También nos envía su calor, al cual no debemos exponernos mucho porque causa daño en la piel.

     Nuestros antepasados, y los de muchos otros pueblos, sintieron siempre mucha admiración y respeto por el sol. Llegaron a considerarlo un dios; lo representaron en piedras y templos, contaron fantásticas leyendas y escribieron bellos poemas en su honor.

     Hoy sabemos que el Sol es una estrella que forma parte de nuestro sistema planetario y que irradia luz y calor, indispensables para la vida de plantas, animales y personas.

     La Tierra da vueltas alrededor del Sol. Es el planeta en el que vivimos. La mayor parte de la Tierra está compuesta por agua; hay grandes mares y océanos. Tiene mucho agua y ésta es indispensable para vivir. Con ella se alimentan las personas, los animales y las plantas.

     Con el agua nos bañamos, podemos pasear y trasladarnos de un lugar a otro.

     Pero el agua potable, o limpia, no abunda en la naturaleza; el hombre tiene que purificarla y transportarla a las poblaciones y eso cuesta mucho trabajo y dinero. Por eso debemos cuidarla y no contaminarla para poder seguir viviendo.