Los
adjetivos son palabras que acompañan a los sustantivos y siempre concuerdan
en género y número con ellos. Describen características de los mismos
y de acuerdo a ella los podemos clasificar en:
El enorme
tiburón
blanco.
El
enorme tiburón
blanco es tan
feroz que muy pocas
personas se atreven a
enfrentarlo. Sus grandes
mandíbulas están provistas
de filosos
dientes que pueden atrapar
un delfín o incluso otro
tiburón. Los
científicos piensan que los
tiburones
blancos pueden vivir más de
100 años.
Observa
el texto anterior, hay palabras en
azul y otras en naranja.
Los adjetivos: Nombran cualidades o estados del nombre al
que van unidos, o limitan y concretan su significado,
también son palabras independientes de uso corriente,
que no nombran simplemente una cualidad, sino que la
expresan además en grado comparativo o superlativo.
Estos son adjetivos:
Enorme, blanco, feroz, grandes, filosos, blancos
Para nombrar
personas, animales o cosas, utilizamos los sustantivos. Y para
determinar de quién estamos hablando, además de los artículos,
necesitamos señalar características propias de ellos.-- A estas características
las llamaremos adjetivos.
Los adjetivos van siempre
acompañando al sustantivo y concuerdan con él en género y número.
Por lo tanto, ellos son partes variables de la oración.
Revisemos unos adjetivos muy
especiales y que usamos con mucha frecuencia: los adjetivos
calificativos.
¿Para qué sirven?
Los adjetivos
calificativos nos presentan una cualidad del sustantivo.
Pueden indicar su color, su forma, su tamaño, su comportamiento,
su origen, etcétera.
Observemos un ejemplo.
Completaremos la frase: El rey..., con algunas cualidades.
Artículo determinante
Sustantivo
común
Adjetivo
calificativo
El
rey
soñador
cariñoso
enojón
amable
bailarín
bailarín
feliz
Veamos qué pasa con los mismos
adjetivos calificativos para completar la frase: La
princesa...
Artículo determinante
Sustantivo
común
Adjetivo
calificativo
La
princesa
soñadora
cariñosa
enojona
amable
bailarina
negra
feliz
La mayoría de los adjetivos
calificativos femeninos terminan en a.
Si expresamos el artículo y el
sustantivo en plural, diremos:
- Los reyes soñadores.
- Los reyes cariñosos.
- Los reyes felices.
Todos los adjetivos
calificativos quedaron en plural para concordar con el
sustantivo.
Lo mismo sucede con nuestro
segundo caso. Observa:
- Las princesas
soñadoras.
- Las princesas amables.
- Las princesas bailarinas.
En la gramática tradicional se le llama nombre adjetivo,
y comparte con el sustantivo el género, el número y
alguna función gramatical.
FORMA
El adjetivo, desde un punto de vista formal,
está compuesto por unlexema o raíz, que
aporta el significado de la palabra, y unos
morfemas que lo completan. Los morfemas son de
dos tipos: constituyentes y facultativos.
Los constituyentes u obligatorios son los
gramaticales de género (masculino y
femenino) y número (singular o plural).
Como el adjetivo calificativo no tiene un género
específico, se limita a adoptar el del
sustantivo al que acompaña. Puede presentar dos
formas: una variable, que ofrece una terminación
para el masculino y otra para el femenino, cuya
oposición es -o/-a, -e/a, ø/a:
bueno/buena, rubiete/rubieta,
cantarín/cantarina, y otra invariable, cuya
única forma sirve para ambos géneros:
rebelde, infantil.
Cuando aparecen antepuestos a un sustantivo
masculino, algunos adjetivos presentan una forma
apocopada: mal asunto / mala noticia.
Véase Apócope.
El adjetivo toma el mismo número que el del
sustantivo, ya que ha de establecer la
concordancia con él. Los adjetivos que en
singular terminan en vocal átona forman su
plural añadiendo una -s; los que en
singular acaban en consonante o en vocal tónica,
lo hacen añadiendo -es.
El artículo no es, como ocurre con el
sustantivo, un morfema del adjetivo. Si en un
sintagma aparecen un artículo y un adjetivo sin
ningún sustantivo al que completen, el artículo
sustantiva al adjetivo. Véase también
Sustantivación.
