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SUSTANTIVOS y
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Sustantivos Propios y Comunes
Propios:
Un sustantivo propio, o nombre propio, se podría definir como aquél que
designa una persona, un animal o una cosa de forma individualizada entre las
demás personas, animales o cosas. No de forma genérica, sino de forma
diferenciada. Si decimos “escritor”, estamos haciendo referencia a una
profesión, y podríamos estar refiriéndonos a muchísimos escritores. En cambio,
si optamos por decir “Gabriel García Márquez”,
entonces estamos haciendo referencia a un escritor en concreto, un escritor
“propiamente” hablando, y estaríamos empleando un nombre propio.
Comunes:
Así pues, los sustantivos comunes, que son la
categoría de sustantivo que se opone a la de los
nombres propios. Pues bien, un
sustantivo común se puede definir como aquél que designa una persona, un animal
o una cosa como parte de un conjunto de personas, animales o cosas, es decir, no
como individualidad sino como representante de un colectivo.
Son los que nombran un objeto refiriéndose a la especie a
que pertenece, de algún modo aludiendo a sus cualidades esenciales.
Ejemplo; cuchara, perro, gato, lapiz, tia, hermana,
casa, apartamento, etc...
Los
sustantivos son palabras que identifican objetos, animales o personas.
Los
sustantivos
comunes señalan a las cosas en general y los
sustantivos
propios señalan una cosa en particular identificándola por su nombre.
Los sustantivos comunes,
en singular, pueden señalar un único objeto o un conjunto de ellos.
Por eso los dividimos en sustantivos individuales y
colectivos.
Los
artículos
son palabras que anuncian a los sustantivos y van delante de ellos. Concuerdan
siempre en género y número con los sustantivos que acompañan.
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Definición:
El sustantivo, también conocido como
nombre es una
categoría gramatical de
palabra con el que se
denomina a personas, animales, cosas y conceptos e ideas autónomas y no
atribuidas para indicar que son unidades de pensamiento autónomas e
independientes, que reciben o ejecutan directamente la acción del verbo,
admitiendo de acompañantes a los
artículos o determinantes y
a
adjetivos
que concuerdan en género y número con ellas..
Funciones del sustantivo en una
oración
- Núcleo del sintagma nominal sujeto:
La niña va a la escuela.
- Núcleo del complemento predicativo
o atributo en las oraciones con el verbo ser u oraciones atributivas: Mi
casa es de madera maciza.
- Complemento preposicional de otro
sustantivo (complemento del nombre): La falda de María tiene
lunares.
- Aposición, esto es, complemento de otro
sustantivo, pero sin preposición: Río Tajo, Calle Alcalá,
Madrid capital.
- Complemento de un adjetivo: Me
gusta el verde pistacho.
- Complemento del verbo. El
sustantivo puede ser:
- Objeto o complemento directo: Me
he comprado un coche nuevo.
- Objeto o complemento indirecto:
No des besos al perro.
- Complemento circunstancial: Los
niños están jugando en la calle.
- Complemento agente de la pasiva:
El puerto fue destruido por el huracán.
- Complemento de régimen o suplemento
directo: Pedro habló de política.
- Complemento de régimen o suplemento
indirecto: El camarero limpió el suelo de colillas
- Locuciones adverbiales: En
realidad (= realmente), no sé qué hacer.
- Vocativo: ¡Hombre, no me
digas eso!
Sustantivación
La sustantivación es el cambio de función de
una palabra que no pertenece a la categoría de los sustantivos que pasa a
desempeñar una de las funciones de los nombres. En la sustantivación tiene
gran importancia añadir artículos a las categorías gramaticales para
transformarlos en sustantivos. Por ejemplo:
- Un adjetivo sustantivado que hace función
de sujeto: Lo innovador parece atractivo.
- Un adjetivo sustantivado que hace la
función de objeto directo: Quiero los verdes.
- Un
adverbio
sustantivado que hace la función de sujeto: El sí de las niñas.
- Una oración sustantivada que hace la
función de objeto indirecto: Voy a suspender a todos los alumnos que no
sepan la lección de ayer.
