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Los
incendios son uno de los grandes enemigos del bosque. |
La deforestación:
enemiga del bosque
Como
ya te contamos, los bosques constituyen uno de los ecosistemas más
valiosos del mundo, al contener un alto porcentaje de la biodiversidad
del planeta. Lamentablemente, ellos se encuentran muy vulnerables
frente a la acción del hombre, y en muchas partes del mundo
incluso han desaparecido.
Durante
la década de los ochenta, los índices de deforestación
mundial llegaron hasta 15 millones de hectáreas por año;
y en la mayor parte del mundo la deforestación se aceleró
durante la década del 90.
Entre
las causas directas más importantes de la deforestación
se encuentra la pobreza del tercer mundo (donde se hallan la mayoría
de los más grandes bosques y selvas), que necesitan explotar
estos ecosistemas para obtener recursos; la necesidad de abrir espacios
nuevos para la agricultura, para la cría de ganado, la urbanización
y la construcción de infraestructura (carreteras, vías
férreas, tendidos eléctricos); la minería;
la inundación para generar energía hidroeléctrica,
y la explotación de petróleo.
Este
fenómeno de deforestación se ve agravado por la lluvia
ácida, la desertificación, y los incendios forestales.
En el caso de los pequeños agricultores, considerados como
pobres, al asentarse cerca de los bosques deben talar una parcela
de tierra y utilizarla para la plantación de cultivos de
subsistencia o comerciales. Sin embargo, ese tipo de prácticas
degrada rápidamente el suelo, y el agricultor se ve forzado
a talar otra porción de bosque para transformarlo en tierras
de cultivos. Posteriormente, el área que ya no se puede cultivar
es utilizada para la cría de ganado, lo que termina por degradar
completamente el suelo, al eliminar la escasa vegetación
que podría haber quedado.
En
muchos países las prácticas forestales de tala rasa
han sido la causa principal de la pérdida forestal. Ejemplos
claros de ello es lo que ocurrió en Irlanda y Escocia, que
alguna vez estuvieron prácticamente cubiertos de bosques,
pero durante el Imperio Británico fueron casi totalmente
cortados para abastecer de madera a los aserraderos ingleses.
En
Chile también existe pérdida de bosques nativos. De
hecho, se estima que nuestro país poseía 25 millones
de hectáreas de bosques a la llegada de los españoles;
es decir, un 45 por ciento del territorio estaba cubierto por bosque
nativo. En la década de los cuarenta se hizo una estimación
de 16 millones de hectáreas, y actualmente la cifra solo
alcanza a poco más de 13 millones.
Los incendios
forestales
Otra
de las causas de la deforestación son los incendios forestales,
los que pueden definirse como la propagación libre e ilimitada
del fuego, cuya acción consume pastos, matorrales, arbustos
y árboles. Para que un incendio ocurra deben existir tres
factores: el oxígeno, el calor y el combustible.
En
nuestro país los incendios forestales son producidos en su
mayoría por el manejo descuidado del fuego, y su repercusión
en el medio ambiente es enorme. Los efectos del fuego en los bosques
son principalmente los siguientes:
Eliminación de las áreas boscosas
Pérdidas económicas
Desaparición o disminución de los recursos
hídricos
Erosión
Desertificación
Pérdida de biodiversidad
Aumento de gases de efecto invernadero
Aumento de la temperatura ambiental
Incremento de los efectos erosivos del viento
Disminución de la humedad
Alteración de los regímenes de vida de los
humanos
Emigración de la fauna local
Asimismo,
la acción del fuego también afecta al suelo mineral
en tres formas, que son: física, al destruirse la
estructura y compactación del suelo por falta de humedad;
química, al producirse una disminución de los
nutrientes de la vegetación, y finalmente biológica,
al destruirse los microorganismos del suelo encargados de la descomposición
de los restos orgánicos.
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