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A mediados de 1964,
Johnny Pacheco lanzó un disco titulado "Cañonazo". Este disco se grabó
bajo el novel sello Fania Records, el cual representaba la oportunidad
de competir con las disqueras existentes en la ciudad: Alegre, Tico,
Cesta y la división latina de United Artist.
Pacheco, quien
ofició como productor artístico, recorrió todos los almacenes de discos
- manejando él mismo el camión de repartos - del lado este de New York
para poder promocionar el producto, mientras Masucci, el socio
capitalista, negociaba con agrupaciones y músicos nuevos la inclusión de
éstos en un catálogo firme. Como las limitaciones económicas estaban a
flor de piel, los nuevos artistas tendrían que ser jóvenes provenientes
del Bronx, Brooklyn y de Puerto Rico, pero allí radicó justamente, el
éxito de Fania.
Masucci contrató a
tres orquestas: la ya veterana de Ray Barretto y las de los jóvenes
Larry Harlow y Bobby Valentín. A ellas se sumaría más tarde una lista de
muchachos con iniciativas y sobre todo, con arraigo entre la comunidad
latina, encabezadas por Willie Colón y Héctor Lavoe. Al cabo de cuatro
años Fania Records tenía en su haber lo más "duro" del barrio y con ello
se había ganado el cariño de toda su comunidad.
La tendencia
expuesta por los dos socios golpeó a las otras compañías, las cuales ya
venían con ciertos índices de agotamiento, y la posibilidad de que
artistas de éstas se vincularan al nuevo sello pasó de la teoría a la
realidad. Las negociaciones entre Tico, Alegre y Cesta con Fania Records
duraron un buen tiempo, pero la quiebra inminente de ellas determinó que
un porcentaje altísimo de su producción pasaran al sello de Masucci. Y
no fue lo único que el italiano sacó de sus negocios, también la
alternativa de promocionar sus orquestas uniendo en un solo concierto a
los directores de cada una. En 1962, las tres compañías habían grabado
varios discos de sus estrellas reunidas con buena aceptación y Masucci
decidió en 1968 hacer su propia banda, la que llamó, naturalmente, Fania
All Stars.
La Fania se reunió
por primera vez en el Red Garter, pero el asunto no tuvo mayor eco, por
eso se asociaron con el boricua, Ralph Mercado que gozaba de gran
arraigo en la comunidad puertorriqueña, para hacer un concierto más
popular en el salón de baile Cheetah. El jueves 26 de agosto de 1971 la
Fania All Stars tocó con todas sus luminarias allí y como resultado de
ello se grabó una película, Our Latin Thing, lo que daría pie a un nuevo
concierto y una nueva cinta. Esta vez el nombre provocó un revuelo que
hasta hoy no ha dejado de resonar en el Mundo: la cinta se llamó Salsa.
Resultó
evidente que la película no pasó a la historia, pero su nombre
SI y con él la aceptación definitiva del sello Fania como
amo absoluto de la música que se conoció a partir de allí como Salsa.
Todos los músicos latinos pasaron, entonces, a ser miembros de Fania.
Era una especie de status el pertenecer al sello y tanto la altísima
producción como los índices de ventas, demostraron hasta que punto
grabar con Fania era un buen negocio para todos |
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