Clasificación de los sustantivos
Clasificación por
género
Según el género, los sustantivos se
clasifican en:
- Sustantivos masculinos:
El género masculino de un nombre se determina añadiendo el morfema de
género –o. También anteponiendo un
artículo
masculino el, un. Los nombre geográficos, los días de la semana, los meses
del año, los puntos cardinales y los números son masculinos. Hay algunas
excepciones ya que palabras que acaban en –o son femeninas como la foto,
la mano, la moto.
- Sustantivos femeninos: En el
español, los nombres de las cosas y de muchos animales han tomado género
masculino o femenino debido a un proceso histórico caprichoso; no hay una
razón lógica por la que libro tenga que ser una palabra masculina y
estación una palabra femenina.
Las normas para distinguir o transformar
el género de los sustantivos son:
- Si el nombre en masculino termina con
-o, en femenino termina con el morfema de género -a. Existen
excepciones como el día, el mapa y muchas palabras de origen griego que
terminan en -ma y -ta son masculinas, no femeninas como el
clima, el cometa, el crucigrama, el drama, el fantasma, el idioma, el
panorama, el planeta, el poema, el poeta, el problema, el programa, el
sistema, el telegrama, el tema.
- Los sustantivos que en masculino no llevan
el morfema de género o terminan en consonante, el femenino se forma
añadiendo el morfema –a, por ejemplo: profesor - profesora, león –
leona.
- Los sustantivos que terminan en -dad,
-tad, -ie, -ión, -sis, -ez y –triz,
como la verdad, la libertad, la calvicie, la infección, la tesis, la vejez,
la actriz, son femeninos, con las excepciones de “el análisis, el énfasis,
el juez”.
- Las letras del
alfabeto
son femeninas.
- Los
números cardinales
son masculinos.
- Los sustantivos que terminan en -esa,
-isa, -ina o –triz son femeninos, cuyos nombres
masculinos no poseen morfema de género masculino. Por ejemplo de príncipe
- princesa, poeta - poetisa, héroe - heroína, emperador – emperatriz,
gallo – gallina, actor – actriz.
- El masculino y el femenino son palabras
distintas, por ejemplo hombre - mujer, toro - vaca, caballo - yegua, padre
- madre, yerno - nuera.
- Sustantivos que tienen una forma única
para el masculino y el femenino. El artículo y el modificador indican el
género: el - la artista, el - la astronauta, el - la atleta, el - la
ciclista, el - la guía, el - la estudiante, el - la intérprete, el - la
modelo, el - la periodista, el - la testigo, el - la turista.
- Sustantivos que se refieren a profesiones
tienen diferentes formas: el abogado/la abogada, el doctor/la doctora, el
ingeniero/la ingeniera, el jefe/la jefa, el secretario/la secretaria, el
traductor/la traductora. El grado de aceptación que tienen estas palabras
entre los hablantes depende, muchas veces, de diferencias dialectales que
son las diferencias de frecuencia de uso en determinadas regiones.
- Sustantivos que cambian de significado
dependiendo del género, por ejemplo: el capital - la capital, el cometa -
la cometa, el corte - la corte, el cura - la cura, el frente - la frente,
el orden - la orden, el Papa - la papa.
- Sustantivos cuyo género es ambiguo: el
azúcar - la azúcar, el mar - la mar, el calor - la calor, el margen - la
margen. Se debe también, en muchos casos, a diferencias dialectales.
- Sustantivos de ambos sexos. Por norma
general, cuando hay un solo elemento masculino, sin importar cuántos
femeninos haya, el conjunto se considera gramaticalmente masculino.
Clasificación por
número
Según el número, los sustantivos se
clasifican en:
- Sustantivos singulares: Si el
número de objetos a los que hace referencia el nombre es único. En
singular, los sustantivos no tienen ningún morfema de número.
- Sustantivos plurales: Si el número
de objetos a los que hace referencia el nombre son varios o más de uno.
Las reglas de pluralización son las
siguientes:
- Si el sustantivo termina en vocal no
tónica, se añade -s. Por ejemplo sala - salas, coche – coches. Los
sustantivos terminados en -é (acentuada) también hacen el plural en
–s, por ejemplo bebé – bebés.
