O b r a
d i s e ñ a d a y c r e a d a p o r
H é c t o r A. G a r c í a
Biografías
Por: Proyecto Salón Hogar
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Barcelo
Martinez Antonio R.
Don
Antonio R. Barceló nació en Fajardo el 15 de abril de 1868. Su acta
de bautismo se encuentra en la Parroquia del Apóstol Santiago en
Fajardo, libro 11, pág. Folio 48v #149. Fue hijo de don Jaime
Barceló y de Josefa Martínez. Se casó el 4 de febrero de 1899 con
doña María Georgina Josefina Bird.
Don Antonio comenzó como
comerciante. En 1889 se desempeño como secretario del Comité
Autonomista de Fajardo. Fue nombrado juez municipal en el 1898 y
cuando las tropas Americanas tomaron a Fajardo, el fue confirmado en
su puesto. Fue miembro fundador del Partido Federal Americano. En
las elecciones de 1902 figuró como candidato por dicho partido pero
fue derrotado.
Cuando se
fundó el Partido Unión de Puerto Rico en 1904, fue miembro fundador
y candidato a la Cámara de Delegados por Humacao . Triunfó en 1906,
1908, 1910 y 1912. En 1914 fue nombrado por el presidente
norteamericano Wilson como miembro del Consejo Ejecutivo. Desde 1917
hasta 1930 fue presidente del Senado de Puerto Rico. Obtuvo un
doctorado honorífico en leyes de la Universidad de Columbia en 1938
y lo nombró capitán de su pueblo. Muere el 15 de octubre de 1938.
Con su
muerte, su hija, Josefina, madre de Carlos Romero Barceló, fue
elegida presidente del partido Liberal y se convirtió en la primera
mujer en presidir un partido político en la Isla. Su nieto, Carlos
llega a ser gobernador de Puerto Rico durante los años 1976 - 1984.
Luego en 1992 es elegido Comisionado residente en Washington.
No puedo
cerrar esta página sin citar las palabras de don Antonio R. Barceló
en cuanto a la llegada de las fuerzas americanas a Fajardo por
primera vez el 5 de agosto de 1898.
Reunidos en
la Casa-Ayuntamiento dijo:
"Creo que no
tenemos medios, dentro de la medida de nuestra fuerzas, para evitar
ni impedir los hechos consumados; la invasión ha sido efectuada y
estamos sometidos a las decisiones del Gobierno americano; y puesto
que su representante aquí nos brinda la oportunidad de continuar en
nuestros puestos, debemos aceptar tales indicaciones, porque
entiendo que al hacerlo así llenaremos un deber ineludible para con
el pueblo puertorriqueño.
Es necesario,
sin embargo, hacer la salvedad de que ejerciendo nuestros cargos en
virtud de la carta autónoma que ha otorgado España a nuestro país,
continuaremos en ellos mientras nuestra misión sea, solamente, la de
acatar y obedecer las disposiciones justas de la nación americana;
pero nunca como dominadora de nuestro país, sino como aparadora de
nuestros derechos autonómicos, derechos que, en lo futuro, deseamos
ver ampliados en el sentido de obtener la más completa independencia
en nuestro régimen interior; deseamos el absoluto respeto a nuestro
idioma, a nuestras costumbres y a todo lo que aquí constituye
nuestros carísimos afectos.
Al tener hoy
el dolor de ver arriada en este edificio la bandera española, que
representa la patria de nuestros padres, la nación que nos dio sus
costumbres, sus tradiciones y su idioma, y donde aún viven nuestras
más caras afecciones, no puedo menos de enviar en estos momentos
aciagos un fraternal saludo a mis hermanos de ayer, para cumplir hoy
con otro deber sagrado, cual es el de servir con todas mis fuerzas a
Puerto Rico, mi única patria de aquí en adelante, y la cual, hoy más
que en ninguna otra ocasión, necesita los servicios de todos sus
hijos."
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(Tomado
del libro Crónica de la Guerra Hispano Americana en Puerto Rico
por Ángel Rivero, pág. 393.) |
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L a G r a n E n c ic l o
p e d i a I l u s t r a d a d e l P r o y e
c t o S a l ó n H o g a r
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