que él
sea quien te guíe.
Una forma muy práctica para
empezar la búsqueda del espíritu (tu despertar) es la
Aceptación de nuestra condición divina y fue
amorosamente dejada a nosotros por Nuestro Señor
Jesucristo.
Ahora, si así lo quieres, envíala
[esta historia]
a aquellas personas que quieren
liberarse de la ficción (Maya) y gozar el espíritu.
¿Sabes por qué?
Porque tontamente nos dedicamos a
adorar a nuestro cuerpo, a nuestra riqueza y a nuestros
parientes y amigos, y no dejamos tiempo para la única
posesión valiosa: El Espíritu. Sin embargo, yo
sé que
cualquier descripción es vana ante la realidad:
solo quien a
probado un caramelo conoce su sabor. ¡Te deseo un feliz
despertar!
Índice
El
Secreto de la Felicidad
Paulo Coelho
Cierto mercader envió a su hijo con el
más sabio de todos los hombres para que aprendiera el
Secreto de la Felicidad. El joven anduvo durante
cuarenta días por el desierto, hasta que llegó a un
hermoso castillo, en lo alto de la montaña. Allí vivía
el sabio que buscaba.
Sin embargo, en vez de encontrar a un
hombre santo, nuestro héroe entró en una sala y vio una
actividad inmensa; mercaderes que entraban y salían,
personas conversando en los rincones, una pequeña
orquesta que tocaba melodías suaves y una mesa repleta
de los más deliciosos manjares de aquella región del
mundo.
El sabio conversaba con todos, y el
joven tuvo que esperar dos horas para que lo atendiera.
El sabio escuchó atentamente el motivo de su visita,
pero le dijo que en aquel momento no tenía tiempo de
explicarle el Secreto de la Felicidad. Le sugirió que
diese un paseo por su palacio y volviese dos horas más
tarde.
—Pero quiero pedirte un favor —añadió el
sabio entregándole una cucharita de té en la que dejó
caer dos gotas de aceite—. Mientras caminas, lleva esta
cucharita y cuida que el aceite no se derrame.
El joven comenzó a subir y bajar las
escalinatas del palacio manteniendo siempre los ojos
fijos en la cuchara. Pasadas las dos horas, retornó a
la presencia del sabio.
—¿Qué tal? —preguntó
el sabio—
¿Viste los tapices de Persia que hay en mi comedor?
¿Viste el jardín que el Maestro de los Jardineros tardó
diez años en crear? ¿Reparaste en los bellos pergaminos
de mi biblioteca?
El joven avergonzado, confesó que no
había visto nada. Su única preocupación había sido no
derramar las gotas de aceite que el Sabio le había
confiado.
—Pues entonces vuelve y conoce las
maravillas de mi mundo,
dijo el
Sabio. No
puedes confiar en un hombre si no conoces su casa.
Ya más tranquilo, el joven tomó
nuevamente la cuchara y volvió a pasear por el palacio,
esta vez mirando con atención todas las obras de arte
que adornaban el techo y las paredes.
Vio los jardines, las montañas a su
alrededor, la delicadeza de las flores, el esmero con
que cada obra de arte estaba colocada en su lugar. De
regreso a la presencia del Sabio, le relató
detalladamente todo lo que había visto.
—¿Pero dónde están las dos gotas de
aceite que te confié?,
preguntó el
Sabio. El joven miró la cuchara y se dio cuenta de que
las había derramado.
—Pues éste es el único consejo que puedo
darte —le dijo el más Sabio de todos los Sabios—. El
Secreto de la Felicidad está en mirar todas las
maravillas del mundo, pero sin olvidarse nunca de las
dos gotas de aceite en la cuchara.
“El Secreto de la Felicidad está en
saber disfrutar de los grandes placeres de la vida sin
olvidar las pequeñas cosas que tenemos a nuestro
alcance"...
Índice
El Muchachito de Mal Carácter
Autor Desconocido
Esta
es la historia de un muchachito que tenía muy mal
carácter. Su padre le dio una bolsa de clavos y le dijo
que cada vez que perdiera la paciencia, debería clavar
un clavo detrás de la puerta. El primer día, el
muchacho clavo 37 clavos detrás de la puerta. Las
semanas que siguieron, a medida que
él
aprendía a controlar su genio, clavaba cada vez menos
clavos detrás de la puerta. Descubrió que era más fácil
controlar su genio que clavar clavos detrás de la
puerta.