- Si el sustantivo termina en -í o
-ú (tónicas), se añade -es. Por ejemplo esquí - esquíes, ñandú -
ñandúes, marroquí – marroquíes. Se está generalizando el pluralizar estas
palabras añadiendo sólo -s (esquís, ñandús) como parte de un
proceso de regularización del sistema morfológico del español. Algunas
gramáticas establecen que las palabras terminadas en -á (tónica) se
les añade también –es al hacer el plural (faralá - faralaes).
- Si el sustantivo termina en consonante (excepto
z), se añade -es. Por ejemplo papel - papeles, álbum - álbumes. La gran
mayoría de las palabras que terminan en -y siguen esta regla como
ley - leyes, rey - reyes. Sin embargo hay excepciones como palabras cuya
y en el plural suena [i], no [y]: jersey - jerséis.
- Si el sustantivo termina en -z,
ésta se cambia a c y se añade -es. Por ejemplo lápiz -
lápices, matiz – matices.
- Los sustantivos que acaban en -s o
-x y no son agudos, permanecen invariables para formar el plural, por
ejemplo el viernes - los viernes, el tórax - los tórax, el virus – los
virus, el cumpleaños – los cumpleaños.
- Sustantivos que sólo admiten la forma
singular. Por ejemplo el cénit, el este, el oeste, el norte, el sur, la
sed, la salud.
- Sustantivos que sólo admiten la forma
plural, por ejemplo las gafas, las nupcias, las tenazas, las vacaciones,
los víveres.
- Sustantivos que se pueden usar en su forma
singular y plural: el pantalón/los pantalones, la tijera/las tijeras.
- Los apellidos tienden a no pluralizarse,
pero se está haciendo más común la pluralización entre los hablantes de
español, por ejemplo los González, los García, los Navarrete (los González,
los Garcías, etc.).
- En los sustantivos compuestos, sólo el
segundo elemento puede pluralizarse, siguiendo las reglas de pluralización,
por ejemplo la pelirroja - las pelirrojas, el ferrocarril -los
ferrocarriles.
Otras formas de clasificación
Según la extensión, los sustantivos se
clasifican en:
- Sustantivos comunes: Permiten
nombrar a todas las personas, animales o cosas de la misma clase o especie,
sin particularizar su significado como hombre, caballo, casa. Agrupan los
objetos que denominan por sus características, sin expresar rasgos
distintivos. Por eso, se consideran sustantivos genéricos.
- Sustantivos propios: Distinguen o
particularizan a cada individuo de los demás de una misma clase, especie o
género. Se aplican a un solo ser, persona, animal o cosa. Por eso, se
consideran sustantivos individuales. Los nombres de las personas y de los
países son nombres propios. Los sustantivos propios se escriben siempre
con letra inicial mayúscula.
Según la naturaleza, los sustantivos
se clasifican en:
- Sustantivos concretos: Son nombres
de cosas que pueden percibirse con los sentidos del cuerpo, como por
ejemplo mesa, niño, reloj.
- Sustantivos abstractos: No se
pueden representar como objetos concretos, porque hacen referencia a
cualidades, emociones, sentimientos y designan entidades que no se
perciben por los sentidos, sino por la mente, como por ejemplo el amor,
altura, contradicción, bondad, virtud, honradez. Los sustantivos
abstractos necesitan apoyarse en algo para existir; es decir, que el
objeto significado está expresado como no existente en sí. Por ejemplo,
amor es abstracto porque sólo existe si lo abstraemos del sujeto que lo
siente. En cambio, una silla existe en sí y por sí sola; es una entidad
independiente. Los sustantivos abstractos los podemos clasificar en:
- Abstractos de fenómeno: Están
relacionados con sustantivos que designan acciones, estados o sus
efectos, por ejemplo lectura, caminata.
- Abstractos de cualidad: Están
relacionados con adjetivos y designan cualidades o propiedades de los
objetos o de los seres, por ejemplo belleza, maldad.
- Abstractos de números o cuantitativos:
Cuantifican tanto de forma precisa como de forma imprecisa, por ejemplo
cantidad, montón.
