NACIÓ: 1827 MURIÓ:
1898
DOCTOR,
PATRIOTA Y ABOLICIONISTA
Nació
en Cabo Rojo, un 8 de abril .
hijo de Doña María del Carmen
Alacán y Don Felipe Betances Ponce.
Después de recibir su grado médico de la
universidad de París en 1855, de Betances regresó a Puerto Rico y fundó
un hospital y trabajó para salvar a los puertorriqueños de la epidemia
del cólera.
Él fundó a una sociedad clandestina dedicada a la
liberación de los esclavos. El gobierno colonial español lo exilió
por estas actividades varias veces. En 1867, él huyó a la República
Dominicana en donde él fundó al comité revolucionario de Puerto Rico.
El año siguiente él ordenó a una expedición armada la cual
condujo a los hechos de septiembre 23, conocido como el Grito de Lares.
Cuando el Betances falló intentos fue de nuevo a París en donde él
dedicó al trabajo para la independencia de Puerto Rico. Aunque él pasó
sus años restantes ausentes de su patria, él vio la abolición de la
esclavitud allí el 22 de marzo de 1873 con la gran
satisfacción. Por sus contribuciones a la literatura, el gobierno
francés le concedió su legión de honor. Murió en Nevilly,
Francia un 18 de septiembre . Su restos vuelto a Puerto Rico en 1920
donde fueron enterrados en su lugar de nacimiento.
Este primer
fragmento es ideal para estudiantes de nivel elemental |
Continuación...
Durante su adolescencia
cursó estudios en Toulouse, Sur de Francia. Terminó bachilleratos en
Letras y Ciencias, y en 1848 ingresó a la Facultad de Medicina de la
Universidad de Paris.
En el año 1848, Betances
participó en la revolución de 24 de febrero que implantó la Segunda
República francesa. Selló así su "compromiso de solidaridad con las
causas justas."
Además de su dedicación
al estudio de la medicina, Betances no descuidó las letras publicando
importantes ensayos y varias novelas, De otra parte, participó junto a
Alejandro Tapia y Rivera, Román Baldorioty de Castro, José Julián Acosta
y Segundo Ruíz Belvis en la Sociedad Recolectora de documentos
históricos de la Isla de San Juan Bautista de 1851 cuyos trabajos
culminaron en la creación de la Biblioteca Histórica de Puerto Rico.
En enero de 1855
defendió su tesis doctoral sobre las causas del aborto. Luego de
terminar sus estudios, regresó a Puerto Rico y revalidó su título de
médico cirujano el 15 de abril de 1856.
De 1858 a 1869 fue
desterrado de Puerto Rico en tres ocasiones, expulsado de San Thomas dos
veces y una de Santo Domingo.
-
Su primer destierro
respondió a la fundación de una sociedad abolicionista en el oeste
de la isla.
-
El segundo destierro,
en 1864, fue producto de la intervención militar de España en Santo
Domingo.
-
La última expulsión
en 1867, tomó como excusa el amotinamiento de los soldados del
Primer Batallón de Artillería de San Juan ocurrido el 7 de junio,
con el cual Betances se alega no tuvo relación alguna.
Betances y otro
desterrado, Segundo Ruíz Belvis, se fugaron y trasladaron a Nueva York
clandestinamente. Junto a José Francisco Basora se institucionalizó el
Comité Revolucionario de Puerto Rico, organismo rector del proceso
insurreccional que culminó en el Grito de Lares. En su manifiesto del 16
de julio de 1867, el Comité expresa:
"¡Cubanos y
puertorriqueños!, unid vuestros esfuerzos, trabajad de concierto,
somos hermanos, somos uno en la desgracia; seamos uno también en la
Revolución y en la Independencia de Cuba y Puerto Rico. Así podremos
formar mañana la confederación de las Antillas."
En noviembre de 1867,
Betances se encuentra en San Thomas donde produce su Proclama de los
Diez Mandamientos de los Hombres Libres
Múltiples gestiones para
obtener armas y municiones, así como combatientes, para nuestra lucha de
liberación realizó Betances en esa época. Lamentablemente, la revolución
abortó en Lares el 23 de setiembre de 1868.
Expulsado en 1869 de San
Thomas, se estableció en Nueva York donde utiliza el seudónimo de El
Antillano en sus artículos en el periódico La Revolución.
Las reformas de 1869 a
1873 en la isla, desde la fundación de partidos políticos hasta la
abolición de la esclavitud negra y la desintegración del trabajo servil,
producen una nueva coyuntura. Ante ésta, el liderato separatista opta
por consagrar a la Guerra de los Diez Años de Cuba los recursos y
armamentos pertenecientes a los patriotas puertorriqueños. Para Betances,
la lucha por la independencia de Puerto Rico estaba estrechamente ligada
a la lucha por la independencia de Cuba. Betances expresaba: "trabajar
por una es trabajar por la otra."
A finales de 1871
regresa a Francia y en 1874 publica su ensayo político Cuba, en el cual
combate las ideas anexionistas de la época, además de explicar las
causas de la Guerra de los Diez Años. Sus palabras no han perdido
vigencia:
"En resumen,
es incontestable que el gobierno de Washington en esta cuestión, no
se ha dejado guiar nunca por el interés de las Antillas, sino por
las ventajas que a su unión a la América del Norte ha de procurarle".
En abril de 1875 se
trasladó de Haití a Puerto Plata, República Dominicana, donde coincidió
con Eugenio María de Hostos. Laboraron conjuntamente un proyecto
sedicioso, que sería frustrado por otro de los tantos Judas de nuestra
lucha de liberación.
Hostos partió a Nueva
York. Betances volvió a Francia y se reintegró a la práctica de la
medicina, a la investigación y la experimentación médica. Publicó además
varias monografías científicas y artículos periódicos.
En 1880, Betances fue
nombrado Primer Secretario de la Legación de la República Dominicana en
Francia.
Durante esta época se
opuso intensamente a las pretensiones de convertir a Haití en un
protectorado francés o norteamericano. Alertó Betances sobre las
implicaciones de este atentado contra la integridad territorial de las
antillas.
En sus últimos años,
dedicó su apostolado a servir la causa cubana. Ocupó el cargo de
Delegado del Partido Revolucionario Cubano (1895). Desarrolló múltiples
tareas revolucionarias, incluyendo gestiones diplomáticas con otros
países europeos, la creación de organismos europeos de solidaridad con
la revolución cubana, compra y acarreo de armas para el ejercito
libertador, recaudación de recursos económicos, y otras.
Junto a su compañera de
los últimos 35 años, Simplicia Isolina Jiménez Carlo, el 16 de setiembre
de 1898, a los setenta y un años (71) de edad, falleció en París el
Doctor Ramón Emeterio Betances, Padre de la Patria, luego de una larga y
dolorosa agonía ocasionada por su salud decadente. El 5 de agosto de
1920, sus restos arribaron nuestra isla y fueron depositados en su
pueblo natal. |