Actividad:
Entre el jardín
Como
ya te habrás dado cuenta, existen muchas diferencias entre
las más de un millón de especies de animales conocidas.
Por ejemplo, las lombrices de tierra no tienen nariz como nosotros;
sin embargo, su sistema nervioso les permite responder a los olores.
A propósito de esto, haz el siguiente experimento.
Necesitas:
Lombriz de tierra
Papel absorbente
Algodón
Acetona o quitaesmalte
1.
Coloca la lombriz sobre el papel absorbente previamente humedecido.
2. Moja un poco de algodón con acetona.
3. Colócalo cerca de la cabeza de la lombriz y observa
cómo reacciona.
Para reconocer en cuál de los extremos está la cabeza,
ubica una banda ancha que rodea su cuerpo: está en el lado
más cercano a esta banda.
4. Ahora, coloca el algodón cerca de la cola y observa
si responde de manera distinta. Ponlo cerca de distintas partes
de su cuerpo.
El
sistema nervioso de las lombrices está ubicado en forma de
cordón a lo largo de todo su cuerpo. En la parte delantera
o cabeza tiene un cerebro, pero además en cada uno de los
segmentos hay pequeñas masas nerviosas que actúan
como cerebros secundarios. De esta manera, las lombrices pueden
oler por cualquier parte de su cuerpo.
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