Según la forma, los sustantivos se
clasifican en:
- Sustantivos individuales:
Son sustantivos que en su forma singular, nombran a un solo ser como pluma,
árbol, rosa. Designan a un único ser, pero admiten el
morfema
del plural para designar a más de uno.
- Sustantivos colectivos: Son
sustantivos que poseyendo una estructura de singular, nombran a un
conjunto de número indeterminado de seres o cosas como plumaje, bosque,
rosaleda, muchedumbre, gentío, bandada, coro, alameda. Tienen inherente la
idea de pluralidad sin necesitar un morfema que lo exprese, pero no en el
sentido de uno más uno, sino en cuanto a conjunto colectivo formado por
varias unidades de la misma cosa designada.
Según la composición del sustantivo,
los nombres se clasifican en:
- Sustantivos simples: Son los
sustantivos que están formados por una sola palabra.
- Sustantivos compuestos: Son
sustantivos que están formados por dos palabras simples, como por ejemplo
anteojos, pararrayos, cascanueces, aguardiente.
Según el origen de los sustantivos,
los nombres se clasifican en:
- Sustantivos primitivos:
Las palabras primitivas son las que sirven de cabeza de serie a una
familia, funcionando como raíz de las palabras derivadas de ellos. Los
sustantivos primitivos sólo están formados por un
lexema
básico y optativamente por morfemas de género y número. Por ejemplo pan.
- Sustantivos derivados:
Las palabras derivadas nacen de las primitivas, cuando se les agrega
sufijos,
como por ejemplo panadería, panadero. Hay distintos tipos de nombres
derivados que son:
- Sustantivos aumentativos: Son los
sustantivos que designan a personas, animales, cosas o fenómenos de gran
tamaño o alto grado de intensidad, como por ejemplo niñote, perrazo,
arbolote, sillota, ruidazo.
- Sustantivos diminutivos: Son los
sustantivos que designan a personas, cosas, animales y fenómenos que se
caracterizan por su pequeñez, poquedad o menor grado de intensidad, como
por ejemplo niñita, gatito, manzanita, mesita, viejecita.
- Sustantivos despectivos: Son los
sustantivos que designan a personas, animales, cosas y fenómenos que son
tratados con desprecio o desdén, o vistos como inferiores, como por
ejemplo jovenzuelos, mosquillo, plantucha, libraco.
- Sustantivos gentilicios: Son los
sustantivos que se derivan del lugar de nacimiento (país, región o
estado) de personas, animales o cosas, como por ejemplo, español peruano,
sueco, suizo, panameño, argentino, danés.
- Sustantivos patronímicos: Son los
sustantivos que se derivan de algún nombre propio. Por ejemplo los
apellidos de origen español se formaron originariamente a partir del
nombre de pila. Normalmente acaban en -ez. Se da el nombre de
patronímicos a todos los apellidos. Por ejemplo de Gonzalo – González,
de Fernando – Fernández.
Según la vida que posean los nombres
que designan, los sustantivos se clasifican en:
- Sustantivos animados: Nombran seres
considerados vivientes, como por ejemplo perro, gato, hombre, persona,
niño, Anastasio.
- Sustantivos inanimados: Nombran
seres inertes, como por ejemplo, papel, cristal, piedra, cigarro, carta.
Según la contabilidad de los nombres:
- Sustantivos contables: Señalan
entes que se pueden contar, por ejemplo cinco niños, tres rocas, trece
euros. Los sustantivos contables se combinan con cuantificadores plurales
sin alterarse semánticamente.
- Sustantivos incontables: Señalan
realidades que no se pueden contar salvo al referirse a clases o
variedades distintas, por ejemplo leche, humor, aire, humo, basura. Los
sustantivos incontables solamente pueden combinarse con cuantificadores en
singular sin modificar su significado. Sólo admiten numerales cardinales o
cuantificadores plurales cuando indican una clase o modalidad. Por ejemplo:
tres vasos de leche - muchos vasos de leche - mucha leche. Los humos
emitidos por los ácidos suelen ser nocivos. Existen casos en los que
sustantivos incontables tienen distintos significados o matices en plural,
por ejemplo aires de grandeza, aires de cambio, malos humos, aguas cálidas,
aguas internacionales.
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