Los constituyentes facultativos del adjetivo son
los prefijos y sufijos, que
modifican el significado del lexema. Los sufijos
pueden ser: aumentativos, diminutivos y
derivativos.
Ejemplos de análisis de adjetivos desde el punto
de vista formal: Bajito: baj-
(lexema), -it- (morfema diminutivo),
-o (morfema gramatical de género), -ø
(ausencia de morfema gramatical de número).
Mexicanas: Mexic- (lexema),
-an- (morfema derivativo), -a
(morfema gramatical de género), -s
(morfema gramatical de número).
Algunos adjetivos se han formado a partir de
palabras primitivas que originalmente no tenían
esta categoría gramatical, pues eran
sustantivos, adjetivos o verbos, pero a las que
al añadir a su lexema un morfema derivativo,
además de darles éste un nuevo significado, las
ha convertido en adjetivos: Colonia,
colonial; trigo, trigueño; azul, azulado; amar,
amable; oír, oíble. Otros se han formado a
partir de dos palabras primitivas:
barbilampiño, agridulce.
Grado del adjetivo
Casi todos los adjetivos (los que señalan
propiedades o características cuantificables)
pueden presentar su cualidad en diferentes
grados de intensidad o plenitud para mostrarla
tal cual es, para establecer una comparación
entre dos elementos o para potenciar al máximo
la cualidad del adjetivo.
El grado positivo presenta la cualidad del
adjetivo en su término medio, sin ponerla en
relación con ninguna otra: alegre, bondadoso.
El grado comparativo presenta la cualidad del
adjetivo en relación con otra, estableciendo su
superioridad (más generoso), igualdad (tan
agradable) o inferioridad (menos risueño)
con respecto a ella. Más, tan y menos
son adverbios, adyacentes del adjetivo al que
acompañan; el segundo término de la comparación
se establece mediante otros marcadores, los
nexos conjuntivos comparativos que y
como. El grado superlativo expresa la
cualidad en su más alto grado, marcando una
relación absoluta (superlativo absoluto)
mediante:
a) los adverbios muy,
extraordinariamente, enormemente, altamente,
extremadamente: Muy especial, enormemente listo. b) los prefijos archi-,
extra-, requete-, super-: Requetelimpio,
superinteligente. c) con los sufijos -ísimo
o -érrimo: listísimo, celebérrimo. d) locuciones adverbiales:
la mar de simpático.
El superlativo puede ser también relativo, si
expresa la máxima cualidad de algo o alguien en
relación con otras personas, animales o cosas de
un grupo determinado: Sonia es la más
simpática de mis amigas (de superioridad),
Juan es el menos complaciente de la clase
(de inferioridad). Muy es incompatible
con la terminación -ísimo: muy buenísimo.
Procedentes del latín, en español se conservan
comparativos y superlativos irregulares que
conviven con las regulares correspondientes.
Así, del bueno surge el comparativo
mejor y el superlativo óptimo, que
pueden alternar con más malo y muy
malo. Los demás comparativos y superlativos
irregulares son:
de malo: peor;pésimo de grande: mayor;máximo de pequeño: menor;mínimo de alto: superior;supremo o sumo de bajo: inferior;ínfimo.
Además, existen otros superlativos irregulares,
procedentes del latín, de carácter culto o
literario, cuyas formas más usadas son:
acre: acérrimo
amable: amabilísimo
amigo: amicísimo
antiguo: antiquísimo
áspero: aspérrimo
benévolo: benevolentísimo
célebre: celebérrimo
cierto: ciertísimo o certísimo
cruel: crudelísimo
fiel: fidelísimo
frío: frigidísimo
fuerte: fortísimo
libre: libérrimo
mísero: misérrimo
noble: nobilísimo
nuevo: novísimo
pobre: paupérrimo
pulcro: pulquérrimo
sagrado: sacratísimo
salubre: salubérrimo
simple: simplicísimo
Estos superlativos presentan otra forma popular
o coloquial, como amiguísimo, asperísimo,
cruelísimo, integrísimo... Algunos adjetivos
tienen formas duplicadas en el superlativo con
variaciones fonéticas: bonísimo/buenísimo,
fortísimo/fuertísimo, o cambios de grafías:
antiquísimo (derivado de antiguo).
