|
Se recoge,despulpa, se
seca al sol, se pila, se saca la cascara, se ventea, se tuesta,
se muele . Se hierve con agua y se cuela. Se toma negro o con
leche. El jíbaro puertorriqueño de fines del siglo 19 y
principios del siglo 20 acostumbraba a tomarlo con batata en
horas de la mañana.
Origen del
Café
Proyecto Salón Hogar
La más fuerte y
aceptada de las leyendas acerca del descubrimiento del café y la
bebida del café es la que hace referencia a un pastor llamado
Kaldi. La leyenda dice que Kaldi se dió cuenta del extraño
comportamiento de sus cabras después de que habían comido la
fruta y las hojas de cierto arbusto. Las cabras estaban saltando
alrededor muy excitadas y llenas de energía. El arbusto del que
Kaldi pensó que sus cabras habían comido las frutas tenía como
frutas parecidas a las cerezas. Entonces Kaldi decidió probar
las hojas del arbusto y un rato después se sintió lleno de
energía.
Kaldi después
llevó algunos frutos y ramas de ese arbusto a un monasterio.
Allí le contó al Abad la historia de las cabras y de como se
había sentido después de haber comido las hojas. El Abad decidió
cocinar las ramas y las cerezas ; el resultado fue una bebida
muy amarga que él tiró de inmediato al fuego. Cuando las cerezas
cayeron en las brazas empezaron a hervir, las arvejas verdes que
tenían en su interior produjeron un delicioso aroma que hicieron
que el Abad pensara en hacer una bebida basada en el café
tostado, y es así como la bebida del café nace.
Tanto el café como
la planta que lo produce, el cafeto, son originarios de África.
Y se sabe que en un primer momento sus pobladores elaboraron una
bebida alcohólica dejando fermentar el fruto maduro del arbusto
del cafeto. Pero fueron los Árabes los primeros en extraer los
granos del café, tostarlos, molerlos y mezclarlos con agua
caliente. En Europa se introduce en el siglo XVI por mercaderes
venecianos. Durante el siglo XIX se descubren en África dos
nuevas variedades del arbusto del cafeto, el café robusta y el
café libérica, pero de inferior calidad al originario café
arábica.
El fruto del cafeto es conocido también como “drupa”, dentro del
fruto existen dos cavidades, que contienen cada una un grano de
forma oval y aplastado por una de sus caras. Estos granos están
recubiertos por dos capas muy finas, que se retiran antes del
tostado. Después de la recolección el café crudo se tuesta para
que exhale su aroma e intensifique su color, y el tueste del
grano facilita la molienda posterior. Dependiendo del tiempo que
dure este proceso, el café puede ser pálido, con un gusto
delicado y ligero, y oscuro con un color más acentuado y oscuro,
obteniendo una bebida amarga y astringente.
La composición química del café incluye sustancias como: grasa,
azucares, celulosa, agua, etc., pero la sustancia por la cual es
conocido es la cafeína, que se encuentra presente en un 1%, y es
considerada como una droga estimulante, y la encontramos en el
te y el cacao. Los efectos son la disminución del apetito, del
sueño y la fatiga, e interviene en la elaboración de fármacos
para el tratamiento de jaquecas y contra el mareo
LOS CAMPESINOS Y EL
AUGE CAFETALERO DEL ÚLTIMO TERCIO DEL SIGLO XIX
|
El cultivo del café en Puerto Rico recibió un
fuerte impulso gracias al interés que mostraba
el mercado europeo en este grano. Se
beneficiaron de esta nueva industria los
municipios ubicados en la zona central en donde
se establecieron numerosas haciendas de café.
Entre 1855 y 1868, sin embargo, muchos
hacendados criollos tenían gran parte de sus
ganancias comprometidas con las grandes casas
comerciales de la región, como Amell, Juliá y
Compañía y Raldiris Hermanos. Estas casas
comerciales eran en realidad tiendas que se
dedicaban a comprar y vender mercancías de toda
clase. Unas tiendas eran pulperías y vendían
alimentos, pero otras, las mercerías, vendían
artículos de vestir, perfumes, jabones y otros
productos.
Ante la ausencia de bancos, las grandes casas
comerciales recibían depósitos de dinero de
parte de los hacendados y también les ofrecían
préstamos para operar sus haciendas. En estos
casos, las casas comerciales les proveían equipo,
maquinaria y todo lo necesario para sus cosechas.
Como garantía, las casas comerciales obtenían
los frutos y el derecho sobre las tierras
agrícolas, recibiendo el mayor beneficio de la
transacción.
