Introducción
Fue en 1961 cuando por vez primera un hombre, el cosmonauta ruso
llamado Yuri Gagarin, vio la Tierra desde el espacio. Al describir lo que veía comentó:
"desde el espacio contemplaba una bonita vista de la Tierra, que tenía un precioso
halo azul muy visible. Pasaba suavemente de un azul pálido a azul, azul oscuro, violeta
hasta un negro absoluto. Era un cuadro magnífico". Desde entonces cientos de vuelos
espaciales nos han familiarizado con la espectacular imagen del planeta azul, nuestro
hogar. El único que conocemos que acoja vida.
La Tierra posee unas características muy especiales en comparación
con los demás astros que forman parte del Sistema Solar. Tiene agua abundante, la que le
da, vista desde el espacio, un característico color azul, y tiene una atmósfera en
equilibrio con el agua y con los seres vivos. Su superficie sólida está formada por
gigantescas placas litosféricas en movimiento constante. La energía que recibe del Sol
es la óptima para la vida. Ni es excesiva, como para evaporar el agua y hacer desaparecer
la atmósfera, ni es tan poca que mantuviera el agua helada.
Gracias al avance de la ciencia podemos no sólo conocer muchas
características de nuestro planeta, que veremos con detalle en este capítulo y los
próximos, sino que también vamos conociendo detalles de la azarosa historia del planeta.
Desde su formación en los orígenes del sistema Solar, hasta la actualidad, muchas cosas
han cambiado en el planeta. Los choques con gigantescos meteoritos y otras catástrofes
han dejado su huella, pero sobre todo la lenta pero continuada acción de la atmósfera,
la hidrosfera; el desplazamiento de las placas y la importante actividad de los seres
vivos son los que han modelado la Tierra tal como hoy la conocemos.
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Situación
La Tierra es uno de los planetas del sistema
solar. Un astro sin luz propia que recibe la energía del Sol. El Sol es una de las cien mil
millones de estrellas de la galaxia llamada Vía Láctea. Una estrella roja,
situada más cerca del borde externo de la galaxia que de su centro, y que no es ni de las
más grandes ni especialmente distinta de otros muchos millones de estrellas similares a
ella; pero de la que procede la energía que hace posible la existencia de los únicos
seres vivos que conocemos en el Universo.
La magnitud del Universo, formado por miles de millones de galaxias
similares a la Vía Láctea, es tan enorme que nos resulta imposible de imaginar.
La Tierra posee un satélite singularmente grande, la Luna.
Forma y tamaño
Nuestro planeta es una esfera ligeramente aplastada en los
polos. Su superficie es de unos 510 millones de kilómetros cuadrados -lo que viene a ser
unas 1000 veces la de España- y la longitud de su radio oscila entre 6357 km (radio
polar) y 6378 km (radio ecuatorial).
Movimientos
Los seres vivos están sujetos a unos ritmos marcados por la
alternancia del día y la noche, la sucesión de las estaciones y el sucederse de las
mareas. Todos estos fenómenos dependen directamente de los movimientos de la Tierra y la
Luna respecto al Sol.
a) Movimiento de rotación
La Tierra da vueltas sobre sí misma alrededor de un eje de rotación
imaginario que pasa por los polos. La rotación terrestre es de oeste a este y tarda 24
horas -el llamado día sideral- en dar una vuelta completa.
Este movimiento de rotación es el responsable de la repetición regular
del día y la noche, según suceda que el punto en cuestión esté en la cara enfrentada
al sol o en la resguardada.
b) Movimiento de traslación
El otro movimiento principal de la Tierra es el de
traslación alrededor del sol. En este movimiento sigue un recorrido (órbita) en forma de
elipse casi circular. Prácticamente en el centro de la elipse se encuentra el sol y al plano que la contiene se
le llama plano de la eclíptica.
Dar una vuelta completa alrededor del sol le cuesta a la Tierra 365,2422
días.
Las estaciones están provocadas porque el eje de rotación de la Tierra
no es perpendicular respecto al plano de la eclíptica, sino que tiene una
inclinación de 23º 27.
Figura 2-2 > Movimiento de traslación
c) Movimiento de la Luna alrededor de la
Tierra
La Luna es la segunda fuente de iluminación al reflejar
la luz que recibe del Sol por lo que tiene una notable influencia en la vida de los
organismos. Se traslada alrededor de la Tierra siguiendo una órbita contenida en el plano
de la eclíptica que tarda en completar 29,53 días.
Las fases de Luna nueva, cuarto creciente, Luna llena y cuarto
menguante se suceden conforme nuestro satélite va recorriendo su órbita
Figura 2-3 > Movimiento de la Luna
Las mareas son otro fenómeno provocado por la
Luna con gran influencia en los seres vivos. Se deben a la atracción gravitatoria que la
masa del satélite ejerce sobre la masa de agua de los océanos.
