Fue en Arecibo y en la escuela de Don
Juan Massante que Zeno Gandía comenzó su primera enseñanza. Siendo
todavía un niño se trasladó su familia a España, estableciéndose en
Barcelona. Allí prosiguió sus estudios; y después de un curso de
Humanidades de seis años, adquirió el título de bachiller.
Estudió medicina en España,
graduándose de Doctor en Medicina y Cirugía en la Universidad de San
Carlos de Madrid. Hizo su internado en el hospital San Andrés, en
Burdeos, y luego tomó cursos prácticos en hospitales de Paris.
A su regreso a Puerto Rico, en el 1876
comenzó a ejercer su profesión en la ciudad de Ponce, y a practicar
activamente el periodismo, la política y las letras.
Se casó con la Sra. Ana Antongiorgi
Franceschi, de la cual tuvo cinco hijos, Carlos, Noemí, Manuel, Alcides
y Elena. En el pueblo de Ponce ejerció por más de 20 años y fue médico
de Sanidad Marítima.
Volvió en dos ocasiones a Europa, para
asistir al Centenario de Calderón de la Barca y al Segundo Congreso
Americanista. Fue redactor de la Revista de Puerto Rico y colaborador de
varias publicaciones en la Isla.
En 1902 fue electo Representante a la
Cámara por su pueblo natal, Arecibo. Para dedicarse plenamente a la
política y las letras renunció al ejercicio médico. Fue fundador del
Partido Unión de Puerto Rico.
Entre sus numerosas obras figuran
Resumtia Indo-antillana (investigación histórica); los cuentos Rosa y
Luciano, Una infeliz y un infame, El monstruo y Rosa de Mármol. Sus
novelas, parte de las cuales llevan el subtítulo de Crónicas de un mundo
enfermo, incluyen La Charca, Garduña, El Negocio y Los Redentores; las
cuales se consideran entre la mejor literatura de su género. Entre otras
obras de este distinguido autor se encuentra: Piccola y un interesante
trabajo científico, Influencia del clima en las enfermedades del hombre.
Entre sus poesías, las más conocidas son La señora Duquesa, La palmada,
El microscopio, Tras de la tumba, La flor y el lodo y Madrigal.
Dejó sin terminar Hubo un escándalo en
Nueva York.
Omega era el seudónimo que usaba en
algunos de sus escritos.
Zeno Gandía dominaba varios idiomas:
francés, inglés, español, italiano y fue uno de los pocos
puertorriqueños que conocía el idioma de Cristo, el hebreo.