Potísimo, ‘muy poderoso’ y ubérrimo,
‘muy abundante y fértil’ son superlativos
cultos, no existen en español adjetivos en grado
positivo de los que se hayan formado.
Relacionados con los comparativos y superlativos
tradicionales están los aumentativos,
diminutivos y los despectivos, que establecen
también una relativa idea comparativa y que se
hallan a medio camino entre la flexión y la
derivación.
Función
El adjetivo calificativo puede acompañar a un
sustantivo, apareciendo antepuesto o pospuesto a
éste, o puede aparecer de forma independiente
realizando las siguientes funciones:
a) adyacente: modificador o
adjunto de un sustantivo. Puede aparecer
antepuesto o pospuesto a éste: un ‘claro’
día, un niño ‘alegre’. b) atributo o predicado
nominal, si en la oración aparecen los verbos
ser o estar: Mis amigas son ‘simpáticas’. c) predicativo: Vi a Raúl
muy ‘enfadado’. d) núcleo de un sintagma
adjetivo: Está ‘lleno’ de alegría. e) núcleo de un sintagma
adjetivo sustantivado: El ‘verde’ me
gusta. f) aposición: mi amigo,
‘feliz por verme’, me abrazó.
En algunos países de América es frecuente la
adverbialización de los adjetivos: Toca ‘lindo’.
El participio equivale a un adjetivo, por lo
cual puede realizar sus mismas funciones. Si el
participio conserva su naturaleza verbal puede
ir complementado por otras palabras y formar una
proposición de participio.
Significación
El adjetivo calificativo expresa una cualidad
del sustantivo al que acompaña o con el que se
relaciona. Puede ser especificativo o
explicativo. El especificativo es el que
delimita (especifica) la significación del
sustantivo; aporta una información necesaria,
por lo que no se puede suprimir sin que varíe
sustancialmente el significado de la frase.
Suele ir pospuesto al sustantivo: El libro
‘pequeño’ está sobre la mesa. El explicativo
o epíteto aporta una información ya conocida e
intrínseca al significado del sustantivo; por lo
tanto, si se prescinde de él no varía
notablemente el significado de la frase: Dejó
su huella en la ‘blanca’ nieve. Aparece
antepuesto al sustantivo.
La posición que ocupa el adjetivo con respecto
al sustantivo al cual acompaña suele estar muy
relacionada con lo semántico. Generalmente se
afirma que en español el hablante goza de una
cierta libertad para anteponer o posponer el
adjetivo al sustantivo en función de su
preferencia o intencionalidad: prado verde,
verde prado; la casa alta, la alta casa,
pero hay veces en las que la norma impone su
anteposición o posposición; así se dice, por
ejemplo, mujer casada,color azul,cosadifícilde conseguir.
A veces cambia el significado del adjetivo
dependiendo de su posición:
buen hombre/hombre bueno, pobre
hombre/hombre pobre, mala comida/comida mala.
ADJETIVOS
DETERMINATIVOS
Los adjetivos determinativos acompañan al nombre en el
sintagma nominal para actualizarlo: limitan la
significación del nombre de varias formas. Si delimitan
la significación en el espacio se trata de adjetivos
demostrativos, del tipo este, ese, aquel. Si
refieren el significado del nombre a las relaciones de
posesión, se trata de adjetivos posesivos, del tipo
mi, mío, tu, tuyo, su, suyo; las formas breves, que
son apocopadas, se emplean sólo antepuestas al nombre;
las plenas van pospuestas y tienen un carácter
estilístico. Si limitan la significación del nombre y la
cuantifican u ordenan, se trata de adjetivos numerales,
del tipo dos, segundo, doble, mitad. Esta clase
de adjetivos se ve seriamente discutida por algunas
escuelas lingüísticas: las que admiten su existencia
distinguen entre numerales cardinales, que dan cuenta de
la cantidad, como tres o trescientos;
numerales ordinales, los que refieren la significación a
un determinado orden, como tercero o
tricentésimo. Hay otros tipos de adjetivos
determinativos, los que presentan al nombre de forma
deliberadamente imprecisa; se trata de los indefinidos,
como algún, ningún, todo,
cierto o semejante.