Las deudas, sumadas a la epidemia del cólera
y otros sucesos, causaron una terrible crisis
económica en la zona cafetalera de Puerto Rico.
Como resultado, muchas haciendas cerraron o
fueron vendidas. |
|
|
A diferencia de los cañaverales
donde la mano de obra era principalmente de negros esclavos, el
cafetal se caracterizo por ser eminentemente blanca. A raiz de
la otorgación de la Real Cedula de gracia para 1815 a
extranjeros para utilizar la tierra de Puerto Rico y hacerla
productiva, una oleada de europeos principalmente
Corsos llegaron a la isla. Con ellos traian capital y
familias enteras que se dedicarian a cultivar la tierra; y
puesto que la cáña de azucar estaba por cientos de años en manos
españolas, el cultivo del café vino a ser la mejor opción para
ellos. Y así las cosas...
Aunque introducido a la isla en
1736, la producción del café en Puerto Rico comenzó a observar
una expansión gradual desde mediados del siglo XIX. No obstante,
fue en la década de 1870 cuando emprendió un aumento acelerado
en su producción y venta mundial. Los cosecheros de la Isla, lo
mismo que los de otros países productores en América,
aprovechaban el aumento de los precios internacionales. La
demanda cada vez mayor por el producto, junto a una reducción de
la oferta de algunos de los principales países productores (Brasil,
Cuba y Java), invitaban a laproducción del grano
En
Puerto Rico, los buenos precios mundiales se conjugaron con
circunstanciaslocales favorables a la expansión cafetalera.
Entre estas últimas, cabe destacar la abundanciade tierras
fértiles y adecuadas para el cultivo y la disponibilidad de mano
de obra. Loscomerciantes reaccionaron dispuestos a prestar
dinero a los cosecheros, lo cual constituyóotro estímulo para la
industria local Además, el cultivo del café tiene la virtud de
poderpracticarse en todo tipo de fincas. Lo mismo se presta para
explotaciones campesinas, que para las estancias, haciendas o
plantaciones.
Muy pronto, entonces, los cafetales
dominaron los paisajes agrícolas del interiormontañoso y las
exportaciones puertorriqueñas. Así, el café se convirtió en el
producto líderde la economía insular, rebasando a la caña de
azúcar (gráfico 1). Ya en 1886, el valor de susexportaciones
alcanzaba los 4,7 millones de pesos y representaba el 49% del
valor de lasexportaciones totales de la Isla. Diez años después,
las exportaciones de café reportaron 13,9millones de pesos y
constituían el 77% del valor total de lo exportado,Puerto Rico
se había convertido en uno de los mayores exportadores de café
en América.
Este proceso ha sido bautizado como
la “época de oro” del café en Puerto Rico. Ciertamente, la
cordillera cafetalera se convertía en el eje de la vida
puertorriqueña. La actividad económica, elaumento poblacional y
la actividad política e intelectual son testimonio de la vida
alrededor del “redituable” cafetal
LA CRISIS
CAFETALERA DEL CAMBIO DE SIGLO
Lo cierto es que en 1897 el auge
cafetalero llegó a su fin. Los precios altos que habían
caracterizado los intercambios mundiales del producto cedieron
ese año, debido a una situación de sobreproducción mundial. A la
creciente oferta de los productores americanos no brasileños, se
sumó la renovada y colosal producción del gigante cafetalero del
sur (Brasil). Ese aumento productivo coincidió con el
estancamiento de la demanda,para manifestarse en una verdadera
caída de los precios del grano.La crisis cafetalera del cambio
de siglo afectó a los cosecheros de toda la América. roductora,
mas en ese contexto los de Puerto Rico tuvieron problemas
particulares. La clave para entender la profundidad de la crisis
eneste caso es el crédito. El financiamiento era una de las
tantas debilidades estructurales de la economía insular, aunque
en el caso del café, el problema se manifestaba en forma de
endeudamiento excesivo. Los comercianteshabían facilitado
créditos a los hacendados, y lo propio habían hecho los
hacendados con los campesinos, peones yproductores medianos o
pequeños en general. Creando una cadena de dependencia que, al
momento de la crisis, desestabilizó las bases más profundas de
la economía del café en el país.La crisis provocada por la caída
de los precios pareció afectar de un modo particular a las
elites productoras. Los hacendados eran los que habían contraído
grandes deudas conlos comerciantes durante los años de bonanza.
