La nariz está compuesta por dos fosas separadas por
un tabique osteocartilaginoso. Su estructura mantiene la nariz como
tubos rígidos que pueden expandirse o contraerse a través de los
cartílagos laterales del vestíbulo.
Los cartílagos forman una especie de válvula que limita o no, el flujo
aéreo. En las paredes laterales de cada fosa nasal existen 3 cornetes
que protruyen hacia la luz y poseen un dispositivo vascular eréctil y
glándulas mucosas que calientan y humidifican el aire inspirado.