Todos los adjetivos determinativos pueden pasar a
funcionar como pronombres; a su vez, pueden acompañar a
un pronombre en función de adjetivo. A veces un solo
nombre puede ir acompañado por más de un tipo de
adjetivos determinativos: las dos primeras sillas son
para esos amigos tuyos. Salvo en un caso así, los
adjetivos determinativos se anteponen al nombre; la
posposición ofrece posibilidades estilísticas: Este
cuadro es de Miró;el
cuadro este es de Miró.
Estamos frente a un tipo de palabra muy
interesante: el adjetivo. Nos sirve para entregar
información acerca
del sustantivo, al que acompaña, determina
y modifica. En otras palabras, el adjetivo
nos informa acerca de las cualidades y defectos del sustantivo, nos dice
dónde está, a quién pertenece y muchas otras cosas. La información que
los adjetivos entregan es tan variada y por eso existen distintas clases
de ellos. Así, tenemos que se clasifican según la función que ocupen.
Calificativo
Tal como lo dice su nombre, el adjetivo calificativo sirve para
"calificar" al sustantivo, o sea nos entrega una característica de él.
Por ejemplo:
Niña linda.
Niño porfiado.
Casa grande.
Es importante destacar que el adjetivo también tiene género y número, y
siempre debe acomodarse al género y número del sustantivo al que
acompaña. Por ejemplo, si queremos decir el color de una paloma, diremos
paloma blanca y no: paloma blanco o paloma blancas.
Los adjetivos calificativos son muchísimos, por eso no podemos
entregarte una lista con todos ellos como haremos con las siguientes
clases de adjetivos.
Demostrativo
También se le llama adjetivo
mostrativo, nombre
que es más exacto, dada la función que cumple este tipo de palabra. Esta
es la de "mostrar" o indicar la posición que tiene el sustantivo con
respecto a la persona que habla.
Por ejemplo: si tú estás cerca de un perro, y lo quieres mostrar, dirás:
este perro. En cambio, si tú estás lejos del perro, pero la persona a la
que le hablas está cerca de él, dirás: ese perro. Por último, si tú y la
persona que te oye están lejos del perro, podrás decir: aquel perro. En
los tres casos, las palabras que acompañan al sustantivo perro, son
adjetivos demostrativos o mostrativos.
En este cuadro, te entregamos todos los adjetivos demostrativos que
existen en nuestro idioma, y que varían según el género y número del
sustantivo al que acompañan.
Posesivo
Tal como lo dice su nombre, el adjetivo posesivo
tiene que ver con la posesión, es decir, con la
pertenencia del
sustantivo: indica si el dueño o dueña del sustantivo en cuestión es la
persona que habla, la persona que escucha, u otra persona distinta. Al
igual que los adjetivos demostrativos, existe un número limitado de
adjetivos posesivos. Estos cambian según quién sea el poseedor del
sustantivo, y según el género y el número de este.
Los adjetivos posesivos son todos los que están en el cuadro que te
mostramos a continuación.
Como podrás observar, en varios casilleros se incluyen dos adjetivos
posesivos, por ejemplo, cuando el poseedor es él, y el sustantivo es
femenino y singular, en el cuadro aparece su-suya. Esto no quiere decir
que se pueda usar cualquiera de los dos sustantivos, sino que uno de
ellos -el primero- se usa cuando el adjetivo va antes del sustantivo, y
el otro se utiliza cuando el adjetivo va después. Por ejemplo, para
nombrar la casa de él, se dice su casa-el adjetivo va antes- o la casa
suya -el adjetivo va después-.
Numeral
Este adjetivo entrega información acerca del número del sustantivos a
que nos estamos refiriendo, o bien, acerca del lugar que ocupa el
sustantivo dentro de un orden establecido. Por ejemplo: "Yo tengo dos
canarios, y mi tía tiene cuatro catitas" o "Me gusta la tercera casa de
la cuadra y el segundo auto". Existen tantos adjetivos numerales como
números hay; por lo tanto, el listado de adjetivos numerales es
indefinido.
El
adjetivo: acompañante ideal
Ya vimos que para nombrar personas, animales o cosas, utilizamos los
sustantivos. Y también, que para determinar de quién estamos hablando,
además de los artículos, necesitamos señalar características propias de
ellos.
A estas características las denominaremos adjetivos.
Los adjetivos van siempre acompañando al sustantivo y concuerdan con él
en género y número. Por lo tanto, ellos son partes variables de la
oración.