La baja en el precio del grano los ponía en grandes aprietos ala
hora de cumplir sus compromisos. Muchos de ellos eran víctimas
de la especulación excesiva en términos de los precios de la
tierra y del producto. No fueron pocos los hacendados que
compraron fincas aprecios astronómicos en los 1890 y pidieron
prestado contando con producciones que tendrían precios queles
permitieran pagar sus deudas . Asimismo, los hacendados fungían
como acreedores de los campesinos y estancieros, muchos de ellos
sin otra posibilidad de pago que la que el valor de latierra
misma ofrecía. Y era tan poco, que para muchos hacendados el
embargo de minifundios no resultaba atractivo.
COMO SI FUERA POCO…UNA
INVASIÓN
Esta aguda crisis que, como puede
verse combinaba factores internacionales y locales, se agravó
con los cambios políticos en la Isla y el azote del huracán San
Ciriaco. El 25 de julio de 1898, la colonia española de Puerto
Ricofue invadida por tropas militares norteamericanas en el
marco de la Guerra Hispano Cubano Americana. La invasión dejó
aldescubierto las profundas debilidades del colonialismo español
en el Caribe y culminó con el traspaso de la posesión a los
Estados Unidos. Aún antes del desembarco de las tropas, la
guerra hacía estragos. Desde quecomenzó el conflicto por la
independencia de Cuba (en 1895), el erario de Puerto Rico estaba
obligado a contribuir con la causa española, sangrando los
presupuestos insulares hasta extremos insostenibles. Pero en
1898, la Isla fue víctima del hambre y el temor. Primero lo fue
con la imposición de un bloqueo económico que obstaculizaba la
salida de productos puertorriqueños hacia mercados externos y la
entrada de productos de primeranecesidad; en mayo, con un
bombardeo de tres horas sobre la ciudad capital; y, en julio,
con lainvasión y el establecimiento del gobierno militar
norteamericano. Todo esto acabó por alterar la vida
puertorriqueña en muchos aspectos.
Al día de hoy
Reportaje
Esta es la época
del año en que el cafetal comienza a vestirse de rojo.
En las siembras
de la bajura ha comenzado la cosecha mientras que en la altura,
se pinta una vez más el grano que hizo de Puerto Rico uno de los
principales exportadores de café del mundo durante los siglos
XVIII y XIX. En estos días, comenzarán las filas en los
beneficiados y también las garatas entre caficultores y
beneficiados sobre lo que denominan café de primera (grano
maduro) y café de segunda (grano verde).
En cifras
21
Municipios productores de café
381,050
Habitantes en los municipios cafetaleros (Censo
2000)
25,000
Trabajadores directos
9,500
Agricultores
118
Beneficiadores
38
Torrefactores
68
Marcas de café registradas
393,906 quintales
Consumo aproximado de café en Puerto Rico
(2004-05)
9.43 libras
Consumo per cápita
Pero
sea en el llano o la montaña, la falta de manos que recojan el
grano-que antes se servía a reyes y en el Vaticano- empaña el
futuro del tercer cultivo de Puerto Rico y que el año pasado
representó unos $33.8 millones en el ingreso bruto agrícola del
País.
Negocios visitó
la montaña para conversar con diversos hacedores de nuestro
café, quienes a pesar de su arrojo y pasión por el cultivo,
sostienen que al cafetal se le va la vida poco a poco.
Caficultores,
beneficiadores y torrefactores, auguran que al café
puertorriqueño le quedan unas dos generaciones. La falta de
trabajadores unida al alza en los costos de producción y los
recortes en los incentivos agrícolas se combinan para asestarle
un golpe mortal al cultivo. Si el café desaparece como actividad
agrícola, al igual que los ríos de lodo que corren montaña abajo
en los días de copiosa lluvia, la economía de 21 municipios en
la zona montañosa del País también se vendría abajo.
Trago amargo
La caída en el
sector cafetalero implicaría repercusiones económicas mayores
para el País, según la presidenta del sector cafetalero de la
Asociación de Agricultores, Carmen “Melín” Rullán.
Explicó que, con
el tiempo, la baja en ese sector derribaría “el muro de
contención” que representa la agricultura en los pueblos de la
montaña y los residentes se trasladarían a las zonas urbanas en
busca de empleo, vivienda y servicios.
Asimismo,
desaparecería de la mesa del consumidor uno de los productos
agrícolas locales más importantes al ser desplazado por un café
de menor calidad a medida que las importaciones del grano
proveniente de otros países aumentan para resarcir el consumo
local anual que ronda 393,906 quintales.
Esa apreciación
se confirma con el aumento de 16% en la importación de café,
principalmente de la República Dominicana, durante la pasada
cosecha.
“El país que no
fomenta ni promueve su agricultura tiene que subsidiarla”,
sostuvo Rullán, quien tiene su siembra de café en la zona
conocida como la Cooperativa de Cosecheros de Cidra -una
actividad agrícola también extinta- y que ubica en Adjuntas.