Figura 2-4 > Mareas
Las mareas
Las mareas oceánicas son fenómenos muy complejos. Son distintas en
diferentes lugares del mundo, no sólo porque tienen mayores o menores diferencias de
altitud entre las bajas y las altas, sino también porque cambia la periodicidad. En la
mayor parte de las costas del océano Atlántico en un día hay dos mareas altas y dos
bajas; pero en otros lugares la periodicidad es distinta
Figura 2-5 > Frecuencia de las mareas en el mundo
Los periodos y la altura que alcanzan dependen de varios componentes mezclados. La
principal fuerza que levanta las mareas es la Luna, con un periodo (tiempo entre dos
altas) de 12 horas 24 minutos, que es la mitad de lo que tarda la Tierra en rotar respecto
a la línea que une la Tierra a la Luna.
Otro componente de las mareas es la atracción ejercida por el Sol. Su periodo es de 23
horas. Y su intensidad entre el 20 y el 30% de la lunar. Se han identificado otros muchos
componentes, aunque el lunar y el solar son los principales. De la conjunción de todos
ellos se origina la marea real en cada lugar y tiempo. |
Historia de la Tierra
a) Comienzos
El nacimiento de la Tierra, hace unos 4600 millones de años, se
produjo a la vez que la formación de todo el sistema solar. Suponemos, aunque no es
fácil saber como ocurrió, que masas de unos pocos kilómetros de diámetro llamadas planetoides,
fueron chocando entre sí hasta formar, al cabo de unos cientos de millones de años un
planeta del tamaño del actual. Su superficie estaba fundida y rodeada por una atmósfera
formada por las grandes masas de vapor de agua y otros gases liberados por las rocas al
colisionar.
Al cabo de unas decenas de millones de años el planeta se había
enfriado lo suficiente como para que gran parte del vapor se hubiera licuado
formando los océanos. Los gases predominantes en la atmósfera de esa época eran
el vapor de agua, el dióxido de carbono y el nitrógeno junto a hidrógeno, y monóxido
de carbono que originaban un ambiente ligeramente reductor.
b) La vida
Hace al menos 3600 millones de años, en un océano primitivo
que suponemos cargado con distintos tipos de moléculas orgánicas, aparecerían los
primeros seres vivos, similares a las actuales bacterias.
Aparecieron después organismos capaces de hacer fotosíntesis que
comenzaron a producir oxígeno que iba a la atmósfera. Para hace unos 1000 millones de
años la atmósfera ya era similar a la actual. Oxígeno y nitrógeno eran sus principales
componentes y de reductora había pasado a oxidante.
Hace unos 700 millones de años se aceleró el ritmo de
aparición de nuevos tipos de vida. Todos los grandes grupos de organismos que ahora
conocemos: moluscos, artrópodos, equinodermos, vertebrados, plantas diversas, etc.,
fueron apareciendo en unos pocos cientos de millones de años. Durante el Paleozoico los seres vivos dejan de estar
limitados a la vida acuática y conquistan el medio terrestre y aéreo.
Los ciclos geológicos
Cuando se compara la Tierra con otros planetas vecinos como Marte o
Venus se observan grandes diferencias, aunque el proceso de formación ha sido similar.
Mientras en la Luna o en esos planetas se siguen observando claramente miles de cráteres
originados por las gigantescas colisiones que los formaron, el aspecto de la Tierra es
totalmente distinto.
Hay dos grandes procesos que han modelado la superficie de
nuestro planeta y que han tenido una decisiva importancia en la evolución y distribución
de la vida:
- la existencia, por una parte, de una atmósfera y una hidrosfera ha
provocado un continuo proceso de erosión, transporte y sedimentación de las rocas, en lo
que se suele llamar el ciclo geomorfológico;
- por otra parte, durante miles de millones de años se ha ido sucediendo
un lento pero continuo desplazamiento de las placas que forman la parte externa del
planeta, originando la denominada tectónica de placas. Los continentes se unen
entre sí o se fragmentan, los océanos se abren, se levantan montañas, se modifica el
clima, influyendo todo esto, de forma muy importante en la evolución y desarrollo de los
seres vivos.
Estructura
Característico de la estructura de la Tierra es el estar formada por capas
superpuestas.
La parte sólida de la Tierra está formada por un núcleo
compuesto principalmente por hierro y níquel. Aquí tiene su origen el campo magnético
que afecta a todo el planeta. Algunos organismos vivos son sensibles al magnetismo y lo
utilizan para orientarse como, por ejemplo, algunas aves.
Rodeando al núcleo se encuentra el manto. Es la capa más
voluminosa de la Tierra, compuesta por oxígeno y silicio acompañados de otros elementos
como aluminio, magnesio, hierro, calcio, sodio, etc.
La corteza es la capa más externa. Las rocas que la componen
son también fundamentalmente, del tipo de los silicatos, como en el manto; aunque en la
parte mas externa son frecuentes los carbonatos y otras rocas sedimentarias. La estructura
de la corteza no es homogénea, y en ella se puede distinguir una corteza menos densa y
más rígida que forma las áreas continentales, mientras que por debajo de esta y en los
fondos oceánicos se observa una corteza más plástica y más densa.
La capa líquida de la Tierra (hidrosfera) y la gaseosa (atmósfera)
completan la estructura de nuestro planeta. |