Hoy revisaremos unos adjetivos muy especiales y que usamos con mucha
frecuencia: los adjetivos calificativos.
¿Para qué sirven?
Los adjetivos calificativos nos presentan una cualidad del sustantivo.
Pueden indicar su color, su forma, su tamaño, su comportamiento, su
origen, etcétera.
Observemos un ejemplo. Completaremos la frase:
El rey..., con
algunas cualidades.
Artículo determinante
Sustantivo común
Adjetivo calificativo
soñador
cariñoso
El
rey
enojón
amable
bailarín
negro
feliz
Género
masculino
masculino
masculino
Número
singular
singular
singular
Veamos qué pasa con los mismos adjetivos calificativos para completar la
frase: La princesa...
Artículo determinante
Sustantivo común
Adjetivo calificativo
soñadora
cariñosa
La
princesa
enojona
amable
bailarina
negra
feliz
Género
femenino
femenino
femenino
Número
singular
singular
singular
La mayoría de los adjetivos calificativos
femeninos terminan en a.
Si expresamos el artículo y el sustantivo en plural, diremos:
Los reyes
soñadores.
Los reyes
cariñosos.
Los reyes
felices.
Todos los adjetivos calificativos quedaron en plural para concordar con
el sustantivo.
Lo mismo sucede con nuestro segundo caso. Observa:
Las princesas
soñadoras.
Las princesas
amables.
Las princesas
bailarinas.
También los adjetivos quedaron en plural.
Otra función
Los adjetivos calificativos hacen la función de sustantivos cuando solo
tienen a su lado un artículo.
Observa:
El
lápiz
grande
se
quedó en la
mochila
nueva.
Sust.
Adj.
Sust.
Adj.
En este ejemplo,
grande
y nueva
son adjetivos calificativos, porque dicen una cualidad del sustantivo
que acompañan: lápiz
y mochila.
Ahora lee:
El
grande
come más rápido.
Sust.
Me gusta más que una
nueva
Sust.
En este caso grande
y nueva no
tienen sustantivo a su lado; llevan solo un artículo; entonces, pasan a
cumplir la función de sustantivo.
Adjetivos calificativos especiales
Hay adjetivos calificativos que no cambian su
terminación para diferenciar si son masculinos o femeninos. Generalmente,
estos terminan en ble,
para el singular, y en bles,
para el plural.
Te presentamos una lista de ellos:
amable terrible
agradable respetable inflable
apreciable
También podemos formar adjetivos calificativos a partir de algunas
acciones. Observa estos ejemplos:
De soñar
soñadora
De limpiar
limpiadora
De hablar
hablador
Los
gentilicios
Si un adjetivo
calificativo nos indica el
origen,
raza o
nacionalidad de un sustantivo, pasa a
llamarse gentilicio.
Por ejemplo:
Meiling es una
niña
china.
Sust.
Adj. gentilicio
En muchas ocasiones los
adjetivos gentilicios
pasan a cumplir la función sustantiva; esto sucede cuando no hay un
sustantivo a su lado.
Si decimos:
El boricua
admira a Rafael Hernández.
El gentilicio boricua
cumple la función de sustantivo.
En cambio al decir:
El pueblo
boricua
admira
a Pablo Neruda.
El gentilicio boricua
es un
adjetivo, porque nos determina la nacionalidad del sustantivo pueblo.
La mayoría de los gentilicios utiliza alguno de estos sufijos:
Sufijo
Ciudad o país
Gentilicio
- eco/- eca
Guatemala
Guatemalteco, guatemalteca
- ano/- ana
Curicó
Curicano, curicana
- eño/- eña
Calama
Calameño, calameña
- ino/- ina
Viña del Mar
Viñamarino, viñamarina
- eno/- ena
Chile
Chileno, chilena
- ense
Temuco
Temuquense
- és/- esa
Génova
Genovés, genovesa
Algunos gentilicios se forman de manera diferente:
Los habitantes de Santurce son Santurcinos y
conocidos como Cangrejeros.
Los de Dinamarca, daneses.
Los de Marruecos, marroquíes.
Los gentilicios
nos indican
pertenencia a una ciudad,
país o región. Sin
embargo, lo más importante es recordar que todos juntos formamos la
raza humana, para hacer de este planeta un
mundo mejor para todos.