Durante la
pasada cosecha, el sector cafetalero produjo unos 203,500
quintales en unas 56,000 cuerdas de terreno. La cosecha implica
una reducción de 48% cuando se compara con la producción del
café en 1962, año en que se registró la mayor cosecha de café en
Puerto Rico. Entonces, el sector producía 395,000 quintales.
Las tierras
dedicadas al cultivo también se han reducido sustancialmente. En
la década del 1960, según indica el Departamento de Agricultura,
se sembraba café en unas 160,000 cuerdas de terreno. Hoy, se
siembra café en 56,000 cuerdas, cifra que implica una reducción
de 65% en las tierras dedicadas a esos fines.
En el olvido
Jaime Barlucea,
ejecutivo municipal de Adjuntas, sostuvo que ningún esfuerzo
económico transformador para la Isla puede divorciarse de la
actividad agrícola. “Ha habido una dejadez en atender las
necesidades del agricultor”, dijo Barlucea, quien reconoció que
el olvido del sector data de muchos años.
Adjuntas es el
mayor productor de café de Puerto Rico y aunque la actividad
agrícola no paga patentes a los municipios, Barlucea reconoce
que cada cosecha mueve unos $6 millones en su pueblo, lo que a
su vez impactará favorablemente los recaudos del municipio por
otras vías como el consumo de bienes y servicios que sí pagan
patentes.
“Reconocemos que
son tiempos de cambio, pero esos cambios no pueden darse sino se
conserva la esencia. Los cambios tienen que venir, pero mientras
no se incluya a los agricultores entre las prioridades
económicas, estaremos abandonado parte de esa esencia”, agregó
Jaime Barlucea.
La poca atención
al sector agrícola data de varias administraciones y de mucho
tiempo. La falta de interés se refleja, tanto en el sector
privado -que no necesariamente respalda la producción agrícola
local- como en el ámbito gubernamental. Eso, a su vez se refleja
en el poco apoyo por parte del consumidor local, quien ante el
asfixiante costo de vida, tiene que anteponer el precio a la
calidad.
Escasea la mano de obra
El poco énfasis
en la agricultura, y en especial al café, se refleja en la
reducción de su fuerza laboral. En el año fiscal 2003-2004, la
producción cafetalera empleó unos 23,300 trabajadores de manera
directa. La cifra incluye unos 9,500 agricultores. Durante la
cosecha 2004-2005, el número de agricultores se redujo en 42% y
los obreros en un 43%, según datos de la Asociación.
“Hay que tener
babilla para estar en esto”, sostuvo Teófilo “Fito” Serrano, un
agricultor que pareciera llevar café en sus venas. “Nosotros
estamos como estamos porque este es un país rico que no tiene
que trabajar para comer”.
Fito y su
familia han levantado, en aproximadamente dos décadas, una
siembra de 80,000 árboles de café en el barrio Yahuecas Arriba.
Mientras mostraba el fruto de su esfuerzo, reconoció que se
trata de un trabajo fuerte donde la lluvia o la sequía, los
huracanes y las plagas actúan como adversarios.
A fin de
reclutar recogedores de café, Fito se ha ideado una promoción
que despliega en los vehículos de la finca, pero dijo que pocos
están dispuestos a entrar al cafetal al amanecer, a recorrer
pendientes escarpadas con un almud de 28 libras a cuestas y a
recibir picadas de hormigas y avispas, que son parte de los
gajes del oficio.
Explicó que la
mayoría de sus colectores son gente de mayor edad y que en la
pasada cosecha, recibió con los brazos abiertos a unos cuantos
jóvenes de escuela superior que decidieron ir al cafetal para
ganarse par de pesos cuando salían de la escuela. “Pero esos son
los menos”, indicó.
Según Fito, el
problema con el recogido de café es que en un día determinado
pueden llegar 60 colectores, pero al día siguiente “si aparecen
10 o 12 es mucho”.
Andries De Jong,
un joven agroempresario que ha integrado en su operación todas
las fases productoras del café-es decir, que se encarga del
producto desde la siembra hasta la torrefacción-concurrió en que
la mayoría de sus colectores son personas mayores.
“Muchos tienen
70 u 80 años y mientras tengan fuerza, se levantan y al amanecer
se van a coger café. Son otra generación y eso es como un
orgullo. Se puede hacer dinero en el cafetal. Hay gente que se
gana $100 o $150 por día, pero la gente no quiere. Dicen ‘el que
sembró que lo recoja’ o se ganan algo de dinero y no regresan,
se conforman”, explicó De Jong, ingeniero de profesión.
www.proyectosalonhogar.com |
|