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deforestacion
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Un problema preocupante

Los bosques contribuyen a mantener un adecuado equilibrio en los niveles de dióxido de carbono en las atmósfera. Sin embargo, este equilibrio ha sido destruido por los excedentes de dióxido de carbono generados por la industria, la quema de grandes cantidades de combustibles fósiles, tales como carbón y petróleo, y los incendios; situación que se ha agravado por la disminución de las masas forestales. Esto ha provocado un ascenso en la cantidad de dióxido de carbono ambiental. Si continúa el aumento de este gas en la atmósfera, se prevé un gran cambio climático a nivel mundial, que provocará un recalentamiento de la Tierra y, por lo mismo, la transformación de fértiles campiñas en desiertos y el derretimiento de los casquetes polares, con lo que gran parte de los sectores costeros quedarán hundidos bajo el mar.



PARA INVESTIGAR
¿Por qué no hay bosques en la Antártida?

incendio
Los incendios son uno de los grandes enemigos del bosque.

La deforestación: enemiga del bosque

Como ya te contamos, los bosques constituyen uno de los ecosistemas más valiosos del mundo, al contener un alto porcentaje de la biodiversidad del planeta. Lamentablemente, ellos se encuentran muy vulnerables frente a la acción del hombre, y en muchas partes del mundo incluso han desaparecido.

Durante la década de los ochenta, los índices de deforestación mundial llegaron hasta 15 millones de hectáreas por año; y en la mayor parte del mundo la deforestación se aceleró durante la década del 90.

Entre las causas directas más importantes de la deforestación se encuentra la pobreza del tercer mundo (donde se hallan la mayoría de los más grandes bosques y selvas), que necesitan explotar estos ecosistemas para obtener recursos; la necesidad de abrir espacios nuevos para la agricultura, para la cría de ganado, la urbanización y la construcción de infraestructura (carreteras, vías férreas, tendidos eléctricos); la minería; la inundación para generar energía hidroeléctrica, y la explotación de petróleo.

Este fenómeno de deforestación se ve agravado por la lluvia ácida, la desertificación, y los incendios forestales. En el caso de los pequeños agricultores, considerados como pobres, al asentarse cerca de los bosques deben talar una parcela de tierra y utilizarla para la plantación de cultivos de subsistencia o comerciales. Sin embargo, ese tipo de prácticas degrada rápidamente el suelo, y el agricultor se ve forzado a talar otra porción de bosque para transformarlo en tierras de cultivos. Posteriormente, el área que ya no se puede cultivar es utilizada para la cría de ganado, lo que termina por degradar completamente el suelo, al eliminar la escasa vegetación que podría haber quedado.

En muchos países las prácticas forestales de tala rasa han sido la causa principal de la pérdida forestal. Ejemplos claros de ello es lo que ocurrió en Irlanda y Escocia, que alguna vez estuvieron prácticamente cubiertos de bosques, pero durante el Imperio Británico fueron casi totalmente cortados para abastecer de madera a los aserraderos ingleses.

En Chile también existe pérdida de bosques nativos. De hecho, se estima que nuestro país poseía 25 millones de hectáreas de bosques a la llegada de los españoles; es decir, un 45 por ciento del territorio estaba cubierto por bosque nativo. En la década de los cuarenta se hizo una estimación de 16 millones de hectáreas, y actualmente la cifra solo alcanza a poco más de 13 millones.
Los incendios
forestales

Otra de las causas de la deforestación son los incendios forestales, los que pueden definirse como la propagación libre e ilimitada del fuego, cuya acción consume pastos, matorrales, arbustos y árboles. Para que un incendio ocurra deben existir tres factores: el oxígeno, el calor y el combustible.

En nuestro país los incendios forestales son producidos en su mayoría por el manejo descuidado del fuego, y su repercusión en el medio ambiente es enorme. Los efectos del fuego en los bosques son principalmente los siguientes:

• Eliminación de las áreas boscosas
• Pérdidas económicas
• Desaparición o disminución de los recursos hídricos
• Erosión
• Desertificación
• Pérdida de biodiversidad
• Aumento de gases de efecto invernadero
• Aumento de la temperatura ambiental
• Incremento de los efectos erosivos del viento
• Disminución de la humedad
• Alteración de los regímenes de vida de los humanos
• Emigración de la fauna local

Asimismo, la acción del fuego también afecta al suelo mineral en tres formas, que son: física, al destruirse la estructura y compactación del suelo por falta de humedad; química, al producirse una disminución de los nutrientes de la vegetación, y finalmente biológica, al destruirse los microorganismos del suelo encargados de la descomposición de los restos orgánicos.

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