Llegó el día en que pudo
controlar su carácter durante todo el día. Después de
informar a su padre, éste le sugirió que retirara un
clavo cada día que lograra controlar su carácter. Los
días pasaron y el joven pudo anunciar a su padre que no
quedaban más clavos para retirar de la puerta.
Su padre lo tomo de la mano
y lo llevo hasta la puerta. Le dijo:
—Has trabajado duro, hijo
mío, pero mira todos esos hoyos en la puerta. Nunca más
será la misma. Cada vez que tú pierdes la paciencia,
dejas cicatrices exactamente como las que aquí ves.
Tú puedes insultar a alguien
y retirar lo dicho, pero del modo como se lo digas lo
devastara, y la cicatriz perdurara para siempre. Una
ofensa verbal es tan dañina como una ofensa física.
Los amigos son en verdad
una joya rara. Ellos te hacen reír y te animan a que
tengas éxito. Ellos te prestan todo, comparten palabras
de elogio y siempre quieren abrirnos sus corazones.
Muestra a tus conocidos y amigos cuanto te importan y
envía este mensaje a quien consideres tu AMIGO, incluso
si al final terminas enviándolo a quien te lo mando
primero. Si es que este mensaje regresa a ti, entonces
tu sabrás que tienes un circulo de amigos.
TÚ ERES MI
AMIGO/A. Ahora envía este mensaje a cada conocido que
tengas!! Y a tus amigo(a)s. Este mensaje me lo envió un
amigo y ahora lo comparto contigo. Por favor si alguna
vez deje una cicatriz en tu puerta,
discúlpame y gracias por ser mi amigo/a.
Índice
Las Siete
Maravillas del Mundo
Autor Desconocido
Un grupo de estudiantes de Geografía
estudiaba las siete maravillas del mundo. Al término de
la clase se les pidió hacer
una lista de las que ellos consideraban deberían ser
realmente las Siete Maravillas del Mundo.
A pesar de algunos desacuerdos, la
mayoría votó por lo siguiente: Las Pirámides de Egipto,
El Taj Mahal, El Gran cañón, El Canal de Panamá, El
Empire State, La Basílica de San Pedro, La Muralla
China.
Mientras se hacía la votación el
maestro notó que una estudiante permanecía aún callada y
no había entregado aún su lista. Así que le preguntó si
tenía problema para hacer aún su elección. La muchacha
tímidamente respondió:
—Sí, un poco. No podía decidirme
pues son tantas las maravillas.
El maestro dijo:
—Bueno, dinos lo que haz escrito y tal vez podamos
ayudarte.
La muchacha titubeó y después leyó:
—Creo que las Siete Maravillas son: Poder tocar, poder
saborear, poder ver, poder escuchar...
Titubeando un poco continuó:
—Poder sentir, poder reír y... poder amar.
Al terminar de leerlas el salón de
clase quedó en un silencio absoluto.
Es muy sencillo para nosotros poder
ver muchas de las hazañas del hombre y referirnos a
ellas como maravillas, cuando a veces pasan
desapercibidas las maravillas que Dios hizo por nosotros
y que son sencillamente “comunes”.
¡Que hoy te acuerdes de aquellas cosas que son realmente
maravillosas!
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Escucha al Crítico, Pero...
Anthony
de Mello, S.J.,
¿Quién Puede Hacer Que Amanezca?
A un individuo dotado de auténtico
espíritu emprendedor pero al que desalentaban las
frecuentes críticas que se le hacían, le dijo el
Maestro: "Escucha las palabras del crítico que te
revelarán lo que tus amigos tratan de ocultarte".
Y añadió: "Pero no te dejes
abrumar por lo que el crítico diga. Nunca se ha erigido
una estatua en homenaje a un crítico. Las estatuas son
para los criticados".
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El
Niño y el Yogui
Autor Desconocido
Un niño de corta edad jugaba con un
barquito en un estanque. Estaba totalmente absorto en su
juego. Un yogui que pasaba por el lugar se acercó a él y
comenzó a hablarle y hacerle preguntas. El niño estaba
ensimismado con las evoluciones del barquito sobre las
aguas que ni siquiera reparó en la presencia del adulto.
Entonces el yogui se postró ante él
y dijo:
—Tú
eres mi maestro. Ojalá que cada vez que me siente a
meditar pueda estar tan concentrado como
tú
dirigiendo mis pensamientos al Ser Supremo y que, como
te sucede a ti, nada pueda distraerme.
Dice el Maestro: Que durante la
meditación todo tu ser esté dirigido hacia el objeto de
introspección.
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